La Comisión de Educación para Médicos Extranjeros (ECFMG) de EEUU suspende tomar exámenes de reválida a médicos cubanos como consecuencia probable de indicaciones del Ejectutivo de Barack Obama a petición de la tiranía Castrista de Cuba
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
La medicina ha sido un negocio ¨superredondo¨ para la tiranía Castrista. En 1961 la tiranía Castrista se apropió (robó) todos los centros educacionales del país y posteriormente estableció escalas salariales a los trabajadores del país que nunca fueron salarios decoroso; se construyeron numerosos centros educacionales (incluyendo nuevas Escuelas o Facultades de Medicina) con empréstitos de la Unión Soviética que nunca se pagaro pese a las grandes facilidades para su pago que le daba la URSS a la tiranía como fue la política económica de los precios deslizantes cuando los tiempos de Leonid Brezhnev. Hace sólo unos meses Vladimir Putin condonó el 90% de la descomunal deuda Castrista a la extinta URSS, deuda que heredó Rusia, ya que Putin sabía que nunca Cuba se la pagaría; quizás condonación de la deuda se haya hecho a cambio de establecer convenios comerciales y militares que permanecen en el mayor secreto y hasta quizás esté incluida en ellos la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo si el territorio que ocupa ella es devuelto a la tiranía Castrista.
Formar médicos en Cuba es muy barato para la dictadura, ya que los salarios MENSUALES de los profesores oscilan entre los 30 y 40 dólares y los libros que utilizan los alumnos en sus estudios son en buen número libros cuyos derechos de autor no se pagan porque los derechos los poseen autores y editoriales norteamericanas y por las leyes del Embargo no se puede exigir su pago por parte de la tiranía Castrista. Casi todos los hospitales en Cuba son de carácter docente y los pacientes acuden a ellos a riesgo de lo que ocurra según los facultativos o estudiantes que se ocupen de su caso. En Cuba los seguros también son manejados por el Estado y están en una etapa muy incipiente. En Cuba los errores del personal médico literalmente se entierran.
Después de graduado el médico (enfermero, asistente de enfermería, etc.) recibe un salario indecoroso (aproximadamente entre 30 y 40 dólares; los policías ganan lo mismo aproximadamente) que no le alcanza para mantener a su familia. Desde hace casi dos décadas el personal de la salud cubano, para encontrar un alivio económico, trata de buscar una ¨misión¨ en otros países (a donde no pueden llevar esposa ni hijos) en los cuales los gobiernos le pagan miles de dólares por cada miembro de la misión al Estado cubano pero el médico recibe menos del 40% con el que tiene que pagar parte de la estancia, aunque el salario que le paga el país al Estado cubano, la parte que recibe el médico y las condiciones dependen del país donde esté ¨cumpliendo¨la misión. Una parte de la paga el médico sólo la recibe cuando regresa a Cuba; si el médico no regresa a Cuba, el Estado cubano se queda con esa parte aunque la familia del médico viva en Cuba. En Cuba los establecimientos comerciales que están surtidos con los alimentos y productos necesarios para el diario vivir se encuentran solamente en la tiendas del Estado (¨shoppings¨) las cuales, dicho hasta el propio Fidel Castro, tienen precios 3, 4 y hasta 5 veces por encima de los precios que existen en otros países. Al llegar a las misiones.
Al llegar el personal médico al país de la misión le son retirados los pasaportes por el jefe o segundo jefe de la misión; entre el personal médico hay informantes de la Seguridad del Estado Cubana para que vigilen los movimientos de los demás. Hasta hace poco tiempo les estaba prohibido casarse con nacionales de esos países; no se ahora.
El personal médico cubano es usado también como elemento de proselitismo político a favor del gobierno de ese país si así le conviene al régimen cubano. El retiro de la misión médica cubana es usado como chantaje para que dicho país vote a favor o apoye a la dictadura cubana internacionalmente. El personal médico cubano es el más barato en el mercado y los cubanos van a lugares inhospitos y peligrosos, a donde no van los médicos de otros países, con tal de seguir en la misión y los beneficios que esta reporta. También es cierto que la medicina cubana, desde antes del triunfo de la Revolución, ha sido siempre humanitaria.
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Entidad de EEUU suspende tomar exámenes de reválida a médicos cubanos
La entidad responsable de revalidar títulos a médicos extranjeros en Estados Unidos suspendió la realización de exámenes a profesionales cubanos hasta volver a tener licencias autorizadas por el Departamento del Tesoro, confirmó esa entidad este viernes a la AFP.
La Comisión de Educación para Médicos Extranjeros (ECFMG, en su sigla en inglés) "no puede procesar ciertos pedidos de solicitantes o entidades en Cuba, en espera de la aprobación de las licencias por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC)", informó Elizabeth Ingraham.
"En estos momentos no tenemos otras informaciones sobre un cronograma para una resolución", añadió la funcionaria de la ECFMG.
(Todo lo que pida Raúl Castro y de gratis. Caricaturas de Pong añadida por el bloguista de BC)
La OFAC es un órgano del Departamento del Tesoro responsable por la administración y control de bienes de terceros países, y es la oficina que se encarga específicamente de hacer aplicar las sanciones que desde hace décadas rigen en Estados Unidos contra el régimen.
Es mediante un complejo proceso realizado junto a la ECFMG que los médicos cubanos que se instalan en territorio estadounidense logran hacer revalidar sus títulos para poder ejercer legalmente.
Tomado de http://lat.wsj.com/
El comercio de esclavos de doctores cubanos
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La Habana obtiene casi US$8.000 millones al año a costa de los trabajadores de la salud que envía a países pobres, dice nuestra columnista Mary O’Grady.
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Por Mary Anastasia O’Grady
10 de Noviembre de 2014
Las culturas de Occidente no aprueban la trata de personas, una actividad del “crimen organizado en la que seres humanos son tratados como posesiones para ser controlados y explotados”, según la definición del diccionario. Sin embargo, cuesta encontrar a un periodista, político, burócrata de desarrollo u otro activista sindical en cualquier parte del mundo que siquiera haya pestañado ante el amplio negocio de trata de personas que lleva a cabo La Habana. Esto merece más atención en momentos en que los doctores cubanos son alabados por su trabajo en África durante la crisis del ébola.
Cuba está recibiendo elogios por su “diplomacia de doctores” internacional, por la que envía profesionales médicos temporalmente al exterior, aparentemente para ayudar a países pobres a combatir la enfermedad y mejorar el cuidado de la salud. Sin embargo, los doctores no son un regalo de Cuba. La Habana recibe pagos por sus misiones médicas ya sea del país anfitrión, en el caso de Venezuela, o de los países donantes que envían fondos a la Organización Mundial de la Salud. Se supone que el dinero se destina a los salarios de los trabajadores cubanos, pero ni la OMS ni ningún país les paga directamente a ellos. En cambio, los fondos son abonados en la cuenta de la dictadura que, a decir de todos, se queda con la mayor parte de los fondos y le da al trabajador un estipendio para vivir con la promesa de un poco más a su regreso a Cuba.
Es el crimen perfecto: al enviar a sus súbditos al exterior a ayudar a personas pobres, el régimen se gana la imagen de un contribuidor desinteresado a la comunidad global pese a que explota a trabajadores y se enriquece a costa de ellos. Según DW, la cadena internacional de televisión alemana, La Habana obtiene cerca de US$7.600 millones al año por la exportación de trabajadores de la salud.
Este es un gran negocio, que si no fuera realizado por marxistas mafiosos seguramente ofendería a los periodistas. En cambio, se lo tragan. En una entrevista el 24 de octubre con Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, la presentadora de CNN Christiane Amanpour se animó cuando habló sobre los trabajadores de la salud cubanos en África. “Cuba claramente tiene algo que enseñarle al mundo con su rápida respuesta, ¿no?”, dijo efusivamente Amanpour. Kim concordó, calificándolo como un “gesto maravilloso”.
Lo que cobran los trabajadores cubanos en las trincheras del ébola sigue siendo un secreto de Estado. Sin embargo, la trata de personas no es algo nuevo para La Habana ni se limita a la profesión médica. En octubre de 2008, un juez federal en Miami falló a favor de tres trabajadores cubanos que afirmaron que habían sido enviados, junto con otros 100, por el régimen a Curaçao para trabajar a cambio de la deuda de Cuba con Curaçao Drydock Company. Los demandantes describieron condiciones de trabajo horrendas por el que les pagaban tres centavos por hora.
El diario estadounidense The Christian Science Monitor informó en su momento que la compañía “reconoció que los pasaportes de los trabajadores cubanos fueron incautados y que sus sueldos impagos fueron deducidos de la deuda que La Habana debía a la compañía”. Tomás Bilboa, del Cuba Study Group en Washington, dijo al periódico que “estos tipos de violaciones no son fuera de lo común para el gobierno cubano”. El abogado de los demandantes indicó al diario que después de que se quejaron, sus familiares en Cuba perdieron empleos y acceso a la educación y sufrieron el acoso de pandillas.
Hacer de los profesionales médicos un producto de exportación está generando una escasez de doctores en Cuba, que exacerba la extensa carencia en el cuidado de la salud. Un gobierno humanitario podría volcar su atención a esta miseria nacional, pero no hay dinero allí. En cambio, Cuba vende la mano de obra de sus profesionales de la salud al exterior incluso en medio de persistentes brotes de dengue y cólera en la isla.
Los doctores cubanos no son obligados a punta de pistola a convertirse en esclavos expatriados, pero reciben propuestas que no pueden rechazar. Como contó el doctor cubano Antonio Guedes, quien ahora vive en el exilio en Madrid, a DW, quien no coopere puede perder su empleo o, como mínimo, su posición, o su hijo no tendrá cupo en la universidad. En cuanto al caso de Curaçao, el régimen mantiene a los trabajadores de la salud bajo constante vigilancia y confisca sus pasaportes. Algo de eso no suena voluntario.
Cuando han tenido la oportunidad, muchos de los traficados han huido. Sólo en los últimos dos años, casi 3.100 cubanos han aprovechado un programa de visado especial de Estados Unidos que reconoce la explotación de profesionales médicos cubanos enviados a terceros países. Como castigo, el régimen les prohíbe a sus familias irse de Cuba para verlos. Obtener certificación para practicar medicina en EE.UU. puede ser largo y arduo.
Grupos de doctores en Brasil han presionado al gobierno brasileño para que exija a Cuba elevar el suelo de esclavos que pagaba a algunos de los 11.000 trabajadores médicos cubanos en ese país. Sin embargo, la fiscal federal ¬Luciana Loureiro Oliveira dijo que hay evidencia de que La Habana aún se queda con al menos 75% del dinero asignado por los donantes como salarios. Ella calificó esto como “francamente ilegal” porque viola las leyes laborales brasileñas y dijo que los cubanos deberían ser pagados directamente.
Eso sería el fin de las buenas obras de Cuba en Brasil.
Escriba a O’Grady@wsj.com
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