Sobre banderas cubanas en la reapertura de la Embajada Castrista en Washington el 20 de julio de 2015
Son pocas para el afán,
¡Oh, patria, las usarán
En herirse los hermanos!
Algo en el alma decide,
En su cólera indignada,
Que es más vil que el que degrada
A un pueblo, el que lo divide.
El estado de deterioro de esa bandera reflejaría, aunque en mucho menor medida, al estado de degradación, material y espiritual, y la división al que el Castrismo llevó, y sigue llevando, a Cuba y a los cubanos.
julio 24, 2015
-IMAGEN: A la derecha, Héctor García Soto. Detrás un cuadro muestra el innegable parecido con su ilustre bisabuelo, el Mayor General Vicente García: jr/José Rubio
En la ceremonia de inauguración de la Embajada de Cuba en Washington DC, celebrada el pasado lunes 20 de Julio (2015), dos banderas cubanas se ganaron la atención de la prensa. La que fue izada en los exteriores del edificio por el Canciller Bruno Rodríguez (y que según se ha comentado fue una donación del abogado cubanoamericano residente en Miami Ralph Patino); y otra que se exhibió dentro, sobre la que el Canciller dijo no más comenzar su discurso oficial de ese día: “La bandera que honramos a la entrada de esta sala es la misma que aquí fue arriada hace 54 años, conservada celosamente en la Florida por una familia de libertadores y luego por el Museo de nuestra ciudad oriental de Las Tunas, como anticipación de que este día tendría que llegar.”
Un artículo publicado el 21 de julio en Juventud Rebelde fue más específico, y revela cómo fue que dicha bandera quedó en poder de esa “familia de libertadores”; o mejor, de uno de sus miembros: el señor Héctor García Soto.
Por la importancia documental que tiene lo publicado por Juventud Rebelde, es mejor citar en extenso que glosar: “Héctor (García Soto) integró las Fuerzas Armadas Revolucionarias desde el triunfo de la Revolución, en 1959. Primero estuvo en La Cabaña, a las órdenes del Che, y luego en la Fuerza Aérea, cuyo mando encabezaba Juan Almeida. A inicios de 1960, el Gobierno lo destinó al servicio diplomático exterior. Y así viajó a Estados Unidos, en calidad de cónsul de la Embajada de Cuba. El 3 de enero de 1961, las autoridades norteamericanas, de manera unilateral, rompieron relaciones con nuestro país. En medio del ajetreo que tan peligrosa decisión entrañaba para el personal cubano destacado allí, Héctor procedió a arriar la bandera tricolor que ondeaba en un asta en el exterior de la misión y a ponerla a buen recaudo.”
Esta es la situación del cónsul ese día: Se han roto las relaciones entre Cuba y EEUU; protege la bandera cubana y… entonces… ¿dónde se espera que vaya un diplomático como Héctor, con ese expediente revolucionario y el tesoro patriótico entre sus manos? Quizás lo más lógico era regresar a La Habana, a recibir otras tareas de la revolución. Pero…
El artículo en Juventud Rebelde refire a Héctor García Soto como establecido en Miami en 1992; ciudad donde por más de 30 años ha custodiado aquella bandera. Juventud Rebelde añade que en 1993 Héctor regresa de visita a Cuba; y desde 1996 viaja de forma regular, específicamente a Las Tunas, de donde es su familia. Ilustre, por cierto, ya que Héctor García Soto es bisnieto del Mayor General Vicente García.
Una pregunta se hace inevitable: ¿En calidad de qué se instaló el ex consul Héctor García Soto en Miami: de diplomático desertor de las filas del gobierno revolucionario; de emigrante económico o de agente (legal o ilegal) del espionaje cubano?
No dispongo de una respuesta definitiva; aunque bastante podría avanzarse si la prensa pregunta al respecto. Ya sea al propio ex cónsul, o a quienes le conocen.
Por el momento vale considerar que en el Reporte (154 páginas) del Fiscal General al Congreso de EEUU de Julio de 1961 sobre el espionaje, que incluye identidad de agentes inscritos e identificación de las entidades a las que realmente responden, se dice en la página 19: “ENFORCEMENT. It was found necessary to institute but one criminal proceeding during 1960 to enforce the provisions of the Foreign Agents Registration Act. This was an indictment returned on May 3, 1960, in the Southern District of Florida against Hector Garcia Soto and William J. Shergalis for failure to register as agents of the Government of Cuba. Shergalis had been imprisoned by Cuban authorities on March 21, 1960, and the indictment against him is still outstanding. Defendant Garcia was acquitted by the jury.” (VER Reporte completo-PDF: http://www.fara.gov/reports/Archive/1960_FARA.pdf).
Este documento trae información muy interesante para los estudiosos del tema cubano; y argumentos del Fiscal General sobre lo que considera la iniciativa cubana dentro de EEUU.
-IMAGEN: A la derecha, Héctor García Soto. Detrás un cuadro muestra el innegable parecido con su ilustre bisabuelo, el Mayor General Vicente García: jr/José Rubio
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