martes, julio 28, 2015

Sobre banderas cubanas en la reapertura de la Embajada Castrista en Washington el 20 de julio de 2015

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

En http://www.t13.cl/ se lee lo siguiente sobre Héctor García Soto, el individuo que arrió en 1961  la bandera cubana de la embajada y la guardó durante años:
¨Ese día, hace más de cinco décadas atrás, Héctor García Soto recibió la orden de arriar la bandera cubana de la sede diplomática. García, un patriota empedernido que por muchos años luchó por Cuba, tomó ese día la decisión de conservar él mismo la bandera de su país. Y celosamente la guardó por muchos años.¨
*******
Sobre banderas cubanas en la reapertura  de la Embajada Castrista en Washington el 20 de julio de 2015


Por Pedro Pablo Arencibia
28 de julio de 2015
Tengo ln opinión  que la bandera cubana fue mancillada, una vez más,  cuando ella  fue izada y/o conservada en una dependencia  Castrista en la que está ausente  ¨ el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre¨ cuando  los cubanos que desean entrar, o logran entrar,  a sus instalaciones se han expresado en alguna ocasión   de manera contraria  a la dictadura totalitaria que hace 56 años oprime a nuestra Patria y la policía política política Castrista se han enterado de ello.

En la ceremonia de la  reapertura  de la Embajada Castrista en Washington el 20 de julio de 2015 se hizo alusión  a dos banderas. El Canciller Castrista, nacido en México,  Bruno Rodríguez Parrilla se refirió a ambas en su discurso oficial en dicha reapertura:

¨La bandera que honramos a la entrada de esta sala es la misma que aquí fue arriada hace 54 años, conservada celosamente en la Florida por una familia de libertadores y luego por el Museo de nuestra ciudad oriental de Las Tunas, como anticipación de que este día tendría que llegar.

Ondea nuevamente en este lugar la bandera de la estrella solitaria que encarna la generosa sangre derramada, el sacrificio y la lucha más que centenaria de nuestro pueblo por la independencia nacional y la plena autodeterminación, frente a los más graves desafíos y peligros

La bandera a la que se refiere el Canciller Castrista en el primer párrafo de la cita anterior es de la que habló horas antes  de la reapertura de la embajada  el corrupto y genuflexo  Eusebio Leal:

Habría sido bonito, trascendental que aquella bandera que el 3 de enero de 1961 se arrió aquí fuera ahora izada, pero su estado de conservación no lo permite. Fue rescatada por aquel al que le tocó bajarla, un anciano hoy, Héctor García Soto, bisnieto del Mayor General Vicente García y de Brígida Zaldívar, su esposa”, narró el Historiador de La Habana.
Él conservó la bandera, y en un viaje a Cuba, la penúltima vez, la llevó para donarla junto a otros objetos al Museo de Las Tunas, en esa tierra que significó tanto para su familia.
Héctor, aunque ya no muy bien de salud, entre olvidos y deseos de contar la historia, narró poéticamente aquel día que bajó la bandera que nunca volvió a su sitio hasta hoy.
Sé que será una gran satisfacción para Héctor, su familia y el pueblo de Las Tunas, que esa bandera esté aquí en Washington”, apuntó Eusebio.

La bandera a la que se refiere el Canciller Castrista en el segundo  párrafo de la cita anterior fue, según una versión noticiosa extraoficial,  una bandera enviada a hacer con cierta premura y que tuvo un alto costo.

Tengo la opinión que la bandera que debió ser usada  en la Embajada Castrista en Washington debió ser la arriada el 3 de enero de 1961 en esa instalación u otra más  raida, manchada por la sangre y las lagrimas   vertidas sobre ella por víctimas y familiares  Castristas y antiCastristas como consecuencia  de la vileza del Castrismo de conculcar las libertades y los  derechos de los cubanos, de cerrar todos los espacios de oposición política pacífica con sus estatutos de febrero de 1959 y de dividir a la nación cubana. José Martí  en una carta rimada a su amigo  y antiguo colaborador Néstor Ponce de León del 21 de octubre de 1889 escribió:

Y cuando todas las manos
Son pocas para el afán,
¡Oh, patria, las usarán
En herirse los hermanos!

Algo en el alma decide,
En su cólera indignada,
Que es más vil que el que degrada
A un pueblo, el que lo divide.

El estado  de deterioro de esa bandera  reflejaría, aunque en mucho menor medida,  al estado de degradación, material y espiritual, y la división al que el Castrismo llevó, y sigue  llevando, a Cuba y a los cubanos.
 ********

 García Soto, donante de una bandera para la Embajada de Cuba: ¿diplomático desertor, emigrante o agente del gobierno cubano?

Por Emilio Ichikawa
julio 24, 2015


-IMAGEN: A la derecha, Héctor García Soto. Detrás un cuadro muestra el innegable parecido con su ilustre bisabuelo, el Mayor General Vicente García: jr/José Rubio

En la ceremonia de inauguración de la Embajada de Cuba en Washington DC, celebrada el pasado lunes 20 de Julio (2015), dos banderas cubanas se ganaron la atención de la prensa. La que fue izada en los exteriores del edificio por el Canciller Bruno Rodríguez (y que según se ha comentado fue una donación del abogado cubanoamericano residente en Miami Ralph Patino); y otra que se exhibió dentro, sobre la que el Canciller dijo no más comenzar su discurso oficial de ese día: “La bandera que honramos a la entrada de esta sala es la misma que aquí fue arriada hace 54 años, conservada celosamente en la Florida por una familia de libertadores y luego por el Museo de nuestra ciudad oriental de Las Tunas, como anticipación de que este día tendría que llegar.”

Un artículo publicado el 21 de julio en Juventud Rebelde fue más específico, y revela cómo fue que dicha bandera quedó en poder de esa “familia de libertadores”; o mejor, de uno de sus miembros: el señor Héctor García Soto.

Por la importancia documental que tiene lo publicado por Juventud Rebelde, es mejor citar en extenso que glosar: “Héctor (García Soto) integró las Fuerzas Armadas Revolucionarias desde el triunfo de la Revolución, en 1959. Primero estuvo en La Cabaña, a las órdenes del Che, y luego en la Fuerza Aérea, cuyo mando encabezaba Juan Almeida. A inicios de 1960, el Gobierno lo destinó al servicio diplomático exterior. Y así viajó a Estados Unidos, en calidad de cónsul de la Embajada de Cuba. El 3 de enero de 1961, las autoridades norteamericanas, de manera unilateral, rompieron relaciones con nuestro país. En medio del ajetreo que tan peligrosa decisión entrañaba para el personal cubano destacado allí, Héctor procedió a arriar la bandera tricolor que ondeaba en un asta en el exterior de la misión y a ponerla a buen recaudo.”

Esta es la situación del cónsul ese día: Se han roto las relaciones entre Cuba y EEUU; protege la bandera cubana y… entonces… ¿dónde se espera que vaya un diplomático como Héctor, con ese expediente revolucionario y el tesoro patriótico entre sus manos? Quizás lo más lógico era regresar a La Habana, a recibir otras tareas de la revolución. Pero…

El artículo en Juventud Rebelde refire a Héctor García Soto como establecido en Miami en 1992; ciudad donde por más de 30 años ha custodiado aquella bandera. Juventud Rebelde añade que en 1993 Héctor regresa de visita a Cuba; y desde 1996 viaja de forma regular, específicamente a Las Tunas, de donde es su familia. Ilustre, por cierto, ya que Héctor García Soto es bisnieto del Mayor General Vicente García.

Una pregunta se hace inevitable: ¿En calidad de qué se instaló el ex consul Héctor García Soto en Miami: de diplomático desertor de las filas del gobierno revolucionario; de emigrante económico o de agente (legal o ilegal) del espionaje cubano?

No dispongo de una respuesta definitiva; aunque bastante podría avanzarse si la prensa pregunta al respecto. Ya sea al propio ex cónsul, o a quienes le conocen.

Por el momento vale considerar que en el Reporte (154 páginas) del Fiscal General al Congreso de EEUU de Julio de 1961 sobre el espionaje, que incluye identidad de agentes inscritos e identificación de las entidades a las que realmente responden, se dice en la página 19: “ENFORCEMENT. It was found necessary to institute but one criminal proceeding during 1960 to enforce the provisions of the Foreign Agents Registration Act. This was an indictment returned on May 3, 1960, in the Southern District of Florida against Hector Garcia Soto and William J. Shergalis for failure to register as agents of the Government of Cuba. Shergalis had been imprisoned by Cuban authorities on March 21, 1960, and the indictment against him is still outstanding. Defendant Garcia was acquitted by the jury.” (VER Reporte completo-PDF: http://www.fara.gov/reports/Archive/1960_FARA.pdf).

Este documento trae información muy interesante para los estudiosos del tema cubano; y argumentos del Fiscal General sobre lo que considera la iniciativa cubana dentro de EEUU.

-IMAGEN: A la derecha, Héctor García Soto. Detrás un cuadro muestra el innegable parecido con su ilustre bisabuelo, el Mayor General Vicente García: jr/José Rubio