viernes, noviembre 20, 2015

La libertad y el miedo. Alejandro Ríos: El régimen no tiene planes de reconciliación con la otra mitad de la cultura nacional


La libertad y el miedo

**************
El nuevo éxodo nacional se genera, precisamente, en Ecuador
En la Feria del Libro de Miami se presentan dos escritores que viven en La Habana
El régimen no tiene planes de reconciliación con la otra mitad de la cultura nacional
**************

Por Alejandro Ríos
Noviembre 19 de 2015

Peter Brook es un distinguido dramaturgo británico, quien también ha incursionado en el séptimo arte con mucha fortuna. La adaptación que hiciera en 1963 de la extraordinaria novela de William Golding, El señor de las moscas, es un ejemplo notable de su sabiduría cinematográfica.

Recientemente el intelectual, de noventa años, envió un mensaje visual para ser transmitido durante la inauguración del festival de teatro de La Habana, donde se le rindió tributo. Allí dijo que la libertad la había conocido durante una visita a Cuba cuando vio a Fidel Castro interactuar con el pueblo en la calle.

Ocupado en hacer su magnífica obra, sin la cercanía perjudicial de la figura del dictador que hoy casi lo emula en edad, Peter Brook se perdió, por descuido o ignorancia, algunos capítulos de la infame historia cultural de su nostálgica revolución.

A Brook le convendría leer la estremecedora novela Mapa dibujado por un espía, escrita por su vecino londinense Guillermo Cabrera Infante, para que supiera cuán temprano aquel amado paladín de la libertad instauró el miedo, como forma de obediencia, entre la intelectualidad cubana.

Por estos días la prensa oficial del régimen informa que la Feria Internacional del Libro de Quito cuenta con presencia cubana y menciona a dos escritores casi desconocidos como invitados. Esa misma prensa no ha comentado que el nuevo éxodo nacional se genera, precisamente, en Ecuador y hace caso omiso a la fuga masiva de hombres y mujeres “nuevos”, cruzando las peligrosas selvas centroamericanas –cual estampida de refugiados sirios–, para llegar a un lugar donde, hasta ahora, tienen la protección de leyes que los privilegian como personas.

Ignoran esos medios que Chucho Valdés haya decidido celebrar los cuarenta años de Irakere con un sonado concierto en el sur de la Florida, así como la paradigmática presencia de escritores cubanos residentes en los Estados Unidos y en muchos otros países, durante los treinta dos años de la Feria Internacional del Libro de Miami.

Pasan por alto que en el más notable evento literario de los Estados Unidos, se presentan, esta semana, dos escritores que viven en La Habana y han recibido los más importantes premios literarios que se conceden en Cuba –Reina María Rodríguez y Leonardo Padura–, además de haber sido distinguidos, recientemente, con el Premio Neruda de Poesía y el Princesa de Asturias de Literatura, respectivamente.

A todas luces, el régimen no tiene planes de reconciliación con la otra mitad de la cultura nacional que se mueve libre y productiva por el mundo a no ser que regresen de visita, arrobados de añoranzas y recuerdos pero que, en principio, olviden por qué partieron un día al exilio.

Tampoco es que quiera lidiar con los creadores “majaderos” de la isla cuando contravienen el único sistema político vigente en el predio de los Castro. Ahora mismo acaban de inventar un siniestro comentarista, Cristian Alejandro, quien, según el crítico de cine Gustavo Arcos, no es nadie conocido y recuerda al Leopoldo Avila de la revista Verde Olivo que atormentara con sus acusaciones públicas, cual Torquemada, a intelectuales durante el llamado quinquenio gris, cuando nadie escuchaba.

Este nuevo escritor fantasma castrista ya la emprendió contra los cineastas por insistir en reclamar una nueva ley de cine, para cambiar la de 1959, y acusó a Pablo Milanés de “desafinado” e “impresentable”, por sus recientes declaraciones en Santo Domingo.

Sus textos aparecen en La Jiribilla, la publicación electrónica cultural del régimen que dirige, de manera furtiva, el asesor del general Raúl Castro, Abel Prieto, quien tiene el hábito de emplear la palabra “impresentable”, cuando intenta desacreditar a un antagonista.
******************
Entrevista íntegra de Luz García  a Pablo Milanes. Octubre  2015