jueves, diciembre 24, 2015

Mensaje de Navidad del Padre Eloy Pérez Simón Eloy Pérez Simón Párroco Emérito de Nª Sra. del Camino ... Capellán de la Residencia de Nª Sra. del Pilar. Madrid. España



CANCION PARA LA NAVIDAD - JOSE LUIS PERALES



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¡Feliz Navidad y Próspero Año 2016!

“Pido para todos el don navideño de la alegría y de la paz. Que Jesús consuele a los que pasan por la prueba de la enfermedad y el sufrimiento y sostenga a los que se dedican al servicio de los hermanos más necesitados.

¡Feliz Navidad a todos!”

"El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo, os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es el Cristo Señor, y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre". (Lucas 10-13)

Reflexión Navidad 2016

Queridos Hermanos y Hermanas:

Como todos los años, por estas fechas, junto con la felicitación de la Navidad, y desearos un Feliz Año 2016, os envío una pequeña reflexión, que nos haga vivir mejor los días Santos de la Navidad.

Es verdad que nuestra vida humana va pasando, y que nos estamos haciendo mayores, y que algunos de nosotros hemos pasado, o estamos pasando, por la experiencia de la enfermedad, incluso alguno se ha marchado ya, a vivir con el Señor en el Cielo, pero esto no impide que vivamos con inmensa alegría el “Misterio de la Venida de Jesús” a encontrarse con nosotros.

Desearía que todas las personas que seguimos formando, aunque no de la misma manera en estos momentos, la Comunidad de Ntra. Sra. del Camino, que descubriésemos, más que con nuestra inteligencia, con el corazón, que en Belén, del vientre de la Virgen María nace el Niño Jesús, y que junto a San José, nosotros estamos allí presentes admirando ese Nacimiento, y además nos hacemos y nos sentimos” Familia real y afectiva” de la Familia de Nazaret. Es decir, pasar de lo puramente recordatorio a la Realidad Sobrenatural del Misterio de Belén. Y esto, hermanos y hermanas, no es una fantasía sino una realidad que podemos vivir en estos días de Navidad, aún en medio de tantos problemas y dificultades que encontramos, tanto a nuestro alrededor, como en medio de un mundo materialista. Por esto, en estos momentos, se parece más a la realidad que sucedió el año I de nuestra historia, con el nacimiento de Jesús en el portal de Belén.

Después de este momento contemplativo que os expreso en estas pobres líneas, que es lo que yo vivo, es posible, que nuestro querido Papa Francisco haya proclamado el año Jubilar de la Misericordia de Dios, para que el mundo, a través de nuestra vivencia cristiana, pueda descubrir el infinito amor que Él nos tiene y que se ha manifestado en su Divina Misericordia, haciéndonos hermanos de su propio Hijo Jesús.

¿Qué hay en la mente y en el corazón del Papa Francisco para que realice este gesto?

En primer lugar, su propia experiencia personal. En una de sus primeras entrevistas como Papa, ante la pregunta: “¿quién es José María Bergoglio?”, no duda en responder: “Un pecador, de quien el Señor ha tenido misericordia”. Su lema papal “miserando atque eligendo” (el que ha sido objeto de misericordia para ser elegido), expresa la modalidad personal y radical de relación con Cristo, como Mateo, Zaqueo o la Samaritana. Si nosotros mismos hacemos memoria de nuestro primer encuentro con Cristo, no dudaremos en afirmar que fuimos vencidos y convencidos por Él en la experiencia de la misericordia.

Un segundo motivo de este año jubilar es ayudarnos a toda la Iglesia a recuperar nuestro centro de gravedad: “la Iglesia sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo”. Fácilmente la Iglesia puede desplazarse, descentrarse hacia una ortodoxia correcta pero sin incidir en la realidad, o mezclarse tanto con nuestro mundo que pierde su propia identidad. “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”. El Papa quiere que volvamos a contemplar el bello rostro de Cristo, que nos pongamos frente a Él, para ser semejantes en sus palabras, pensamientos y acciones, como la esposa frente al esposo para que éste pueda pensar y decir: “¡qué bella!”. Los instrumentos que el Papa propone para volver a Cristo son sencillos: peregrinaciones, adoración eucarística, obras de misericordia espirituales y corporales, misiones populares, facultades especiales para los profesores, la Cuaresma como verdadero tiempo de conversión frente a las lacras sociales de la corrupción y la criminalidad...

El test, la verificación de que la Iglesia recupera su centro en Cristo, es que se vuelve misionera. Y éste es el tercer motivo por el cual el Papa abre la Puerta de la Misericordia de la Iglesia a todo el mundo. Por la puerta se sale y se entra, si está abierta. El padre del hijo pródigo salía todas las tardes por la puerta de su casa a esperar a su hijo, porque “le faltaba” lo necesitaba. ¡Qué misterio el de Dios, pensar que Él necesitaba de nosotros, que nos extraña! Y el hijo entró por la puerta de su casa, acompañado de su padre, sin sentirse derrotado, todo lo contrario, “perdonado y amado”.

Reitero mi Felicitación Navideña, y desearos un Feliz Año 2016, con Amor, vuestro Hermano Sacerdote, Eloy, y familia.