jueves, julio 07, 2016

UN POCO DE HISTORIA: HILLARY Y EL PERDÓN A TERRORISTAS PUERTORRIQUEÑOS DE LA FALN PARA GANAR VOTOS PARA SER SENADORA POR NEW YORK


UN POCO DE HISTORIA: HILLARY Y EL PERDÓN A TERRORISTAS PUERTORRIQUEÑOS

TESTIMONIO DEL DETECTIVE ROCCO PASCARELLA ANTE EL SUB COMITÉ JUDICIAL  DEL SENADO NORTEAMERICANO EN LAS AUDIENCIAS SOBRE EL PERDÓN A LAS FALN PUERTORRIQUEÑAS EL 15 DE SEPTIEMBRE DE 1999.

” Buenos días señores Senadores:

Mi nombre es Rocco Pascarella. Yo era un oficial de Policía asignado al Cuartel general de la Policía de la Ciudad de New York. Yo ingresé a la Policía a la edad de 21 años y durante mis trece años en el cuerpo trabajé en distintos precintos policíacos de la Ciudad. Unas dos semanas antes del 31 de diciembre de 1982, yo había sido designado a un grupo de seguridad del Cuartel general. En lo que debía de haber sido una noche de festividades los terroristas de las FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico) estaban “trabajando” en New York. Eran las 9 y 30 de la noche, cuando mis colegas y yo oímos una tremenda explosión. Lo primero que pensamos fue que eran fuegos artificiales, pero enseguida fuimos notificados de que una bomba había explotado en el 26 de Federal Plaza, a dos cuadras del cuartel de la policía. Mi sargento me ordenó que buscase en el perímetro  del edificio del cuartel por cualquier cosa sospechosa que pudiese ser una bomba. Cuando me acerqué a la entrada trasera del edificio, noté una tonga de basura.  Cuando me acerqué a revisar, la bomba explotó.

La bomba que destrozó mi vida esa noche  fue obra del FALN. Este notorio grupo de terroristas habían estado plantando bombas  por algún tiempo, ostensiblemente para asegurar la independencia de Puerto Rico. Pero sus actividades criminales no estaban limitadas a poner bombas indiscriminadamente. Tambi♠n incluían crímenes apolíticos tales  como la posesión de armas y robos.

El que yo y mi colega no fuéramos asesinados aquella noche, fue una afortunada coincidencia. Las bombas de la FALN fueron emplazadas de una manera que pudieran causar  víctimas inocentes.  Yo sufrí la pérdida de una pierna, debajo de la rodilla y serias heridas en la otra, la pérdida de la audición de uno de mis oidos y una pérdida de la vista tal hasta, el grado de que no pude conducir un vehículo nunca más. Permanecí en el hospital  por dos meses. Sufrí seis operaciones en mis piernas y mis oidos y recibí más de 40 puntos en mi cara, orejas y boca. Necesité más de un año de rehabilitación para aprender a caminar otra vez con mi pierna artificial. Debido a mis heridas me fue imposible regresar a mi trabajo activo en la fuerza policíaca. El dolor y el trauma causado por mis heridas fuer multiuplicado por los sufrimientos causados a mi familia. Mis padres, mi hija, mis amigos y mis colegas en el Departamento de Policía de New York.  Cuando uno considera todas las  las otras vidas que fueron desvastadas durante  la carnicería de FALN, la pena y los sufrimientos crecen exponencialmente.

17 años después, el insidioso cáncer que son las FALN, vuelve a supurar otra  vez en la vida americana. Hay fuerzas que han venido trabajando  para poner a estos criminales en la lista de perdones presidenciales. Bajo circunstancias extraordinarias las posibilidades de que los liberaran serían risibles. ¿Qué puede motivar a un Presidente a acceder a el pedido con la sangre de un ciudadano americano?***

Quizás cada uno en este recinto y cada uno en América , deba revisar este caso.

Ellos han leído: Los Estados Unidos VS Los acusados o El Estado de New York contra los acusados. Roc Pascarella no acusó en esos casos. Ustedes lo hicieron. El pueblo lo hizo. Y cuando se ha hecho justicia y sentencias justas han sido impuestas, éstas deben permanecer, particularmente en casos de terrorismo. Porque cuando los terroristas golpean, ellos no  me están mutilando a mí,  ellos están golpeando los fundamentos esenciales de nuestra América. Nuestra gran libertad nos hace particularmente vulnerables a la minoría demente de terroristas  de todo el mundo.

En la prensa, los simpatizantes describen a estos terroristas de las FALN como luchadores por la libertad y como prisioneros políticos. Esa caracterización es una abominación. La base de la democracia americana la constituye el diálogo y el compromiso dentro del proceso político. Demócratas y Republicanos no se tasajean unos a otros en las calles de Washington o acentúan su retórica con bombas y balas.  El asesinato indiscriminado y la mutilación de personas inocentes para realzar una postura política es un ataque al sistema político americano y debe ser enfrentado de acuerdo a su magnitud. Esos inadaptados, como algunos han querido hacer ver, no representan las aspiraciones y las ideas del pueblo de Puerto Rico, quienes democráticamente han rtechazado la independencia y moralmente  rechazan la carnicería  como medio para lograr un fin político.

En este mismo foro se ha oido el clamor  por sentencias más severas  para los crímenes de odio. ¿Que mayor odio que matar, no porque  a algún demente no le guste otra raza o grupo étnico, sino, matar a cualquier hombre, mujer o niño, simplemente para hacer una declaración polltica?

Y finalmente¿Qué clase de mensaje le estamos enviando a los terroristas de todo el mundo, con este ejercicio de clemencia? Los militares norteamericanos han sido enviados a través de medio mundo para destruir un campo de terroristas en una nación extranjera, mientras aquí, en nuestra casa, un grupo de viles criminales terroristas, como los que existen en otros lugares del mundo, son liberados  bajo la promesa extraida casi por la fuerza, de que nunca se envolverán otra vez en actividades violentas. Esa libertad es contraria a las recomendaciones de cada agencia federal envuelta en la investigación, detención, juicio y encarcelamiento de este grupo.

Ustedes, como representantes electos  y ciudadanos de esta nación, tienen la responsabilidad de exponer ante el pueblo  las circunstancias y las motivaciones*** que conducen a este asalto en contra del sistema político y el sistema de justicia norteamericano. Se lo deben a ustedes mismos. Se lo deben a sus votantes. Me lo deben a mí. Y se lo deben a las víctimas pasadas y futuras  del crímen y el terror de las FALN

Gracias.”

 *** La, en aquellos momentos Primera Dama de la Nación, Hillary Clinton, persuadió a su esposo el Presidente Bill Clinton ha otorgar el perdón presidencial a esos puertorriqueñs terroristas y asesinos,  con el argumento de que ese acto de perdón  le granjearía la simpatía de los boricuas residentes en New York y le ayudarían en sus aspiraciones a ganar un escaño en el Senado de los EE.UU. Esta es la misma Hillary Clinton, que ahora aspira a ser Presidente de este país.