domingo, agosto 07, 2016

Tania Díaz Castro desde Cuba: Fulgencio Batista fue un dictador demócrata. Pedro Pablo Arencibia: Breve exposición sobre el régimen de Fulgencio Batista respecto a las elecciones generales de 1954 y 1958

Breve exposición sobre el régimen de Fulgencio Batista  respecto a  las elecciones generales  de 1954 y 1958


Por  Pedro Pablo Arencibia
Agosto 6 de 2016



En Cuba es bastante poco   abordado por  los medios oficiales el hecho  que Fulgencio Batista después del Golpe del 10 de Marzo  de  1952  por iniciativa propia llamó a elecciones libres, las cuales se efectuaron  en noviembre de 1954  así como el hecho de que Batista le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las elecciones de 1958 en la que él no participaría pues él no tenía ningún interés en seguir en el poder (pensaba irse al extranjero) ni la Constitución de 1940 se lo permitía, algo que ya había pasado después de terminar su satisfactorio período de Presidente constitucional (1940-1944) para el cual tuvo que renunciar previamente a su condición de militar, algo que algunos historiadores olvidan. De esos dos hechos trata este artículo, el cual está conformado por fragmentos de  tres de mis notas en el blog Baracutey Cubano.

Después del golpe del 10 de marzo de 1952 se llevaron a cabo elecciones en 1954. Batista y algunos de sus cercanos colaboradores querían convocar a elecciones lo antes posible para mostrar sus intenciones democráticas; otros de sus cercanos colaboradores le aconsejaban a Batista que esperara a que la Oposición política le pidiera convocar a elecciones. Batista se inclinó por la primera variante y convocó a elecciones para noviembre de 195A; la oposición al ver que se acercaban las elecciones y no tenían posibilidad de ganar se fue al retraimiento, pues recordaban a Batista como ¨el hombre fuerte¨ que trajo la calma a Cuba en la década de los años 30 y la Constituyente de 1939  que después de ser legítimamente elegido en 1940  había  cedido el poder a la triunfante oposición auténtica pues la reelección estaba prohibida por la Constitución de 1940, la coalición política que había constituido Batista se había resquebrajado  y Carlos Saladrigas y Zayas (tio del empresario y ex banquero Carlos Saladrigas que desde hace un tiempo  aboga  por la normalización de relaciones entre los EE.UU. y la tiranía de los Castro) no era popular en algunos sectores como lo era Batista; también buena parte del pueblo cubano recordaba el pandillismo político que caracterizó los cuatro años del Presidente Grau y los dos primeros de Carlos Prío  así como hechos de corrupción  que fueron denunciados y exagerados por el Partido Ortodoxo en su propaganda política y sobre todo prelectoral y electoral, pues los últimos dos años de Carlos Prío, al desarrollar la política de ¨Los Nuevos Rumbos¨ había sido muy diferente de manera positiva a los dos primeros. Ramón Grau San Martín fue el último al irse al retraimiento, al irse dos días antes de las elecciones donde no tenía ninguna posibilidad de ganar;  Ramón Grau San Martín, planteó que las autoridades practicaban el acoso y la persecución de sus partidarios,  algo por lo que anteriormente habían pasado los batistianos en sus campañas políticas cuando el autenticismo estaba en el poder. Manuel Márquez-Sterling que es el historiador de la fuente (2) que veremos en el siguiente fragmento extraido de Wikipedia, está muy lejos de haber sido, o ser, un simpatizante de Batista, al ser el hijo de Carlos Márquez Sterling el oponente más fuerte que tenía el candidato oficialista Andrés Rivero Agüero en las elecciones del 3 de noviembre de 1958 y haber sido un crítico y opositor político a Batista .
(Dos fotos de un rally electoral a favor de Fulgencio Batista en las elecciones de 1954)

Los resultados de esas elecciones de 1954 fueron:
Tomado de http://es.wikipedia.org

Elecciones presidenciales de Cuba de 1954

Las elecciones presidenciales de Cuba de 1954 se llevaron a cabo el 1 de noviembre de ese año (1). Fulgencio Batista fue elegido presidente de la República para el período 1955-1959.

A lo largo de 1954 hubo algunos intentos de sabotaje al proceso electoral, incluyendo un complot organizado por el ex presidente Carlos Prío Socarrás y su ex Secretario de Educación. Durante la campaña electoral, Ramón Grau mostraba una importante intención de votos, pero no la suficiente para triunfar (2).

Los abstencionistas, que en general apoyaban a Prio, los Ortodoxos y los Comunistas boicoteaban los actos de Grau, irrumpiendo en los mismos con consignas revolucionarias. Los actos de Batista, por el contrario, se desarrollaban sin disturbios (2).

El ex presidente Grau, sospechando que Batista cometería fraude, renunció a su candidatura dos días antes de los comicios. Batista fue entonces elegido presidente sin oposición. La participación se redujo a un 52,6% frente al 79,5% de las elecciones de 1948 (3).

(1)Aquel 30 de septiembre de 1954 Juventud Rebelde, 29 de noviembre de 2009.
(2) Cuba 1952-1959: The True Story of Castro's Rise to Power . Manuel Márquez-Sterling. Páginas 56-57. ISBN 978-0-615-31856-1
(3) Cuba: order and revolution. Jorge I. Domínguez. Página 124. ISBN 0-674-17925-0
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En el libro ¡25448, No! Roberto Martín Pérez, de Rafael Cerrato Salas
se lee

"Batista anunció elecciones para noviembre de 1954. Se presentaron a estos comicios Batista y Grau San Martín, quien se retiró en el último momento consciente de su derrota, alegando sus partidarios habían sido aterrorizados. Batista fue elegido presidente con el 45, 1 % de los votos. Grau recibió sólo el 6, 8 %. A partir de este momento quedaba restablecida la constitución de 1940."

Tengo la opinión que fue un gran error de Batista postularse en esas elecciones celebradas el 1 de noviembre de 1954.

 Fulgencio Batista sí buscó una salida electoral ante una insurrección armada:


En enero de 1958 Fulgencio Batista había restaurado después de un breve tiempo, las garantías Constitucionales en el país pese a la actividad subversiva existente. Según se lee en el libro oficialista En el último año de aquella República, del autor Ramiro J. Abreu (ex oficial del MININT y funcionario del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en los años ochenta del pasado siglo XX, años en que fue publicado dicho libro en Cuba; libro prologado por Carlos Rafael Rodríguez), Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Luigi Centoz, que conllevó a una nueva imagen de su régimen y a una posible solución no violenta a la situación política del país. Leemos en sus páginas 81 y 82:
¨… Ya, desde antes, permitió la reestructuración de los partidos políticos de ´oposición´, restableció ´la libertad de prensa ´ y las garantías constitucionales´, y el 10 de marzo dio el indulto a 40 personas. Con el mismo propósito, Batista se deshizo de su Premier, Jorge García Montes, y nombró en ese cargo a su Embajador en Estados Unidos, Emilio Núñez Portuondo, De esta forma, dio paso al llamado gabinete de la concordia, con el cual procuró tener una apariencia de Gobierno flexible con ribetes liberales …¨
En ese libro también se lee, en sus páginas 99 y 100, que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las próximas elecciones junto a los otros partidos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía Castrista este medio siglo, sabemos que la verdadera razón de la negativa de Fidel Castro era que no quería Poder, sino todo el Poder. En varios países de Latinoamérica han gobernado, y gobiernan hoy, individuos que fueron líderes de la lucha armada en países donde se llevaron a cabo diferentes Procesos de Paz cuando en ellos mandaban regímenes más autoritarios y represivos que el de Fulgencio Batista en Cuba. Leamos lo que se dice en el citado libro oficialista.
(Fulgencio Batsta y la Primera Dama Martha Fernández Miranda en las elecciones de noviembre de 1958)
¨Para estar a tono con este clima político, el Episcopado hizo un llamamiento público a la paz y a la concordia; esta gestión determinó de inmediato, la constitución de una Comisión de Concordia Nacional, integrada por distintas personalidades de la época: la encabezó el ex coronel de la Guerra de Independencia Cosme de la Torriente; los ex vicepresidentes de la república, doctores Raúl de Cárdenas y Gustavo Cuervo Rubio; y los también doctores José Manuel Cortina y Ricardo Núñez Portuondo; Víctor Pedroso, presidente de la Asociación Nacional de Bancos; y un representante del Episcopado, Reverendo Pastor González, secundados a su vez por la élite de los hacendados, banqueros y comerciantes. En síntesis esta comisión procuró lograr un arreglo entre Fidel y Batista, mediante el cual el Ejército Rebelde depondría las armas, se liberarían a los presos políticos, se permitiría el regreso de los exiliados, se restablecerían las garantías constitucionales y se efectuarían elecciones libres con la participación del Movimiento 26 de Julio como un Partido político tradicional más. Es evidente el carácter maniobrero y de completo servicio al régimen que tenía esa gestión de paz. El Comandante Fidel Castro denunció el 9 de marzo de 1958, en carta pública, los objetivos de esa comisión, con la cual terminó la corta vida de la misma.¨
CONTRASTE

 Desfile de mujeres en Santiago de Cuba  denunciando la muerte y represión de familiares. Esta manifestación ocurrió mediante la visita del Embajador norteamericano Smith al Consulado de EE.UU. en Santiago de Cuba. El desfile se llevó a cabo sin represalias por parte del régimen de Batista.




Fotos de las pacíficas Damas de Blanco reprimidas por la policía de Fidel y Raúl Castro y por turbas o porras alentadas, dirigidas y controladas por la tiranía Castrista.

OTROS  CONTRASTES PUEDEN LEERLOS EN MI ARTÍCULO TITULADO BREVE ESTUDIO COMPARATIVO DE LAS MUERTES, PRISIONES Y PRESOS DURANTE LAS DICTADURAS DE FULGENCIO BATISTA Y DE FIDEL Y RAÚLCASTRO, publicado en el número 42 de la Revista Hispano Cubana, publicación de la Fundación Hispano Cubana, a partir de su página 100 pero que  también pueden leer HACIENDO CLICK  AQUÍ.

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 Pedro Corzo entrevista al relevante historiador  Manuel Marques Sterling
(año 2008)



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Batista fue un dictador demócrata

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Un breve vistazo a la historia del general nacido en Banes basta para concluir que no fue tan tirano como Fidel Castro
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 El Presidente Fulgencio Batista, el General Francisco Tabernilla y el Jefe de la Policía Hernando Hernández haciendo guardia de honor al cadaver del Jefe de la Policía Nacional  Rafael Salas Cañizares, quien fuera muerto en la Embajada de Haiti  buscando a revolucionarios asilados en dicha embajada que supuestamente habían asesinado al Coronel Blanco Rico en el Cabaret Montmatre. Blanco Rico fue asesinado cuando montó en el elevador del cabaret para ir rápidamente a ver a su hijo que supuesta y falsamente había sufrido un accidente; se dice que Rolando Cubelas estuvo en el grupo que asesinó a Blanco Rico quién era Jefe del SIM más por influencias  que por su hoja de servicios. Comentario y foto añadidos por el bloguista de Baracutey Cubano.

Por Tania Díaz Castro 
Agosto 4, 2016

LA HABANA, Cuba.- Un breve vistazo a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958), nos obliga a decir, si este concepto se pudiera utilizar en política, que estamos ante un dictador demócrata.

En agosto de 1955 pudo crearse en Cuba, sin discreción alguna, la Sociedad Amigos de la República (SAR), cuyo propósito fue unir a toda la oposición política del momento.

Don Cosme de la Torriente (Cuba 1872-1956), una de las figuras históricas más prestigiosas del país, convertido en el alma de dicho movimiento, en octubre solicitó una entrevista con Batista. Quería reclamarle unas elecciones libres, como lo requería la Constitución de la República.

Al negarse Batista, aludiendo la falta de condiciones legales de Don Cosme para exigir tales peticiones, éste decidió el 19 de noviembre organizar un gran mitin o reunión pública a lo largo de la Alameda de Paula, en el barrio portuario de La Habana, en el que participaron decenas de líderes opositores y cientos de simpatizantes del SAR.

Menos los comunistas, todos los opositores a la dictadura de Batista estuvieron presentes: José A. Echevarría, presidente de la FEU, Raúl Chibás, de los ortodoxos, Carlos Prío, Ramón Grau San Martín, Miró Cardona, Rogelio Pina, del SAR, Amalio Fiallo, del Partido  Radical, José Andreu, de los demócratas, el destacado periodista José Pardo Llada y otros.

Por supuesto, el Movimiento 26 de Julio estuvo ausente. Incluso Fidel Castro exhortó desde su exilio mexicano a los ortodoxos para que no asistieran.

Sobre este hecho, que demuestra a las claras que Batista no fue tan tirano como Castro, nada dicen los medios masivos de divulgación, todos pertenecientes al régimen castrista. Tampoco dicen que Fidel no admite siquiera que un grupo de mujeres vestidas de blanco, familiares de presos políticos se manifiesten pacíficamente en las calles.

Fue precisamente 1955 el mejor año de la economía cubana. El turismo fue mayor que en ocasiones anteriores, la producción nacional fue un 7 % superior al año anterior y los habaneros veían complacidos un gran auge constructivo: rascacielos, hoteles de primera, nuevos barrios, así como bellos edificios para ministerios y viviendas, al sur y al este de la ciudad.

(Fulgencio Batista y Don Cosme de la Torriente, quién había sido Coronel del Ejército Libertador y  Presidente de un importante Tribunal Internacional, entre otras responsabilidades. Foto y comentario del Bloguista de BC)

¨El mitin contra Batista –así lo califica el célebre historiador inglés Hugh Thomas- representó un hito en la historia de la oposición demócrata¨. Batista, después de declarar que ¨es bueno para el país que ocurran esos mítines¨, aceptó entrevistarse con Don Cosme en dos ocasiones: el 29 de diciembre y el 10 de enero de 1956. En su última entrevista le propuso al líder octogenario que se ocupara de organizar un diálogo cívico entre todas las fuerzas opositoras, algo que no se logró.

Mientras tanto, la policía utilizaba los métodos más tradicionales para eliminar a los terroristas y Fidel Castro se mantenía firme en mantener la violencia, pensando en una invasión y una guerra de guerrillas que nunca logró su objetivo: derrocar al gobierno, algo que sí ocurrió, para sorpresa de todos, cuando el dictador se marchó del país con amigos y colaboradores, pensando en un futuro de paz.

Pero la paz claro que no llegó. El hombre que ocupó la vacía silla del más alto poder era un joven belicoso, demasiado inclinado a la guerra, utilizando el dinero del pueblo para llevarla a países amigos por espacio de varias décadas.

Era de esperar su reacción cuando el diálogo de la oposición democrática fracasó en los primeros meses de 1956. Supo provechar la situación y en términos irrespetuosos soltó una andanada de insultos, tildándolos de ¨políticos de mala fe¨, ¨envidiosos mediocres¨, y argumentando ¨intrigas de incapaces¨, ¨propio de la cobardía de los intereses creados¨.

Cualquier analista político hubiera declarado que el futuro guerrillero siempre se inclinaría por romper las ataduras de la política democrática normal. No quería ser un simple presidente por cuatro años, olvidado entre un montón. Quería un imperio que le ofreciera combates. Quería gobernar hasta el sepulcro.

Fue y es así. Fidel tenía sus propios planes imperiales con Batista: convertirse, en pleno siglo XX en otro de los personajes históricos de Plutarco, preferiblemente Alejandro Magno, o Julio César, o cualquier otro de los antiguos dictadores del famoso libro Vidas Paralelas, que Fidel se estudió en la cárcel. Como se  vio reflejado en aquellos varones, los súbditos de su prensa le endilgan un grandioso pasado, sin Libreta de Abastecimiento, ni Periodo Especial durante más de medio siglo.