El hombre de La Chirusa, un proyecto a largo plazo.
Guillermo Fariñas sentado y conversando supuestamente después de 20 días en una huelga de hambre y sed. Observen la apariencia de piel hidratada y y músculos con aparente tono muscular. Foto y comentario añadidos por el bloguista de Baracutey Cubano.
Por Ramón Muñoz Yanes
Sep 21st, 2016
Canarias– Los dictadores o mandatarios que por razones obvias, ya sea por crímenes o corrupción, temen a la justicia de los pueblos, sólo tienen una salida de la que la historia se ha ocupado de mostrarnos ejemplos convincentes en épocas contemporáneas.
La opción de una salida decorosa a salvo de víctimas, jueces y fiscales, la hemos visto en la España de Franco con el restablecimiento de la monarquía, en el Chile post Pinochet y su nombramiento como “senador vitalicio” y más tarde en la Rusia post comunista de Borís Yeltsin, metido hasta los tuétanos en la corrupción y la garantía del nombramiento de Vladimir Putin como su sucesor.
En todos estos movimientos, han tenido una participación clave los servicios de inteligencia, en España la represión de cualquier proclama libertaria era constante e incluyó prisión y muerte, en Chile la SINA se encargó de sacar de circulación cualquier oposición a mantener a Pinochet en la inmunidad absoluta y en Rusia, el escándalo alcanzó proporciones bíblicas, la KGB tuvo incluso que volar edificios familiares para sacar a la palestra pública a un desconocido hasta entonces en la política rusa, pero que era la única carta de la confianza absoluta de Borís “Vodka” Yeltsin, nada más y nada menos que Putin. Aún hoy día prosiguen los asesinatos en Rusia relacionados con este período y de todos el caso más conocido, es el asesinato en Londres con veneno radioactivo del exoficial de la KGB, Aleksandr Litvinenko, fallecido tras la ingestión de Polonio 210. Este exoficial prófugo de la FSB, heredera de la tristemente célebre KGB, hizo públicos los asesinatos para poder llevar a Putin al poder.
En el caso de Cuba la situación es similar, la familia Castro y su círculo más próximo de generales y ministros comprometidos con cinco décadas de represión, hambruna y ejecuciones saben que jueces y fiscales tendrían en ellos un trabajo para varios años, con largas cadenas de prisión y confiscaciones, además de que en la Cuba actual otro sustituto familiar sería inviable. Otro Castro omnipotente es absurdo en el trópico, no sólo sería un estímulo a desear más poder por el resto de la élite que sería literalmente inmanejable por un advenedizo aunque lleve sangre de Birán y lo más importante, el pueblo no los quiere y más crucial aún, no les teme.
La opción más pragmática es un traspaso de poderes a un parlamento, que para recibir la anuencia del los vecinos estadounidenses y europeos, tendría que incluir a la oposición. ¿Pero a qué oposición? Los cubanos del exilio, aún los que detestan a la familia Castro siguen ocupados en las maletas semestrales a sus familiares en Cuba y ven con ojos inocentes a una oposición descendiente en gran parte, de altos cargos de la propia dictadura. Un oposición que no pide el cese de la dictadura y enjuiciamiento de culpables, con confiscaciones que permitan recuperar el tesoro público sino que sólo gritan por mejoras con una tibieza intencionada, la subversión a lo Coca Cola Zero.
Las evidencias saltan a la vista. ¿Un periódico digital en Cuba permitido en las fauces del Partido Comunista?¿Huelgas de hambre con final feliz con el beneplácito de todos? Hacerlos populares frente a la oposición intransigente es la tarea actual de los órganos de inteligencia y prepararlos para ocupar un sillón en un parlamento de “transición” que garantice el bienestar de por vida a los comprometidos y sus familias, que no sería más que la oligarquía postcastrista.
Ni son disidentes, ni son divisiones caudillistas, son otra herramienta más de una dictadura abocada a un futuro incierto y que busca la garantía de un futuro en paz, sin exigencias legales ni económicas.
¿Que ha hecho el Hombre de La Chirusa? No perteneció al grupo de los 75 disidentes e intelectuales reprimidos con brutalidad por la dictadura. Un ex teniente coronel de las FAR devenido “periodista digital” . Un exagente del G-2 cubano prófugo en USA declaró ante fuentes conocidas que el Coco Fariñas es un individuo literalmente psicópata y un alto oficial en activo de los servicios de inteligencia cubanos, afirmó recientemente en una reunión familiar que Fariñas era un añejo agente. De todos es conocida la afirmación del hijo de Payá de la condición de agente de Fariñas y la anécdota de Zoe Valdés en la alcaldía pàrisina. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Recientemente leí en la página oficial de la FANTU, el partido político del que Fariñas es Cordinador Nacional que ¿qué era de los miembros del famoso Grupo de los 75, que no apoyaban a Fariñas en su huelga? Siguen incitando la división y la desconfianza. Pero Fariñas ha de andarse con cuidado, cuando deje de ser útil o pierda crédito ante los ciegos de Miami puede fallecer no en esas huelgas kilométricas a despecho de la ciencia, sino en los primeros tres días de una de sus huelgas próximas. La mal llamada Revolución todavía necesita mártires.
R.Muñoz.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home