BARACUTEY CUBANO

KARMA: EL CHIVATO ESCAPARATE

Por Esteban Fernández
21 de octubre de 2016

“Karma” es la reacción o castigo tardío a las malas acciones realizadas. O mejor dicho: el que la hace la paga tarde o temprano.

Les he dedicado tremendo espacio y un montón de escritos a los chivatientes cubanos. Pero he dejado para lo último a los que más nos hicieron sufrir y más odio les dispensamos.

Lo increíble es que esa gentuza prácticamente ya no existe en el entorno que atrás dejamos. Si ustedes le preguntan a un joven recién llegado de Cuba por los “jenízaros fulano y mengano” que fueron los que más se ensañaron con todos lo que discrepaban del régimen NO TIENEN NI LA MENOR IDEA DE QUIENES SON.

Les hablaré de lo que yo conozco de mi pueblo: esos que me hicieron la vida imposible durante los cuatro primeros años de la revolución. Lo inverosímil para mí es haber aprendido con el paso de los años—y la ayuda de mi amigo Jesús Hernández Torres—que NO ERAN NADIE EN ESOS MOMENTOS y hoy son menos que nada.

Ni eran miembros del G2, ni tenían un carné que los acreditara como tales. Eran simplemente unas sabandijas, unos rateros, limpiabotas en el parque que cobraban cinco centavos la limpieza, desarrapados, envidiosos, que habían vivido todas sus vidas relegados por la sociedad y marginados por las personas decentes.

Decía la gente que el verdadero jefe del G2 era el administrador del banco llamado “Rey”. Y cuando alguien le preguntaba o se quejaba con él de la actuación de Tatica, Candín, “Escaparate” (en la foto), el mulato Atino, Cartaya, respondía: “Bueno, lo cierto es que no tengo ni la menor idea de quiénes son esos perdularios que ustedes están acusando de abusadores”.

Eran una pandilla de facinerosos, sicarios, aprendices de esbirros, plebe, que nunca habían sido hombres de bien y que se encaramaron al carro triunfante mientras las autoridades, soldados, policías, se hacían los chivos locos y los utilizaban en la persecución de que éramos víctimas.

Simplemente se encarnaban en los que ellos consideraban presas fáciles, personas nobles e incapaces de acciones beligerantes y en los ciudadanos que tenían discrepancias con la recién estrenada dictadura. El negro “Camión”, rodeados por tres compinches, repartía golpes a diestra y siniestra a cuanto “blanquito gusano” se encontraban en el camino.

Y, como buenos abusadores, eran tremendos cobardes. Recuerdo que estaba con mi padre en el portal de la bodega de Mederos al frente de mi casa (antiguo Bar Residencial) y se me acercaron mis jurados enemigos “Tatica’ y “Candín” y mi padre les dijo: “Quiero que ustedes sepan yo soy íntimo amigo de Sabino García y le pedí de favor que le diga a su hijo el Comandante Arsenio García Dávila -del Granma- que ustedes están molestando injustamente a mi hijo, y perfectamente sé quiénes son ustedes, tú eres hijo de “Crucito” y tú sobrino de mi amigo Elio “Jutía”. Los dos salieron como bolas por tronera.

Y ¿quiénes les dicen a ustedes que toda esa caterva de desalmados ha caído “abajo y de un solo tajo” y han sido sustituidos por otros hijos de perras nuevos y jóvenes? Los miembros de los tenebrosos Equipos de Respuesta Rápida han tomado el lugar de aquellos que yo odio tanto.

Unos están viejos, decrépitos, tullidos, sin recibir ayuda médica, sin que nadie del exilio les envíe remesas familiares, mientras otros han ido a parar al presidio por delitos comunes como buenos delincuentes que son.

Ninguno -absolutamente ninguno- de ellos puede darse el lujo de ir a pasarse una semana en Varadero, ni de entrar a ninguna otra playa para turistas, ni poderse quedar una simple noche en un hotel de lujo.

Ah, y ustedes me dirán: “Olvídate de eso que muchos de ellos ya brincaron el charco y andan por Miami”. Y yo les respondo con lo que representa uno de los mayores orgullos mío de ser güinero: “Bueno, eso es cierto, pero NINGUNO DE ELLOS PUEDE ENTRAR A UNA FIESTA NI A UNA CONVENCIÓN DEL MUNICIPIO DE GÜINES EN EL EXILIO porque los sacan del salón mis amigos Mochie Rodríguez, Melanio, el “Cabeza”, Renán Llanes, y varios patriotas más

Y cuando algún visitante llega a mi pueblo y se encuentra con el ex- teniente Elio Guevara—el peor de los abusadores—cojeando por las calles, este le dice: “¡Oye, que bien hicieron ustedes en salir de Cuba!” Por si ustedes no se acuerdan, este Guevara fue el que le dijo a mi padre que me iba a fusilar en el parque de Güines. La respuesta para todos ellos en Inglés es: Karma is a bitch” y en cubano es: “¡Tienen lo que se merecen!”