(Las grandes asistencias a los rallys de Donald Trump fueron sucesos muy pocas veces mostrados en los medios masivos de comunicación. Todos los comentarios y las fotos fueron añadidos por el bloguista de Baracutey Cubano)
Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
Sígame en: http://twitter.com/@AlfredoCepero
11-10-16
La noche del pasado 8 de noviembre será recordada en la historia política de los Estados Unidos como el momento de una revolución incruenta donde las balas fueron sustituidas por los votos en el proceso de devolver el poder al pueblo soberano. La dormida "mayoría silenciosa" que había soportado durante tres décadas los abusos y la indiferencia de las élites de ambos partidos decidió convertirse en vociferante. Como mi abuelita ya ha muerto, yo voy soplar mi propia trompeta y citar mi artículo fechado el pasado 26 de octubre donde dije: "En este 2016, podríamos ser testigos de otra avalancha de votos de la mayoría silenciosa que puso a Nixon en la Casa Blanca en 1968". Y ese fue el escenario de una noche fascinante para los partidarios de Trump y alucinante para los de Hillary Clinton. Nadie podía creer lo que estaba ocurriendo.
Y no era para menos. Durante meses, encuestas de opinión pública efectuadas por prestigiosas empresas como ABC News, The Washington Post y hasta la conservadora Fox News daban márgenes de ventaja de 8, 9 y de hasta 10 puntos a Hillary Clinton sobre Donald Trump. Pero, sin dudas, lo peor fue la falta de ética periodística de NBC, CNN y Univisión, cuyos conductores de programas políticos se convirtieron en promotores impudorosos de la Clinton y detractores descarados de Trump. El 8 de noviembre todos se cogieron "el trasero" con la puerta. En el ámbito hispano, las caras de Jorge Ramos y de María Elena Salinas reflejaban la frustración y la rabia de quienes habían perdido la batalla de convertir a los Estados Unidos en el basurero de los ignorados y hambreados por México.
Volviendo a las encuestas, la excepción fueron Los Ángeles Times, Rasmussen e Investor's Business Daily que ponían a ambos candidatos en un empate técnico. Los resultados del 8 de noviembre los reivindicaron y pusieron al descubierto la incapacidad o la maldad de quienes vaticinaban una victoria arrolladora de Hillary. Hasta el equilibrado y siempre bien informado Larry Sábato, del Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Virginia, le dijo a Megyn Kelly, de Fox News, la misma noche de las elecciones que Hillary obtendría 322 votos electorales frente a 216 que recibiría Donald Trump. Larry y los "expertos" que vaticinaron la victoria de Hillary deben de andar buscando un cubo lo bastante grande como para esconder sus alucinadas cabezas.
Por mi parte, quienes me leen saben que nunca me dejé desanimar por las encuestas. En mi artículo de 20 de octubre escribí: "Un consejo edificante y estimulante: olvídense de todas las encuestas, sigan predicando nuestra agenda de defensa de Dios, de la libertad y de la democracia, estimulen la participación política de familiares y amigos y vayan a votar el 8 de noviembre." Ahora sabemos que esa fue la encuesta que produjo el milagro de salvar del abismo a los Estados Unidos. Un abismo
presidido por una mujer diabólica casada con un Lucifer llamado Bill Clinton y heredera de un Demonio llamado Barack Obama.
(El joven Donald J. Trump junto a Rosa Park, figura emblemática de la comunidad negra por los derechos civiles en EE.UU. y el recien fallecido campeóm mundial de boxeo Mujamed Alí)
Vayamos ahora a lo que verdaderamente ocurrió en estas elecciones, al impacto del triunfo de Trump y a cuáles deberían ser los temas prioritarios de su agenda presidencial. El 14 de julio de 1789, el pueblo de Francia, sin más armas que su rabia contra la injusticia, tomó la fortaleza de La Bastilla. Luís XVI y su flamante esposa María Antonieta actuaban con la insensibilidad y el desenfado de quienes se consideraban por encima de la ley. Pagaron sus culpas perdiendo sus cabezas en la guillotina. Afortunadamente para Bill y Hillary ya no estamos en la Francia de 1789, pero de todos modos los votantes americanos los pasaron por la guillotina de una voluntad popular determinada a ser escuchada. El 70 por ciento de esos votantes son los blancos a quienes Donald Trump les dio voz y una vía para canalizar su inconformidad.
Por otra parte, el impacto del fenómeno en que se convirtió Trump ha sido una soberana pateadura a las políticas fracasadas de Barack Obama, que la Clinton prometió continuar. Por primera vez desde las presidenciales de 1928, en que Herbert Hoover ganó 40 de los entonces 48 estados, un presidente republicano disfruta del privilegio de tener al Senado y a la Cámara de Representantes bajo el control de su partido. Ni siquiera Ronald Reagan logró contar con la ayuda de dos cámaras del poder legislativo controladas por los republicanos.
Y, hablando de Reagan, quién cambió la naturaleza del partido poniendo de nuevo de moda la entonces asediada ideología conservadora, es posible que Donald Trump haya hecho algo parecido. El "conservadorismo" de Reagan parece haber sido sustituido por el "populismo" de Trump. Dos hombres distintos en ideología y temperamento pero dos líderes que supieron interpretar las frustraciones y canalizar las energías de los americanos de su tiempo. Vaticino, sin decir con ello que me satisface la idea, que podríamos tener "populismo" para rato.
(Donald J. Trump)
Desde esta plataforma, Trump podría continuar el asedio de la insidiosa maquinaria demócrata para cautivar a las minorías que empezó en el proceso de estas elecciones generales. Debe de utilizar su carisma y su osadía para penetrar a las minorías negras, empezando por sus iglesias y sus escuelas. Lo mismo debe de hacer con las minorías hispanas. Porque la composición demográfica de los Estados Unidos ha experimentado un cambio radical que no tiene marcha atrás. De ahí que, si los republicanos quieren seguir siendo un partido viable, son ellos los que tienen que cambiar su política hacia las minorías. De lo contrario correrán con seguridad la suerte de los dinosaurios.
Ahora, los temas prioritarios de su agenda. Tiene que empezar por ignorar los insultos que seguramente le dedicaran sus adversarios demócratas y por limar asperezas con los miembros de su propio partido, sobre todo los que ocupan posiciones de liderazgo en el Congreso. El inmenso
mandato recibido el 8 de noviembre podría durarle solamente dos años, hasta las parciales de 2018. En estos 24 meses tiene que hacer realidad su lema de: "Make America Great Again".
(El tan pregonado racista Donald Trump junto a personalidades negras;
el racismo, una de las mentiras repetidas por las grandes cadenas de
televisión hispana sobre la persona de Donald Trump)
Y la mejor forma de hacer más grande a esta nación ya grande es creando un plan de salud que sustituya a la pesadilla del Obamacare, poniendo en marcha una reforma migratoria que sea justa para ciudadanos e inmigrantes al mismo tiempo, restaurando el imperio de la ley, creando empleos bien remunerados, eliminando impuestos y regulaciones que asfixian a los pequeños negocios, fortaleciendo a las fuerzas armadas, ganando la confianza de nuestros amigos y el respeto de nuestros enemigos, nombrando magistrados al supremo que interpreten la constitución según fue escrita por los Padres Fundadores, educando y entrenando a jóvenes negros e hispanos para que sean ellos quienes transformen sus guetos en zonas de prosperidad y de seguridad. Yo se que esta agenda es larga y de difícil implementación pero hay
que empezar por alguna parte y si logra parte de ella habrá subsanado mucho del daño causado por Barack Obama.
(Donald J. Trump)
A los cubanos que se pregunten por qué no he mencionado el tema de nuestra patria les digo que estoy convencido de que, al igual que todos los presidentes que le han precedido, Trump no va a liberar a Cuba. De lo que si estoy relativamente seguro es de que le recortará a nuestros tiranos el oxígeno dado por Obama. El resto lo haremos nosotros para que nuestra soberanía no sea "capiti disminuida" por deberle favores a potencias extranjeras.
Concluyo con otra cita de otro de mis artículos. El 2 de noviembre, seis días antes de las elecciones, escribí: "Podríamos estar en el umbral de un amanecer de esperanza". La esperanza nos ha llegado y yo estoy profundamente agradecido a mi Creador de que me haya concedido el privilegio de ser testigo de un milagro que hará más justo, libre y seguro al mundo en que vivirán mis nietos.
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Comentario del Bloguista de Baracutey Cubano a un amigo frustrado por la derrota de Hillary Clinton.
XXXXXXXXX no sientas frustración; lo que sucede es que has tenido una información extraordinariamente manipulada y te han ocultado una gran parte de la información que debias tener para poder discernir. Los grandes perdedores de estas elecciones son la gran mayoría de los medios masivos de comunicación y los manipuladores y sesgados ¨encuestadores¨ que han dejado a un lado los requerimientos científicos para que los resultados de una encuesta sean válidos para inferir, con el correspondiente error, lo que sucedería en la población. Prefirieron el partidismo, el billete y la manipulación, y subestimaron al pueblo norteamericano que realmente no votó tanto a favor de Trump como un voto de rechazo a Hillary Clinton y a varias políticas del Presidente Barack Obama, cuyo nivel de aceptación es también manipulado. José Martí en su carta al Director de La Nación del 3 de junio de 1886 y continuando la disección de la sociedad norteamericana que realizaba en esos años, escribió sobre algo de esa sociedad que le provocó una gran admiración :
“Nunca se ha visto cosa más hermosa. De este pueblo del Norte hay mucho que temer, y mucho que parece virtud y no lo es, y mucha forma de grandeza que está hueca por dentro, como las esculturas de azúcar; pero es muy de admirar, como que cada hombre se debe aquí a sí mismo el magnífico concepto de la libertad y decoro del hombre en que todos se mantienen y juntan, y produce espectáculos de viril y gigantesca indulgencia ,o de pacífico y radical volteamiento, que en nada ceden al brío épico y resplandor marmóreo de la grandeza pública de Grecia.” (Martí, 1975, Tomo X, p. 459)
Además, también José Martí al analizar la ascensión del Partido Republicano al poder le escribe, el 19 de enero de 1883, al Director de la Nación:
“...Todo poder amplia y prolongadamente ejercido, degenera en casta. Con la casta, vienen los intereses, las altas posiciones, los miedos de perderlas, las intrigas para sostenerlas; las castas se entrebuscan y se hombrean unas con otras.¨ (Martí, Tomo IX , p. 340)
Adelante XXXXXXXXX y no creas en que se van a cumplir muchas de las promesas de campaña de Trump, pues este país es un país donde existe un balance de poderes que, desgraciadamente, el Presidente Barack H, Obama afectó bastante con su teléfono y su pluma en asuntos en los que el voluntarismo debió dejarse a un lado. Un fuerte abrazo mi hermano.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Milagro ha sido. La Clinton tenía todas las ventajas y hasta cubanos decentes y anticastristas iban a votar por ella por miedo al ¨loco¨; de Trump. Sobra decir que los medios estaban abierta y escandalosamente de parte de ella, por no hablar de la caterva de arrogantes ¨celebridade¨; con sus absurdas pretensiones. Obama y su mujer, aunque fuera pura hipocresía interesada, hicieron todo lo posible por Hillary. Hasta el FBI se rajó a favor de la tipa. Pero así y todo, los Clinton perdieron (y no hay duda de que si ella ganaba, el Vil sería presidente otra vez, aunque fuera en conjunto). Gracias a Dios, y muchas
Realpolitik
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Saludos Realpolitik
No sólo era hipocresía; Michelle Obama estaba midiendose para postularse en el 2020 ó 2024.
1 Comments:
Milagro ha sido. La Clinton tenía todas las ventajas y hasta cubanos decentes y anticastristas iban a votar por ella por miedo al "loco" de Trump. Sobra decir que los medios estaban abierta y escandalosamente de parte de ella, por no hablar de la caterva de arrogantes "celebridades" con sus absurdas pretensiones. Obama y su mujer, aunque fuera pura hipocresía interesada, hicieron todo lo posible por Hillary. Hasta el FBI se rajó a favor de la tipa. Pero así y todo, los Clinton perdieron (y no hay duda de que si ella ganaba, el Vil sería presidente otra vez, aunque fuera en conjunto). Gracias a Dios, y muchas.
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