Zoé Valdés. Comentario sobre artículo de Wendy Guerra publicado en diario de Miami
Por Zoé Valdés.
25 de diciembre de 2016
Feliz Navidad a todos.
Leyeron seguramente el artículo que se mandó Quendy Guerra, la pequeña eterna, en el Granma del Norte, donde invita a los cubanos a que regresen y compren pintura para arreglar el destrozo que ha causado esa tiranía, también eterna. Y donde pide que no sea la política la que divida a la familia cubana. Qué cacho de mierda cínica es esta tipeja. ¿Quién dividió a la familia cubana? La política tiránica y divisoria de Fidel Castro y de "su" Raúl Castro, el que ella presentó en el semanario Paris-Match como "el hombre que ha puesto a Cuba en el mapa universal".
El Retaco platanero pone de ejemplo a los que han regresado, algunos hijos de padres con todas las medallas y honores castristas, y otros espías de toda la vida. Agrega que ella fue una niña cubana, como si lo siguiera siendo con casi 50 años en las costillas, y como si ella hubiera sido la única niña cubana bajo el castrismo, que no le pidió nada a sus padres. Bueno, mi hija, criada en el capitalismo, tampoco le ha pedido nunca nada a sus padres y estudia y trabaja desde la adolescencia, y mucho más que ella sí que es. Yo tampoco le pedí nada a mis padres. Nunca. Y nada a nadie. Nunca.
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Nadie medianamente sensato y con dos dedos de frente va a prestarle la más mínima atención a esta camajancita a lo Padura, pero mientras le den cuerda, ella seguirá bailando a la música que le resulte más rentable. Esa es la ocupación de este tipo de gente, y no vale la pena esperar otra cosa de ellos. No merecen ni que uno se moleste por cuenta de lo que hacen, pues son lo que son y se comportan de acuerdo a su naturaleza, igual que las cucarachas--dan asco porque asquerosas son. Con respecto al “Granma” miamense, eso es un cuento muy viejo y cansado, y la principal culpa la tienen los cubanos que lo han comprado y lo siguen comprando (y no importa el idioma; las dos versiones son lo mismo). Yo no lo quiero ni gratis, ni falta que me hace ni me ha hecho nunca.
Realpolitik
1 Comments:
Nadie medianamente sensato y con dos dedos de frente va a prestarle la más mínima atención a esta camajancita a lo Padura, pero mientras le den cuerda, ella seguirá bailando a la música que le resulte más rentable. Esa es la ocupación de este tipo de gente, y no vale la pena esperar otra cosa de ellos. No merecen ni que uno se moleste por cuenta de lo que hacen, pues son lo que son y se comportan de acuerdo a su naturaleza, igual que las cucarachas--dan asco porque asquerosas son.
Con respecto al “Granma” miamense, eso es un cuento muy viejo y cansado, y la principal culpa la tienen los cubanos que lo han comprado y lo siguen comprando (y no importa el idioma; las dos versiones son lo mismo). Yo no lo quiero ni gratis, ni falta que me hace ni me ha hecho nunca.
Publicar un comentario
<< Home