El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, junto al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.
Hace setenta años, los Estados Unidos se unió junto a 20 naciones para crear la Organización de Estados Americanos, un organismo internacional dedicado a la promesa que "la misión histórica de América es ofrecer... una tierra de libertad". Esta semana, me dirigí ante la OEA para reafirmar el compromiso que tiene nuestra administración con la institución y los ideales vitalicios que la conforman.
Como dijo el Presidente Trump, los Estados Unidos busca en el Hemisferio Occidental "un futuro en donde la gente de cada país pueda vivir sus sueños". Desde el primer día de nuestra administración, hemos trabajado con nuestros aliados y socios en toda la región para trabajar juntos y construir un futuro de prosperidad, seguridad y libertad.
Los Estados Unidos es el principal socio comercial de nuestro hemisferio y somos la principal fuente directa de inversión extranjera en la región. Bajo el liderazgo del Presidente Trump, estamos forjando relaciones comerciales aún más fuertes, libres, justas y recíprocas.
Pero a medida que trabajamos para ampliar las oportunidades de nuestros ciudadanos, debemos recordar que la seguridad es la base de la prosperidad. Con el Presidente Trump, los Estados Unidos ha tomado medidas decisivas para garantizar la seguridad y protección de nuestro pueblo, y fortalecer nuestra colaboración en el tema de seguridad con aliados y socios en toda la región. También estamos trabajando, como nunca antes, con naciones en todo el Hemisferio Occidental para eliminar el cáncer de la corrupción que socava la confianza en el gobierno y corroe los cimientos de la democracia.
Sin embargo, la mayor corrupción ocurre cuando el gobierno representativo cede el paso a la dictadura. Con el liderazgo del Presidente Trump, estamos trabajando para promover la democracia en todo el hemisferio.
Mientras que demasiados de nuestros vecinos todavía siguen bajo la nube oscura del despotismo, incluyendo a Cuba y Nicaragua, ninguna nación en nuestro hemisferio sufre más el peso de la tiranía que Venezuela. Y la culpa se puede atribuir sin lugar a dudas a Nicolás Maduro.
Habiendo sido una de las naciones más ricas de nuestro hemisferio, Venezuela se encuentra ahora entre las más pobres, con casi el 90 % de la población viviendo en una pobreza extrema. Todos los días, unos 5.000 venezolanos huyen de su querida patria, en lo que se ha convertido en el mayor éxodo masivo transfronterizo en la historia del Hemisferio Occidental.
El colapso de Venezuela a manos de Nicolás Maduro ha perjudicado a naciones y economías en todo el hemisferio, ha propagado enfermedades que habían sido totalmente erradicadas, y ha dado a los narcotraficantes y organizaciones criminales nuevas oportunidades para poner en peligro a nuestra gente.
Si pudiera, el pueblo venezolano, elegiría un mejor camino, pero con Nicolás Maduro nunca tendrá esa oportunidad.
Mientras nos acercamos a las supuestas elecciones agendadas para el 20 de mayo, el régimen de Maduro ha prohibido los principales partidos políticos, ha sofocado la libertad de prensa y ha detenido a más de 12.000 oponentes políticos desde el 2014. Estas acciones demuestran que esta será una elección falsa con un resultado ilegítimo. Es por eso que los Estados Unidos le ha pedido a Nicolás Maduro que suspenda este simulacro de votación y realice unas elecciones reales, unas elecciones que sean libres, justas y transparentes, con verdaderas opciones para el pueblo venezolano.
Con el Presidente Trump, los Estados Unidos no se quedará con los brazos cruzados mientras Venezuela se desmorona.
Ya hemos cortado la moneda digital "Petro" de nuestro sistema financiero y le hemos impuesto sanciones estrictas a más de 50 funcionarios y exfuncionarios venezolanos. Esta semana, nuestro gobierno designó a tres venezolanos con vínculos directos con el régimen de Maduro como "Kingpins" del narcotráfico; hemos congelado sus activos y bloqueado su acceso a nuestra nación. Y bajo la dirección del Presidente, hemos entregado más de 21 millones de dólares en ayuda humanitaria desde el 2017 para ayudar a los venezolanos vulnerables que han escapado de la dictadura de Maduro, y ahora le entregamos 18 millones de dólares adicionales en asistencia bilateral a nuestros aliados en la región para lidiar con el influjo de emigrantes venezolanos.
Pero debemos hacer más para apoyar al pueblo venezolano y hacerles frente a sus opresores. Por ello, esta semana le hice un llam ado a todas las naciones libres del Hemisferio Occidental; la cual es constante con la obligación que compartimos todos bajo la carta de la OEA a "promover y defender" la democracia, y que tomen tres acciones concretas: que prohíban a los líderes corruptos de Venezuela lavar dinero a través de sus sistemas financieros, a emitir restricciones en visas para obstruir el paso de sus líderescorruptos, y a defender la democracia al iniciar el proceso para suspender a Venezuela de la Organización de Estados Americanos.
Debemos hacer esto porque, como ha dicho el Presidente Trump, una "Venezuela estable y pacífica sirve los mejores intereses del hemisferio". Y debemos hacer esto porque es lo correcto: el pueblo venezolano merece recuperar su libertad.
Este es un momento crucial en la vida de nuestro Hemisferio Occidental. Con la convicción de nuestros ciudadanos, la valentía de nuestros líderes, como el Presidente Donald Trump, y con la ayuda de Dios, sé que finalmente nuestro hemisferio se convertirá completamente en el Hemisferio de la Libertad.
* Mike Pence es el Vicepresidente de los Estados Unidos
(Las Tribunas expresan la opinión de los autores, sin que EFE comparta necesariamente sus puntos de vista)
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