domingo, agosto 12, 2018

Nicolás Águila: Orestes Ferrara en L y 23 el día de la caida del gobierno de Gerardo Machado y Morales. Pedro Pablo Arencibia sobre quiénes derribaron verdaderamente al gobierno de Gerardo Machado


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Sumner Welles trató de ayudar  a darle una salida lo menos traumática  a la situación en Cuba pues los EE.UU. , como en el 1906, no querían intervenir en Cuba y querían estabilidad en Cuba.  Según la Constitución vigente  le correspondía al Secretario de Estado sustituir al Presidente de la República cuando este faltara por una  licencia de vacaciones, etc., pero en esos días Ferrara todavía estaba en Europa y cuando regresó ya era muy tarde; además, el  traspaso también llevaba su tiempo para poder aplicarlo. Hubo que nombrar Secretario de Estado  al  entonces jefe del Ejército,  Alberto Herrera,   Presidente (para ello hubo que cambiar las normas establecidas)  y este traspasó el poder inmediatamente a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, quien era una persona  que conocía muy bien la situación cubana pues había ocupado varios altos cargos en diferentes gobierno y, si mal no recuerdo haberleido, peleó hasta por la Independencia de Cuba; esto esto se llevó a cabo con la aprobación de Gerardo Machado, hasta entonces Presidente elegido constitucional y democráticamente. 
Carlos Manuel de Céspedes, hijo del Padre de la Patria cubana en su segundo matrimonio,  era el individuo ideal para un gobierno de transición, pues no tenía ambiciones de poder, era honesto, capaz, conciliador, etc., pero la prensa (la misma que aduló a Machado)  lo  tildaba, injustamente,  como una persona  débil pues querian ver resultados de  la noche a la mañana; por otra parte, el revolucionarismo, solamente experto en formar revueltas,  poner bombas y hacer atentados, querian en el poder a un hombre fuerte que les diera cuotas de poder en la estructura política del país.

 Sucesión de Presidentes y gobiernos no elegidos en elecciones en 1933: General Alberto Herrera Bianchi convertido en un ´santiamén¨ Secretario de Estado para poder ser nombrado Presidente, Presidencia que le traspasó inmediatanamente a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, el cual fue depuesto por militares y estudiantes, le sucedió la Pentarquía (José M. Irisari, Porfirio Franca, Guillermo Portela, Ramon Grau, y Sergio Carbó; a Batista, que en la foto sin recortar está al lado de Carbó, se le invitó a pertenecer a la Pentarquía pero el declinó esa invitación )  y Ramón Grau San Martín, quién ocupó ese cargo porque los restantes miembros de la pentarquía fueron renunciando y Grau argumentó que cómo el Directorio Estudiantil no se había retirado de  la junta  de organizaciones de la revolución  que conformaron a la Pentarquía el se quedaba al frente del Gobierno. A los aproximadamente  126 días de su ¨gobierno de los 100 días¨  el Directorio Estudiantil se autodisolvió  en una reunión en la Universidad de La Habana y Grau, ante esa situación, tuvo que dejar  la Presidencia. 

Hago notar  estas dos observaciones: 
  •  Que pese a Orestes Ferrara haber estado muy vinculado al gobierno de Gerardo Machado,   el fue elegido por el pueblo cubano para ser uno de los delegados a la constituyente que le daría a Cuba la Constitución de 1940. 
  • Que el Partido Liberal,   que fue el que  llevó a  Gerardo Machado  a la Presidencia de la República en 1925,  ocupó el segundo lugar (empatado con el partido político liderado por el ex Presidente Mario García Menocal) en el número (17) de delegados a la mencionada Constituyente, el cual fue sólo superado por el Partido Revolucionario  Cubano (Auténtico)  que alcanzó 18 delegados.
Dos libros de memorias:  Ocho Años de Lucha  y Orestes Ferrara. Una mirada sobre tres siglos que nos dicen respectivamente  los puntos de vista de Gerardo Machado y Morales y  de Orestes Ferrara  sobre diferentes períodos de la historia política de Cuba. Libros escritos por  Gerardo Machado y Orestes Ferrara.



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Orestes Ferrara se encuentra justo al centro de la primera fila de pié. Foto durante la visita del Presidente John Calvin Coolidge  a la Conferencia Panamericana celebrada en  La Habana; sentado al lado de Coolidge está el Presidente Gerardo Machado y Morales.



Orestes Ferrara con traje oscuro al lado del Presidente Gerardo Machado y Morales; del otro lado de Machado y con espejuelos  el General Alberto Herrera Franchi, 



Al centro y en 1931 el Presidente Gerardo Machado y el General Alberto Herrera Franchi

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Ferrara en L y 23


Por Nicolás Águila
11 de agosto de 2018

Orestes Ferrara en L y 23 el 12-8-1933, el día más turbulento de la historia de Cuba

¿Has visto alguna vez a un alto dirigente del castrismo, de esos que despectivamente llaman mayimbes, parado o caminando por la esquina de L y 23 en El Vedado? Ni lo has visto ni lo verás, porque a los jerarcas castristas les falta lo que le sobraba a Orestes Ferrara, el italiano que a golpes de audacia alcanzó en la manigua el grado de coronel en la Segunda Guerra de Independencia. El polemista ingenioso, el periodista sagaz, el escritor de nota, el negociador inteligente, el diplomático hábil, el mambí a todo trance... hételo ahí en el lugar menos seguro y en la fecha más convulsa de la historia patria.

 Al centro y sin sombrero Orestes Ferrara cuando pertenecía al Ejército Libertador

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En ese clima de barbarie que siguió a la caida del gobierno de Machado. Orestes Ferrara no se inmutó y caminó  desde L y 23 hasta su casa, que es el actual Museo Napoleónico que queda a uno de los costados de la Universidad de La Habana. El cuerpo masacrado de Antonio Jiménez  Jefe de la Policía Secreta de Gerardo Machado    fue  expuesto, después de muerto,  a ser aplastado varias veces por un tranvia   y sufrió otras vejaciones.  Generalmente esas acciones las llevan a cabo turbas  compuestas por personas ¨que no le tiraron  un hollejo a un chino¨ en la lucha contra una dictadura o una tiranía. En el artículo Jefes de Policía (I)  del diario oficialista Juventud rebelede se lee: Antonio B. Ainciart. El 12 de agosto, sobre las tres de la tarde, Ainciart fue de los que acompañó a Machado al aeropuerto de Boyeros, llamado todavía Aeropuerto General Machado. Pero el avión anfibio que la Embajada norteamericana en La Habana puso a disposición del exmandatario solo tenía cupo para seis personas, además del piloto y el copiloto. Ainciart, ya sin fusta, estuvo entre los que se quedaron sin abordar el aparato.
Estudiantes y abecedarios encontrarían su escondite el día 19. La cosa fue fruto de la casualidad. Llamó la atención de los jóvenes una mujer de alguna edad que subía la escalera de una casa del reparto Almendares. Llevaba pantalones de hombre. Pensaron que se trataba de un porrista y dieron aviso al campamento militar de Columbia. Civiles y militares cercaron la vivienda y Ainciart, viéndose perdido, se suicidó.
Por orden del teniente coronel José Perdomo, jefe de Columbia, el cadáver se inhumó en el cementerio de Marianao. Un grupo de abecedarios lo sacó de la fosa y en una carretilla lo paseó por La Habana hasta llegar a la Universidad con el propósito de colgarlo de un farol. Lo hacían cuando, al partirse la soga, el cuerpo de Ainciart cayó sobre sus perseguidores. Eduardo Chibás, pistola en mano, puso fin al bochornoso espectáculo
. Fotos y comentarios añadidos por el bloguista de Baracutey Cubano.


“¡Es Orestes Ferrara, caballeros!”, exclamaron los transeúntes al verlo caminar frente al antiguo hospital Mercedes. Y él mismo era, sin lugar a dudas. Era el intrépido coronel mambí. El guerrero que se movía por la manigua con igual soltura que en los salones más refinados. Era el Dr. Ferrara en persona, sí señor. La figura más brillante del Gobierno en fuga caminando por la calle, como si tal cosa, el día más turbulento de la historia de Cuba: el 12 de agosto de 1933.

(Orestes Ferrara)

Y no es leyenda urbana. Se le vio en esa fecha llamando a media mañana a la puerta del general Alberto Herrera, en la calle L, casi esquina con 23, frente a lo que es hoy la heladería Coppelia. Lo acompañaba solo un sobrino. Andaba sin escolta y sin miedo, mientras a muy poca distancia, enfrente mismo, los gatillos alegres del Directorio Estudiantil Revolucionario o del ABC radical celebraban con disparos al aire la caída del dictador Gerardo Machado. La noticia se había propagado como la pólvora. Y enseguida en La Habana, y luego en todo el país, se desató una ola de linchamientos y ajustes de cuentas sin precedente en nuestra historia.

¿Y qué hacía una personalidad tan destacada y fácil de reconocer en una esquina tan céntrica en momentos tan peligrosos? Mientras los ministros y las figuras más connotadas del machadato ya habían huido del país, Ferrara exponía su vida, como todo un estadista, cumpliendo su última gestión en calidad de secretario de Estado (equivalente a ministro de Exteriores) del gabinete saliente: entregarle al general Herrera, nombrado presidente provisional, la documentación en regla sobre la renuncia del Gobierno y el traspaso de poderes a tenor de la ley.

(Orestes Ferrara ya anciano)

Pero, para su sorpresa, quien lo recibió a la puerta de la residencia del general fue nada menos que el embajador de Estados Unidos, Benjamin Sumner Welles. Este, como mediador de facto, tenía un plan distinto para la transición posmachadista, pactado con el ABC y los altos mandos del Ejército. Un plan con pinta de golpe de estado que, por decirlo en dos palabras, resultó calamitoso.
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(Fragmento)


Por Pedro Pablo Arencibia
Agosto 27 de 2016
Benjamin Sumner Welles, Gerardo Machado y el General  Alberto Herrera

      Gerardo Machado y Morales fue electo de manera legítima y abrumadora y la consigna ¨con Machado hasta el Polo¨ en las multitudinarias marchas y concentraciones eran frecuentes y reflejaron el amplio respaldo que tuvo en determinado momento el gobieno de Machado. Ante ese respaldo abrumador a Machado, el oportunismo de políticos de otros partidos políticos  llevó a la creación del cooperativismo,  el cual no fue creado  por Machado. Un ejemplo de ese respaldoa Machado fue cuando El Trío Matamoros le cantó al Presidente  Machado en  en unos versos pocos conocidos posteriormente en la muy  composición musical  'La mujer de Antonio':
"Mala lengua conocida
hablando mal de Machado
que te ha puesto allí un mercado
y te llena la barriga".

Está claro que la naturaleza de los fenómenos sociales son casi siempre multifactoriales, pero  esos factores conforman diferentes componentes entre las cuales se hayan las llamadas componentes principales. En el caso de la situación nacional e internacional durante el segundo período de mandato de Machado,  la primera componente principal es en la que se incluyen los factores económicos, entre los que se destaca la crisis económica mundial y  los muy bajos precios del azúcar y sus consecuencias: pobreza en el gobierno y en la población, el no pago de salarios a los empleados públicos, mientras el gobierno  pagaba una  deuda externa  con intereses que provocaban que el gobierno  cayera en nuevos empréstitos a pagar,  etc.. La segunda componente, de esas componentes principales,  es la que incluye factores de carácter ¨social¨ entre los que se encuentra la labor de zapa del anarcosindicalismo y el comunismo internacional  en estudiantes y obreros  manipulables, ignorantes  e inexpertos que   provocaban huelgas  y más dificultades a la gestión del gobierno; los comunistas y anarcosindicalistas se guiaban en la práctica  por el refrán: ¨a río revuelto, ganancia de pescadores¨ siguiendo orientaciones y lineamientos teóricos de otras lejanas latitudes. El colmo es que uno de esos manipuladores fue Rubén Martínez Villena (cuyo padre fue Ministro de Educación en uno de los primeros gobiernos de la República de Cuba)  admirador y seguidor del ya genocida  de millones de rusos y ucranianos José Stalin, quien  le vió las garras a Machado pero permaneció ciego ante las masacres y persecuciones stalinistas. Por cierto, Villena por su terquedad y sectarismo destruyó al movimiento Minorista en Cuba y eso en la historia que se estudia en Cuba apenas se dice.  Otros elementos, pero no todos, de esa segunda componente principal  son la represión, los asesinatos  y la censura  machadista y la violencia de las escopetas recortadas, las ¨ametralladoras¨ y la dinamita  de los luchadores  y terroristas antimachadistas. El Ejército, como parte del pueblo cubano, estaba presente  dentro de toda esta situación nacional.
     No obstante, es falso lo que se dice que Rubén Martínez Villena   organizó la huelga general para derrocar a Machado.   En el libro La Verdadera República de Cuba del recien fallecido Dr. Andrés Cao Mendiguren se lee:
¨Ya terminando el mes de julio, los obreros del transporte de La Habana fueron a una huelga.  Enrique Izquierdo, el sustituto del Alcalde, ya que no había Alcalde, sino un jefe de distrito central, había impuesto un gravamen extra a los dueños de transporte. Estos no lo aceptaron, y los obreros fueron a la huelga.  Este incidente provocó  escalonadamente, sin que nadie lo hubiera organizado ni dirigido,  una huelga general revolucionaria, a la cual se fueron sumando progresivamente todos los gremios,  estuvieran sindicalizados o no lo estuvieran, y llegó a paralizarse completamente la nación, pese a los esfuerzos de las fuerzas policiales.
El 5 de agosto se corrió la especie de que Machado había renunciado. El pueblo se lanzó a las calles y fue ametrallado a mansalva en los alrededores de Palacio. Nunca pudo saberse de quién procedía la radio pirata que dio la noticia ni qué fines buscaba.  Ante la grave situación  que lo rodeaba, Machado trató  desesperadamente  de detener la huelga y creyó que los comunistas eran capaces de hacerlo. Recibió  a una delegación en el Palacio dirigida por Martínez Villena y formada por  Jorge Vivó y Joaquín Ordoqui, con los cuales  hizo un pacto: reconocería al Partido Comunista legalmente , promulgaría un decreto ley  para la jornada de 8 horas y les daría otra serie de facilidades de organización obrera a los comunistas, con tal de que ellos detuvieran la huelga.
Los comunistas aceptaron, pero no podían parar la huelga porque primero, ni la habían organizado, y segundo, ni tenían preponderancia  en general sobre  el sector obrero cubano, sino sobre algunos pequeños sindicatos, que no representaban  ni con mucho la  mayoría de la situación. La Huelga continuó y la cosa se siguió poniendo en malas condiciones.¨ (páginas 369-370).
(Militar y pueblo festejando ¿en el Paseo del Prado?  la salida del poder del Presidente Machado)
     Sobre el carácter  espontáneo (en el sentido de no haber sido previamente programado o fijado y sin un liderazgo claro) del golpe militar que depuso al Presidente Gerardo Machado y Morales  leemos lo siguiente en el antes mencionado libro:
¨... Pero ya el 12 de Agosto de 1933 ocurrió la deposición de Machado. Fijémonos bien en el siguiente detalle: Machado fue depuesto por un golpe militar que comenzó en la Fortaleza de La Cabaña, se extendió al Castillo de la Fuerza y después al Campamento de Columbia. Un golpe militar que a todas luces  fue espontáneo porque no tuvo una dirección clara ya que los oficiales intermedios  del Ejército, que eran los que estaban más descontentos, no tuvieron un líder que se hiciera cargo de la situación. Simplemente la situación era tan insostenible que depusieron a Machado.
Ante este hecho el Presidente Machado se reunió en Palacio con Sumner Welles, algunos oficiales del Ejército y con el General Herrera  que era su Secretario de la Guerra  para analizar cual  podía ser  la línea de acción. La ¨neo¨ Constitución  que operaba en Cuba  desde la prórroga  y las modificaciones en 1927, había eliminado el cargo de Vicepresidente, luego Machado no tenía sustituto inmediato. Se podía pensar en que Machado firmara su renuncia,  pero la Constitución vigente  establecía que se deberían  esperar seis meses para que  su Secretario de Estado lo sustituyera, y ese sería un período demasiado largo para un país  en plena efervescencia política. Se podía pensar  en que Machado  pidiera seis meses de licencia, pero entonces la sustitución sólo podría realizarse en el período de un mes, y el pueblo  no se sentiría satisfecho de que Machado  no fuera depuesto de una vez y por todas. Si se pensaba en una licencia, que era lo más rápido, el sustituto reglamentario debía ser el Secretario de Estado que era Orestes Ferrara, pero este se encontraba en Londres realizando una misión diplomática. Podía también pensarse en que Machado  moviera al General Herrera de la Secretaría de Guerra a la Secretaría de Estado, pero en cualquiera de ambos casos  considerados el sustituto  tendría que esperar un mes antes de tomar posesión y el país no estaba en condiciones  de sentirse sin gobierno.  Además a Herrera había  que descartarlo  porque los militares lo consideraban un traidor a la causa del Ejército.  Se querían hacer todos los esfuerzos posibles  para mantener los hechos dentro de un formato civilista  y al  que no se le pudiera discutir su legitimidad, pero ¿ quién sería  pues el que podría  cubrir aquel vacio de poder? Y fue precisamente el General Herrera  a quien  se escogio para  la obra de prestidigitación  de Sumner Welles ¿Por qué decimos esto?

General Alberto Herrera, cuando joven,  y Carlos Manuel de Céspedes y Quesada
Aquello  no parecía tener solución pero Sumner Welles sí creyó que la tenía. Con un pequeño resto del Congreso  que fue llamado a Palacio para convalidar unos últimos Decretos del Presidente Machado, se dictó un Decreto Presidencial que anulaba aquella parte de la Constitución  que hablaba de los seis meses de espera para una sustitución  en el caso de una renuncia presidencial. Con otro Decreto se anulaba la parte de la Constitución que para el caso de una licencia  presidencial establecía el requisito de un mes  de espera para la sustitución por el Secretario de Estado. Con otro Decreto se nombró  como nuevo Secretario de Estado  al General Herrera, lo que era una facultad del todavía Presidente Machado, y que ante la renuncia  de éste  y por los Decretos dictados y convalidados, ya pasaba automáticamente a convertirse en el nuevo Presidente. Una vez que Herrera ocupaba el nuevo cargo en propiedad pudo pedirle la renuncia a todos los demás Secretarios. El siguiente paso también lo dió Herrera al nombrar a Carlos Manuel de Céspedes como su Secretario de Estado. Y entonces sólo faltó la renuncia de Herrera  para que se cumpliese el objetivo final  de sustituir  a Machado por Carlos Manuel de Céspedes.¨ (páginas 53.55)
(Gerardo Machado y su familia)
    Todos los trámites anteriores ocurrieron gracias a que  los militares  sublevados (el día 11 de agosto se sublevó La Cabaña y  marcharon hasta el Castillo de  Fuerza) se detuvieron en el Castillo de la Fuerza pues el objetivo de los militares sublevados no era  luchar contra Machado  sino presionar para que renunciara; por otra parte,  Machado había ido al Campamento Militar de Columbia y la respuesta del jefe de ese campamento, el Coronel Rogerio del Castillo le había expresado: ¨General, póngase a buen recaudo y salve su vida y la de su familia¨. Machado regresó, hizo los trámites  antes narrados,  y posteriormente con sus familiares y algunos de sus más cercanos seguidores se fue del país. El escritor  Roberto Luque Escalona en su libro Los niños y el tigre  escribe  que Machado antes de irse almorzó, durmió la siesta y posteriormente se fue  vía aérea a Nassau. Gerardo Machado y Morales  tendría garras y dientes, no por gusto llegó a ser el general más joven del Ejército Libertador (terminó la guerra con el grado de Coronel pero posteriormente fue ascendido a General)  pero no era ni asno ni cobarde.
Más adelante en  la misma página 55 del libro del Dr. Cao  se lee:
¨... Pero el Ejército no estuvo de acuerdo y no apoyó a Céspedes, además de estar disgregado, disperso, carente de líderes y sin voluntad de actuar. Mientras tanto las fuerzas revolucionarias, que no fueron las que depusieron a Machado, siguieron en su rutina de violencia durante el breve  tiempo que duraría  la Presidencia de Carlos Manuel de Céspedes. Y puede decirse sin temor a mentir, que durante ese tiempo el país estuvo en total anarquía  y carente de gobierno

Una persona  que posteriormente durante esa década de los años 30  ayudó a encausar al país hacia la normalidad fue el sargento convertido en Coronel Fulgencio Batista y Zaldivar; grado militar  no otorgado por sí mismo, sino por el miembro de la Pentarquía Sergio Carbó cuando ese colectivo  de cinco personas presidía la República de Cuba. El nombramiento de Carbó  a Batista fue motivado porque Sumner Welles en correspondencia a sus superiores  hablaba ¨de un sargento llamado Batista¨ y Batista se iba a entrevistar con Sumner Welles. Es poco conocido que Fulgencio Batista y Zaldivar   fue miembro clandestino del ABC radical cuando Machado. En esa década y parte de la siguiente Batista era ideológicamente de ¨centro izquierda¨, que tampoco quiere decir que era  comunista.
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 Un comentario del Bloguista de Baracutey Cubano

A continuación un  valioso documental que nos muestra a los cubanos  la ceguera ideológica que tenía Rubén Martínez Villena, quién viajó a la Unión Soviética en 1929 gracias a la interseción del Ministro machadista Carlos Miguel de Céspedes pues dicho ministro (que era junto a Orestes Ferrara los más cercanos a Machado) era amigo del futuro miembro de la Pentarquía José Miguel Irrisarri, en cuya casa estaba escondido Villena después de ser aplastada la huelga general de 24 horas que hubo ese año 1929.  Rubén Martínez Villena  vió las garras del Presidente Gerardo Machado y Morales y no vio las descomunales garras, fauces y colmillos de su adorado José Stalin.

 Published on Feb 11, 2015
“La verdadera historia de la Unión Soviética” narra uno de los más espantosos episodios del siglo XX: los crímenes cometidos por la Unión Soviética desde su nacimiento con Lenin, las masacres perpetradas por Stalin en los años 30 (como la hambruna de Ucrania que costó 7 MILLONES DE MUERTOS).
El Comunismo mató - a lo largo de su historia - más de 240 MILLONES DE PERSONAS.
“La verdadera historia de la Unión Soviética” contrasta el paralelismo entre las dos ideologías totalitarias que más muertes han causado en la Historia de la Humanidad: el Nazismo (hija del comunismo) y el COMUNISMO.

La verdadera historia de la Unión Soviética


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