Bruselas ofrece a La Habana más financiación para acompañar la 'actualización' de su economía
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Mogherini y Rodríguez Parrilla en conferencia de prensa conjunta. (EFE)
DDC
La Habana
10 de Septiembre de 2019
La alta representante de la Unión Europea (UE) para la política exterior, Federica Mogherini, confía en que el Gobierno de Cuba amplíe su hasta ahora limitada apertura económica, por lo que ofreció más apoyo financiero para apuntalar las necesarias reformas que agilicen la inversión extranjera, reportó EFE.
"Estamos a disposición de las autoridades y del pueblo cubano para compartir nuestras experiencias y brindar apoyo financiero", declaró Mogherini este lunes en La Habana, después de que representantes de Cuba y la UE pasaran revista a sus relaciones en varios ámbitos durante el II Consejo Conjunto bilateral.
La jefa de la diplomacia europea aseguró haber observado "una clara decisión por la parte cubana de actualizar el desarrollo del país". La economía cubana sigue sufriendo un complejo entramado de trabas y prohibiciones que desincentivan las inversiones y obstaculizan su progreso.
El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, evitó pronunciarse sobre la posibilidad de nuevas medidas de apertura, y se limitó a alabar los "avances" de los últimos años como la autorización de algunas actividades privadas, la creación de una zona económica especial o la nueva constitución que reconoce explícitamente la propiedad privada y la inversión extranjera, pero no el derecho de los cubanos a invertir.
Bruselas ha aportado a La Habana solo en cooperación para el desarrollo más de 200 millones euros desde 2008 destinados principalmente a proyectos en tres sectores: agricultura sostenible y seguridad alimentaria, medio ambiente y cambio climático, y ayuda a la modernización del país.
((Miguel Díaz-Canel recibe a Federica Mogherini. (GRANMA/ESTUDIOS REVOLUCIÓN)))
Las aportaciones al Gobierno de Cuba se han triplicado en los últimos dos años y el bloque europeo también es, en conjunto, el primer socio comercial e inversor de la Isla, donde operan importantes empresas hoteleras españolas como Meliá o Iberostar, así como el gigante de la construcción francés Bouygues y otras grandes corporaciones.
El II Consejo Conjunto Cuba-UE (el primero se celebró en Bruselas en mayo de 2018) supone el quinto diálogo político de alto nivel desde que ambas partes relanzaran sus relaciones con la firma en 2016 del histórico Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), en vigor provisionalmente desde noviembre de 2017.
EL ADPC es un amplio documento de 89 artículos que aborda diversos ámbitos de cooperación bilateral, desde el desarrollo, la prevención del cambio climático y la lucha contra el crimen hasta la protección de los derechos humanos, si bien estos últimos solo ocupan un breve párrafo.
Desde que Bruselas y La Habana entraron en las negociaciones a principios de 2014, "nunca ha habido un diálogo formalizado con organizaciones cubanas que no formen parte de la estructura del Gobierno", como han condenado activistas cubanos y el director de programas para América Latina de Civil Rights Defenders, Erik Jennische.
Otras organizaciones como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) llamaron la semana pasada a suspender el pacto con el régimen cubano a causa del "agravamiento de la represión" en la Isla.
Reunión a puerta cerrada
Los representantes europeos y cubanos se dedicaron el lunes a "fortalecer el seguimiento" de los diálogos políticos y "al mismo tiempo lanzar nuevos diálogos sectoriales sobre agricultura, energía, cambio climático y medio ambiente", según la definición de Mogherini, que no ofreció detalles más concretos sobre la reunión a puerta cerrada.
"También hemos continuado el diálogo sobre la situación y cooperación en la región, y en Venezuela en particular", apuntó, sin especificar si ambas partes llegaron a un consenso sobre la situación en el país sudamericano, donde Cuba apoya incondicionalmente al régimen de Nicolás Maduro mientras la UE niega su autoridad y reconoce al líder opositor Juan Guaidó.
En este sentido, el secretario de Estado español de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia, prefirió restar importancia a las diferencias entre Europa y el Gobierno de Cuba en este asunto.
"La solución negociada, el rechazo a la violencia, la búsqueda de creación de condiciones para que se pueda dar un diálogo directo, que la solución sea política. Todos estos elementos son la base de la posición europea, y no es una posición contraria a la cubana", declaró a un grupo reducido de medios al término de la reunión en La Habana.
Este Consejo bilateral también ha servido para que Cuba y la UE rechacen una vez más la plena activación de la ley Helms-Burton de EEUU, una legislación aprobada en 1996 cuyo título III fue puesto en vigor en mayo pasado por la Administración de Donald Trump.
Esa medida permite presentar demandas ante cortes estadounidenses por el uso de terrenos y propiedades confiscadas por el Gobierno de Fidel Castro tras su llegada al poder en 1959 y se suma a otras sanciones de Washington que prohíben los viajes de cruceros estadounidenses a la Isla. Estas disposiciones han sido consideradas por la UE como "extraterritoriales" y "unilaterales".
Desde que recibió luz verde el título III de la legislación estadounidense aprobada en 1996, comenzaron a aparecer demandas que también han afectado a empresas extranjeras que operan en Cuba, como las hoteleras españolas Meliá, Iberostar y Barceló, la canadiense Blue Diamond y la francesa Accor, así como a las plataformas de reservas turísticas Trivago, Booking y Expedia.
Antes de partir hacia México en una gira latinoamericana que concluirá en Colombia, Federica Mogherini se reunió en La Habana con Miguel Díaz-Canel, publicó el diario oficial Granma.
Ambos abordaron los resultados del Consejo Conjunto y el estado del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, así como el buen momento de las relaciones bilaterales y el endurecimiento del embargo económico y comercial por parte de la Administración Trump.
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Tomado de
https://www.facebook.com/nicolas.aguila.
CIDOB Barcelona Centre for International Affairs
De la
semblanza en Cidob de Federica Mogherini, caracterizada como propalestina y de extrema izquierda
"Portando unas ideas políticas de extrema izquierda, Mogherini fue una precoz –desde los 15 años- y activo miembro de la Federación Juvenil Comunista Italiana (FGCI), la rama de juventudes del Partido Comunista Italiano (PCI), hasta su disolución en diciembre de 1990, poco antes del propio PCI. En 1996, con 23 años, la universitaria trasladó su militancia a la Sinistra Giovanile (SG), organización heredera de la FGCI y que agrupaba a los militantes de menos de 29 años de la principal formación sucesora del PCI, el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), desde 1998 llamado simplemente Demócratas de Izquierda (DS). (...) La joven politóloga, en lugar de iniciar una carrera profesional en el mundo académico, el sector privado o la función pública de Italia, dedicó todo su tiempo al activismo político de izquierdas y desplegó una intensa agenda europea e internacional. (...) También tomó parte como voluntaria en campañas de movilización contra el racismo y la xenofobia.
(Federica Mogherini)
El aspecto más señalado de sus actividades era una profunda filia por el mundo árabe y musulmán que incluía una postura cerradamente propalestina en el conflicto de Oriente Próximo. Mogherini realizó numerosos viajes y largas estancias en países de la región, llegando a conocer personalmente a Yasser Arafat. (...) queda como testimonio una foto de ambos que durante un tiempo estuvo colgada en el blog de ella; luego esta imagen fue retirada de la web de Mogherini, al parecer no mucho antes de convertirse la retratada en ministra de Exteriores de Italia, pero se ha conservado en Internet, donde hay multitud de copias".
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La UE debe exigir a La Habana igual conducta que al resto de sus Estados miembros: OCDH
DDC
Madrid
9 de Septiembre de 2019
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) dirigió una carta a la Alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, donde le advierten que es inaceptable "en su relación con Cuba u otros países de similar comportamiento, que la UE renuncie a exigir pasos claros y compromisos inequívocos hacia el Estado de derecho."
A propósito de la visita de Mogherini a Cuba para la celebración del Consejo Conjunto Cuba-UE, el OCDH consideró que "sería un error de la Unión Europea o de cualquiera de sus Estados miembros, o de su grupo político, aprovechar cualquier circunstancia de las relaciones entre Cuba y otros países, específicamente con Estados Unidos, para intentar fortalecer su posición geoestratégica si esto se hace en detrimento de la exigencia de respeto a los derechos humanos con mecanismos concretos."
Para la organización, ello es incoherente con los propios principios que plantearon los miembros de la UE a sus nuevos candidatos del Este de Europa en 1993, quienes están en "la obligación de disponer de instituciones estables que garanticen la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y el respeto a las minorías."
"Estamos convencidos de que las condiciones que hoy existen en la República de Cuba serían inaceptables en cualquier país de la UE", apuntó el documento.
El OCDH recordó que, a pesar de las sugerencias que hizo en sus contactos con la oficina de Mogherini durante la concepción y redacción del Acuerdo Unión Europea-Cuba, la primera "decidió suspender su juicio moral hacia el Gobierno de Cuba cuando debió actuar, por coherencia política, como habían hecho en sus exigencias a los Estados miembros, o en su propia presentación ante el resto de naciones."
"Cuba no es ni será un país candidato para la adhesión; lo que no significa que la UE deba abdicar de ejercer sobre ella una influencia activa a favor de su democratización", advirtió.
En 2017 el Observatorio sugirió incluir en el Acuerdo aspectos como la "proscripción de la discriminación por razones políticas"; un "cronograma de ratificación de los Pactos" internacionales de los que La Habana es firmante; la "inclusión de la sociedad civil en el diálogo político"; un "mecanismo alternativo de denuncias ciudadanas" y asegurar la "libertad para entrar y salir" de la Isla.
El OCDH recordó a Mogherini que el régimen le preparó un recibimiento "con una demostración de redadas y represión inaudita. Algo que expresa la alta consideración del Gobierno cubano por los servicios prestados. Quizás ya contaba el Gobierno cubano con el comportamiento aquiescente ante las injusticias que le ha caracterizado durante su cargo de Alta Representante de la UE."
Finalmente, el documento exigió de Mogherini "un pronunciamiento de condena por las cerca de tres decenas de activistas detenidos al momento de su llegada a Cuba."
En una carta abierta que buscaba reunir adhesiones, la organización con sede en Madrid pidió a Mogherini poner punto final a ese acuerdo. "La Unión Europea no puede continuar ignorando el agravamiento de la represión en Cuba. Ya es hora de paralizar el acuerdo y de presionar a las autoridades cubanas", indicó el texto de la declaración.
El documento, una versión del cual ya había sido presentada como declaración a inicios de septiembre, advirtió que hasta agosto de 2019 ha habido 1.985 detenciones arbitrarias, además de numerosos casos de allanamientos de viviendas, citaciones ilegales, prohibición de viajes al extranjero y casas sitiadas, así como "el aumento del uso excesivo y arbitrario de la fuerza por parte de la Policía Nacional Revolucionaria contra ciudadanos que muestran su descontento".
Etiquetas: cuba, dictadura, Federica Mogherini, Mogherini, política exterior, tiranúa, UE, Unión Europea
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