jueves, octubre 24, 2019

Un estudio británico apunta a que en Cuba existe un ejército de la tiranía Castrista que 'vigila, censura y restringe los espacios públicos digitales'.



El Gobierno de Cuba tiene 'tropas cibernéticas' permanentes para 'manipular y desinformar'

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Un estudio británico apunta a un ejército que 'vigila, censura y restringe los espacios públicos digitales'.
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DDC
Londres
23 Oct 2019

Cuba junto a Venezuela y Guatemala aparecen en un informe del británico Oxford Internet Institute como los tres países occidentales que dedican "tropas cibernéticas" permanentes para "manipular y desinformar" a través de las redes sociales.

El estudio ha sido publicado por el instituto adscripto a la Universidad de Oxford, en Inglaterra, y establece que "en muchos regímenes autoritarios la propaganda computacional se ha convertido en una herramienta de control de información estratégicamente usado en combinación con vigilancia, censura y amenazas de violencia".

México, Argentina, Colombia y Ecuador, entre otros países, también son incluidos entre 70 otros países que realizan estas prácticas. Sin embargo, en estos las "tropas cibernéticas" son puestas a funcionar solo temporalmente, sobre todo en campañas electorales.

Según el informe, las campañas desplegadas en redes contra políticos, periodistas, disidentes y la sociedad civil están centradas en desacreditar a la oposición y disolver la disidencia política.

En Cuba la desinformación se concreta mediante el monopolio estatal de las Telecomunicaciones (ETECSA), controlado desde el Ministerio del Interior.

La investigación no incluye en el caso de la Isla datos sobre los funcionarios dedicados al "combate ideológico", pero iniciativas independientes sí ha documentado miles de falsas cuentas y perfiles que replican la propaganda del régimen y denigran a activistas, opositores y periodistas independientes.

A principios de septiembre Twitter suspendió decenas de cuentas asociadas al Gobierno cubano, entre ellas la del general Raúl Castro (aún suspendida), de su hija Mariela, así como de medios de prensa oficiales como Cubadebate, todos controlados por el Partido Comunista de Cuba (PCC).

La red social explicó que las cuentas amplificaban exageradamente la información al ser manejadas por un mismo usuario, de ahí la medida tomada.

Sobre Venezuela el estudio apunta al Estado por estar detrás de la desinformación generalizada, aunque también señala el uso de estas "tropas cibernéticas" por políticos, partidos y contratistas.

Twitter eliminó en febrero una base de datos con casi 1.200 cuentas en ese país por estar "involucradas en una campaña de influencia impulsada por el Estado".

A través de estos perfiles, el régimen de Nicolás Maduro hizo viral su propaganda y el supuesto fuerte apoyo popular en medio de la crisis. Venezuela podría tener para tales fines equipos de al menos 500 personas.
Según el documento del Oxford Internet Institute, la red social más utilizada a nivel global para intentar manipular la opinión pública es Facebook.

"La cooptación de las tecnologías de redes sociales proporciona a los regímenes autoritarios una poderosa herramienta para dar forma a las discusiones públicas y difundir propaganda en línea, mientras que simultáneamente vigilan, censuran y restringen los espacios públicos digitales", señala.

Asimismo, el informe describe como otra herramienta el uso de "bots políticos" para amplificar discursos de odio u otras formas de contenido manipulado, la cosecha ilegal de datos y el despligue de un ejército de "trolls" para intimidar o acosar en línea a disidentes políticos o periodistas.

En este acápite vuelve a estar relucir Cuba, que pone como ejemplo de "gobiernos y partidos que utilizan este tipo de herramientas" para "difundir propaganda favorable a su ideología, atacar a la oposición u organizar campañas de desprestigio; distraer o desviar conversaciones o críticas lejos de asuntos importantes; polarizar la sociedad y suprimir la participación a través de ataques personales o acoso".

China, Rusia, Arabia Saudita, India, Irán, Pakistán y Venezuela han tratado de influenciar la opinión pública internacional. En el caso de China, el informe sostiene que se ha convertido en un importante protagonista en materia de desinformación.