domingo, abril 12, 2020

El Embargo y la lógica un artículo desde Cuba de José Gabriel Barrenechea que no es compatible con el conocimiento y la profundidad con los que ha escrito en otras ocasiones sobre otros temas


Cubanos por el Mundo
Abril 10, 2020


Otaola. La mentira del bloqueo a Cuba: la isla comercia con Estados Unidos, aquí te lo demostramos


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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El comercio  entre Cuba y EE.UU. mes por mes y desde 1992 hasta febrero de 2020 puede consultarse en : 
United States CENSUS Bureau
Foreign Trade
Trade in Goods ith Cuba from 1992 to February 2020
(NOTE: All figures are in millions of U.S. dollars on a nominal basis, not seasonally adjusted unless otherwise specified. Details may not equal totals due to rounding. Table reflects only those months for which there was trade.)

Respecto al artículo de Barrenechea:

Son  incongruentes la lucidez y la profundidad  de conocimiento que en otros artículos y temas  ha mostrado José Gabriel Barrenechea,  con las que muestra  en este artículo. 

José Gabriel Barrenechea  pregunta: ¿para qué sirve el embargo?Bueno, me responden, es para que sus legítimos propietarios puedan recuperar los bienes nacionalizados por el castrismo.

Debo primero aclararle a Barrenechea que el Embargo es muy útil  por otras razones, aunque la causa que lo originó fue el robo de las propiedades norteamericanas por la incipiente tiranía Castrista,   y que  lo que hizo de manera específica fue  estatalizarlas al apropiarse la dictadura de ellas, lo cual  también  hizo con las propiedades de los nacionales cubanos. En 1958 más del 85% de la economía  de Cuba estaba en manos cubanas.


 ¿A los siguientes datos de comercio entre Cuba y EE.UU. se le puede llamar Bloqueo ?

Desde años  antes del supuesto deshielo  entre EE.UU. y la tiranía Castrista comenzado oficialmente el 17 de diciembre de 2014 ya  el comercio superaba ampliamente el comercio entre esas partes después del deshielo. La terrible situación económica de la colonia Castrista que es Venezuela  y la estrategia de la tiranía de  no comprar alimentos  a EE.UU. para presionar a que  se levantara el Embargo  y  con ello  los círculos financieros norteamericanos  le abrieran líneas de crédito a la tiranía Castrista para con ese dinero le comprara a compañías norteamericanas. Los acreedores de los círculos financieros siempre van a cobrar pues por las leyes de EE.UU. el gobierno (es decir el pueblo trabajador norteamericano mediante  los impuestos) les indemnizaría la pérdida sufrida por la tiranía no pagarle el crédito otorgado,  mientras que las compañías norteamericanas  estarían contentas de haber vendido. ¿ Quién se perjudicaría?: El pueblo norteamericano ya que no vería revertido hacia él  lo pagado en los taxes o impuestos ...

 Una digresión: en  años  recientes Cuba  importó aproximadamente el 80% de los alimentos que consume y en el año 2005 EE.UU.  fue el mayor proveedor de alimentos. La dictadura totalitaria de los Castro  no publica las  cifras de importaciones de alimentos desde EE.UU.: para seguir culpando al embargo norteamericano de todas las  desgracias de Cuba...

 Veamos algunas cifras antes del deshilo  y verán que sólo en el año 2013 casi DUPLICÓ  lo que exportó EE.UU. a Cuba EN LOS DOS AÑOS DEL SUPUESTO DESHIELO.

 


A continuación  una relación de los equipos médicos  adquiridos por la tiranía Castrista,  muchos de los cuales fueron adquiridos con préstamos financieros  de algunos de esos  países que hoy siguen sin pagar:




Contradicen cifras de la Casa Blanca sobre comercio entre EEUU y Cuba



Deseo señalar que el Embargo norteamericano (que no fue diseñado ni implementado para derrocar al Castrismo) ha sido eficaz en determinados aspectos y momentos; uno de esos aspectos y momentos  fue que limitó significativamente  en el mundo  la actividad de subversión y de apoyo al terrorismo  del Castrismo  después de la caída  del Socialismo en Europa del Este y en particular en la extinta URSS.

No olvidemos que para la tiranía con el levantamiento del Embargo  la tiranía  Castro comunista  tendría también  acceso al Fondo Monetario Internacional y a otras instituciones bancarias mundiales que le facilitarían  grandes créditos financieros,  cuyo dinero  se utilizaría en parte para controlar y reprimir a la parte del  pueblo cubano que muestre desafecto con la dictadura de más de 60 años..

Me pregunto: ¿ Qué frutos positivos para la liberación y democratización de Cuba  han tenido las relaciones diplomáticas y comerciales de Cuba con el resto del mundo  y en particular con la Unión Europea? ¿Qué se ha logrado con el hecho que el totalitarismo Castrista haya sido admitido en las Cumbres Iberoamericanas y haya firmado múltiples tratados que nunca ha cumplido como es, por el ejemplo, el de Viña del Mar? ¿ Qué se consiguió  con el hecho de que el mundo se abriera  a Cuba después del llamado del Papa Juan Pablo II en 1998?. La tiranía no se abrió a su pueblo ni al mundo. Los intereses de los que tiranizan a Cuba son muchos pero también y desgraciadamente los intere$e$  y ambicione$ de extranjero$ y cubano$, cubano$-americano$, etc. (que residen en Cuba y en el enterior de Cuba)  conspiran contra la liberación y democratización de Cuba.

Las donaciones de China para Cuba con el objetivo de  combatir el virus SARS-Co-2 y la enfermedad Covid-19   pueden enviarse en aviones y por medio de   barcos que acerquen la donación a Cuba y de ahí  la tiranía  trasladarlas para Cuba.  Cuba llegó a tener (gracias al subsidio y la deuda a  la Unión Soviética, la deuda a los  demás países socialistas ya la deuda a países capitalistas como, por ejemplo,  los que integran el Club de París) una gran marina mercante y una flota pesquera cuya presencia estaba en todo el mundo y que se usó para múltiples labores y tareas como la de trasladar tropas y equipos militares para intervenir militarmente en otros lejanos países, al igual que lo hicieron algunos aviones civiles de Cubana de Aviación. Para mayor conocimiento de lo que sucedió y sus causas  respecto a una donación china puede leer el artículo que aparece en el post Las mentiras y medias verdades de una donación de China a Cuba para luchar contra el coronavirus, Esta es la historia completa de una verdad a medias.

Finalmente: El Embargo norteamericano a la tiranía Castrista y la Ley Helms-Burton son instrumentos  para  negociar en un futuro la liberación y democratización de Cuba ante maniobras que traten de impedirlas.  El Embargo se levanta si se cumple lo codificado en la Ley Helms- Burton: SEC. 204. LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO ECONOMICO DE CUBA, que he reproducido en otros posts de este blog, pero que pueden  resumirse en: 1) Liberación de todos los presos políticos 2)  Legalización de todos los partidos políticos 3) Llamado a elecciones libres,  democráticas y pluripartidistas con  la presencia de observadores internacionals que garantizen  que las  campañas electorales y las elecciones se desarrollen libre de fraudes y con igualdad de condiciones para todos los partidos políticos.
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El Embargo y la lógica

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Si la gran mayoría de los que apoyan el embargo están fuera de la Isla, qué lógica tiene el pensar que esa estrategia de mandar a inmolar a los de abajo dará algún resultado en el sentido esperado
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Por José Gabriel Barrenechea
Santa Clara
10/04/2020 

Si como me replican los que están a su favor el embargo no afecta a los de abajo, ya que se pueden importar alimentos y medicinas de Estados Unidos, y constatablemente a los de arriba, que hasta carros usados se traen de allá; si para comprar lo imprescindible para reprimir y vigilar el régimen encuentra mejores proveedores en Rusia y China, o para pagar su eficiente red de chivatos no necesita más que entregar diplomas cada 26 de marzo, o hacerse de la vista gorda y dejar que sus incondicionales roben a diestro y siniestro, entonces: ¿para qué sirve el embargo?

Bueno, me responden, es para que sus legítimos propietarios puedan recuperar los bienes nacionalizados por el castrismo.

Se entiende que los ciudadanos americanos, descendientes de los entonces ciudadanos americanos a los cuales se les intervinieron tierras, negocios, industrias, casas… presionen a su gobierno para que tome medidas que les permitan recuperar lo perdido por sus familias. Incluso se entiende que algunos cubanos, nacionalizados americanos, pero descendientes de cubanos que no eran ciudadanos de los States para la fecha de la expropiación, intenten colarse por esa puerta. Pero si no se es apoderado del yuma referido en la primera oración, o del cubano naturalizado de la segunda, si tus abuelos no tenían ni un puesto de fritas en 1960, o en el 62 o 68, ¿por qué apoyas un embargo que según esa percepción tiene como fin únicamente recuperar los bienes “robados” por el gobierno revolucionario? Porque permítaseme aclarar que, aunque ahora todos los cubanos nos las demos de descendientes de algún dueño de ingenio, o de al menos una bodega, la realidad es que no es así, y que si bien antes de 1959 Cuba no era el infierno que el castrismo deseara hacernos creer, tampoco era el paraíso de la pequeña propiedad burguesa sobre la Tierra que otros, desde una percepción de nuestra historia tan simplificadora como aquella, pretenden imponernos.

Me dirás, seguro, que defiendes la devolución de las propiedades, y consecuentemente el embargo porque eres un creyente fundamentalista en el derecho de propiedad como inalienable. A lo que te respondo que los únicos derechos inalienables son los referidos al libre pensamiento, a su libre expresión, y a la libre reunión para defender el criterio propio en la conformación de las decisiones de la colectividad. Y que en el libre ejercicio de esos únicos derechos inalienables los cubanos nos dimos una Constitución, la de 1940, en la que a la propiedad se la define no como inalienable sino de interés social, embargable en caso de interés público. Lo que es muy importante aquí, porque evidentemente los imaginarios de los cubanos contemporáneos a las expropiaciones se mantuvieron dentro del marco legal de dicha Constitución, y dentro del espíritu social que consensuó a aquella: La Ley Fundamental castrista de 7 de febrero de 1959, y las consiguientes hasta 1976, se mantuvieron apegadas al texto de la Constitución de 1940, y todas ellas mantuvieron ese carácter de la propiedad no como derecho individual, sino como institución de interés social; por su parte el declarado propósito de todas las oposiciones al castrismo, contemporáneas a las expropiaciones, era restablecer dicha Constitución, con lo cual admitían su legalidad de fondo, y solo negaban que fuera procedente haberlo hecho de la manera en que se hizo. Lo que a la larga las llevaba, al menos a las oposiciones consecuentemente democráticas, a admitir la procedencia de la Primera Ley de Reforma Agraria, o de la Ley de Reforma Urbana, que contaron con un mayoritario apoyo al momento de ser adoptadas, y lo mantuvieron luego, hasta el presente.

El asunto con el embargo es que sí afecta a los de abajo, aunque para nada a los “barrigas llenas” de arriba. Si no me cree vaya a preguntarle a Díaz-Canel y sus 40 ladrones, a toda su pandilla de bien vitaminados y curvilíneos miembros del cuadro administrativo sociolisto que lo rodean, si han notado que su dieta desmejorara de enero de 2017 a la fecha.

Por tanto, constatado todo lo anterior, dado que hay tan pocos cubanos con posibilidad de recuperar algo (más bien las hay de perder o una casa o una finquita), o de apoderados de futuros yumas afortunados, cuando se dicte la organización de un “Ministerio de Bienes Recuperados”, no nos queda más que aceptar que lo que se persigue con el embargo es que los de abajo nos tiremos para la calle.

Bien, si es así, dejando de lado el si es ético o no que yo intente manipular a mis connacionales, mediante la necesidad, para que se arriesguen a hacer lo que la mayoría de los que empujan no tendrán que hacer, porque la gran mayoría de los que apoyan el embargo están fuera de la Isla, está el hecho de si tiene alguna lógica esperar que está estrategia de mandar a inmolar a los de abajo dará algún resultado en el sentido esperado.

Aquí, más que la lógica, parece faltar la capacidad de ponerse en los zapatos del otro: la incapacidad de los cubanos de afuera, que son quienes con más entusiasmo apoyan al embargo, de ponerse en los gastados del de adentro. Un problema que tiene que ver con la increíble capacidad del cubano para olvidar, sobre todo para olvidar cómo vivía en Cuba, y como pensaba en ella (quizás sea que el cubano nunca piensa conscientemente, y por eso no alcanza a recordar sus pensamientos), a sólo tres meses de haberla abandonado. Problema que empeora el que haya ciertos isleños dispuestos a decirle a los de afuera sólo lo que estos desean oír, vaya a saberse por qué razón…

Para que se entienda: si usted llega y me dice a mí, pobre diablo isleño que no ve mucho más allá del muro informativo con que el régimen me ha rodeado por todas partes, que Cuba está hecha mierda por causa del gobierno (el isleño ni en privado dice régimen), y San Seacabó, yo de inmediato me pregunto: bueno, y si está mierda funciona tan mal que se mata sola, ¿para qué además le aplican el tal bloqueo ese (el cubano isleño dice bloqueo, no embargo, incluso cuando lo entrevistan para una visa en la Embajada)? ¿Y si tan mal funciona, y además le han puesto un bloqueo para acelerar su colapso, cómo es que ya ha durado sesenta años?

Porque el cubanito será un total mal informado a resultas de la política informativa del régimen, pero algo de la más elemental lógica se le pegó en sus estudios en el sistema educativo cubano. Además de que no es sólo cuestión de su capacidad lógica, sino de que esa pregunta el régimen se encarga día, noche y madrugada, de promoverla en su cabeza, con una insistencia y acceso a ella de la que carecen aquellos que se inventan cincuenta mil justificaciones para justificar su apoyo al embargo.

Porque nunca se debe de olvidar que todavía hoy el cubanito isleño es parte de una audiencia cautiva, secuestrada por el régimen.

Con lo que no debe de extrañarnos que los ciudadanos lleguen en Cuba al convencimiento de que algo de razón hay en lo que le dice el gobierno, mediante sus medios que lo rodean como un muro infranqueable. Que dé por buena la explicación de que su pésima situación se debe a la actitud y actividad antipatriota de los malos cubanos que apoyan y promueven el embargo. Y por tanto no debe de extrañarnos que los cubanos de adentro terminen por hacer todo lo contrario de lo que quienes buscaban presionarlos con sus necesidades perseguían, y sí, terminen por tirarse para la calle, pero el primero de mayo. Más cuando el régimen ha demostrado cierta capacidad para abrirse otras posibilidades que ayudan a no dejar que el país finalmente colapse, gracias a que al presentarse como una víctima del acoso “imperial” consigue la solidaridad de los muchos que en este planeta, de una u otra manera, no están a gusto con la posición hegemónica de Estados Unidos en el sistema mundial.

Por cierto, el que los cubanos terminen por irse a la calle no cualquier día, sino el primero de mayo, no necesariamente debe interpretarse como que son unos tracatanes lame culos. Consideremos que la absoluta mayoría de quienes escriben esas bellezas de argumentos, como respuesta a quienes intentamos confrontar su apoyo al embargo, o sea el 99,99 % de los emigrados jóvenes, tan combativos ahora bajo la sabía guía, por el camino correcto que les señalan unos cuantos camajanes que han aprendido a vivir de la politiquería barata, como el señor Otaola, antes de dejar Cuba no le disparaban un hollejo a un chino, y tampoco se perdían un desfile del primero de mayo. Actitud que de inmediato cambiaron no bien abandonaron esa burbuja informativa en que eran mantenidos acá (aunque seamos sinceros, también influyó en ese cambio el haberse puesto a buen recaudo de la simiesca mano de la Seguridad del Estado).

Los emigrados pueden pensar que la opinión va por el camino que ellos quisieran, y que el embargo está casi al lograr sus objetivos. Que mañana en una cola de detergente o de pollo va a comenzar la Revolución que les permitirá, cuando ya se haya pacificado la cosa, claro está, regresar a una nueva Cuba. Una nueva Cuba en que cualquiera con 100 dólares podrá comprar el puerto del Mariel, o recuperar vaya a saberse que ruina.

La realidad es muy otra, no obstante.

El embargo, para el cubano que desconoce sus detalles escritos en letra pequeña, y que sólo sabe de que por culpa de él no pudieron traer una donación de medicamentos de China, o que fue Trump quien le jodió el negocito de que se había hecho con los pasajeros de los cruceros yumas, no funciona más que como una buena razón para dejarse enredar por el discurso nacionalista y antiimperialista del régimen, o en todo caso como un ruido que junto al control totalitario de los medios de comunicación no le deja ver claro.

El embargo por un lado no deja ver con claridad que es la natural ineficiencia del régimen cubano la que le hace el mayor daño a la economía cubana, y por el otro facilita el que al presentarse como víctima de una superpotencia, no muy querida en todas partes, pueda obtener hasta mecenas que se ocupen de pagar para mantener funcionando en precario su economía.

Resumiendo: el embargo no logra más que darle las condiciones de aislamiento, y la atmósfera de acoso, que tan esenciales son al castrismo. Apoyarlo por tanto es una de tres: un empecinamiento idiota, carente de lógica y demasiado embarrado de esa testosterona que tanto afecta los asuntos políticos nuestros; una manera de apoyar discretamente al castrismo; el resultado de intentar mantener una industria espuria, un negocito para vivir del cuento del anticastrismo militante.

Notas anexas:

1. El tinglado represivo en Cuba requiere de muy poco para operar con eficiencia: algunos jeeps o motos Suzuki chinas para asegurar la movilidad, par de Ladas chinos, un pedazo de puerco para los agentes de cuando en cuando, tolerancia para los cambalaches e irregularidades en el ejercicio de sus funciones, una habitación de mala muerte una vez al año en algún balneario de segunda, la seguridad de que al retiro del agente se le conseguirá un empleo con mucha “búsqueda”… con eso basta.

2. La señorita París Hilton no tiene nada que reclamar en Cuba, dado que la empresa de su abuelo solo administraba el hotel propiedad de un sindicato cubano de empleados del comercio.

3. Es muy interesante como hay un tipo de disidente que mientras vive en la Isla va contra el embargo, pero que al poner un pie en Miami de inmediato cambia de opinión. Como he comprobado la escasa capacidad del proembargo para argumentar de forma convincente su elección (comunistón, chivato, lame culos… no son buenos argumentos), me pregunto si los tales no iban contra el embargo aquí más que para no aparecer ante el régimen como radicales. Para cuidarse las espaldas. Todo un error, por cierto, porque si a un opositor le teme el régimen no es al radical, sino a ese con un discurso que le disputa lo que considera su monopolio sobre cierta posición política.


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