Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola, eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace casi 60 años, sino por distintas razones; veamos algunas:
1) Resultaba mucho más barato comprar, por ejemplo, el arroz en los EE.UU., en los Estados de la cuenca del Mississipi, que cultivarlos en Cuba; con otros cultivos sucedía lo mismo. Por cierto: Cuba en el año 1958 fue el tercer productor de arroz de America Latina y produjo 256,000 toneladas métricas de arroz ya molinado. El arroz representó en ese año el 6.6% de la riqueza nacional y tenía 162,000 hectáreas dedicadas a este cultivo . El consumo de arroz per cápita del cubano era de 110 libras/año. Esas cifras se obtuvieron después del plan de diversificación de la economía cubana comenzada por el Presidente Carlos Prío Socarrás y continuada e impulsada por el gobierno de Fulgencio Batista y Zaldivar, la cual se llevó a cabo pese a las medidas que tomó el gobierno norteamericano en contra del gobierno de Batista como consecuencia de la labor de los lobbystas o cabilderos de las industrias norteamericanas afectadas que residían en territorio norteamericano, entre las que se encontraban los productores de arroz de la cuenca del Mississippi. Para profundizar sobre estas medidas adjunto un artículo de mi autoría y para conocer más logros de la economía cubana preCastrista pueden hacer click AQUÍ.
Tengo la opinión que el no haber comprado arroz durante una década a EE.UU. fue una estrategia de la tiranía Castrista para que los productores de arroz de EE.UU. cabildearan en el Congreso de los EE.UU. para que se levantara, sin las condiciones presentes en la Ley Helms-Burton, el Embargo norteamericano contra la tiranía Castrista y con ello ciertos círculos financieros norteamericanos le hiciera préstamos financieros a la dictadura Castrista, parte de los cuales se utilizarían para ampliar y modernizar sus organismos de represión política; préstamos que finalmente el pueblo norteamericano pagaría, pues la tiranía es un relevante no pagador de sus deudas y eso lo saben el Club de París, la extinta Unión Soviética y los demás países de Europa del este, Japón, etc. Veamos como fue el comercio entre Cuba y EE.UU. en años recientes.
2) Era más barato comprar en EE.UU. la manteca de cerdo, la cual apenas se consume en los EE.UU.pero que era entonces de consumo tradicional en Cuba, que producirla en Cuba o producir aceites vegetales.
3) En Cuba se intentó por los años 20s y 30s cultivar trigo, sobre todo en las provincias centrales, pero no dió resultado, luego la harina de trigo, fundamental para hacer panes, galletas, confitería, etc., se tenía que comprar en el exterior cubano y así otros productos que eran de consumo tradicional del cubano.
4) Finalmente, los cubanos estábamos acostumbrados a consumir bacalao de Noruega, tasajo uruguayo (en Cuba estaba prohibida la matanza de ganado caballar), al igual que la mantequilla holandesa, quesos franceses y suizos, turrones, jamones y vinos españoles, peras, manzanas, melocotones, albaricoques enlatados de EE.UU., calamares y sardinas españolas, etc. .En resumen: Los cubanos éramos un poco sibaritas dentro del alcanze que tenían nuestros bolsillos y nos gustaba darle gusto al paladar, aunque los alimentos y bebidas fueran exóticos. Los más pobres siempre tenían los recortes de tasajo y de bacalao, así como el picadillo. Dada la abundancia en Cuba antes de 1959 se sacrificaban las terneras para que el precio de la carne de res no bajara demasiada.
En el mencionado librito y en el Cuadro No. 20 se muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional. Señalo que en Cuba siempre han existido períodos de lluvia y períodos de sequía, ciclones y otros desastres naturales.
Por cierto, Oscar Pino Santos pese a la gran ineficiencia económica que él ayudo a crear después del 1 de enero de 1959, no tengo conocimiento de que hubiera escrito o dicho públicamente críticas a la ineficiencia endémica y sistémica del período revolucionario. Quizás por eso, poco antes de morir, se le otorgó el Premio Anual correspondiente a las Ciencias Sociales. Aclaro que en Cuba antes de que muriera Oscar Pino Santos, yo entregué a la revista Vitral de la Diócesis de Pinar del Río, un artículo donde tocaba estos temas relacionados con Pino Santos y su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana. No se publicó ¿?.
En el siguiente listado de precios es bueno aclarar que esos precios son los promedios, pues según la calidad y las marcas de cada alimento, ellos poseían un gran abanico de precios.
En la tabla No. 23 se puede observar como los porcientos de las importaciones de los Bienes de consumo No Duraderos van disminuyendo entre 1912 y 1957, lo cual se explica por el incremento en los porcientos de las importaciones de Materias primas y envases; sobre todo a partir del año 1927 en que el Presidente Gerardo Machado y Morales introdujo una nueva Ley Arancelaria que de manera significativa impulsó la creación y desarrollo de industrias nacionales; en particular aquellas industrias relativas al aseo personal y de la higiene en general.
Las tablas anteriores fueron tomadas del libro del comunista y castrista Oscar Pino Santos:
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Ante la falta de leche, una industria de Cuba cambia el helado por el batido de soya
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Como en el 'Periodo Especial', el crítico sector alimentario busca sustitutos para productos que escasean en tiempos de pandemia.
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DDC
Las Tunas
25 Mayo 2020
Un "novedoso" batido realizado a base de leche de soya y pulpa de fruta ha sido aprobado para la comercialización, por lo que se podrá encontrar próximamente en los mercados, según anunció el director de la estatal
Empresa de Productos Lácteos de Las Tunas a la oficial Agencia Cubana de Noticias.
Esta iniciativa está enfocada en la sustitución del 50% de la producción de helados en la provincia que se encuentra afectada por el déficit de leche en polvo.
"Una permanente innovación para incrementar las variedades de sus productos a partir de la soya, como materia prima básica ha hecho que la empresa (…) responda con vigor a las exigencias de una etapa tan tensa como la actual, para enfrentar la pandemia de Covid-19", añade la nota.
Arael Martínez Teruel, quien se desempeña como director de esta entidad, comentó a la agencia oficial que "el producto tendrá aceptación popular, pues las producciones realizadas en fase de pruebas han sido muy elogiadas por las personas que ya las han degustado".
También se informó sobre el más reciente producto confeccionado en la entidad, al que nombraron "dulce de leche" porque es “muy similar a la leche condensada que durante años circulaba en la red de Mercados Ideales; ahora se elabora igual, pero en lugar de leche en polvo como materia prima fundamental, se emplea leche de soya".
Según Martínez Teruel, también ha sido muy bien recibido por la población el miragurt, un producto conformado por "suero pasterizado, maicena y azúcar" además de otros productos "tradicionales" como el requesón y el cresol.
Ante la ausencia de leche en polvo la empresa ha tenido que sustituirla mayormente por la soya, un producto que adquirió una controvertida notoriedad en la Isla durante la crisis de los años 90, a la que se llamó eufemísticamente
"Periodo Especial".
A la par de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus Cuba sufre otra de mayores dimensiones con el abastecimiento de alimentos, evidenciada por la drástica caída en la producción de cerdo y pollo.
La Empresa Productora y Comercializadora de Glucosa, Almidón y Derivados del Maíz radicada en Cienfuegos también anunció recientemente la salida al mercado de productos "nuevos" como el
aceite derivado del maíz y las cremas saladas de almidón con sabor a queso, pollo o chorizo.
El
detergente de Henequén, creado en los años 90 y la harina de yuca son otros de los productos cuya fabricación se ha retomado ante la actual crisis.
Etiquetas: alimentos, canasta básica, crisis alimentaria, cuba, déficit, economía, helados, innovaciones, leche, leche en polvo, oscar pino santos, período especial, precios, sequía, soya, sustitución
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