Tomado de https://www.cubaencuentro.com
¡De leche!
********
¿Dónde queda la política de alentar la producción nacional y así reducir nuestra casi total dependencia de las importaciones para nutrir las magras raciones de los cubanos de a pie?
********
Por Waldo Acebo Meireles
Hialeah
19/10/2020
En el espacio radiotelevisivo Mesa Redonda, que se transmitió el 14 de octubre con la intención de responder las inquietudes de la población, Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y el Desarrollo de los Lineamientos, en referencia a la diferencia costo-beneficio entre la leche importada y la de producción nacional, explicó que en la actualidad, la leche de vaca se le paga a los productores nacionales en el orden de los 4,50 CUP por cada litro, mientras que la tonelada de leche importada está en el orden de los $3.000 a $3.400 la tonelada, por lo que cada litro de leche importado estaría costando 30 centavos de dólar.
“Si una tonelada de leche tiene 10.000 litros, entonces un litro de leche importado estaría costando 30 centavos. La leche que se le compra al productor cuesta 4,50 CUP, y la importada cuesta 0,30 centavos, pero cuando esta se procesa en la industria sale con un precio de tres pesos. En buena razón, lo que es comparable son los 4,50 con los 0,30 centavos”, dijo Murillo Jorge.
Añadiendo que, “en términos de costo, a la industria nacional le es más beneficioso trabajar con leche importada que con la nacional, porque esta le cuesta 4,50 CUP x litro mientras que la importada sale a 0,30 USD por cada litro”. Tal información es un claro ejemplo de por qué la economía cubana está en una crisis abismal y permanente ya que este troglodita, que incluso fue ministro de Economía, es incapaz de sacar cuentas, no matemática superior, no, simple aritmética elemental. Veamos:
La tonelada de leche importada nos cuesta $3.000 y esa misma tonelada comprada a los productores cubanos 45.000 CUP, genial; ¡tremendo ahorro!, pero hay un problema 45.000 CUP al cambio oficial —no tomemos en cuenta que, en el cambio real, el que se produce en la calle, se necesitan muchos más CUP— serían $1.800. Es decir, saldría $1.200 más barata si se les comprara a los productores criollos. Eso sin tomar en cuenta de que el dólar estadounidense no está muy abundante que digamos y el CUP anda por ahí sobrado, a la patá’.
Por otra parte, en dónde queda la política de alentar la producción nacional y así reducir nuestra casi total dependencia de las importaciones para nutrir las magras raciones de los cubanos de a pie. Nada que hacer, nos gobiernan analfabetos e idiotas consumados que no solo no tienen la menor idea de cómo funciona el mercado, sino que ni sumar y restar saben.
Lo que nos viene encima es de apaga y vámonos, que es en definitiva lo que hacen aquellos que se les da el más mínimo resquicio para la estampida, mientras tanto a nuestros hijos les quitan la leche, por cierto nada abundante ni de buena calidad, a los siete añitos, a partir de ahí a buscársela donde sea y como sea y mientras tanto siguen con los grande cálculos y la aún más grandes ideas, vaya no queda más remedio que decir ¡esto está de leche!
© cubaencuentro.com
************
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
A continuació cifras y estadística añadida sobre la base de tablas del libro El Imperialismo Norteamericano en la Economía de Cuba del economista marxista Oscar Pino Santos, quien trabajó hasta casi su muerte en el Consejo de Estado de la dictadura totalitaria de los Castro en Cuba y que recibió el Premio en Ciencias Sociales en el año ¿2006? por su obra de toda la vida. El susodicho libro fue escrito en 1957, pero fue publicado después del triunfo de la Revolución. Es notorio que Pino Santos se calló la boca o se olvidó de su pluma para escribir los garrafales disparates con los que el Castrismo destruyó a la economía cubana y la cultura de trabajo del pueblo cubano. También este bloguista de BC añadirá algunos comentarios relativos al contenido de las tablas. Antes de comenzar con las tablas señalaré que la población de Cuba en 1957 era de aproximadamente 6 millones de habitantes.En el libro de Oscar Pino Santo, fallecido en Cuba y, si mal no recuerdo, uno de los coautores de la primera Ley de Reforma Agraria, ley firmada el 17 de mayo de 1959, podemos ver cosas muy interesante en su Cuadro No. 20 teniendo en cuenta que las vacas cubanas siguen comiendo yerba y el clima de Cuba y la fertilidad de la tierra cubana no es muy diferente a los existentes antes del triunfo de la supuesta Revolución.
El mencionado Cuadro No. 20 muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor ( en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, se muestran datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional.Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola, eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace 53 años, sino por distintas razones; veamos algunas: 1) Resultaba mucho más barato comprar, por ejemplo, el arroz en los EE.UU., en los Estados de la cuenca del Mississipi, que cultivarlos en Cuba; con otros cultivos sucedía lo mismo. Era más barato comprar en EE.UU. la manteca de cerdo, la cual apenas se consume en los EE.UU.pero que era entonces de consumo tradicional en Cuba, que producirla en Cuba o producir aceites vegetales.
2) En Cuba se intentó por los años 20s y 30s cultivar trigo, sobre todo en las provincias centrales, pero no dió resultado, luego la harina de trigo, fundamental para hacer panes, galletas, confitería, etc., se tenía que comprar en el exterior cubano y así otros productos que eran de consumo tradicional del cubano.
3) Finalmente, los cubanos estábamos acostumbrados a consumir bacalao de Noruega, tasajo uruguayo (en Cuba estaba prohibida la matanza de ganado caballar), al igual que la mantequilla holandesa, quesos franceses y suizos, turrones, jamones y vinos españoles, peras, manzanas, melocotones, albaricoques enlatados de EE.UU., calamares y sardinas españolas, etc. .En resumen: Los cubanos éramos un poco sibaritas dentro del alcanze que tenían nuestros bolsillos y nos gustaba darle gusto al paladar, aunque los alimentos y bebidas fueran exóticos.
.
Este cuadro No. 20 refleja la canasta básica del pueblo cubano. Observen que la leche y todos los productos lácteos eran más del 90% de producción nacional. Algunos productos se importaban porque era más barato comprarlos en el exterior y traerlos al país que cultivarlos.
Este cuadro muestra que casi había una res por habitante de
En el artículo ¿Cuánto le costará el castrismo a Cuba? del articulista Roberto Álvarez Quiñones publicado en este blog el 18 de enero de 2019 se lee el siguiente fragmento:
¨En 1958, en Cuba, el salario industrial promedio era de seis dólares diarios, el tercero más alto en América, y el octavo mundialmente detrás de EEUU (16.80), Canadá (11.73), Suecia (8.10), Suiza (8.00), Nueva Zelanda (6.72), Dinamarca (6.46) y Noruega (6.10). El salario agrícola cubano era de tres dólares, el séptimo más alto del mundo, tras el de Canadá (7,18), Nueva Zelanda (6.72), Australia (6.61), EEUU (6.80), Suecia (5.47), y Noruega (4.38). Todos esos datos se encuentran en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Un obrero industrial cubano "explotado" por la burguesía en 1958 percibía 130 dólares mensuales, equivalentes a 1.128 dólares de hoy. Su nieto "liberado" por el socialismo hoy gana menos de 31 dólares mensuales, haciendo lo mismo. El abuelo ganaba 37 veces más.
Antes de 1959 Cuba se autoabastecía de alimentos, y los exportaba. El consumo de carne de res per cápita superaba los 50 kilogramos, uno de los más altos del mundo y tercero de Latinoamérica luego de Argentina y Uruguay, según la CEPAL y la FAO. La Isla era autosuficiente en producción de leche, frutas tropicales, carne de cerdo, pollo, café, tabaco, viandas, hortalizas y huevos. Era el primer país latinoamericano en consumo de pescado y el tercero en calorías con 2.682 diarias.¨
**************
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Teniendo en cuenta que soy habanero diré que la leche condensada que más recuerdo es la de nombre ¨La Lechera¨; de la fábrica ¨Guarina sólo recuerdo sus helados y el queso patagrás Guarina; de la fábrica ¨Nela¨ recuerdo su queso crema, su mantequilla y su queso proceso... La fábrica ¨Nela¨, por obra y gracia de la Robolución, está debajo de las aguas de la presa Zaza y ahora no tenemos arroz ni productos ¨Nela¨ por una de las tantas ideas brillantes de ese ¨genio¨ que lejos de ser como el Rey Midas que convertía todo lo que tocaba en oro, ese ¨genio¨ lo convertía en mie.... y pregúntenselo a la industria azucarera. Antes se decía que ¨sin azúcar no hay país¨, lo que se es que ahora no hay azúcar ni país, pues Cuba es una finca o plantación donde los dueños y los capataces o mayorales no pueden ser más ineptos para crear riquezas.
**************
¿Sabías que Cuba llegó a exportar leche condensada?
¿Se acuerdan de la leche condensada cubana? Pues hablaremos un poco de ella en esta entrada, sus inicios e historia. Para empezar, aclaremos un punto: Cuba importó toda la leche condensada que consumía hasta el año 1930, momento en el que se inauguró la primera fábrica en la zona de Bayamo, propiedad de la Compañía Nacional de alimentos. Luego crecerían las fábricas hasta el número de cuatro, operadas por tres compañías, todas de capital cubano. ¡Sigue leyendo para aprender más de ellas!
Compañía Nacional de Alimentos
Se escogió una zona tan aislada como Bayamo para construir la primera fábrica de leche condensada en Cuba porque los promotores de la fábrica sabían que se acercaba la Carretera Central que permitiría transportar el producto sin muchas complicaciones. Además, la producción de leche del lugar no era nada despreciable, lo que aseguraba la materia prima. Una vez inaugurada la fábrica, la producción lechera de Bayamo creció incluso más. Esto se debe al estímulo que significaba para los productores la existencia a la mano de un gran comprador que se quedaba con toda la producción.
En 1932, en plena crisis, ya la fábrica produjo 200.000 cajas de 48 unidades (con un peso de 397 gramos cada lata). En diciembre de 1938, la compañía abrió una nueva fábrica en Sancti Spíritus, rica cuenca lechera, que elevó aún más la producción. Así, en 1941, se produjeron un total de 1.200.000 cajas, una cantidad que excede en 400.000 cajas las necesidades del consumo doméstico. Esto permitió que el país, en menos de una década, pasara de importador a exportador de leche condensada.
La Segunda Guerra Mundial estimuló el consumo interno de leche condensada en el país por el quebranto temporal de la producción de leche fresca (las necesidades de guerra obligaron a los productores a concentrarse en los cultivos de caña y arroz). Fueron estos los años en que el Ministerio de Comercio topó el precio de la leche condensada para evitar la especulación; una regulación que se mantuvo hasta el fin de la República.
Gracias a la Compañía Nacional de Alimento, en 1958 obtenían su sustento 550 familias cubanas.
La fábrica de leche condensada Nela
Nela es quizás la más conocida de las fábricas cubanas que se dedicaban a la fabricación de leche condensada antes de 1959. Se deba esto quizás al hecho de que, a pesar de haber llegado relativamente tarde a este giro, tenía una amplia gama de productos que abarcaban todo el proceso industrial de la leche, desde la producción de queso hasta la de leche en polvo, lo que la hizo calar más que otras en el imaginario popular.
Considerada en la década de 1950 como una de las mejores plantas de tratamiento de leche del mundo, Nela se había elevado mucho desde su modesto origen. Nela fue fundada en 1929, en Sancti Spíritus, con el nombre comercial de “La Espirituana” para pasteurizar leche de abasto público. Luego, sufrió numerosos vaivenes económicos y reestructuraciones, estuvo incluso paralizada y en algunos momentos llegó a procesar la ridícula cantidad de 64 litros de leche.
En 1949, tras realizar una gran inversión en su planta, comenzó a fabricar leche condensada y posteriormente leche en polvo.
Productos lácteos Guarina
La fábrica de productos lácteos Guarina, que operaba bajo la razón social de “Derivados de la Leche SA”, se encontraba situada en la provincia de Camagüey. Se construyó en 1929 con el objetivo de pasteurizar la leche que consumía la ciudad y posteriormente se convirtió en una fábrica de quesos y mantequilla.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la gerencia acometió un plan de inversiones para modernizar la fábrica que, luego, incorporó otras líneas de producción como la de leche condensada y la de leche en polvo. La primera – que es el objetivo de esta entrada – se producía en dos variantes: enlatada, como tradicionalmente había sido siempre, y a granel.
Guarina daba empleo a 140 personas. Su cadena de distribución era larga y eficiente, con un distribuidor en cada ciudad grande del país y también en muchas poblaciones pequeñas. Contaba, además, con oficinas y almacenes en La Habana y una flota de quince camiones que distribuían sus productos en la capital de la República.
UNA LECHE CONDENSADA A LA ALTURA DE LAS MEJORES DEL MUNDO
Estas tres empresas productoras de leche condensada no se limitaron sólo a la actividad fabril sino que también cooperaron con los gobiernos locales en la reparación de caminos, la instrucción sanitaria a los productores y el establecimiento en distintos puntos de plantas de recepción y enfriamiento.
Nadie debe engañarse y creer que estas fábricas eran chinchales tercermundistas, todo lo contrario. Se trataba de instalaciones a la altura de las mejores de su tipo en el mundo. Cumplían quisquillosamente todas las regulaciones sanitarias del país y exigían a sus proveedores que las cumplieran. La calidad y presentación de su producto terminado era exquisito y dominaban el mercado cubano; no por la protección arbitraria del Estado, sino por haber sabido imponerse en las preferencias de sus paisanos.
Cada una merecería una entrada aparte, porque, realmente hay mucho que contar.
Etiquetas: alimentos, canasta básica, consumo, cuba, cuota de leche, leche, leche condensada, Libreta de Abastecimiento, producción, Revolución
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home