sábado, octubre 31, 2020

Frank Calzón sobre Cuba. El verdadero bloqueo es el bloqueo interno impuesto al pueblo cubano por la dictadura castro comunista

 
Tomado de https://www.cubaencuentro.com/

Todo lo que me dijeron del bloqueo no es verdad

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El verdadero bloqueo es el bloqueo interno

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Por Frank Calzón

Arlington (Virginia)

30/10/2020

No se puede entender lo que ha sucedido en Cuba, incluyendo lo que los gobernantes cubanos llaman “el criminal bloqueo norteamericano”, si se excluye del análisis la trayectoria histórica y los discursos de Fidel Castro.

Lamentablemente, muchos de sus críticos y admiradores no conocen, o se han olvidado, de esa parte de la historia. El régimen cubano, siguiendo el modelo soviético, ha reescrito la historia con regularidad. Un ejemplo es la alteración de las fotos tomadas en la Sierra Maestra con el fin de borrar a los que más tarde se opusieron a la transformación de la gesta revolucionaria en una dictadura marxista.

Recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel volvió a culpar al supuesto bloqueo por las carencias que sufren los cubanos; lo denunció como un ataque criminal que se prolonga ya por más de 58 años. ¿Qué hay de cierto en todo eso? Recurramos al pensamiento del Comandante-en-Jefe.

Más de quince años después de la victoria revolucionaria, y casi tantos después de que Washington impusiese sanciones económicas debido a la confiscación de centrales azucareros, bancos, industrias y empresas norteamericanos, Fidel Castro dijo lo siguiente en el Primer Congreso del Partido Comunista en diciembre de 1975:

“Al principio [los Estados Unidos] bastante que fastidiaron con sus cancelaciones… pero cuando ya por suerte, no dependemos de ellos para nada, ni en el comercio, ni en los abastecimientos, ni en nada, si ya salimos victoriosos, ahora después de la victoria, ¿con qué nos pueden amenazar? ¿Con cancelar qué cosa?

Diez años después en la revista Playboy (abril 1985), en una entrevista que causó gran revuelo, Fidel explicaba: “Los Estados Unidos tienen menos y menos cosas que ofrecer a Cuba. Si pudiésemos exportar nuestros productos a los Estados Unidos, tendríamos que comenzar a hacer planes para nuevas líneas de producción… porque todo lo que producimos ahora y todo lo que vamos a producir en los próximos cinco años ya ha sido vendido a otros mercados. Deberíamos privar a otros países socialistas de esos productos para venderlos a Estados Unidos. Pero los países socialistas nos pagan precios mucho mejores y tienen relaciones mucho mejores con nosotros que las que tenemos con los Estados Unidos. Hay un dicho popular que dice: ‘No cambies una vaca por una chiva’”.

La vaca a la que se refería en el discurso no era su querida vaca “Ubre Blanca”, era la Unión Soviética que, como sentenció él en el Tercer Congreso del Partido en febrero de 1986, “por su condición de primer país socialista, por su enorme potencial económico, su fuerza militar indudable, y su fidelidad a los principios del marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario, es parte decisiva de las fuerzas históricas contemporáneas”.

Es decir que su optimismo sobre la Unión Soviética y el fracaso del bloqueo económico de Washington, en el discurso ya citado del Primer Congreso del Partido, continuaba vigente, once años más tarde. Lo había asegurado el Líder Máximo: “Con la solidez de la Revolución, con el desarrollo de nuestras relaciones con todo el mundo, con nuestros sólidos vínculos con el CAME y con la Unión Soviética garantizando en este país el combustible, garantizando el trigo, los alimentos, los equipos, las inversiones industriales, ¿con qué nos pueden amenazar los imperialistas?”

Y, ¿qué pensaba Fidel de Estados Unidos, la chiva imperialista? Pensaba que “la bancarrota de la economía capitalista ha confirmado lo inexorable de las predicciones de Carlos Marx, y contrasta con el creciente, vigoroso progreso de los países que, agrupados en la comunidad socialista del CAME, tienen en el sólido desarrollo de la Unión Soviética su puesto fundamental de apoyo”.

Y, para que todos entendieran, años más tarde, en un discurso frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos en el Malecón habanero, proclamaba: “Cuba no comprará ni una aspirina, ni un grano de arroz… Han puesto un montón de restricciones, (en la decisión de Washington que permitió la venta de alimentos y medicinas) que la hacen humillante para el país, pero además la hacen imposible en la práctica”.

La humillación y el montón de restricciones a que se refería Fidel era que se exigía a Cuba pagar por adelantado y en efectivo sus compras. En otras palabras, el importe de la mercancía por delante antes de que el barco saliera de un puerto norteamericano.

Las restricciones demostraron ser providenciales, porque Cuba dejó de pagarle a sus acreedores. Todavía hoy, a pesar de varias reestructuraciones de la deuda y de los muchos millones de dólares que esos países han perdonado, estos se encuentran en una larga cola esperando por los pagos prometidos por el régimen. Mientras otros esperan, los Estados Unidos continúan vendiendo sus productos a la isla, incluyendo pollos congelados mediante una política de “cash and carry”.

Cuba importa la mayor parte de los alimentos que consume a pesar de la feracidad de su suelo, su clima tropical y un mar repleto de mariscos y pescado que la rodea. El verdadero bloqueo es el bloqueo interno. Ese bloqueo es la causa de campesinos presos por vender directamente a otros cubanos sus pollos, su arroz, sus frijoles y otros productos que cosechan con el sudor de su frente.

Frank Calzón es un politólogo cubano.

© cubaencuentro.com

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su  librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola,  eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por  ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace casi 60 años,  sino por distintas razones; veamos algunas: 

1) Resultaba mucho más barato comprar, por ejemplo,  el arroz en los EE.UU., en los Estados de la cuenca del Mississipi, que cultivarlos en Cuba; con otros cultivos sucedía lo mismo. Por cierto: Cuba en el año  1958 fue el  tercer productor de arroz de America Latina y produjo 256,000 toneladas métricas de arroz ya molinado. El arroz  representó  en ese año el 6.6%  de la riqueza nacional  y tenía 162,000 hectáreas dedicadas a este cultivo . El consumo de arroz per cápita del cubano era de 110 libras/año.  Esas cifras se obtuvieron después del plan de diversificación de la economía cubana  comenzada por el Presidente Carlos Prío Socarrás y continuada e impulsada por el gobierno de Fulgencio Batista y Zaldivar, la cual se llevó a cabo pese a las medidas  que tomó el gobierno norteamericano en contra del gobierno de Batista como consecuencia  de la labor de los lobbystas o cabilderos de las industrias norteamericanas afectadas que residían en territorio norteamericano, entre las que se encontraban  los productores de arroz  de la cuenca del Mississippi. Para profundizar  sobre estas medidas adjunto un artículo de mi autoría y para conocer más logros de la economía cubana preCastrista pueden hacer click AQUÍ.

Tengo la opinión que el no haber comprado arroz  durante una década a EE.UU.  fue  una estrategia  de la tiranía Castrista para que los productores de arroz de EE.UU.  cabildearan en el Congreso de los EE.UU. para que se levantara, sin las condiciones presentes en la Ley Helms-Burton,  el Embargo norteamericano contra la tiranía Castrista  y  con ello ciertos  círculos financieros norteamericanos le hiciera préstamos financieros a la dictadura Castrista, parte de los cuales se utilizarían para ampliar y modernizar sus organismos de represión política; préstamos que finalmente el pueblo norteamericano  pagaría, pues la tiranía es un relevante no pagador de sus deudas  y eso lo saben el Club de París, la extinta Unión Soviética y los demás países de Europa del este, Japón, etc.  Veamos como fue el comercio entre Cuba y EE.UU. en años recientes.

2) Era más barato comprar en EE.UU. la manteca de cerdo, la cual apenas se consume en los EE.UU.pero que era entonces de consumo tradicional en Cuba, que producirla en Cuba o producir aceites vegetales.

3)  En Cuba se intentó  por los años 20s y 30s cultivar trigo, sobre todo en las provincias centrales, pero no dió resultado, luego la harina de trigo, fundamental para hacer panes, galletas, confitería, etc., se tenía que comprar en el exterior cubano  y así otros productos que eran de consumo tradicional del cubano. 

4) Finalmente, los cubanos  estábamos acostumbrados a consumir bacalao de Noruega, tasajo uruguayo (en Cuba estaba prohibida la matanza de ganado caballar),  al igual que la mantequilla holandesa, quesos franceses y suizos, turrones, jamones y vinos  españoles, peras, manzanas, melocotones, albaricoques enlatados de EE.UU., calamares y sardinas españolas, etc. .En resumen:  Los cubanos éramos un poco sibaritas  dentro del alcanze que tenían nuestros bolsillos y nos gustaba darle gusto al paladar, aunque los alimentos y bebidas fueran exóticos. 

En el mencionado librito y en el  Cuadro No. 20 se muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional.

Por cierto, Oscar Pino Santos pese a la gran ineficiencia  económica que él ayudo a crear después del 1 de enero de 1959, no tengo conocimiento de  que hubiera escrito o dicho públicamente críticas a la ineficiencia endémica y sistémica del período revolucionario. Quizás por eso, poco antes de morir, se le otorgó el Premio Anual  correspondiente a las Ciencias Sociales. Aclaro que en Cuba antes de que muriera Oscar Pino Santos, yo entregué a la revista Vitral de la Diócesis de Pinar del Río, un artículo donde tocaba estos temas relacionados con Pino Santos y su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana. No se publicó ¿?.

En la tabla No. 23 se puede observar  como los porcientos de las importaciones de  los Bienes  de consumo  No Duraderos  van disminuyendo entre 1912 y 1957, lo cual se explica  por el incremento  en los porcientos de las importaciones  de Materias primas y envases;  sobre todo a partir del año 1927 en que el Presidente Gerardo Machado y Morales  introdujo una  nueva Ley  Arancelaria que   de manera significativa impulsó la creación y desarrollo de  industrias nacionales; en particular  aquellas industrias relativas al aseo personal y de  la higiene en general.


Las tablas anteriores fueron  tomadas del libro del comunista y castrista Oscar Pino Santos:


BODEGAS Y FRUTERIAS EN CUBA ANTES DEL TRIUNFO DE LA ROBOLUCIÓN
















Vendiendo viandas cubanas




Observen el espacio en la carretera reservado para  parquear las carretillas o carretones  para vender





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