jueves, noviembre 19, 2020

Cuba 1956: El asesinato del Teniente Coronel Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) por el Directorio Estudiantil

 Tomado de https://www.cubaencuentro.com/

Fidel Castro: “También soy opuesto al terrorismo. Condeno esos procedimientos. Creo que no se resuelve nada con eso”

Por Arnaldo M. Fernández

Broward

18/11/2020

El 19 de noviembre de 1956, los militantes del Directorio Revolucionario (DR) Rolando Cubela y Gustavo Machín escapan en el vapor Lake Charles a Charleston (Carolina del Sur) y burlan así la persecución por el asesinato del teniente coronel [1] Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). El atentado había tenido lugar la madrugada del 28 de octubre en el Cabaré y Casino Montmartre, luego Restaurante Moscú hasta el 21 de enero de 1990 y desde entonces memorial de ruinas. Machín era amigo de un tal Lizardo García, ciudadano cubano de origen hondureño, quien como tesorero de empresa naviera arregló con el capitán vasco Juan Duñabeitia la partida clandestina en el muelle de San Francisco a las cinco de la tarde.

Atentado

La víspera del atentado, José “Pepé” Fernández Cossío trasladó en su auto al Montmartre a Cubela, Juan Pedro Carbó y Miguel Ángel Domínguez. Parqueó al fondo (Calle Humboldt) y permaneció a la espera en el carro, mientras los demás entraban por la puerta principal (Calle P) y subían al segundo piso. Domínguez fue al salón de juegos; Carbó y Cubela se sentaron a la barra del bar. A sus espaldas quedaba el elevador y al frente, un espejo que permitía estar al tanto de quienes subían o bajaban.

Este comando del DR buscaba ajusticiar revolucionariamente al ministro de Gobernación de Batista, Santiago Rey, o al jefe de Buró de Investigaciones (BI), coronel Orlando Piedra, quienes eran asiduos al Montmartre, pero esa noche de sábado no estaban allí. Quien sí estaba era Blanco Rico, junto con el coronel Marcelo Tabernilla y su asistente, capitán José Rodríguez Sampedro, acompañados de sus respectivas esposas: Martha Poli y Laura Leguina. A eso de las cuatro de la mañana del domingo dieron por terminada la diversión.

Al llegar al elevador, Blanco Rico apretó el botón. Cubela sacó su pistola-ametralladora Star de 9 mm y Carbó, su pistola calibre 45. Blanco Rico recibió ocho balazos en la espalda y cayó sobre Poli, herida en el abdomen y el brazo derecho. Tabernilla quedó también mal herido en la región costal, el antebrazo y la pierna del lado izquierdo; otras tres balas impactaron a Leguina en el mulo izquierdo. Al sonar los disparos, Domínguez agitó una granada ante quienes aún permanecían en el salón de juegos y amenazó con volarlos a todos si alguno se movía.

Rodríguez Sampedro resultó ileso, pero estaba desarmado. Si bien atinó a tomar el arma de Tabernilla no pudo balear ni dar alcance a los pistoleros del DR, quienes cruzaron el salón de juegos, bajaron seguidos del granadero por una escalera de madera que daba a la rampa de salida por la Calle Humboldt, subieron al coche de Pepé y se perdieron. Los escoltas habían estado matando el tiempo en la salida principal por la Calle P.

(Comandante Rolando Cubelas, 1959)

Reacción de Castro

El atentado se interpretó como derivación del pacto insurreccional antibatistiano que Fidel Castro y el líder del DR, José Antonio Echevarría habían firmado en Ciudad México y la prensa cubana publicó el 2 de septiembre de 1956. Sin embargo, biógrafos del quídam concuerdan en que declaró: “Ignoro quiénes son los responsables y los motivos que los impulsaron, pero creo que, desde el punto de vista político y revolucionario, no es justificable. El coronel Blanco Rico no era un esbirro torturador. No condeno el atentado como instrumento revolucionario, si las circunstancias lo exigen; sólo que no puede perpetrarse indiscriminadamente” [2].

Ya en la Sierra Maestra, Castro subiría la parada crítica contra el DR. Wendell Hoffman (CBS) reportó que rechazaba “enérgicamente los atentados personales” y hasta consideraba el asalto al Palacio Presidencial como “inútil derramamiento de sangre. La vida del dictador no importa (…) También soy opuesto al terrorismo. Condeno esos procedimientos. Creo que no se resuelve nada con eso. Aquí, en esta trinchera de la Sierra Maestra, es donde hay que venir a pelear” [3].

Reacción de Batista

Aquella misma madrugada Montmartre quedó cercado. El jefe de la Policía Nacional, brigadier Rafael Salas Cañizares, ordenaría poco después que dejaran salir a las mujeres. El administrador del local y el capitán Rodríguez Sampedro atestiguaron cómo habían procedido los atacantes e identificaron a Carbó al repasar fotos del archivo policial. Batista recalcó a la prensa: “No se tomarán medidas de excepción (…) Los culpables se entregarán a los tribunales”. Designó al coronel Pedro Barreras como jefe interino del SIM y formuló la hipótesis de responsabilidad de la FEU en alianza con Castro y quizás con el dictador dominicano Rafael “Chapitas” Trujillo.

Para la madrugada del lunes 29, cuatro jóvenes entraban a la embajada de Haití —Avenida 7ma y Calle 20, Miramar— para buscar asilo. Allí estaban ya —a la espera de visado— otros seis con salvoconducto del gobierno. A las dos de la tarde llegó Salas Cañizares con un piquete policial. El brigadier cruzó la simple reja que marcaba la frontera entre Cuba y Haití para avanzar por el jardín hacia el garaje. Al sonar unos tiros, ordenó abrir fuego y siguió avanzando hasta caer con un balazo en la vejiga, cuatro en el bajo vientre y otro a sedal en la cabeza. Dos tenientes de la policía fueron heridos de menor gravedad y a la postre cuatro cadáveres serían sacados del jardín y del garaje, junto con otros seis del interior de la sede diplomática.

Poshistoria

Carbó fue al asalto del Palacio Presidencial y caería el 20 de abril de 1957 en la redada ulterior de Humboldt 7; Domínguez murió de causas naturales y fue inhumado el 24 de diciembre de 1991 en La Habana, después de desempeñarse como funcionario en la marina mercante; Pepé fue Delegado del Consejo Superior de la Reforma Urbana en Pinar del Río antes de emprender larga carrera diplomática que llegaría hasta Japón [4].

Cubela anduvo navegando entre dos aguas por la historia de Cuba, pero dizque nunca olvidó cómo Blanco Rico hizo contacto visual con él y hasta le sonrío al caer. Así lo contó José Alemán, hijo de aquel ministro de Educación de Grau que saqueó el erario al amparo del Inciso K de la Ley de Ampliación Tributaria. Alemán Jr. alojó gratis a su amigo Cubela en el motel Tradewinds (Miami) heredado del padre. Allí Cubela empezó a sufrir pesadillas con Blanco Rico hablándole por las noches, pero la terapia de Alemán propició que reembarcara a Cuba en el yate Scapade [5], entrara por la Playa Santa Rita (Nuevitas) el 8 de febrero de 1958 y fuera jefe militar de la guerrilla del DR [rebautizado DR-13 de Marzo] que se afincó en la Sierra del Escambray.

Coda

A poco de triunfar la revolución, Cubela tuvo un accidente de tránsito en medio de la gozadera y comenzó a oír de nuevo a Blanco Rico por las noches. Dice Alemán que, antes de largarse al exilio, buscó a un siquiatra amigo suyo y ambos convencieron a Cubela de que la única manera de exorcizar a Blanco Rico era matando a Fidel Castro [6].

Notas

[1] Ascendido póstumamente a coronel. Al dar Batista el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, Blanco Rico era primer teniente y recibió los grados de comandante para fungir como ayudante de campo del general presidente. El 10 de marzo de 1954 ocupó la jefatura del SIM y para el 2 de mayo de 1956 era ya teniente coronel. César Reynel Aguilera et. al. dicen que era un militante comunista infiltrado en el ejército.

[2] Cf.: Claudia Furiati: Fidel Castro: uma biografia consentida, Editora Revan (2002), 276; Leycester Coltman: The Real Fidel Castro, Yale University Press (2003), 109.

[3] “Yo condeno el terrorismo”, Bohemia, 26 de marzo de 1957, 70.97.

[4] Pepé sería espléndidamente confundido con su hijo Pepe en el reportaje anodino “Panama Papers Show Cuba Used Offshore Firms to Thwart Embargo” (The Miami Herald, 07/06/2016).

[5] En este yate vino también Machín, quien sería viceministro de Hacienda (1959) e Industrias (1960-61), así como Jefe del Estado de Mayor del Cuerpo de Ejército de Matanzas antes de irse con Che Guevara a Bolivia. Terminaría cayendo en Vado del Yeso el 31 de agosto de 1967.

[6] Vid.: George Crile III: “The Riddle of AM LASH”, Washington Post, 2 de mayo de 1976.

© cubaencuentro.com

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Veamos ahora otra versión del asesinato del Teniente Coronel Antonio Blanco Rico

En el siguiente fragmento del  libro Terrorismo Castrista,  de Alejandro Prieto Blanco,  se escribe  con imprecisiones  el  nombre de uno de los participantes,  pues el nombre completo de Carbó Serviá  era: Juan Pedro Carbó Serviá, el cual aparece también (quizas como consecuencia, de un lapsus mentis) como  Sergio Carbó, el cual fue el nombre de  un importante participante  en la Revolución del 4 de Septiembre de 1933, miembro de la llamada Pentarquía  y un destacado periodista y director de  periódicos. En otras fuentes  aparece erróneamente como participante en dicho asesinato  José Machado Rodríguez (¨Machadito¨), hijo de un juez de Guanabacoa que se negó a darle refugio en su casa después que  ¨Machadito¨   participara en el asalto al Palacio Presidencial quizás pensando que ese iba a ser uno de los primeros lugares donde la Policía Nacional lo buscaría. Quizás el origen del error de incluir a ¨Machadito¨en ese hecho sangriento haya  sido el hecho que el veterinario Juan Pedro  Carbó  Serviá y ¨Machadito¨, alumno de la carrera de Derecho, eran inseparables hasta el punto  que después de salir del edificio del Palacio Presidencial el día del ataque y ¨Machadito¨ darse cuenta que Juan Pedro Carbó Servía no había salido, entró nuevamente a Palacio y lo sacó pese a Carbó Servía estar herido y ser de muy alta estatura. En otras fuentes cometen el error de situar a Rolando Cubelas como el chofer del auto de los participantes en esa misión donde el objetivo era realmente  asesinar a Santiago Rey Pernas, entonces Ministro de Gobernación,  el cual no asistió esa noche pese a ser visita frecuente a ese cabaret y a su casino de juegos:


Más adelante se lee en ese libro:

Rolando Cubelas, uno de los ejecutores de Antonio Blanco Rico,  escapó de Cuba hacia EE.UU.  junto a otro de los ejecutores  en un yate capitaneado por Juan Duñabeitía; posteriormente regresaria a Cuba para combatir al gobierno de Batista.

En el libro Víctima o Culpable (libro sobre el Caso Marquitos y los hechos de Humbolt 7)  del historiador Newton Briones Montoto,  quien reside en Cuba  y quien sirvió durante más de 30 años en los órganos del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) aparece  escrito lo siguiente: 


Para añadir más adelante:


Pero en el siguiente fragmento se habla mucho más de afinidad entre Antonio Blanco Rico y  el PSP o Partido Socialista Popular que era el nombre que en esos años tenía el partido comunista en Cuba,


Fragmento de la entrevista titulada EL SÓVIET CARIBEÑO, “LAS CADENAS VIENEN DE LEJOS”, tomado de https://zoevaldes.net/
 y que es realmente una conversación entre el periodista Felipe Lázaro y César Reynel Aguilera, autor este último, del libro  El Soviet Caribeño. La otra historia de la Revolución cubana.

FL:  En tu libro,  explicas que el núcleo duro de la inteligencia del PSP estaba muy bien posicionado (o infiltrado) dentro de las estructuras militares y policiales del Estado cubano -y en otras instituciones de la sociedad prerrevolucionaria- y das algunos ejemplos, como cuando los jóvenes del Directorio Revolucionario (comandados por Carbó Servía y Rolando Cubela) pensaban atentar contra Santiago Rey, ministro de Gobernación de Batista en el cabaret habanero Montmartre y como éste no asistió, se toparon con el coronel Antonio Blanco Rico. Jefe del SIM batistiano y lo ultimaron a balazos, desconociendo que Blanco Rico era un militante del partido comunista infiltrado en la policía cubana desde los años cuarenta.  Incluso afirmas que en el avión que llevó a Batista al exilio,  habían tres agentes del PSP, uno era el coronel Mariano Faget y dejas caer el caso del teniente Esteban Ventura (como lo hizo Norberto Fuentes en uno de los tomos de la autobiografía de Fidel Castro)… Pero mencionas a dos: Faget y Ventura, ¿quién fue el tercero? ¿Hay pruebas tangibles -o razonables- de que Ventura fue un agente del PSP o quizás ambos (Ventura y PSP) se informaban (practicaban un quid pro quo): el PSP pedía ayuda a Ventura para sacar a algún militante o dirigente de la cárcel y a cambio, el PSP le proporcionaba información valiosa sobre la lucha insurreccional o de índole política?  ¿Puedes hablarnos del caso Faget y de su hijo Marianito (cubanoamericano): Su trabajo policial en la Cuba prerrevolucionaria, y su exilio en Miami, laborando para las autoridades norteamericanas, mientras informaba a la inteligencia castrista hasta su muerte?


(Teniente Coronel Antonio Blanco Rico, póstumamente ascendido a Coronel. Foto y comentario añadidos por el Bloguista de Baracutey Cubano)

CRA
Blanco Rico fue un hombre del Partido. Eso lo escuché muchas veces y de eso no tengo dudas. Al mismo tiempo, para que eso sea aceptado por la Historia hay que esperar a que el comunismo cubano se decida a rendirle el honor que ellos siempre, más tarde o más temprano, les rinden a sus agentes. Si te fijas en la entrada de Blanco Rico en el sitio de desinformación castrista llamado Ecured verás que, en contra de toda lógica, no lo presentan como lo que fue: un esbirro del Servicio de Inteligencia Militar de una odiada tiranía. Digo en contra de toda lógica porque no hacerlo implica poner bajo una luz negativa a los miembros del Directorio que le dieron muerte;  y el Directorio es, hoy por hoy, una de las organizaciones sagradas del panteón revolucionario del castrismo. Igual, llama mucho la atención que Fidel Castro haya decidido quejarse de la muerte de Blanco Rico en 1956. Un momento en que el apoyo del Directorio le resultaba mucho más remunerador que denunciar la muerte de un esbirro. Desde el punto de vista político, o manipulativo, algo en lo que a Fidel Castro siempre le dieron categoría de genio, era mucho más importante callar sobre Blanco Rico para buscar cualquier tipo de alianza real con el Directorio. A pesar de eso, Fidel Castro hizo exactamente lo contrario, y eso es algo que habla en el sentido de su relación con el PSP, de lo dañina que había sido la muerte de Blanco Rico para los planes de esa organización y, por tanto, para los de Fidel Castro. Además, y como ya dije en otro post en mi blog, el apellido Blanco es un apellido premiado en la historia del comunismo cubano. Habría que ver si alguno de los muchos Blancos del comunismo cubano fue familia del jefe del SIM.

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