lunes, enero 24, 2022

Covid 19 apunta a un experimento de Ganancia de Funciones aprobado por EEUU según informe de Agencia de Investigación y Proyectos Avanzados de Defensa

 
Tomado de https://zoepost.com/

Covid 19 apunta a un experimento de Ganancia de Funciones aprobado por EEUU según informe de Agencia de Investigación y Proyectos Avanzados de Defensa

Por Carlos Carballido.

23/01/2022

Por estos días ha salido a la luz un informe del proyecto Veritas basado en el reporte del mayor Joseph Murphy, un investigador de la Agencia de Investigación y Proyectos Avanzados de Defensa DARPA por sus siglas en inglés, que ha puesto el dedo en la llaga sobre el origen del COVID 19 y la posible implicación de instituciones norteamericanas en un proyecto que inicialmente fue concebido como Ganancia de Funciones para la posterior creación de una vacuna.

El reporte del Mayor Murphy (léalo aquí) afirma y explica que el SARS-CoV-2 es una vacuna de murciélago recombinante creada en Estados Unidos a partir de su virus precursor, el SARS 1. Murphy explicó que el virus fue creado por un programa de EcoHealth Alliance, ONG norteamericana con sede en New York dedicada al estudio de enfermedades emergentes como el COVID 19, que al recibir la negativa de financiamiento de DARPA, trasladó las investigaciones, con financiamiento de varias instituciones estadounidenses, algunas dirigidas por el Dr Fauci, hacia el Instituto de Virología de Wuhan en China, como se sugiere en los informes que rodean la hipótesis de la fuga de laboratorio.

El informe (capturas de pantalla aquí) agrega además que los detalles del programa denominado Proyecto Defuse han sido ocultados desde que comenzó la pandemia, pero se pueden encontrar en la propuesta de EcoHealth Alliance en respuesta al programa DARPA PREEMPT Broad Agency Announcement (BAA) HR00118S0017, con fecha de marzo de 2018.

EcoHealth Alliance se había acercado a DARPA en marzo de 2018, en busca de unos 14 millones de dólares para la investigación funcional de los coronavirus transmitidos por murciélagos con vistas a desarrollar una vacuna para prevenir lo que en aquel momento era definido como Enfermedad X. DARPA, según el Mayor Murphy, rechazó la propuesta advirtiendo su extremo peligro y que sería una posible violación de la moratoria impulsada por el expresidente Barack Obama en el 2014 que prohibía en suelo norteamericano la realización de experimentos que podían poner en peligro la salud de los estadounidenses.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, NIAID, encabezado por el Dr. Anthony Fauci siguió adelante y decidió otorgar 3,8 millones de dólares a EcoHealth Alliance para llevar a cabo una investigación de ganancia de función sobre los coronavirus transmitidos por murciélagos en varios lugares de los EE. UU., así como en el Instituto de Virología de Wuhan. El video completo de Project Veritas, que explica este proceso se puede ver aquí.

En noviembre del 2015, unos dos años después que comenzaran los trabajos en los laboratorios chinos de WUHAN, la Agencia Rusa RT había advertido también que se estaban llevando a cabo estos experimentos de virus en murciélagos que podían pasar a los humanos (Lea el reporte aquí).

Básicamente el proyecto que se pidió financiar a DARPA, estaba centrado en secuenciar la proteína espiga del SARS 1, aplicarle ingeniería inversa para realizar ensayos de unión e insertarla en la columna vertebral del SARS-Cov 2 de murciélago para infectar ratones humanizados y así evaluar la capacidad de causar una enfermedad similar al SARS, señaló Daszak en su momento a través de su cuenta de Twitter pero finalmente el tweet fue borrado tras saberse que el informe Murphy estaba saliendo a la luz.

Al parecer, lo que buscaban era desarrollar una vacuna que pudiera ser rociada en murciélagos y, con ello, evitar que surgiera otro brote de la enfermedad de SARS, como la experimentada en China, en el 2003. Si es así, es evidente que las pruebas que pretendían hacer se les fueron como agua entre las manos.

Por lo que dijo Murphy, es probable que el virus sea «una vacuna viva que escapó del laboratorio chino antes de que pudiera modificarse en un estado menos peligroso». O sea, «se filtró y se propagó rápidamente porque estaba en aerosol para que pudiera infectar de manera eficiente a los murciélagos en las cuevas».

Igualmente se explicó que el uso de ivermectina, la hidroxicloroquina y los interferones podrían ser efectivos para impedir una Pandemia. Sin embargo, el uso de estos medicamentos continúa hoy siendo negados por las autoridades sanitarias oficiales, comprobadores de veracidad (Fact Chekers) y por supuesto la prensa progresista, que constituye el 90 por ciento de los medios de comunicación globales. Igualmente se sigue insistiendo que esta modificación molecular de un virus a otro es imposible, aunque algunos virólogos premiados internacionalmente aseguran lo contrario.

Este proyecto de Ganancia de Funciones, expresión con la cual se denominan las llamadas Armas Biológicas usadas en la Defensa para luego ser neutralizadas con vacunas o nuevos medicamentos, ha sido negado recientemente por el Doctor Fauci, actual director del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIH) pero un funcionario de ese organismo, el Dr Lawrence A. Tabak, admitió en una carta enviada el 20 de Octubre del 2021 que habían financiado experimentos de ganancia de función en un laboratorio en la ciudad china de Wuhan a pesar de que el epidemiólogo jefe del país norteamericano, Anthony Fauci, negó repetidamente que se utilice el dinero de contribuyentes estadounidenses para investigaciones de este tipo, (leerla aquí).

Luego de estas revelaciones que apuntan a que el Dr Fauci ha encubierto el origen y manejo de la Pandemia de COVID como un experimento de Ganancia de Función bajo financiamiento de instituciones estadounidenses, la página oficial del NIH, decidió borrar las informaciones al respecto el 19 de octubre del 2012 como muestra una captura de pantalla que usted puede comprobar aquí.

La propaganda en torno a silenciar todo lo que se oponga al relato pandémico del COVID19

El relato oficial y de los medios de prensa sobre el origen, desarrollo y propagación del COVID 19 ha sido contradictorio desde el principio. Sin embargo, ha estado dedicado casi monolíticamente a descalificar todo tipo de opinión y cuestionamientos científicos diferentes al propio relato por contradictorio que parezca. Tanto medios de prensa como los fact checkers (todos financiados por el Instituto Poynter de George Soros) se han encargado de silenciar y descalificar toda información relativa a la Pandemia que contradiga al relato oficial de la Organización Mundial de la Salud. Desde un inicio, ese organismo ha sido contradictorio. Primero que el virus no era letal, luego que las máscaras no servían, más tarde se obligó a usarlas y encerrar a la población global contrario al principio de la virología de que la inmunidad de rebaño es lo mejor para afrontar epidemias tal y como se ha demostrado históricamente desde la famosa gripe española que azoto a EE. UU. A principios del siglo XX.

El informe Veritas sobre el reporte del Mayor Murphy del DARPA ha tratado de silenciarse en los medios y los que se han dignado a mencionarlo como siempre les han endilgado la etiqueta de información falsa sin poder demostrarlo. Sin embargo, han ocurrido varios hechos relativos que apuntan que existe mucha preocupación por el impacto que el informe Murphy pueda convertirse en una bola de nieve a punto de avalancha. El informe tenía la categoría de Top Secret, pero por un error humano fue colocado en archivos desclasificados que permitieron ser enviados a Veritas para su publicación.

Días antes de conocerse que Veritas trabajaba en este informe, el FBI irrumpió en la casa de James O’Keefe, director de Veritas e incautó documentación y equipos para una posible investigación que luego relacionaron con un diario de la hija del presidente Joe Biden. Hace poco un Juez federal ordenó que le fueran devueltos a O’Keefe varios informes que por arte de magia habían terminado en el New York Times.

Cuando el expresidente Trump había pedido que se investigará el origen del COVID esta documentación revelada por el informe Veritas ya estaba disponible por el Pentágono y jamás se le informó al mandatario que instituciones norteamericanas podían estar involucradas. Igualmente, uno de sus grandes errores fue dejar que el Dr Fauci dirigiera el manejo de la pandemia cuando ya algunos círculos conservadores pedían que lo despidieran.

Desde el 2018 a la fecha, varios reporteros han revelado que en el pasado EcoHealth Alliance, encabezada por Peter Daszak, participó en la realización de investigaciones de ganancia de función sobre coronavirus en WIV, China. Sin embargo, Daszak fue uno de los primeros y principales científicos en descartar abiertamente las teorías de la ‘fuga de laboratorio’.

Curiosamente, Daszak también formó parte del equipo de investigación de la OMS que visitó el WIV para estudiar los orígenes del COVID. Más tarde, cuando surgieron viejas declaraciones y videos de Daszak que lo mostraban admitiendo que su EcoHealth Alliance está realmente involucrada en la investigación de ganancia de funciones en Wuhan, Daszak fue eliminado de la comisión Lancet que investiga los orígenes de Covid.

De alguna manera, el evidente conflicto de intereses no ha sido abordado por la OMS ni por los respectivos gobiernos de EE. UU. y China hasta el momento.

Hasta ahora han surgido una serie de documentos, cartas e informes que muestran la participación condenatoria de los científicos y burócratas estadounidenses en la supresión de la verdad sobre los orígenes de Covid.

Anthony Fauci, el director del NIAID y los NIH, había declarado al periódico The Australian que la ganancia de los experimentos funcionales en el virus ‘valía la pena el riesgo de una pandemia’. Fauci además ha estado involucrado en varios escándalos de manejos de pestes como el SIDA y variantes como las gripes porcinas y aviar.

A pocos días de la revelación del informe Veritas sobre DARPA, algunos gobiernos como el de Gran Bretaña, Israel y República Checa han comenzado a levantar las restricciones de encierro y obligatoriedades relativas al COVID, como si ya no existieran maneras lógicas de sostener el relato.

En cambio, los medios de comunicación continúan insistentemente con informaciones alarmistas sobre aumentos de casos de COVID y de señalar a los NO vacunados como responsables. Vacunas que, por cierto, se mencionan como inservibles en este informe salido a la luz.

Veritas sostiene que el contenido de este informe pudo haber levantado las banderas rojas en el Pentágono, la Casa Blanca o el Congreso, y con ellos se habría evitado esta pandemia que ha provocado la muerte de más de 5,4 millones de personas en todo el mundo y causado mucho dolor y sufrimiento a muchos millones más».

El portavoz de DARPA, Jared Adams, dijo que «las Regulaciones Federales de Adquisición impiden discutir quién puede o no haber hecho la oferta en un programa DARPA, [por tanto], no podemos confirmar la autenticidad de los documentos que Project Veritas ha publicado». Es decir, no se puede confirmar, pero tampoco desmentir y he aquí donde el signo de interrogación sigue abierto.

Lo que aun no queda claro es si el virus fue liberado intencional o accidentalmente. Al parecer, este punto seguirá siendo un misterio por ahora porque, tanto el Congreso y el Senado de EE UU, en manos demócratas, no han manifestado interés alguno de abrir una investigación para determinar la veracidad de estas denuncias y enjuiciar a los presuntos culpables entre los cuales el de mayor potencial es el Dr Fauci, funcionario norteamericano que más cobra y que ha triplicado sus ganancias durante la pandemia por cobrar hasta 14 mil dólares por comparecencias en Zoom. El hecho final es que el surgimiento del coronavirus ha sido el causante de más de 63 millones de contagios y más de 850.000 muertes, sólo en EEUU. A nivel global las cifras son realmente dantescas.

Carlos Carballido es periodista y Vicedirector de ZoePost.

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