viernes, mayo 20, 2022

Dimas Castellanos desde Cuba: La otra cara de la enseñanza en Cuba: la educación en la 'La Historia me absolverá' supuesto alegato de Fidel Castro en su juicio por el ataque al Cuartel Moncada

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano tomada de mi libro La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas:

¨Según el testimonio de algunos familiares y amigos, la matrícula anual en la Universidad de la Habana en la década del veinte costaba aproximadamente 30 pesos y en la década de los años cincuenta, 50 pesos; pero si se presentaba una carta, solicitando que no se le cobrara esa entrada inicial por poseer bajos ingresos, se le exoneraba del pago de la matrícula; la mitad de los estudiantes de dicha universidad eran ¨matrícula gratis¨ (Guedes, 2002, p. 258). Para resolver el costoso problema de los libros para estudiar, se crearon las bibliotecas escolares y universitarias. Al terminar la década de los cincuenta, existían 3 universidades públicas y varias privadas, aunque de estas últimas, la única con verdadera importancia era la Universidad de Santo Tomás de Villanueva, en Miramar. El número de profesores y alumnos universitarios eran respectivamente de 801 y 22 500 (Anuario Azucarero 1958, p. 11). Al comenzar la República, los alumnos universitarios eran poco más de 300.

En 1958 la educación privada se desarrollaba notablemente y contaba con una matrícula de aproximadamente 90 000 alumnos (Abreu, 1984, p. 42). La enseñanza privada le aliviaba al Estado cubano los gastos concernientes a Educación, pues le ahorraba los gastos de educación de aquellas personas que tenían la solvencia económica para ello y deseaban pagarla; además, la educación privada garantizaba, en cierta medida, el tipo de educación que deseaban los padres para sus hijos acorde a sus valores e intereses personales. En algunas ocasiones parte del cobro de la matrícula servía para brindarles matrícula gratis a niños y adolescentes pobres en escuelas anexas a esas instituciones; un ejemplo de lo anterior ocurría en el antiguo Colegio de Belén, hoy Instituto Técnico Militar (ITM). El Estado cubano antes de 1959 no era dueño de los medios de producción y de los servicios; básicamente su presupuesto se obtenía de la recaudación de aduanas y de una limitada recaudación de impuestos por diferentes rubros.

En el año 1956-1957 se gastaron 75,8 millones en Educación y Cultura, los cuales representaban el 22,3% de los gastos del presupuesto del Estado cubano (Zuaznábar, 1989, p. 107); porciento que comparado con los que dedicaron a ese rubro el resto de los países latinoamericanos en los años 1975, 1980 y 1984, solamente fue superado por Costa Rica en 1975, Bolivia en 1980 y 1984, Colombia en 1984, Ecuador en 1975 y 1980 y Venezuela en 1984 (Anuario Estadístico de Cuba 1988, p. 672). La enseñanza pública en la anterior República no estaba politizada en cuanto a sus contenidos, objetivos y exigencias.

La corrupción administrativa gubernamental provocaba que una parte de esos recursos fueran malversados por algunos funcionarios. El escándalo producido por la apropiación de los recursos financieros destinados al Desayuno Escolar en la década de los cincuenta, es un ejemplo inequívoco de la existencia de esa corrupción.

«En 1958 había en el país 21 Institutos de Segunda Enseñanza, 6 Escuelas Normales para maestros, 9 Escuelas Profesionales de Comercio, 11 Escuelas del Hogar, 1 Escuela Nacional de Bellas Artes, 3 Escuelas de Artes Plásticas, 3 Escuelas de Artes y Oficios, 3 Escuelas Técnicas Industriales, 108 Escuelas Primarias Superiores, 40 Misiones Educativas, 1 824 Escuelas Primarias Elementales Urbanas, 4 114 Escuelas Primarias Elementales Rurales, 9 898 Aulas Escuelas Elementales Urbanas y 4 669 Rurales, 1 597 Kindergartens (o preescolar) y 736 Centros de Enseñanza Privada, 6 Escuelas de Agricultura, 350 Clubs de Enseñanza Agrícola, 1 Instituto Cívico Militar y Centro Superior Tecnológico. Todo el sistema educacional de Cuba estaba integrado por unos 20 000 profesores y 500 000 alumnos aproximadamente». (Anuario Azucarero de Cuba 1958, p. 11).¨

La hoy llamada Educación Especial estaba en un grado de desarrollo muy incipiente y muy limitada; estaba generalmente a cargo de instituciones de caridad y religiosas.

************
Nicolás Águila
18 Mayo 2022 

Good job, Dimas! Solo deseo añadir que los 200 pesos para maestros de primaria que prometía LHMA equivalían a 200 dólares de la época, o sea, 2,044.61 dólares actuales, según el Inflation Calculator with U.S. CPI Data. Asimismo, los 350 pesos prometidos a los profesores de 2ª enseñanza equivalían a $3,578.06, según el mismo instrumento de ajuste por inflación. De modo que el dólar americano se ha devaluado en 10 veces de 1953 acá. Lo que quiere decir que quien entonces ganara 60 pesos mensuales ganaba 600 dólares de los actuales. No era un sueldazo, pero ya lo quisieran hoy en dia.

***********
 Tomado de https://diariodecuba.com/

La otra cara de la enseñanza en Cuba: la educación en 'La Historia me absolverá'

*******

Al exponer los problemas que consideraba prioritarios en la Cuba de 1953, Fidel Castro no se ocupó de la educación.

*******

(Escuela Pública en los años 50 del siglo XX)

Por Dimas Castellanos

La Habana

18 mayo 2022

La enseñanza en Cuba exhibió pocos avances durante la etapa colonial. Para cambiar esa situación el Gobierno de Ocupación Militar norteamericano, en diciembre de 1899, dictó la Orden 226 y designó a Enrique José Varona al frente de la Secretaría de Instrucción Pública, quien convencido de que "nada será bueno ni perfecto mientras los hombres no fueran buenos y perfectos", y que "para vivir de otro modo se necesitaba aprender de otro modo", encabezó una reforma profunda.

La enseñanza primaria contó con una legislación especial; la secundaria quedó subordinada a los Institutos Públicos provinciales; y en la educación superior se incluyó una Ciudad Universitaria, como base geográfica del Estado Universitario, con sus ciudadanos, sus leyes, y su organización jurídica.

Debido a esa reforma y a otras que le siguieron, Cuba pudo contar con una educación pública gratuita para todos los niveles y tipos de enseñanza. Por ejemplo, en las universidades públicas la matrícula anual costaba 60 pesos. Para los aspirantes de familias sin recursos que no podían abonar esa cuota —previa presentación de una carta de solicitud justificativa—, podían acogerse al 10% de la matrícula establecida.

(Enrique José Varona)

El hecho real es que en 1958 la enseñanza privada contaba con una matrícula de unos 90.000 alumnos, lo que aliviaba económicamente al Estado, a la vez que garantizaba el tipo de educación que los padres deseaban para sus hijos; mientras el analfabetismo, que en 1900 alcanzaba al 57% de la población mayor de diez años, en 1953 ya se había reducido al 23,6%; uno de los índices más bajos de este hemisferio.

La Historia me absolverá

El avance alcanzado por la enseñanza explica por qué Fidel Castro, el 16 de octubre de 1953, en el juicio seguido por el asalto al cuartel Moncada, al exponer los problemas que él consideraba prioritarios en Cuba, la enseñanza no ocupó un lugar central.

Según sus palabras, las primeras cinco leyes que serían dictadas —si hubieran tomado el poder—, eran:

  • la restitución de la Constitución de 1940 como la verdadera ley suprema del Estado
  • la propiedad de la tierra
  • el derecho de los obreros a participar en el 30% de las utilidades en las grandes empresas industriales
  • el derecho de los colonos a participar del 50% del rendimiento de la caña y cuota mínima de 40.000 arrobas
  • la confiscación de los bienes a los malversadores de todos los gobiernos

Después de esas primeras cinco leyes, Fidel Castro expresó: "Un gobierno revolucionario procedería a la reforma integral de nuestra enseñanza, poniéndola a tono con las iniciativas anteriores, para preparar definitivamente a las generaciones que están llamadas a vivir en una patria más feliz".

Su discurso se limitó a señalar algunas mejorías en las condiciones de los educadores. "Ningún maestro —dijo— debe ganar menos de 200 pesos, como ningún profesor de segunda enseñanza debe ganar menos de 350, si queremos que se dediquen enteramente a su elevada misión". Y añadió que" debía concedérseles a los maestros que desempeñan su función en el campo, el uso gratuito de los medios de transporte; y a todos, cada cinco años por lo menos, un receso en sus tareas de seis meses con sueldo, para que puedan asistir a cursos especiales en el país o en el extranjero".

Es decir, su proyecto, se limitaba a un reclamo de carácter populista y sindical.

La revolución

Una vez en el poder, el 7 de febrero de 1959, en violación de su promesa, la Constitución de 1940 fue sustituida por la Ley Fundamental, unos estatutos constitucionales mediante los cuales el primer ministro asumió las funciones del presidente, el Consejo de Ministros las del Congreso. Sin embargo, en materia de enseñanza, dicha Ley se limitó a reproducir los 13 artículos del Título Quinto, Sección Segunda, de la Constitución de 1940, en la Ley Fundamental: gratuidad de la enseñanza; autonomía universitaria; articulación orgánica entre todos sus grados y niveles, incluyendo el superior; el derecho a crear universidades oficiales o privadas y cualesquiera otras instituciones y centros de altos estudios; hasta la creación de un Consejo Nacional de Educación y Cultura, presidido por el ministro de Educación.

En correspondencia, la ley de reforma integral de la enseñanza, dictada en diciembre de 1959, tampoco sobrepasó el contenido de la Constitución de 1940 ni de la Ley Fundamental. Por tanto, las ideas acerca de la enseñanza, expuestas en el alegato La Historia me absolverá y refrendadas en la Ley Fundamental y en la Ley de Reforma integral, se pueden calificar como un programa dirigido a desarrollar y perfeccionar el sistema establecido en la República. Sin embargo, otros propósitos en marcha —no declarados— condujeron hacia el totalitarismo.

En 1959 la Primera Ley de Reforma Agraria depositó en manos del Estado el 40% de las tierras cultivables del país. En 1961, paralelo a la Campaña de Alfabetización, el 16 de abril se declaró el carácter socialista de la revolución. Dos meses después, el 6 de junio, se promulgó la Ley de Nacionalización General y Gratuita de la Enseñanza. Y el 30 de junio de ese año, el líder de la revolución pronunció las "Palabras a los Intelectuales", que trazaron definitivamente el rumbo de la revolución hacia el totalitarismo.

Una de cuyas peores consecuencias de esto ha sido, y continúa siendo, el carácter sistemático de la represión contra estudiantes y profesores de las universidades cubanas, que en sus informes mensuales está documentando el Observatorio de Libertad Académica.

Las próximas entregas de esta serie estarán dedicadas a esos tres eventos ilustrativos de la otra cara de la enseñanza en Cuba: la Campaña de Alfabetización, las "Palabras a los Intelectuales" y la nacionalización de la enseñanza.

Etiquetas: , , , , , , ,