domingo, octubre 02, 2022

Demasiados demonios. Roberto Madrigal sobre Ana de Armas el film Blonde sobre Marilyn Monroe. Sobre la muerte de Marilyn Monroe: Marilyn como cadáver exquisito



Demasiados demonios

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Ana de Armas ha asumido un gran riesgo al interpretar a un icono del cine universal, pero lo ha logrado: su actuación es extraordinaria e impecable

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La cubana Ana de Armas interpretando a Marilyn Monroe (Norma jean) en el film Blonde

Por Roberto Madrigal

Cincinnati

30/09/2022

No he leído la novela homónima de Joyce Carol Oates en la que se basa el filme Blonde, de Andrew Dominik, pues tiene 786 páginas, pero he repasado artículos sobre ella. Llevar al cine una voluminosa obra literaria de carácter introspectivo es una tarea difícil y eso es lo que se ha propuesto el director y guionista. Le ha tomado casi tres horas llevarlo a cabo.

Blonde no es una biografía de Marilyn Monroe, es más bien un viaje introspectivo a la psique de Norma Jeane Baker, que es quien, a ratos, narra el filme cuando el discurso es subjetivo. Vemos a Norma Jeane de niña, abusada por su madre alcohólica y demente. Su añoranza por la figura paterna que nunca tuvo y que va a determinar su personalidad por el resto de su vida.

Su invención de Marilyn, en definitiva, su mejor creación y sus relaciones con dos de sus esposos, el estelar pelotero Joe DiMaggio y el dramaturgo Arthur Miller (ninguno de los cuales es mencionado por su nombre), a los cuales siempre se refiere como “Daddy”.

(Marilyn Monroe y Joe DiMaggio; segundo esposo de Marilyn)

El filme trata de establecer una relación esquizofrénica entre Norma Jeane y Marilyn, una dualidad imposible de resolver. Norma Jeane solamente quiere ser aceptada y amada por un padre y una madre, mientras Marilyn es una creación que complace todas las aspiraciones sexuales de los hombres, que prácticamente la devoran a su paso. Marilyn es una víctima del sistema que la creó, mientras Norma Jeane queda consumida por la figura que aceptó crear. Vive una mentira. Pero en la intimidad, la llaman por su nombre.

¿Fue Marilyn un invento de los estudios y Norma Jeane asumió pasivamente el papel? ¿O acaso Norma Jeane en su desespero por ser aceptada enriqueció el personaje? Dominik deja esas preguntas abiertas. Vemos a Norma Jeane delirante, confundiendo la realidad con los sueños, drogada por quienes quieren mantener viva a Marilyn, víctima perenne. Y ese es el principal problema del filme, su unidimensionalidad. No hay matices, todo va de mal en peor, no hay respiro para Norma Jeane-Marilyn. Nunca deja ver que Marilyn (o Norma Jeane), fue una mujer inteligente, una excelente actriz, una mujer de negocios que creó su propia productora (Marilyn Monroe Productions Inc.), alguien que también supo sacar provecho de su fama. Solo hay atisbos, cuando deja caer, para sorpresa de quienes la rodean, que ha leído a Dostoyevski y a Chéjov.

Norma Jeane-Marilyn es físicamente abusada por los hombres que ama, manipulada por sus asesores y depredada por la prensa y por sus fanáticos. Todo siempre es tan negativo que el filme se va haciendo agorero y por ende previsible, llegando a momentos en los cuales las secuencias son agobiantes. Las del feto y el aborto resultan cansonas por repetitivas.

A mi me gustaron bastante los dos filmes anteriores de Dominik, Killing Them Softly y The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford. Dos filmes muy oscuros, muy bien resueltos. Es esa oscuridad quizá lo mejor de Blonde. Dominik evita los recursos convencionales del cine comercial y resulta muy creativo cuando se mueve entre lo real y lo onírico. Crea un ambiente ominoso muy efectivo y genera una tensión filosa. Pero en esta película recarga demasiado la trama (y el guion es suyo) de victimismo y demasiado freudianismo pop.

(Marilyn Monroe con su tercer esposo: el dramaturgo Arthur Miller)

Crea paralelos interesantes entre la figura de Kane en El ciudadano Kane, y la de Norma Jeane. Ambos personajes devorados por sus figuras públicas, ambos perennemente infelices y siempre nostálgicos por algún momento de su infancia en el cual creyeron ser felices por un instante, representado en Kane por el trineo Rosebud y en Norma Jeane por su peluche. Pero eso no es suficiente.

Ana de Armas ha asumido un gran riesgo. Interpretar a un icono del cine universal, un símbolo sexual que pervive en la imaginación cinematográfica, una actriz que ha sido venerada por varias generaciones y que sigue siendo un mito americano. Para colmo del atrevimiento, es cubana. Una caribeña personificando un ídolo anglosajón. Pero lo ha logrado. Su actuación es extraordinaria e impecable. Ha captado a Marilyn hasta en los más mínimos detalles, cada gesto, cada mirada, cada tristeza. Venció todos los desafíos de su papel, que incluyen reproducir secuencias de los filmes de Marilyn, canta en Gentlemen Prefer Blondes y en Some Like It Hot, actúa en Niagara, sale en las fotos originales de Norma Jeane y de Marilyn, y en una secuencia ingeniosa, sale junto a Tony Curtis en la secuencia del tren de Some Like It Hot. De Armas ha sido capaz de cumplir con todas las exigencias de su papel. Y lo que muchos temían, el acento, apenas se nota.

(Marilyn descansando durante el rodaje de Some Like It Hot (¨Añgunos prefieren quemarse¨)

Desde sus comienzos en pequeños papeles en filmes olvidables como Una Rosa de Francia y Madrigal, ambas rodadas en Cuba, pasando por su tiempo en la serie española El internado y luego en mediocres películas españolas como Mentiras y gordas y El callejón, para luego en Hollywood comenzar con Knock Knock, Hands of Stone y después llegar a Blade Runner 2049 y Knives Out, entre otras, la carrera de Ana ha sido de ascenso continuo y ha demostrado sus cualidades interpretativas en cada papel que se le ha dado. En Blonde es capaz de levantar al personaje más allá de las intenciones del director, ya que a medida que progresa el filme, Norma Jeane-Marilyn involuciona, se va convirtiendo en un personaje de cartón, un estereotipo de la víctima.

Siempre he pensado que, a pesar de su belleza y su atractivo físico. A Ana de Armas le falta erotismo. Me parece una lolita caricaturesca, deconstruida. Pero en Blonde, esa falla se convierte en virtud, porque las escenas sexuales de Norma Jeane-Marilyn carecen de sexualidad. Incluso su encuentro con John F. Kennedy es grotesco y sórdido. Es una mujer perennemente violada.

Adrien Brody como el “dramaturgo” y Julianne Nicholson como la madre, están excelentes en sus relativamente breves roles. El resto del elenco hace sus papeles con eficiencia. La película pertenece a Ana de Armas.

La fotografía de Chayse Irvin (Hannah, BlacKkKlansman) merece una mención aparte. Utiliza diferentes lentes, diferente granos y matices, conjugando el blanco y negro, con el color natural y otros en donde predomina el sepia, de manera genial. Creando la confusión necesaria entre los sueños, los delirios y la realidad. Lleva a la imagen con toda perfección las intenciones de Dominik. Otro elemento a destacar es la excelente música original de Nick Cave.

Blonde es un filme ambicioso, que evita transitar por los caminos trillados del cine comercial, no abusa del melodramatismo, pero recarga demasiado la victimización de Norma Jeane-Marilyn, es demasiado macabra, resulta machacona y previsible, se puebla de demasiados demonios y a pesar de momentos de excelencia poética, deja al final un gran vacío.

Blonde (Estados Unidos, 2022). Guion y dirección: Andrew Dominik, basado en la novela homónima de Joyce Carol Oates. Director de fotografía: Chayse Irvin. Con: Ana de Armas, Julianne Nicholson, Adrien Brody y Bobby Cannavale. De estreno limitado en algunos cines de Estados Unidos. Disponible en la plataforma Netflix.

© cubaencuentro.com

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Ana de Armas y Marilyn Monroe

Tomado de https://www.facebook.com/

JERF Studios

25 de septiembre de 2022

ANA DE ARMAS Y LOS DESNUDOS EN 'BLONDE': "ERAN NECESARIOS"

"En 'Blonde' la gente que quiera oír mi acento lo oirá y la gente que no quiera, no lo oirá. Lo que pretende esta película es que la auténtica voz de Marilyn, sea escuchada y vista. Eso es lo único que me importa. Marilyn es de todos y así es como tiene que ser. Quieran o no los americanos, tienen que compartirla, por eso yo me tomé la libertad de hacer este personaje".

"Los personajes que yo quería hacer no llegaban y las cosas que me ofrecían tampoco me interesaban. Quería seguir trabajando con directores de la talla de Denis Villeneuve, pero eso no pasó durante algún tiempo. Pero tampoco podía seguir parada, porque soy de esas personas que si no trabajan se aburren… y si se aburren, se deprimen".

"El arte tiene que crear controversia. Para eso sirve, para incomodar, para hacernos pensar y enseñarnos cosas que no hemos podido o querido ver. Era imposible contar a Marilyn sin el sexo. La sexualidad fue lo que creó a este personaje. Era lo que la gente pedía: Marilyn era la demanda. Es importante mostrar los abusos sexuales tal y como aparecen en el film porque aún estamos aprendiendo a cómo hablar sobre ello, a cómo dar apoyo a las víctimas, y a que sean libres de poder expresarse sin miedo a repercusiones".

"No me siento cómoda haciendo escenas de desnudo, pero en 'Blonde' era necesario. Desde que leí el guion sabía que tendría que apostarlo todo por el feminismo de esta película y nunca me dio miedo. Es probable que en algunas escenas de sexo los espectadores se sientan incómodos, pero el único motivo es porque Marilyn no está pasándolo bien" dijo la Actriz.

#jerfstudios #johneduardo #anadearmas

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Alex Otaola: 

El Ebbó de Ana de Armas sobre tumba de Marilyn Monroe. “Qué ese espíritu te ayuda a ganar el Oscar"



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Tomado de https://www.periodicocubano.com

Esto hizo Ana de Armas ante la tumba de Marilyn Monroe antes de filmar Blonde

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“Estábamos pidiendo permiso de alguna manera. Todos sentían una gran responsabilidad”

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By Periódico Cubano

22 septiembre, 2022

A tan solo unas horas de estrenar oficialmente en Netflix la aclamada película Blonde, Ana de Armas ha confesado qué hizo antes de meterse en la piel de la icónica Marilyn Monroe.

La actriz declaró en una reciente entrevista que, tanto ella como el equipo de la cinta, fueron directamente a la fuente para obtener una especie de “permiso” de la fallecida estrella de Hollywood.

El filme, que se transmitirá en Netflix a finales de este mes de septiembre, está protagonizado por de Armas, de 34 años, como Monroe, quien murió en 1962 a los 36. En una emotiva entrevista con la revista AnOther, la actriz dijo que dejó una tarjeta escrita a mano en la tumba de la explosiva rubia, en Westwood Village Memorial Park, el primer día de producción de Blonde.

“Recibimos esta gran tarjeta y todos en el equipo le escribieron un mensaje. Luego fuimos al cementerio y lo pusimos en su tumba”, confesó.

“Estábamos pidiendo permiso de alguna manera. Todos sentían una gran responsabilidad y estábamos muy conscientes del lado de la historia que íbamos a contar: la historia de Norma Jeane, la persona detrás de este personaje, Marilyn Monroe. ¿Quién era ella realmente?”

Calificada como NC-17, el provocativo largometraje es una adaptación de la novela homónima de Joyce Carol Oates del año 2000, y ha suscitado no poca controversia por su interpretación ficticia de la diva norteamericana

Así mismo, De Armas defendió el producto final y explicó que el director, Andrew Dominik fue considerado desde el principio.

“Tan pronto como conocí a Andrew, supe que él iba a cuidar de ella”. Y es que el filme explora “temas como el aborto; la madre deprimida y cómo una niña lidia con eso; el deseo colectivo; todos esos hombres mirando a Marilyn como si fuera un pedazo de carne y, sí, la forma en que se permite enamorarse y volver a decepcionarse, es valiente, feminista y sin disculpas”, puntualizó la cubana.

“Andrew muestra dolor, desnudez y vulnerabilidad y no lo endulza. La gente me ha dicho: ‘Oh, Dios mío, ¡esta escena es tan larga!’ Y yo pienso: ‘Bueno, sí, y ahora te puedes imaginar lo que ella estaba sintiendo’ “.

De igual forma, expuso cómo ella y los cineastas intentaron representar a Monroe como una “mujer real que atraviesa todos estos diferentes tipos de abusos y situaciones”.

“Tratamos de mostrar la lucha que tuvo que dar, no solo para tener éxito, sino para sobrevivir”. Lo que ella pasó fue oscuro. Tan oscuro. Así que el punto no es derribar el mito; el punto es humanizar este ícono y hacerla real, una mujer real pasando por todos estos diferentes tipos de abusos y situaciones. Y como mujer hoy en día, puedo entender fácilmente cómo puedes encontrarte en esa situación”.

Añadió que “entonces, sí, hay escenas que son difíciles de ver. Pero no creo que esta película tenga nada sensacionalista, explotador o gratuito. En muchas de las escenas de las que habla la gente, en realidad no ves nada. Solo sabes lo que está sucediendo y que proviene de un lugar de cero amor”.

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Marilyn Monroe con 16 años  y James Dougherty en su primer  matrimonio concebido ¨a vapor¨ por  la II Guerra Mundial




Marilyn con  el hijo de  DiMaggio


Marilyn Monroe patrocinando  la importancia de la correcta alimentación de bebes. Si mal no recuerdo, el niño al fondo es el hijo de Joe DiMaggio. Una de las últimas conversaciones telefónicas que tuvo Marilyn  esa última noche fue con  el hijo de  DiMaggio, el cual  la llamó para contarle sobre su novia.




Fotograma del film llamado The Seven Year Itch; titulado Comezón del séptimo año¨en español


Foto de la filmación  de ¨Comezón del séptimo año¨ en español; en la multitud estaba su esposo Joe DiMaggio, el cual se molestó con ella. En Blonde  presentan  ese disgusto  de DiMaggio agrediendo físicamente a Marilyn, pero en el documental   The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes, el cual también se puede ver  en Netflix, se oye a la maquillista de Marilyn testimoniar que  Marilyn al otro día tenía solamente  dos pequeños y leves morados en los hombros que el maquillaje podía ocultar sin dificultad. Marilyn y Joe DiMaggio estaban en camino de darse una segunda oportunidad. Una de las últimas parejas de Marilyn fue Frank Sinatra y éste le dijo a DiMaggio que Marilyn nunca dejó de amarlo.
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Una disculpa de Marilyn Monroe a Joe DiMaggio se vende por 425.000 dólares

Agencia EFE
17 de diciembre de 2020

Nueva York, 16 dic (EFE).- Una carta de disculpa de la icónica Marilyn Monroe a su entonces marido, el jugador de béisbol Joe DiMaggio, se vendió este miércoles en una subasta en Nueva York por más de 400.000 dólares, cuadriplicando el precio máximo que habían estimado los expertos.

La íntima misiva, escrita a mano sobre la parte trasera de un recibo de una tintorería, tenía tanto significado para el deportista que guardó la nota en su cartera y la llevaba con él, algo que es visible por el frágil estado del pequeño trozo de papel, que de hecho quedó dividido en cuatro secciones.

"Querido Joe, ¡sé que no tenía razón! Actué de esa forma y dije esas cosas porque estaba dolida -no porque de verdad lo sintiera-, y fue estúpido por mi parte estar dolida porque en realidad no había razón suficiente para ello - de hecho, ninguna", reza la carta de la actriz.

"Por favor, acepta mi disculpa y por favor, no, no, no, no estés enfadada con tu nena, que te quiere mucho. Con mucho amor, tu esposa (de por vida), Mrs J.P DiMaggio", dice la intérprete en el breve texto, que fue encontrado dentro de la cartera de DiMaggio junto con fotos de la familia y billetes de una divisa extranjera.

Aunque los expertos de Christie's, la empresa que subastó el artículo, estimaron para la pieza un valor de entre 50.000 y 100.000 dólares, la carta se acabó vendiendo al mejor postor por 425.000 dólares en una subasta titulada "Una colección privada de recuerdos de béisbol", que contaba con 152 lotes.

Según Christie's, la carta "corrobora la amorosa pero difícil relación" de Monroe y DiMaggio, que estuvieron casados durante nueve meses en 1954, y es otra prueba de que con su matrimonio no trataban de buscar la atención de la prensa.

"Durante mucho tiempo se rumoreó entre los medios de comunicación de aquel momento que la relación tenía fines publicitarios, lo cual se ha demostrado no era verdad por varios documentos de aquel entonces, entre ellos la carta que se ofrece", subraya la casa de subastas.

(c) Agencia EFE
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Después del divorcio: 
(Telegrama de Joe DiMaggio a Marilyn:  ¨Happy Birthday hope today and future years bring you sunny skies and all your heart desires as ever¨)

Traducción: 
Feliz cumpleaños, espero que hoy y los años futuros te traigan cielos soleados y todos los deseos de tu corazón como siempre.


Marilyn en 1961  cuando fue a un entrenamiento de primavera de los New York Yankees, el equipo donde Joe  DiMaggio, ya retirado como jugador,  era una importante figura.

Nota encontrada en la casa de Marilyn después de fallecer: ¨Dear Joe, / If I can only succeed / in making you happy - / I will have succeeded / in the biggest and most / difficult thing there is - / that is to make one person / completely happy. Joe;"

Traducción: ¨Querido Joe, / Si tan solo pudiera tener éxito / en hacerte feliz - / Habría tenido éxito / en lo más grande y difícil que existe - / que es hacer a una persona / completamente feliz. Joe;"




Joe DiMaggio durante 20 años le envió 3 veces a la semana, y todas las semanas, media docena de  rosas rojas (recordemos el significado de  las rosas rojas) a la tumba de Marilyn. Nunca, que yo sepa, Joe DiMaggio volvió a casarse. Joe Di Maggio murió el 8 de marzo de 1999, de cáncer de pulmón, a los 84 años de edad. Sus últimas palabras fueron: “I’ll finally get to see Marilyn,’ ”  (Finalmente voy a poder ver de nuevo a Marilyn).


En el documental   The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes se testimonia que el FBI  en la casa de Peter Landfor  en la playa de Malibú  y el mafioso Hoffa en la casa de Marilyn grababan sus encuentros con los Kennedy pero por  diferentes razones.



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Marilyn como cadáver exquisito

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Por las manos de Thomas T. Noguchi, un forense de Los Ángeles, pasaron los cuerpos de Robert Kennedy, Sharon Tate, William Holden, Natalie Wood y el de la rubia inmortal. Y él cuenta en un libro sus secretos
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05 FEB 2011

Encontraron a la famosa actriz tendida sin ropa sobre la cama. En una imagen conmovedora que se transmitió como un rayo por todo el mundo, yacía muerta con un brazo extendido y la mano en el teléfono. El sargento Jack Clemmons, inspector de guardia en la comisaría de Los Ángeles Oeste, registró una llamada del doctor Greenson informando sobre la muerte de Monroe a las 4.25 de la mañana del domingo. "¿Marilyn Monroe?", se preguntó. Debía de ser una broma. En lugar de dar aviso a una patrulla, como hubiera hecho normalmente, fue en persona a comprobar la veracidad de la llamada. Clemmons comenzó a sospechar de inmediato sobre las circunstancias de aquella muerte. Para empezar, había algo que no cuadraba con el tiempo: la señora Murray (la enfermera-asistenta que cuidaba de Monroe) comentó que habían encontrado el cuerpo poco después de la medianoche y, sin embargo, la policía no fue avisada hasta las 4.25. ¿Qué sucedió mientras tanto? El doctor Greenson declaró que había telefoneado a los estudios y a colaboradores de Monroe, pero el sargento no se creyó que esas llamadas le hubieran podido ocupar cuatro horas. ¿Alguien se había encargado de destruir las pruebas de un delito?

 Esa misma mañana fui a la oficina forense para iniciar mi jornada laboral. En mi condición de ayudante me tocaba trabajar todos los domingos y a veces los siete días de la semana, pues andábamos cortos de personal y el trabajo se acumulaba. Pero esa mañana percibí que algo extraño sucedía. El doctor Curphey había telefoneado temprano a la oficina para dejarme un mensaje. La nota que había sobre mi escritorio rezaba: "El doctor Curphey quiere que el doctor Noguchi haga la autopsia de Marilyn Monroe". En una situación normal era un trabajo indicado para un médico forense con más experiencia. Y, sin embargo, el doctor Curphey se había molestado en llamar un domingo a primera hora para adjudicarme la tarea. (...)

El cadáver que se hallaba sobre la mesa 1 estaba cubierto por una sábana blanca. Lo destapé lentamente y me detuve. Me costó unos instantes hacerme a la idea de que estaba contemplando el rostro de la verdadera Marilyn Monroe. (...) Sabía que el mundo entero exigiría saber qué había ocurrido con un personaje tan querido. Sintiendo ya esa carga, comencé el examen. No hallé ni una sola marca de aguja, y eso es lo que consigné en el diagrama corporal del informe. Sin embargo, curiosamente, sí encontré señales que podían indicar violencia: también apunté esos hallazgos en el diagrama. En la región lumbar, a la izquierda, Monroe presentaba una ligera equimosis, un hematoma cárdeno resultado de una pequeña hemorragia ocurrida dentro de los tejidos. (...) ¿Pero tenía relación con su muerte o había sido fruto de un percance doméstico como, por ejemplo, el tropiezo con una mesa? En ese momento creí que el traumatismo no tenía conexión alguna con el deceso. Tanto su ubicación, justo por encima de la cadera, como sus reducidas dimensiones me hacían descartar la violencia como causa. Habría resultado más lógico encontrar heridas recientes alrededor del cuello o la cabeza en el caso de que Monroe hubiera sido atacada. No obstante, ese hematoma sigue sin tener hoy una explicación. Y, tratándose de un posible indicio de violencia, no deja de ser curioso que haya pasado desapercibido para la mayoría de los periodistas de investigación que se han interesado más tarde por el tema.

En mi informe expuse las conclusiones de la autopsia. Empezaba así: "Examen externo: el cuerpo sin embalsamar pertenece a una mujer caucásica de treinta y seis años y buena constitución, sana, con cincuenta y tres kilos de peso y un metro sesenta y seis de estatura. El cuero cabelludo está cubierto por una melena de color rubio oxigenado. Ojos azules.[...] Se advierte una leve equimosis entre la cadera izquierda y el lado izquierdo de la región lumbar". A continuación, el informe pasaba a detallar el examen interno de los sistemas cardiovascular, respiratorio, hepático y biliar, sanguíneo y linfático, endocrino, urinario, reproductor y digestivo. Fue la sección que analizaba el sistema digestivo la que más tarde creó la controversia y llevó a decir a los partidarios de la conspiración que "probaba" el asesinato de Monroe, puesto que yo no había detectado ningún rastro del paso de píldoras por el estómago o el intestino delgado. Ningún resto. Ningún cristal refractario, aunque los frascos de píldoras recogidos mostraban que Monroe había ingerido entre cuarenta y cincuenta nembutales y abundantes cápsulas de hidrato de cloral. Por todo ello, los defensores de la teoría del asesinato aducían que alguien le había inyectado a Monroe las drogas que la mataron.

(...) El informe del laboratorio toxicológico aún añadiría más leña al fuego. Llegó a mis manos varias horas después de que finalizara la autopsia y, nada más comenzar a leerlo, disparó mis alarmas. Yo había enviado, junto con el hígado, muestras de sangre para realizar las pruebas de alcohol y barbitúricos. Además, había remitido otros órganos para "un posterior análisis toxicológico", entre ellos el estómago con su contenido y el intestino. De inmediato me percaté de que los técnicos del laboratorio no habían examinado esos órganos: se habían limitado a analizar la sangre y el hígado.

¿A qué se debía esa omisión en lo que hoy constituye el proceder rutinario del departamento? Los datos arrojados por los análisis de la sangre y el hígado, unidos al frasco vacío de Nembutal y al parcialmente vacío (faltaban 40 cápsulas sobre un total de 50) de hidrato de cloral, apuntaban de forma tan contundente hacia el suicidio que el toxicólogo jefe, Raymond J. Abernathy, no había considerado necesario proseguir con el resto de las pruebas. En concreto, el análisis de sangre mostraba 8,0 mg% de hidrato de cloral, y el hígado, 13,0 mg% de pentobarbital (Nembutal), en ambos casos dosis ciertamente mortales.

Aun así, debí haber insistido en que se analizaran todos los órganos, especialmente el contenido del estómago y algunos segmentos del intestino. Pero no actué con diligencia. Siendo un subalterno, consideré inútil cuestionar las decisiones de los jefes en un asunto de procedimiento. Además, las pruebas me habían persuadido, al igual que a los toxicólogos, de que Marilyn Monroe había ingerido una cantidad de fármacos suficiente para provocarse la muerte.

Cuando al cabo de unos días se hicieron públicas las conclusiones del médico forense, los medios saltaron raudos sobre esa omisión. Yo quería rectificar el error, pero ya era demasiado tarde. Unas semanas después le pregunté a Abernathy si había conservado los órganos de Monroe que le había remitido. En caso afirmativo, aún teníamos una oportunidad de analizarlos. Me contrarió escucharle decir: "Lo siento, pero nos deshicimos de todo tras cerrarse el caso". Sabía que los medios denunciarían un encubrimiento. Acerté. Las más variadas teorías acerca de un hipotético asesinato brotaron de inmediato y han persistido hasta hoy.

Los partidarios de la teoría del crimen, trabajando con la hipótesis de que tanto la fallecida como el "diario" en su poder representaban una amenaza para Robert Kennedy, destacaban el hecho de que Kennedy había volado a San Francisco el 3 de agosto de 1962, víspera de la muerte de Marilyn Monroe. (...) Lo que algunos defendían era que Kennedy había volado a Los Ángeles para supervisar el asesinato de Marilyn Monroe. Según se dijo, Robert Slatzer (amigo y confidente de Marilyn) habló con una mujer que vivía en la misma manzana que Monroe y esta declaró que había visto a Kennedy, acompañado por un hombre que llevaba un maletín de médico, entrando en casa de Monroe la tarde del sábado. De acuerdo con el guión de Slatzer, el hombre del maletín le había inyectado a Monroe las drogas que acabaron con su vida.

La "prueba" de una participación directa de Kennedy en el asesinato de Monroe era tan estrambótica que incluso otros adalides de la idea conspirativa la rechazaron. Muchos esgrimían una segunda teoría. Creían que el crimen fue perpetrado por agentes corruptos de la CIA inquietos ante la posibilidad de que Monroe guardara en su diario informaciones suministradas por Kennedy. Algunos datos parecían corroborar la existencia de tal diario. En 1962, Lionel Grandison era un ayudante del forense con funciones administrativas; él fue quien firmó el certificado de defunción de Marilyn Monroe y, según declaró más tarde, llegó a ver el diario en la oficina forense, aunque al día siguiente había desaparecido.

El conocido especialista en pinchazos telefónicos Bernie Spindel aportó otra presunta "prueba" sobre la participación de Kennedy en la muerte de Monroe. La casa de Spindel, que estaba reuniendo datos contra Kennedy por cuenta del líder del sindicato de camioneros Jimmy Hoffa, había sido registrada por la fiscalía de Nueva York. Los partidarios de la teoría del crimen resaltaban que Kennedy era en aquel momento senador por Nueva York y amigo de Frank Hogan, fiscal del distrito. En su opinión, Kennedy estaba detrás de la operación. Las cintas de Spindel, confiscadas durante el registro, nunca fueron devueltas, y este se querelló para recuperar "cintas y otras pruebas relacionadas con la muerte de Marilyn Monroe que refutan con rotundidad la versión oficial sobre las circunstancias de esa muerte".

(...) El 4 de noviembre de 1984 (22 años después de su muerte) tuve ocasión de responder pormenorizadamente a las preguntas que me hicieron los dos ayudantes del fiscal responsables de la investigación oficial sobre la muerte de Marilyn Monroe. (...) Los inspectores estaban interesados en hallar respuestas a tres cuestiones derivadas de mi informe:

1. La autopsia señalaba que el estómago se hallaba "casi totalmente vacío". ¿Cómo podía ocurrir tal cosa cuando Monroe acababa de ingerir una cantidad masiva de píldoras?

2. ¿Por qué no se hallaron comprimidos a medio digerir, polvos o alguna irritación rojiza en las paredes estomacales?

3. Monroe había ingerido una gran cantidad de nembutales amarillos, así que debían aparecer restos de tinte amarillo en las paredes de la garganta, el esófago y el estómago. ¿Por qué no se detectó ninguna coloración amarilla?

La cuarta pregunta se refería al examen externo del cuerpo de Monroe. Se sabía que el doctor Greenson le había puesto a Monroe su inyección habitual la víspera de su muerte, pero en su cuerpo no se había apreciado ninguna marca. ¿Por qué?

Para contestar a la primera pregunta, la concerniente al estómago vacío, inicié mi explicación recurriendo a un hecho cotidiano. Cuando pruebas comida exótica que no "se aviene" contigo, en ocasiones sufres una indigestión, lo cual significa que el estómago rechaza la comida y no permite que pase fácilmente a los intestinos. Sin embargo, cuando ingieres una comida que estás habituado a comer (un filete, por ejemplo), no se produce tal indigestión y la comida pasa fluidamente hasta los intestinos. Lo mismo sucede con las pastillas cuando las toman consumidores habituales de drogas. Marilyn Monroe había abusado de los somníferos y el hidrato de cloral durante años. Su estómago se había acostumbrado a las píldoras, así que las digería y las "volcaba" en el tracto intestinal. (...)

Para responder a la segunda pregunta, sobre la previsible presencia de pastillas a medio digerir, polvos o irritaciones en las paredes estomacales, me remití a mi informe, donde decía que "la mucosa presenta [...]una difusa hemorragia local". En otras palabras, tras las paredes estomacales (la mucosa) había una mínima aunque extendida hemorragia, la irritación rojiza de la que hablaba el doctor Weinberg.

Les comenté a los inspectores que la tercera cuestión (el supuesto de que el tinte amarillo del Nembutal tenía que haber manchado las paredes internas de la garganta y el estómago) solo podía haber sido planteada por un lego en la materia. En mi carrera me he topado en numerosas ocasiones con el Nembutal. Parece tratarse de una de las drogas favoritas de quienes planean suicidarse. Expliqué a los ayudantes del fiscal que si uno coge una pastilla amarilla de Nembutal, se la pasa por los labios para humedecerla y, por último, se frota el dedo en ella, no se mancha con ningún tinte amarillo. El Nembutal viene en una cápsula especial que no destiñe al ser ingerida.

Respecto a la pregunta de por qué no se habían hallado marcas de pinchazos cuando se tenía constancia de que el doctor Greenson sí había inyectado a Monroe, contesté que las señales dejadas por agujas quirúrgicas muy finas como la usada por el doctor Greenson se cerraban al cabo de pocas horas, borrándose así todo vestigio de ellas. Solo pueden detectarse los pinchazos muy recientes. El doctor Greenson había puesto esa última inyección cuarenta y ocho horas antes de la autopsia. Por tanto, era lógico que yo no hallara ninguna marca reciente.

'Cadáveres exquisitos', de Thomas T. Noguchi. Global Rhythm Press. Precio: 19,50 euros.




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