viernes, junio 23, 2023

Ivo Basterrechea: En 1958, Cuba consumía más pescado fresco que los Estados Unidos. 'Nuestras aguas no tienen peces', así justifica el régimen la ausencia de pescado en Cuba


En 1958, Cuba consumía más pescado fresco que los Estados Unidos.

Por Ivo Basterrechea

22 de junio, 2023


En 1958, el Diario de la Marina publicaba casi diariamente los precios promedios al detalle de pescados y mariscos en el Mercado de Abasto de La Habana, reportados por el Instituto Nacional de la Pesca. Y en ese mismo año el Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunciaba que Cuba consumía 5.6 libras más, que las 5.4  que consumía su país.

Cada ves que leo que en el tiempo del gobierno de Fulgencio Batista se pasaba hambre, me río de la ignorancia política de los que la comentan, casi siempre lo hacen, “porque eso les dijeron sus padres o abuelos”, pero estoy consciente que es un comentario sacado de contexto para seguir criminalizándolo.

Y escribo fuera de contexto porque al parecer esos familiares no le contaban, que existían miles de opciones para gastar el dinero: se jugaba en la Lotería Nacional, o la “Bolita”, o en los billares, o en los prostíbulos, o en los bares dónde se ofrecían las mejores cervezas, o el Bacardí el mejor ron del mundo, o simplemente se fumaban una caja de cigarro Corona de 10 ¢, o sea un “realito”, antes que comprar una libra de masa de tiburón en 10¢, o una libra de manjúa, o una docena de ostiones con el mismo valor, y era el momento que en el mercado “La Copa No. 6” de 23 y 12 del Vedado, la papa fresca del país valía 3¢ la libra, imagínense en el interior de la república.

Recordemos que Cuba en 1958 ocupaba el séptimo lugar del mundo al pagar 3 dólares diarios (el peso cubano estaba por encima del dólar), en el sector agrícola, y el octavo lugar en el sector industrial donde pagaba 6 dólares diarios. También recordemos que en Cuba se crearon millares de empleos permanentes, elevándose los niveles salariales que dieron a Cuba el primer lugar en el continente después de los Estados Unidos y Canadá y el octavo lugar en el mundo con el más bajo coeficiente de desempleo de la América Latina.

Fuentes.

1. Diario de la Marina. Año CXXVI, La Habana, viernes 28 de noviembre de 1958. Pág. 7-A.

2. Piedras y Leyes. Fulgencio Batista. Ediciones Botas. México. Año 1961. Págs. 206-207

3. Diario de la Marina. Año CXXVI. No. 39, viernes 14 de febrero de 1958. Página primera. 

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El pescado no fresco que se consumía en Cuba eran fundamentalmente: 

1) Sardinas enlatas en aceite o entomatadas; mayoritariamente españolas.

2) Bacalao en pencas supuestamente de Noruega o de otra procedencia

3) Bacalao sin espinas que frecuentemente eran filetes de tiburón 

4) Arenques ahumados

4) Masas de bonito enlatados



 

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

En 1958, el Diario de la Marina publicaba casi diariamente los precios promedios al detalle de pescados y mariscos en el Mercado de Abasto de La Habana, reportados por el Instituto Nacional de la Pesca. Y en ese mismo año el Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunciaba que Cuba consumía 5.6 libras percápita  que era una cifra mayor que las 5.4 que consumía  EE.UU.

 Diario de la Marina. Año CXXVI, La Habana, viernes 28 de noviembre de 1958. Pág. 7-A.

Diario de la Marina. Año CXXVI. No. 39, viernes 14 de febrero de 1958. Página primera. 

Sobre el consumo de pescado  en Cuba en el período 1976-1990 al que se refiere la Viceministra de la Industria Alimentaria diré: 1)  Estuvo siempre racionado al igual que desde los años 60s hasta 1976. 2)  las 100.000 toneladas de pescado de forma anual que dice la viceministra recibía Cuba de  una flota cubana (con algunos  barcos adquiridos sin pagar a otros países) que pescaba en aguas internacionales; era pescado de mala calidad pues las merluzas (un pescado de excelente calidad)  que llegaban a Cuba eran de muy pequeño tamaño para ya  no hablar del llamado  ¨chicharro¨ y otros pescados que en Cuba  por su baja calidad los pescadores los evaluarían de ¨MORRALLA¨.  Algunos de esos barcos tenían  plantas procesadoras y empacadoras mediante las cuales  el  mejor pescado se enviaba  directamente  a los otros países. 3) La gran mayoría de los  pescados de la Flota de Plataforma  y de la Flota del Golfo  que eran de  buena calidad (chernas criollas, pargos, serruchos, chernas americanas pescadas en el Golfo de Campeche, rabirrubias,biajaibas, pintadas, bonitos, albacoras,  palometas, etc.) tomaban el camino de la exportación  al igual que las  langostas y los camarones, salvo los que llegaban y llegan a las mesas  de los dirigentes y miembros de la cúpula Castrista. 4) Solamente al pueblo  le llegaban pescados de calidad cuando los frigoríficos cercanos a algunos pueblos, repartos o ciudades,  se rompían y el pescado se iban a echar a perder  por la falta de frio;  En Pinar del Río cuando había una gran arribazón de langostas  lo que le llegaba al pueblo del Combinado de la  Coloma   eran  solamente las cabezas de las langostas. 5)  Las masas de tiburón y de diferentes tipos de rayas que llegaban a la carnicería o casillas  llegaban con olor a orine o amoniaco dado el exceso de tiempo transcurridos desde que fueron capturados y la  baja o mala  refrigeración en el almacenamiento o en la transportación; esas carnes eran vendidas bajo el falso nombre de abadejo cuando realmente el verdadero abadejo es un pez con esqueleto óseo  y las rayas y los tiburones son condrictios cuyos esqueletos son cartilaginosos fáciles de identificar; las rayas antes de 1959 no se consumían en Cuba; el tiburón  se consumía poco y solamente algunos tipos de ellos. 

En el país con la Revolución se introdujeron peces de agua dulce que afectaron las especies autóctonas. La tenca y la claria  han  sido de las peores plagas invasoras; no resolvieron el problema alimentario pero sí afectaron negativamente  la ecología de los rios y embalses de Cuba; solamente los daños por ellas provocados son comparables con la introducción, como plantas ornamentales, de la plantas conocidas como  aroma y  marabú; introducidas cuando Cuba era colonia (que no provincia) de España.  En Cuba encontrar una biajaca, un guajacón, una trucha es casi tan difícil como encontrar el Santo Grial.

En 1958 el consumo percápita de 5.6 libras de pescado fresco y los datos de la siguiente tabla nos dice que el pueblo cubano prefería consumir el pescado fresco, aunque  su consumo era muy inferior al consumo de carnes refrigeradas, donde el consumo de la carne de res ocupaba un lugar muy alto y significativo. En el año 1958 Cuba ocupaba en  consumo de carne el 4º lugar en  América Latina con 73 libras  percápita anual.

El siguiente CUADRO No.20 fue tomado del libro El Imperialismo Norteamericano en la Economía de Cuba del comunista Oscar Pino Santos; observen que el 100% de la cantidad  y el 100% del valor del pescado seco o salado (arenques ahumados, bacalao, etc.)  que consumía el pueblo cubano era de importación. Respecto al pescado en conserva (enlatado) vemos que sólo el 10% de la cantidad y el 22% del valor era de producción nacional, mientras que el  90% de la cantidad y el 78%  del valor del pescado enlatado era de importación; las sardinas enlatadas españolas aportaban  un peso significativo en estas dos últimas cifras porcentuales dada la alta presencia en Cuba de inmigrantes españoles y su descendencia.

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Video del 2012 de tiburón en Santa Maria del Mar, La Habana, que ¨fue por comida  y se convirtió en la  comida¨



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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

La Viceministra  espresó: ¨Nuestra plataforma presenta una disminución significativa de estos recursos pesqueros...¨. Yo me pregunto si en las aguas de la plataforma del archipiélago cubano  también  hay una disminución significativa de la salinidad, PUES EN CUBA TAMPOCO HAY SAL  :-) . Le sugiero a la Viceministra que la culpa se la endilgue también al  cambio climático como hizo el Ministro de la Industria Alimentaria, Manuel S. Sobrino Martínez,  quien culpó al cambio climático de la perenne escasez de leche que viven los cubanos. Pese a que en Cuba  antes de 1959 el 98% de los productos lacteos que se consumían en Cuba eran de producción nacional; dato que también aparece en el CUADRO No.20. Por cierto en Cuba siempre han existido sequías, huracanes, temporales, etc.  

EL CAMBIO CLIMÁTICO (EN CASO QUE EXISTA) NO ES EL CULPABLE. LA CULPA FUE CAMBIAR A CUBA A UN  SISTEMA POLÍTICO Y  DE ECONOMÍA ECONOMÍA CENTRALIZADA QUE DURANTE 64 AÑOS HA MOSTRADO  SU INEFICIENCIA, SALVO  EN LA REPRESIÓN  A LA POBLACIÓN. LOS MANDANTES LO SABEN, PERO PREFIEREN  MANTENER EL CONTROL  POLÍTICO  QUE DARLE LIBERTAD Y PROGRESO AL PUEBLO CUBANO.

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Tomado de https://diariodecuba.com

'Nuestras aguas no tienen peces', así justifica el régimen la ausencia de pescado en Cuba

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El ministro de la Industria Alimentaria, Manuel S. Sobrino Martínez, culpa al cambio climático de la perenne escasez de leche que viven los cubanos.

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DDC

La Habana

22 junio 2023

La viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, dijo en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda  que los mares que rodean a Cuba no tienen los peces suficientes que necesitan consumir los cubanos.

"En la actividad pesquera es oportuno decir que aunque somos un país que estamos rodeados de mar, nuestras aguas no poseen los niveles de peces que necesitamos para cubrir la demanda de la población", respondió Naranjo Blanco a la pregunta de Randy Alonso sobre cómo estaba la situación de la pesca en Cuba.

"Entre los años 1976 y 1990 poseíamos una flota que pescaba en aguas internacionales. Cuba recibía así alrededor de 100.000 toneladas de pescado de forma anual. A partir de 1992 hubo una retirada gradual de esta flota y en el 2002 prácticamente no teníamos activa esta flota", añadió la funcionaria.

"Nuestra plataforma presenta una disminución significativa de estos recursos pesqueros. Por ello se insiste en la Ley de Pesca aprobada en 2019, pero que no prevée incrementos de capturas marinas", concluyó Naranjo Blanco sobre la pesca marina cubana.

La funcionaria dijo que el incremento de la disponibilidad de pescado en Cuba depende de los programas de cría en agua dulce, cosa que también se ha visto obstaculizada por la falta de piensos para alimentar a los peces.

Las incongruencias de la mencionada Ley de Pesca  también fueron comentadas por Naranjo Blanco. "Se hizo una propuesta de modificación (de la ley) y se está trabajando en su implementación", dijo. Las "propuestas" para modificar la legislación son: Crear condiciones para la venta mayorista y minorista de insumos pesqueros, crear servicios de construcción y reparación de embarcaciones, permitir la pesca comercial en zonas turísticas dos veces al año, modificar las áreas de navegación permitidas, incrementar la potencia de los motores de barcos, revisar los planes de manejo de las áreas protegidas y comercializar el pescado por precios por acuerdo.

Por su parte, el ministro de la Industria Alimentaria, Manuel S. Sobrino Martínez, culpó al cambio climático de la perenne escasez de leche que viven los cubanos: "Nosotros en los primeros meses del año, por el impacto de la sequía, disminuimos la producción de leche en más de 38 millones de litros de leche. Que no solo es por el impacto de la sequía, hay cosas relacionadas con el acopio de leche que tenemos que ordenar, que mejorar, que resolver".

Sobre la situación con la cosecha de mango, Sobrino Martínez dijo que la maduración de esta fruta "se ha precipitado". En cuanto a las frecuentes pérdidas   que se reportan en el oriente cubano de esta fruta, Sobrino reconoció: "Hay lugares donde hemos perdido un nivel de mango que con un comportamiento diferente de las lluvias podíamos haberlo aprovechado".

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Tomado de https://www.cubanet.org/

Cuba, una isla sin pescado ni sal

Por Jorge Luis González Suárez

15 de febrero, 2023

LA HABANA, Cuba. — “¿Aquí en Cuba no hay pescado?”,  me preguntaron asombrados luego de leer el menú de un restaurant dos turistas italianos a quienes guiaba por la Habana Vieja y que estaban antojados de comer pescado del trópico.

“Ni pescado ni sal”, fue mi respuesta. Y debido al poco español que sabían, lo más seguro es que se hayan quedado sin entender lo que traté de explicarles.

¡Si es que ni los mismos cubanos lo entendemos! Porque es insólito que teniendo Cuba 2 500 kilómetros de costa haya que importar la sal y el pescado.

Las pescaderías llamadas Mar y Tierra, cuando no tienen alimentos del mar, venden croquetas, picadillo y embutidos. El poco pescado que hay en esos lugares es casi siempre de agua dulce y de poca calidad, como la claria y la tenca, con muchas espinas y cuyo sabor no es grato al paladar.

Cuando hay pescado de mar es más caro. Por ejemplo, el kilogramo de macabí cuesta 235 pesos. El kilogramo de sardina, que es lo más barato, vale 225 pesos.

Hace poco, en la pescadería de La Lisa, cita en la avenida 51, vendieron pargo, a 900 pesos el kilogramo. La mayoría de las personas que entraban al sitio, miraban y se iban sin comprar, diciendo horrores.

No todas las pescaderías son abastecidas de modo parejo. Las hay que pocas veces son surtidas.

A finales de la década de 1970, el gobierno cubano compró en Argentina unas tiendas de estructura metálica con equipamiento para la venta de pescado. La mayoría de ellas ya no existe. Algunas las desarmaron y convirtieron en chatarra. Otras se usan como puestos de vender productos agrícolas o fueron convertidas en viviendas.

Antes de 1959 se podía adquirir pescado fresco en varios sitios de La Habana, sobre todo en poblaciones costeras como Cojímar y Santa Fe, o en el Mercado Único (Plaza de los Cuatro Caminos) y los supermercados Minimax.

También el pescado fresco lo traían de puertos cercanos a la capital, como Batabanó, Mariel y Santa Cruz del Norte. Y otros puertos del interior del país enviaban pescado a La Habana en camiones refrigerados.

Hoy lucen fantasmagóricos puertos pesqueros ayer tan activos como Batabanó (Mayabeque), La Coloma (Pinar del Río), Sagua La Grande y Caibarién (Villa Clara) y Manzanillo (Granma).

En los años 60 y 70, Cuba tuvo una flota de barcos pesqueros de gran tamaño que eran capaces de procesar la captura en el mar. Aquella flota garantizaba el pescado que se exportaba y el que consumíamos aquí. Pero los barcos se fueron deteriorando debido al excesivo uso y la falta de mantenimiento. Hubo que desactivarlos y no los reemplazaron.

Hoy, las langostas y los camarones se exportan. En Cuba solo se ven mariscos en algunos restaurantes (estatales o de cuentapropistas) para consumo de turistas que pagan con tarjetas en divisa o con precios inaccesibles para el cubano promedio.

En la isla caribeña existen leyes que imponen fuertes multas y hasta penas de prisión a los pescadores sin licencia que sean sorprendidos vendiendo sus presas. Ellos están obligados a venderle al Estado, al precio que este disponga.

En cuanto a la sal, también escasea y está racionada por la Libreta de Abastecimiento. Se supone que cada tres meses vendan un paquete de un kilogramo de sal por núcleo familiar, pero la cuota no viene a las bodegas con regularidad.

El precio oficial del paquete de sal es siete pesos. En el mercado negro oscila entre 100 y 200 pesos, pero cuesta trabajo encontrarla. Por ello, es común que entre vecinos se maneje aquello de “un poquito de sal que no tengo”.

La mayor salina de Cuba está en Guantánamo y tiene capacidad para abastecer a todo el país. Pero, según explican las autoridades, el equipamiento técnico para refinar la sal está en mal estado y no hay las piezas necesarias para las reparaciones por “culpa del bloqueo”. Y en las tiendas en moneda libremente convertible (MLC) la sal que se vende es importada y cara.

Agudiza la escasez el número de negocios de cuentapropistas que usan la sal para elaborar sus productos. Como en los mercados mayoristas no venden sal, los cuentapropistas, para no tener que pagarla en las tiendas en moneda libremente convertible, la compran por sacos en el mercado negro. Y esa sal que se vende en el mercado negro es, a su vez, la que roban en bodegas y almacenes.


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