Video de Pepe Forte sobre las posadas (posteriormente ¨Albergues INIT¨) y la prostitución en Cuba
Nota de Pedro Pablo Arencibia, Bloguista del blog Baracutey Cubano:
ATENCIÓN !! EN MI PARTICIPACIÓN EN EL VIDEO DE PEPE COMETÍ UN GRAN ERROR PUES ERAN REALMENTE 11 000, Y NO 100 000, SEGÚN EL DIARIO o PERIÓDICO CUBANO EL MUNDO, DEL 14 DE FEBRERO DE 1958, LA CANTIDAD DE PERSONAS QUE ESTABAN VINCULADAS EN TODA CUBA AL NEGOCIO DE LA PROSTITUCIÓN, INCLUYENDO ENTRE ELLOS A LAS PROSTITUTAS. FUE UN GRAVE LAPSUS LENGUIS Y PIDO DISCULPAS POR ELLO. Y ESO QUE TENÍA ENFRENTE ESTA NOTA DE MI BLOG DE HACE YA UNOS AÑOS:
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
La verdadera ofensa y mentira ha sido la que dijo Fidel Castro cuando afirmó que antes del triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959 habían en Cuba 100 000 prostitutas y que Cuba era era el burdel de América. En más de uno de sus discursos Fidel Castro dijo esa mentira y, si mal no recuerdo, esas palabras en boca de Fidel Castro también aparecen en el documental Comandante del director norteamericano y admirador de dictadores Oliver Stone.
La prostitución en Cuba antes de 1959 pese a la propaganda de algunas agencias de viajes extranjeras y de algunas revistas extranjeras, que promocionaban a Cuba como el burdel de América tenía un índice muy bajo; un indicativo indirecto de ese índice bajo era el bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país. Otro dato mucho más directo fue la información aparecida en el periódico cubano El Mundo el 14 de febrero de 1958 la cual plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución,. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, p..49). Esa actividad se llevaba a cabo generalmente en zonas muy específicas y era criticada y rechazada socialmente. Cuba tenía en esa época 6 millones de habitantes.
Aclaro que (Abreu, p. 49) corresponde al libro oficialista En el último año de aquella República, de la autoría de Ramiro J. Abreu, ex oficial del MININT y funcionario del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en los años ochenta del pasado siglo XX, años en que fue publicado dicho libro en Cuba y cuyo prólogo lo escribió Carlos Rafael Rodríguez, entonces miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba. En ese libro también se lee que Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Luigi Centoz, que conllevó a una nueva imagen de su régimen y a una posible solución no violenta a la situación política del país. Leemos en sus páginas 81 y 82:
¨… Ya, desde antes, permitió la reestructuración de los partidos políticos de ´oposición´, restableció ´la libertad de prensa ´ y las garantías constitucionales´, y el 10 de marzo dio el indulto a 40 personas. Con el mismo propósito, Batista se deshizo de su Premier, Jorge García Montes, y nombró en ese cargo a su Embajador en Estados Unidos, Emilio Núñez Portuondo, De esta forma, dio paso al llamado gabinete de la concordia, con el cual procuró tener una apariencia de Gobierno flexible con ribetes liberales …¨
En ese libro también se lee, en sus páginas 99 y 100, que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las entonces muy próximas elecciones generales junto a los otros partidos políticos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía Castrista durante 65 años, sabemos que la verdadera razón de la negativa de Fidel Castro era que no quería Poder, sino todo el Poder; solamente dejó oficialmente el Poder, a regañadientes y poco a poco, cuando estaba al borde de la muerte, designando a su hermano y cómplice Raúl Castro como su sucesor. La respuesta de Fidel Castro a esa intención de Batista fue, con también la firma de Faustino Pérez, el Manifiesto de la Sierra Maestra del 12 de marzo de 1958, donde están presentes amenazas y advertencias de terrorismo revolucionario. Esas elecciones generales que estaban programadas para mediados de ese año fueron suspendidas por la ola de atentados revolucionarios y la llamada Huelga de Abril; Las elecciones generales se celebraron finalmente en noviembre de 1958.
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Las Posadas en Cuba: Una tradición sorprendente
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En el antes mencionado Manifiesto de la Sierra Maestra del 12 de marzo de 1958 se miente desde el primer párrafo:
* Al negar autorización a la Prensa Cubana para visitar el campo de operaciones y conocer la actitud del Movimiento 26 de Julio, el dictador Batista no solo ha evidenciado su cobardía moral y su impotencia militar, sino que ha dicho la última palabra sobre el desenlace final de esta lucha.¨
Veamos algunas imágenes publicadas en la revista Bohemia que desmiente el contenido de ese primer párrafo; señalo que algunas de ellas son de febrero de 1958 y también posteriores. La revista Bohemia publicó antes de 1959 un muy largo reportaje del periodista español Enrique Meneses sobre la vida de Fidel Castro y su guerrilla en la Sierra Maestra; no se si fue el mismo reportaje que publicó la revista Paris Match. Agustín Alles Soberón fue el primer periodista cubano que entrevistó a Fidel Castro en la Sierra Maestra. En la visita que hizo Fidel Castro a España en 1992 Fidel Castro vió a Agustín Alles, el cual había sido asignado por Radio Martí para que cubriera esa visita de Fidel a España, y Fidel le preguntó como un reproche: «¿Agustincito, qué haces tú por aquí?». «¿Cuándo vas a cumplir lo que nos prometiste en Sierra Maestra?», respondió el periodista. Castro ensombreció la mirada: «Hoy no hago declaraciones».
La persona que desee profundizar puede consultar el libro, de la investigadora Patricia Calvo, titulado
¡Hay un barbudo en mi portada! La etapa insurreccional cubana a través de los medios de comunicación y propaganda 1952-1958 (Iberoamericana/Vervuert, 2021)
Un fragmento de la sinopsis del libro: Este libro recoge el trabajo investigador de la autora en los últimos años acerca de la relación mantenida entre los rebeldes cubanos y la dimensión pública del proceso insurreccional, asentada en tres variables: la prensa cubana, la prensa internacional y la prensa clandestina. El volumen se centra en los periodistas que entrevistaron a la guerrilla de Sierra Maestra, el tratamiento de la información difundida sobre Cuba tanto dentro como fuera de isla y las tácticas propagandísticas
Estos artículos fueron escritos poco después de la ola represiva conocida como La primavera Negra de Cuba del 2003 y el fusilamiento de tres individuos que secuestraron una embarcación para escapar de Cuba a los EE.UU. sin derramar una gota de sangre.
El general Gálvez es el general ( r) William Gálvez, combatiente del Movimiento 26 de Julio quien fue uno de los que planificó el asesinato del asesino Fermín Cowley Gallegos jefe militar del Ejército Constitucional en la ciudad de Holguín. William Gálvez escaparía hacia la Sierra Maestra y combatiría en ella; fue uno de los integrantes de la columna invasora comandada por Camilo Cienfuegos. Ha escrito varios libros sobre la lucha antibatistiana. Personas que lo conocen dicen que es adicto al alcohol y prepotente.
Sería interesante localizar al periodista ecuatoriano Bastide, o a sus familiares en caso de que haya fallecido, para comprobar esa tortura de la castración.
En el Golpe del 10 de Marzo hubo tres muertos: dos de una parte y otro de la parte adversaria.
Dignidad cubana
Por la revista Bohemia
17 junio 2003
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Es tal el lavado de cerebro de los cubanos de la isla que son incapaces de reconocer su situación, primer paso siempre, para resolver un problema. El resultado es parecido al de las sectas que meten unas cuantas falacias en la cabeza de los catecúmenos y consiguen desligarles de familiares, amigos y hasta de la realidad, para que se dediquen solo, en cuerpo y alma, a vivir las consignas del líder iluminado de la secta.
Ningún panegirista de Fidel Castro y su revolución traicionada, se ha parado a estudiar cuales eran las metas de aquella guerrilla de Sierra Maestra que desembarcó a bordo del Granma y perdió en aquella ocasión 70 de sus 82 hombres. No estoy contando milongas. Ninguno de los que me critican ha vivido con Fidel Castro cuatro meses en la Sierra Maestra, con mi hamaca situada debajo de la suya entre los mismos dos árboles para guarecernos con el único plástico del rocío tropical de cada noche. Hablo en consecuencia, sin haber cobrado de unos u otros sino mis retribuciones de periodista y sin pluses por cárcel y palizas. El Ché reconoció varias veces en libros y entrevistas periodísticas que hasta que llegó el periodista Meneses a la Sierra, nadie conocía la existencia de la revolución cubana a nivel internacional. Las gente de Más Canosa, fundador del mayor grupo anti-castrista de Miami, dijo que yo era un peligroso comunista que había fabricado y convertido el personaje de Fidel Castro, el Robín de los Bosques como lo llamó Paris-Match, en una celebridad internacional. Y Rolando Masferrer, senador de Batista y propietario del periódico El Tiempo me andaba buscando por las celdas del Buró de Investigaciones, en el río Almendares para darme dos tiros a través de los barrotes de la mía. El guardían de la galería no le dijo en cual estaba yo y el pandillero desistió. Pero, dos celdas más lejos, habían castrado a otro periodista, Bastide, un pobre ecuatoriano que no representaba una publicación tan importante como yo, ni pertenecía a un país como España.
Fidel luchaba, según sus propias palabras, por restablecer la Constitución pisoteada por el golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952, golpe de Estado limpio pues no hubo un solo muerto. El joven abogado, gallego de padre y madre, se sublevaba contra la prostitución rampante y el juego que Batista había puesto en manos de familiares suyos y mafiosos, como el actor de cine americano George Raft y el dirigente de la Cosa Nostra, Lucky Luciano. Quería repartir las tierras del Estado para los campesinos que carecían de ella. “¿Por qué tocar tierras bien cuidadas por compañías extranjeras o por cubanos enriquecidos gracias a su propio esfuerzo?”. Delante de mí despachaba con cajas destempladas a los emisarios de Blas Roca, Secretario General del Partido Comunista Cubano, formación reconocida por Batista en su anterior gobierno de 1940-44. Blas Roca y el mestizo Fulgencio Batista eran íntimos amigos. “El que quiera ayudar a la revolución que lo haga sin pedir nada a cambio.” espetó Fidel a los enviados de Roca. “No hipotecaré el futuro de Cuba. Vladimir Roca, hijo del secretario general del PCC se encuentra entre
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(Enrique Meneses con Fidel y Raúl Castro en la Sierra Maestra)
¿Qué fue de todos aquellos propósitos? Los comunistas robaron el triunfo al Movimiento 26 de Julio lo que causó que hombres como Humberto Sorí Marín, Huber Matos o Camilo Cienfuegos desapareciesen de la escena de la revolución, este último en un accidente aéreo nunca esclarecido y atribuido a un sabotaje de Raúl Castro. Olvidada la Constitución que había que restaurar, y sustituida esta por una marxista, cuando en el ataque a la emisora CMQ por parte de los fidelistas, al que asistí como observador, los comunistas, con barras de hierro, se opusieron a la operación y avisaron a la policía batistiana. Fidel Castro se autodefine comunista leninista-marxista y amigo de la URSS después de confiscar las propiedades norteamericanas, azucareras y mineras. La Ley nº2 de la Reforma Agraria, fue redactada por el prestigioso abogado Humberto Sorí Marín en la Sierra y tuve el borrador en mis manos, a petición de Castro, porque viniendo del Egipto de Gamal Abdel Nasser, Castro y su gente querían saber cuales eran los errores cometidos por el líder egipcio al hacer su revolución agraria. Yo le había dicho a Fidel que Nasser repartió tierras perfectamente cultivadas con frutales europeos que producían excelentes ingresos a Egipto vendiendo esas cosechas a Arabia Saudí y a los Emiratos, carentes de frutales. El reparto de éstas entre los felagín hizo que los beneficiados cortasen los árboles y sembrasen foul (haba negra egipcia)su alimento casi diario. Castro limitó la reforma a un tercio de las tierras del país pertenecientes al Estado cubano. Humberto Sorí Marín, el padre de la ley, fue fusilado poco tiempo después de la victoria castrista.
Los EE.UU. dejaron de comprar el azucar cubano cuya zafra era entonces de 6 millones de toneladas adquiridas en dólares por encima del precio internacional.Aquellos dólares podía Cuba gastarlos donde quisiera. Los rusos sustituyeron a los estadounidenses pero sin pagar en divisas sino por trueque. Y según el Ché, “enviaban a cambio productos obsoletos”. Cualquiera que haya conocido la URSS sabe lo que era la calidad soviética, incluido el material espacial. Las discrepancias entre Guevara y los rusos (entonces enemistados con Pekín, cuyo comunismo el Ché defendía como mejor solución para iberoamérica), obligaron a éste a abandonar Cuba a petición de Fidel. La leyenda habla de “un hombre que iba en busca de otras tierras que liberar”. El Cristo de la célebre foto de Alberto Díaz, Korda representa un hombre que fusiló abundantemente en La Habana. El general Gálves sostiene que solo hay un comunismo. Por lo pronto el de Corea del Norte no atrae turismo extranjero como lo hace Cuba con la ayuda de los odiados capitalistas italianos y españoles.
La prostitución, tan odiada por los combatientes de la Sierra, era la misma que se encuentra en Ámsterdam, Barcelona o Hamburgo, la de siempre. Mujeres que unas veces por necesidad y otras por afán de riqueza, prostituyen su cuerpo con todo el derecho que las asiste. Hoy, en Cuba, las mujeres –y los hombres— que se prostituyen lo hacen para comer o por darse una ducha en la habitación de un turista extranjero. Las jineteras son prostitutas por razones más dramáticas que en tiempos de Batista. Y el turismo en Cuba lo han fabricado españoles, canadienses e italianos. Si ahora Castro pone en peligro ese precario aporte de divisas ¿qué le va a quedar a la economía de subsistencia de su régimen? Cuarenta años con cartillas de racionamiento dice poco del espíritu empresarial creado por Fidel y su gobierno. Insisto en que Cuba no ha tenido más que un bloqueo y fue en 1962 cuando la marina y la aviación de los EE.UU., siguiendo órdenes de John F.Kennedy, mandó detener cualquier mercante comunista que transportase misiles a la isla. Nikita Khruschev, con sus barcos ya avistados por la US Navy, no quiso un enfrentamiento con EE.UU. y ordenó que dieran media vuelta y regresasen a puerto. Lo demás, que los castristas llaman bloqueo, es técnicamente un embargo para productos estadounidenses o procedentes de EE.UU.. Cualquiera de los productos Made in USA que no podían entrar en la isla tiene su equivalente en los países de la Comunidad Europea, hoy Unión Europea. Pero para Fidel Castro, la palabra bloqueo justifica todos los errores y fracasos de su política económica. Se escuda tras esa palabra. El ministro socialista Solchaga aconsejó al gobierno de Castro sobre como desarrollar el país. No fué escuchado. En la Sierra estaba de acuerdo conmigo en que debía diversificar la producción cubana. No depender solo del azúcar, el tabaco y el ron, los postres, como los describía Agustín de Foxá. Estaba por desarrollar el turismo, la pesca,la agricultura, la ganadería,la industria ligera,la minería, abandonada tras la marcha de los norteamericanos y en la que su padre hizo una pequeña fortuna con la Nipe Bay Company de Niquel. Dice Isabel Allende, embajadora de Cuba en España que la UE debería atacar a EE.UU. por la práctica de la pena de muerte. Ignora la buena señora que en Europa estamos criticando la pena de muerte que se ejerce en EE.UU. y que no extraditamos delincuentes susceptibles de ser ejecutados en ese país. Pese a que allí hay juicios que no duran 5 días, como el de estos tres cubanos que secuestraron un ferry para salir de su país, derecho que cualquier democracia garantiza a sus ciudadanos y extranjeros. En EE.UU. y en la UE es más difícil entrar que salir. Por algo será que en Cuba es la inversa.
Los críticos vienen a decir que estamos vendidos al oro de Washington. Cualquiera que lea lo que llevo escrito (basta con seguir dándole al cursor al llegar a la última linea de este artículo para leer todos mis escritos de semanas y meses anteriores para Periodista Digital) verá los palos que he dado a Bush, Aznar y Blair por la guerra de Irak. Como periodista viví a los 19 años el cierre de mi joven agencia Prensa Universal por haber dado trabajo al exiliado vasco en Nueva York, Jesús Galíndez, amigo de mi padre, y que publicaba con seudónimo en mi empresa hasta que se descubrió el pastel. Entonces se decía que los que no eramos adictos al régimen de Franco, estabamos a sueldo del oro de Moscú. De ahí que sonriamos ante la dialéctica castrista, porque nos rejuvenece con el mismo soniquete que tan bien conocemos del otro gallego.
La dignidad cubana, de que me habla el tal Rafael Daniel en su vitriólica carta, es la de quienes se juegan largos años de cárcel por intentar mejorar la suerte de sus compatriotas esclavizados por la terquedad de unos vejestorios incapaces de reconocer sus errores a lo largo de cuatro décadas.Los que lo defienden si que son unos paniaguados.
Tomado de http://www.enriquemeneses.com
El Fidel Castro que conocí
Por Enrique Meneses
13 junio 2003
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Se me escapó la oportunidad de preguntar al general como es que en Sierra Maestra, Fidel me explicaba que, tras la victoria, sus hombres regresarían a sus trabajos habituales: “Como Costa Rica, Cuba no necesita un ejército. Basta con una policía”. Me añadió que nunca existiría un grado superior al de Comandante para mostrar que su ejército era un ejército popular, del pueblo. Y así fue para él, Raúl,Huber Matos, Camilo Cienfuegos, el Ché Guevara, y todos los mandos de la Sierra Maestra. Me extrañó que después de la victoria, Fidel construyese uno de los ejércitos latinoamericanos más potente y que llevase guerras coloniales a los confines de África. Y que existiese el grado de General. En Europa no aceptamos la pena de muerte por considerarla ineficaz en la lucha contra el crimen y no nos cansamos de condenarla en EE.UU. donde se practica abundantemente, sobre todo en el Estado de Tejas donde George W.Bush fue gobernador y en el de Florida donde desempeña el mismo cargo su hermano JEB. En las semanas que siguieron la victoria castrista, Ché Guevara se cansó de fusilar gente de Batista en la Fortaleza de la Cabaña. Pero la gente olvida.
Si los castristas quieren saber cómo ejerzo la libertad de expresión que me otorga nuestra democracia española y europea, pueden leer mis textos contra la guerra de Irak, contra Bush y compañía, contra Sharon, contra José María Aznar. Basta que su gobierno les deje conectar por internet con http://meneses.pitas.com y encontrarán mis artículos de los últimos cinco meses. Y si llegan a tiempo, en Radio Nacional Radio 1, el domingo 15, de 1 a 2 de la madrugada.
Fidel Castro quiso fusilar a su hermano Raúl
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Se publica un libro inédito del periodista Enrique Meneses sobre el fallecido líder cubano
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Fidel Castro, Raúl Castro y Enrique Meneses en la Sierra Maestra durante la lucha insurreccional contra el régimen de Fulgencio Batista
Por Guillermo Altares
Madrid
3 de diciembre 2016
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El reportero, fallecido en 2013 a los 83 años, pidió que esta biografía personal de Fidel se publicase después de la muerte del líder cubano, que se produjo el sábado 26 de noviembre a los 90 años. El libro, que cuenta con un prólogo de Jon Lee Anderson, se pone a la venta este lunes publicado por Ediciones del Viento, que editó también las memorias de Meneses, Hasta aquí hemos llegado.
¿Qué había ocurrido para sacar de sus casillas a Fidel Castro? Meneses, que pasó cuatro meses en dos etapas diferentes con los insurgentes, narra que Raúl Castro y Ernesto Che Guevara se intercambiaban una incesante correspondencia sobre teoría marxista desde las columnas guerrilleras en las que combatía cada uno de ellos. Pero una de las cartas fue interceptada por el Ejército y utilizada por el régimen de Batista para expandir que pretendían imponer un régimen comunista en la isla. Tras una tremenda bronca, Fidel convenció a su hermano Raúl, actual presidente cubano, de 85 años, para que interrumpiese los intercambios epistolares y luego gritó: "¡Odio tanto el imperialismo yanki como el
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En el corazón de la biografía se encuentra precisamente el abismo que separó al Fidel Castro de Sierra Maestra, con el que Meneses pasó muchas horas hablando, del político que se hizo con el poder en Cuba después de derrocar al régimen de Batista. "Su egocentrismo, su sentido mesiánico, su afán de publicidad lo convierten en un monologuista que rehúsa toda clase de diálogo, todo tipo de crítica, por constructiva que sea", escribe el veterano reportero.
El periodista español fue además un excelente fotógrafo que retrató alguno de los momentos icónicos del siglo XX. Fidel Castro, patria y muerte —que es una versión actualizada de un libro que Meneses publicó en 1966 y actualmente agotado— recoge las imágenes que tomó en Sierra Maestra, que también pueden verse en una exposición, organizada por La Fábrica, que ha recorrido diferentes ciudades españolas y que actualmente se encuentra en Zaragoza.
Meneses conoció a Castro en diciembre de 1957 y subió a la sierra en enero de 1958. Consiguió que las fotos llegasen a Miami a través de un correo de su confianza —una joven de 17 años que las escondió entre su ropa— y Paris Match publicó el reportaje, para que nadie le robase la exclusiva, cuando el autor todavía se encontraba en la isla, una imprudencia que estuvo a punto de costarle la vida y que le hizo pasar por las cárceles de Batista.
El reportero español no había sido el primero en entrevistar a Castro, pero sí en hacer un reportaje a fondo sobre la guerrilla. La exclusiva sobre Castro la dio un histórico periodista de The New York Times, Herbert L. Matthews, compañero de Martha Gellhorn, Robert Capa y Ernst Hemingway en la Guerra Civil española, que fue el primero en hablar con el dirigente cubano, en febrero de 1957. La entrevista tuvo tanta repercusión que Matthews acabó por ser definido como "el hombre que inventó a Fidel Castro".
Meneses llegó más tarde a la isla pero consiguió, pese a ser un freelance que andaba corto de dinero, arrebatar la primicia a los principales medios estadounidenses. Jon Lee Anderson le define así en el prólogo del libro: "Fue un periodista de raza, sempiterno joven de espíritu y, para alguien de su generación, un hombre singularmente libre de dogmas. Tenía además un gran apetito por la aventura".
John Wayne en el papel de Fidel
La publicación del reportaje en Sierra Maestra representó un éxito enorme y las fotos se vendieron en medio mundo. Pero Enrique Meneses también vendió otra exclusiva durante su estancia con la guerrilla cubana: cuenta en sus memorias Hasta aquí hemos llegado que durante su segunda incursión con la guerrilla viajó con una cámara de cine con la que pudo grabar imágenes de los insurgentes. El cliente era una productora de Hollywood, que pagó una cantidad considerable para la época, porque la idea era rodar una película sobre Castro en la que sería encarnado por un actor no conocido precisamente por su progresismo, John Wayne. El filme nunca se hizo, las imágenes se han perdido, pero la leyenda Meneses se ha ido haciendo más grande.
Etiquetas: albergues INIT, Batista, cifras, cuba, elecciones, fidel castro, fotos, Fulgencio, guerrilla, M-26-7, Oliver Stone, Pepe Forte, posadas, proposición, propuesta, prostitución, Revolución, sierra maestra, video
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