viernes, junio 09, 2006

EL GOBIERNO CUBANO PAGO VIAJE DEL CONGRESISTA CHARLES RANGEL A LA ISLA

Cuba pagó viaje del congresista Rangel a la isla


L. CLARK / The Miami Herald
WASHINGTON

CHARLES RANGEL, representante demócrata por Nueva York, realizó su visita a la isla en abril del 2002.

CHARLES KRUPA / AP

< --- CHARLES RANGEL, representante demócrata por Nueva York, realizó su visita a la isla en abril
del 2002.

El representante Charles Rangel, un frecuente crítico del embargo estadounidense contra Cuba,
se reunió con Fidel Castro en un viaje que hizo a la isla en el 2002, pero sólo recientemente, cuando un grupo de monitoreo empezó a hacer investigaciones sobre el asunto, reconoció que el gobierno cubano había pagado parte de la cuenta.

El demócrata por Nueva York cambió la planilla con la declaración sobre el viaje a Cuba en abril
del 2002 y reembolsó al gobierno cubano. También devolvió $1,922 al dueño de una tienda de
víveres de Nueva York por gastos incurridos por su hijo cuando el Center for Public Integrity, un grupo no partidista que se concentra en los expedientes abiertos, cuestionó los detalles del viaje. Las reglas de ética de la Cámara permiten que patrocinadores privados de los viajes de los legisladores cubran los gastos del congresista y de un familiar, en el caso de Rangel, su esposa Alma, quien también visitó Cuba.

El grupo de monitoreo del gobierno, que el lunes publicó una extensa revisión de los viajes congresionales, observó que las planillas de declaraciones sobre viajes ``se supone que revelen al público el patrocinador y el objetivo de los viajes que se financian privadamente''.

Pero según el grupo, inicialmente Rangel puso como patrocinador del viaje a un grupo que estaba realizando un estudio sobre pájaros en Cuba por aquel entonces, la Sian Ka'an Conservation Foundation, radicada en Minneapolis. En una planilla rectificada --presentada en
abril--, Rangel añadió al gobierno cubano y a John Catsimatidis, el dueño de la tienda de víveres.

El jefe de despacho de Rangel, George Daley, le dijo al centro que Rangel y su equipo no sabían que el gobierno cubano había pagado parte del viaje hasta que el grupo los contactó.

''Lo más importante es que Rangel corrigió el error cometido'', comentó Dalley al grupo. Nadie respondió las llamadas de The Miami Herald a la oficina del congresista.

El reporte también sugiere que Rangel pudiera haber violado otra regulación ética de la Cámara.
Su oficina no dijo si había presentado el necesario reporte de que un gobierno extranjero había
pagado parte de su viaje.

Los viajes de congresistas a Cuba son bastante rutinarios. La mayoría son pagados por grupos
privados que quieren establecer vínculos comerciales con la isla. El mismo reporte mostró que otro crítico del embargo, el representante demócrata por Massachusetts, William Delahunt, fue a La Habana en dos ocasiones cortesía del Instituto Lexington, un grupo de análisis en Washington que ha organizado otros viajes al archipiélago.

Algunos observadores se cuestionaron si el gobierno cubano había pagado algunos gastos en un esfuerzo por cultivar relaciones con miembros del Congreso, que en los últimos años ha frustrado los esfuerzos por relajar el embargo que impide a la mayoría de los compañías norteamericanas hacer negocios con Cuba.

''Desde hace tiempo sospecho que el régimen cubano financia y organiza ilegalmente viajes y otras actividades para miembros del Congreso'', declaró el representante republicano Lincoln Díaz-Balart, defensor de mantener las sanciones económicas contra Castro.

Una revisión de unos 23,000 viajes pagados por entidades privadas desde el 1ro. de enero del 2000 hasta el 30 de junio del 2005, no encontró otra referencia al gobierno cubano, según un análisis de los viajes congresionales compilado por el centro, el Medill News Service y la American Public Media.

Philip Peters, quien dirige el programa de Cuba del Lexington Institute, afirmó no saber que el gobierno cubano hubiera financiado viajes. Explicó que su instituto recauda sus propios fondos para las travesías.

''Nunca ha oído que el gobierno cubano se haya ofrecido para pagar'', subrayó Peters. ``Cuando uno está allí paga lo habitual, no hay descuentos''.

Rangel, que se reunió con Castro en 1988 como parte de un viaje congresional, reportó que el viaje del 2002 había sido con fines ``educativos y de conocimiento''. Según el centro, el grupo asistió a conversaciones sobre conservación de pájaros, cenó en la Sección de Intereses de EEUU en La Habana y se reunió con Castro. El centro observó que Catsimatidis había estado interesado en ir a La Habana ``para familiarizarse con los preparativos para la consagración de la Catedral de la Iglesia Ortodoxa Griega de San Nicolás, en la Habana Vieja.

La representante Marcy Kaptur, una demócrata por Ohio que también estuvo en el viaje, afirmó que ella y Charles Rangel habían discutido con Castro el caso del norteamericano que luchó en la revolución cubana y luego fue fusilado. Kaptur declaró que altos funcionarios cubanos le habían asegurado que estudiarían la devolución de los restos del comandante William Morgan.

Todavía no lo han hecho.