BARACUTEY CUBANO

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El Nuevo Herald


Generales con aroma de poder


Por Pablo Alfonso


El generalato cubano está de plácemes. Luego de casi cuatro décadas de total anonimato, algunos de sus principales representantes están saliendo a la luz pública, fotos e historias personales incluidas.

Desde el pasado 16 de junio, coincidiendo con la celebración del 45 aniversario del Ejército de Occidente, el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, ha desempolvado un libro publicado hace diez años, titulado Secretos de Generales, donde se narran entrevistas a un buen número de generales de las Fuerzas Armadas.

Su autor es el periodista Luis Báez, tan vinculado a las más altas esferas de la dictadura cubana, que la introducción del libro fue escrita por el general de Ejército, Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas. Que yo recuerde es la única vez que el general Castro Ruz, ha hecho uso de sus dotes de escritor.

Las entrevistas de Báez, seleccionadas por Granma, y publicadas casi todas en sus ediciones de fin de semana, nos muestran a unos generales bondadosos, campechanos, honestos, francos, amistosos; imagenes todas muy diferentes de las que el común de los mortales tiene de los altos jefes militares, que han peleado más de una guerra en suelo extranjero.

Curioso este desfile de la elite militar. Sobre todo en momentos en que el mismísimo general Castro Ruz, le recordó al generalato cubano y de paso a los altos cargos civiles del gobierno, ``el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana es uno solo, y únicamente el Partido Comunista, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria y garantía segura de la unidad de los cubanos en todos los tiempos, puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder''.

Retórica aparte lo cierto es que la única institución con el liderazgo y el poder que le otorga la fuerza de las armas es la Fuerza Armada. En Cuba el Partido Comunista goza del poder delegado por el líder, pero el más humilde de los cubanos está convencido de que el Partido, a la hora de la verdad, es una abstracción. Tan abstracto como lo es en este momento el momento el Parlamento cubano.

Por eso resulta curioso este exclusivo desfile de generales, todos ellos ratificando su lealta incondicional ''a Fidel y Raúl'' todos ellos tan sencillos, agradables, y simpáticos como los describe Báez.

Como dice el dicho: ''para muestra, un botón''. Reproduzco algunas de esas caracterizaciones de los principales generales que han desfilado por Granma en las últimas cuatro semanas:

* Leopoldo Cintra Frías, general de Cuerpo de Ejército. Actual Jefe del Ejército Occidental y miembro del Buró Político.

''Polo es un militar muy sencillo y con profunda calidad humana. Los pocos ratos libres de que dispone, los dedica a disfrutarlos con sus nietos'', dice Báez.

Por cierto que ''Polo'' recuerda en esa entrevista una cualidad inédita del general Castro Ruz. Resulta que el hombre en sus tiempos de alzado en la Sierra Maestra, allá por 1957, practicaba otros dotes, además, de guerrillero.

'' Allí vi por primera vez torear.''. -¿Quién era el torero?, pregunta Báez.

''Raúl Castro'', aseguró Cintras.

* Ramón Espinosa Martín, general de Cuerpo de Ejército. Actual Jefe del Ejército de Oriente.

''Es un hombre afable, modesto. El diálogo con él resulta muy agradable, porque todos los asuntos los responde sin dobleces'', dice Báez.

* Joaquín Quintas Solá, general de Cuerpo de Ejército. Actual Jefe del Ejército Central.

''Persona de trato agradable, guarda un sentimiento de lealtad para sus compañeros que han caído a lo largo de la lucha. Es un hombre de buenos sentimientos, y mucha calidad humana'', asegura Báez.

En este desfile de generales con mando real se incluye también al General de Cuerpo de Ejército, Sixto Batista Santana, 74 años, sin aclarar su cargo actual. En un tiempo ocupó la dirección politica de las Fuerzas Armadas y luego la jefatura de las Comités de Defensa de la Revolución.

''Cuando lo trata, se percata que es agradable, simpático, siempre con un chiste a flor de labios'', afirma Báez.

¿Verdad que, después de leer los comentarios biográficos de estos generales, uno casi se convence de que son blancas e inmaculadas palomas, capacez de garantizar una pacífica sucesión en Cuba?