lunes, julio 17, 2006

POR SUERTE NO GANAMOS

Tomado de El Veraz.com


POR SUERTE NO GANAMOS



"El cubano-argentino Jorge Masetti -ex colaborador del Departamento América de Fidel Castro y yerno de “Tony” de la Guardia- repasa con franqueza los años en que trabajó al servicio de los aparatos de seguridad cubanos, cumpliendo arriesgadas misiones en el continente.

La larga marcha del castrismo por América Latina ha encarnado para gran parte de la intelectualidad progresista y un sector del ala izquierda de nuestras sociedades una empresa épica y romántica. La lucha de los desposeídos contra los poderosos. Una guerra necesaria. Miles de jóvenes latinoamericanos recibimos instrucción en unidades militares cubanas para extranjeros; las míticas “Punto Cero” y “Los Petis”. Fuimos los seguidores del “Che” y de Fidel Castro. Cuba, con “generosidad revolucionaria”, nos ofreció campos de entrenamiento e instructores.

Con empeño aprendimos a fabricar explosivos, también tiro de infantería, defensa y técnicas de atentados. En las calles de La Habana desarrollamos las prácticas operativas de enmascaramiento, chequeo, contrachequeo, carga y descarga de buzones, pases rápidos, comunicaciones. En fin, todas las prácticas necesarias para convertirnos en verdaderos conspiradores, en los futuros comandantes de la revolución latinoamericana.

En nombre del “pueblo”, y sin pedirle permiso, comenzamos la guerra para su liberación. Mal aderezados con algunas nociones de marxismo leninismo, el “Qué Hacer” de Lenin y “La historia me absolverá” de Fidel Castro bajo el brazo y, por supuesto, con pistola en la sobaquera, comenzamos nuestra guerra.

Los muertos fueron por miles. La reacción del enemigo no se hizo esperar: las dictaduras militares ennegrecieron la geografía de nuestro continente. Con salvajismo imperdonable, en nombre de la Doctrina de Seguridad Nacional, los militares asesinaron, secuestraron, desaparecieron a todo aquello que oliera a izquierda, a militancia popular, a activismo obrero. La represión fue total y destructiva.

También en Cuba, aprendimos a ser firmes y severos; “ante la duda mátalo” preconizaba el Che. Los compañeros que planteaban dudas eran catalogados de inmediato como pusilánimes pequeños burgueses, objetivamente aliados al enemigo. Los disparos en la nuca, muchas veces, solucionaron de manera tajante las discusiones políticas.

El guerrillero y poeta Roque Dalton --->

El asesinato en 1975 del poeta y revolucionario salvadoreño Roque Dalton, por manos de sus propios camaradas, es ilustrativo y nada excepcional. ¿Acaso no habían actuado del mismo modo nuestros mayores, los cubanos, tanto en la Sierra Maestra durante la lucha contra Batista, como después de la toma del poder en 1959 con los pelotones de fusilamiento? Eutimio Guerra, campesino y posible delator, fue ejecutado por el propio Guevara en las montañas insurrectas cubanas. Después vinieron otros, los que no entendieron que las elecciones, la prensa libre y la democracia eran “patrañas” del enemigo.

Así, fue pasado por las armas en 1961 el comandante rebelde Sori Marín. Así, fueron condenados a veinte y treinta años de cárcel, respectivamente, el comandante guerrillero Huber Matos y Mario Chanes de Armas. Este último fue incluso compañero de Fidel Castro en el ataque al cuartel Moncada, en el posterior presidio y más tarde en el desembarco del Granma. Ambos pagaron hasta el último día de condena. ¿Su delito? Haber renunciado públicamente a la “hermosa tarea” de instaurar la dictadura del proletariado, representada y ejercida por el máximo líder, Fidel Castro.