viernes, agosto 18, 2006

CARDENAL CUBANO OFICIA MISA EN MEMORIA DE GUSTAVO ARCOS BERGNES

CARDENAL CUBANO OFICIA MISA EN MEMORIA DE GUSTAVO ARCOS BERGNES


La Habana
El Sol de México
México
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José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Agosto 18, 2006

La Habana.- El cardenal cubano Jaime Ortega ofició este jueves una misa en memoria del decano de los disidentes, Gustavo Arcos Bernes, fallecido hace nueve días, a la que asistieron los principales dirigentes opositores y diplomáticos.

En la ceremonia, realizada en la Parroquia Sagrado Corazón del barrio El Vedado, la esposa de Arcos, Teresita Rodríguez, estuvo acompañada de activistas de las Damas de Blanco, diplomáticos europeos, y del jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, Michael Parmly. También participaron en el acto religioso los dirigentes opositores Oswaldo Payá, Marta Beatriz Roque, Vladimiro Roca, Hilda Molina y Oscar Espinoza Chepe, entre otros.

Considerado el más veterano de los disidentes en Cuba, Arcos, quien fue asaltante del Cuartel Moncada junto a Fidel Castro en 1953, murió el pasado 8 de agosto, tras haber ingresado al hospital el 18 de julio, afectado de una neumonía e infección urinaria. "Era un hombre a quien nunca le vi miedo. Toda su vida entregada por la libertad a su pueblo, todos las humillaciones y sacrificio no caen en balde y estoy seguro de que Cuba se verá libre y reconciliada como él quiso", declaró Paya, Premio Sajarov 2002. Roca destacó que era un "hombre transparente, claro y directo". "Adquiere una significación especial la muerte de cualquier opositor que haya esperado tanto tiempo y no haya visto el final de esto". "Siento que Gustavo haya muerto sin ver el final, después de tanto trabajo y lucha", subrayó. "El venía siendo como nuestra primera piedra en lo que es la construcción de una nueva sociedad para Cuba", dijo Laura Pollán, miembro de las Damas de Blanco, grupo de esposas de presos políticos, Premio Sajarov 2005.

Arcos integró las filas del Partido Ortodoxo en 1952 cuando se unió a la lucha clandestina contra Fulgencio Batista, y se unió a Castro y su movimiento para el asalto al cuartel Moncada.