viernes, agosto 11, 2006

NADIE HA OBEDECIDO AL COMANDANTE EN JEFE (A NINGUNO DE LOS DOS)

NADIE HA OBEDECIDO AL COMANDANTE EN JEFE
(A NINGUNO DE LOS DOS)

Por Eugenio Yáñez *
Colaboración
Miami
Florida
E.U.
La Nueva Cuba
Agosto 10, 2006



Con tanto análisis y tanto experto se ha ido quedando entre las brumas una imponente realidad: en Cuba nadie ha obedecido al Comandante en Jefe (a ninguno de los dos).

Sencillo e impactante a la vez. Una anormal normalidad de una monolítica unidad que se resquebraja por instantes

Si un hipotético Fidel Castro enfermo, operado, con las dos piernas y los dos brazos enyesados, partidos, con fiebre y malestares, daba cualquier orden en Cuba, ¿quién se atrevía a no cumplirla?

Sin embargo, las órdenes de la Proclama-Testamento, supuestamente las órdenes más relevantes en casi medio siglo de castrismo en Cuba, y tal vez hasta las últimas órdenes públicas del Comandante en Vida, no han sido cumplidas.

“Delego con carácter provisional mis funciones…” se repite tres veces, lo sabemos bien, traspasando a Raúl Castro provisionalmente los máximos poderes de Cuba que Castro detentaba con carácter vitalicio.

Del Comandante en Jefe Invencible al Comandante en Jefe Invisible. Hasta donde se sabe públicamente en las sociedades donde la información circula libremente, en ningún lugar del mundo se puede asegurar que Raúl Castro haya aceptado la tarea, o al menos que haya dado prueba de ello.

El Invencible, en lecho de hospital y con aguda enfermedad, tiene fuerzas para firmar con mano temblorosa el traspaso. El Invisible sucesor ni siquiera firma el mismo documento diciendo que acepta la tarea. Ni habla en vivo, ni por video, ni por radio, ni aparece en público. ¿Qué se estarán preguntando los gobiernos extranjeros?

En el punto 4) el “impulsor” de los programas internacionales de Salud Pública se adentra en las selvas guatemaltecas para inaugurar un hospital, mientras treinta mil médicos cubanos en Venezuela se preguntan lo que estará pasando en Cuba.

Los “impulsores” en el punto 5), del programa internacional de educación, Machado Ventura y Esteban Lazo, siguen tan invisibles como el Sucesor. No importa si los han visto en el Palacio de la Revolución o en sus mansiones: no aparecen públicamente.

El “impulsor” en el punto 6) de la revolución energética, Carlos Lage, se mueve por Bolivia y Colombia, pero de energía, nada. Y no se suma a los invisibles Soberón y Pérez Roque para gestionar los fondos de los tres programas.

El “glorioso Partido Comunista”, que tiene la misión de “asumir la tarea encomendada” en la Proclama, parece estar de vacaciones. Su órgano oficial, el Periódico Granma, no parece haber sido informado de la delegación provisional de las funciones de Castro, y sigue mencionando a Fidel y Raúl Castro por los viejos cargos.

La cumbre de los No Alineados, prevista para comenzar el 11 de Septiembre, “deberá recibir la mayor atención del Estado y la Nación cubana” para celebrarse en la fecha acordada. Nadie se ha enterado de esta orden, y el Ministro de Relaciones Exteriores ha sido designado para gestionar y priorizar los fondos de los programas de salud, educación y energéticos.

Finalmente: “Pido al Comité Central del Partido y a la Asamblea Nacional del Poder Popular el apoyo más firme a esta Proclama”.

Comandante: repita la orden, por favor, no se escuchó bien. Ni el Comité Central del Partido ni la Asamblea Nacional han hecho nada, ni un comunicado de dos párrafos. Ni los órganos que los representan cuando no están reunidos ellos, que son el Buró Político o el Consejo de Estado han hecho nada tampoco.

El único que dice haber visto, hablar, y hasta escuchar chistes de Fidel Castro es alguien excluido en la Proclama: Ricardo Alarcón. Nadie sabe con que poderes o autorización de quien atraviesa los imponentes cordones de la Seguridad Personal y la Escolta del Comandante en Jefe para llegar hasta su lecho: Raúl Castro personalmente, o al menos el General Colomé Ibarra, Ministro del Interior, deberían haberlo autorizado, pero Alarcón es tan desatento hacia ellos que ni los menciona públicamente en tres conversaciones con la prensa.

La amnesia es colectiva. Carlos Lage y José Ramón Balaguer, incluidos en la proclama, y Roberto Fernández Retamar, miembro del Consejo de Estado, no incluido, dicen: Castro se recupera. Lage dice que volverá en semanas, Retamar que en meses. Lage enfatiza lo provisional, Retamar habla de “sucesión pacífica”. Nada concuerda. En donde todos coinciden es que ninguno menciona a Raúl Castro.

Ya no se hacen marchas del pueblo combatiente, ni grandes concentraciones para apoyar la proclama del Comandante en Jefe, y por eso se requieren 80,000 mítines a lo largo del país. ¿Por qué no concentrar las masas revolucionarias para mostrar el apoyo y poderío de la Revolución?

Más aún: ante una inminente agresión del imperialismo, como se asegura en Cuba que puede ocurrir, ¿quien es hoy el Ministro de las Fuerzas Armadas? Con todos los cargos recibidos con carácter provisional por Raúl Castro no podrá dirigir también el MINFAR.

Dicen los expertos que tal vez Ulises Rosales del Toro, que lleva varios años de Ministro del Azúcar, es General de División, y tendría subordinados cinco Generales de Cuerpo de Ejército. O el Jefe del Estado Mayor General, Álvaro López-Miera, en lo que sería el ascenso más vertiginoso en la historia de las FAR, pues era Coronel en 1990, cuando los actuales Jefes de los tres Ejércitos ya ejercían, y con grados de General. Señores expertos, piensen un poco más despacio.

Entonces, ¿quién está dirigiendo hoy en Cuba, si nadie cumple las órdenes del Invencible Comandante en Jefe, y nadie menciona al Invisible Comandante en Jefe?

Hay varias versiones.

Alcibíades Hidalgo, quien fue Jefe del Despacho civil de Raúl Castro en el Partido, pero que por su propio cargo tuvo que tener relaciones con muchos generales, asegura que en Cuba gobierna hoy una Junta Militar.

No menciona nombres, pero dada la distribución de poderes y las afinidades, así como la ubicación territorial de los actores, se puede pensar en los Generales de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra, “Furry”, Ministro del Interior, Julio Casas Regueiro, Viceministro Primero de las FAR y Leopoldo Cintras Frías, Jefe del Ejército Occidental, los tres miembros del Buró Político, y el también General de Cuerpo Álvaro López-Miera, Jefe del Estado Mayor General.

Menos probables, pero posibles, los Generales de División Carlos Fernández Gondín, Viceministro Primero del Interior, Antonio Enrique Luzón, Jefe de las Tropas Especiales y Ramón Pando Guerra, “Guile”, Jefe de la Defensa Civil, tanquista de corazón. No parece probable a este nivel el Teniente Coronel López Callejas, yerno de Raúl y Director Ejecutivo de GAESA, el grupo empresarial militar que asegura la moneda fuerte.

Por su ubicación territorial quedan más lejos de La Habana los Generales de Cuerpo Ramón Espinosa Martín, Jefe del Ejército Oriental, y José Joaquín Quintas Solás, Jefe del Ejército Central.

Esta Junta Militar, de existir, debería tender, se supone, a posiciones de flexibilidad en la economía y rigidez en el control político, un modelo chino a lo cubano. No por criterios de democracia o economía de mercado, sino de propia supervivencia. Y los balances de flexibilidad y rigidez estarían determinados por las circunstancias.

Otra versión, hecha pública por el Señor Sebastián Robles, de ideología trotskista y aparentemente detallada información sobre los corrillos del poder civil en Cuba, cuenta que grupos civiles de la élite, con Ricardo Alarcón y Carlos Lage, han planteado tácticas dilatorias respecto a la aprobación de la sucesión sin autorización del Comité Central, la Asamblea y el Consejo de Estado. Aunque algunos expertos sonríen al escuchar esto, la Proclama de Julio 31 pide a estas instituciones apoyar estas medidas, y ellos se aferran a estas posiciones sosteniendo que no hacerlo así sería traicionar lo que Fidel Castro ha ordenado.

Tanto Alarcón como Lage serían los aspirantes a aparecer públicamente como cabezas de esta línea, aunque ambos saben perfectamente que sus posibilidades son nulas si no cuentan con apoyo de fuerzas. Aunque pudieran ganar votaciones en la Asamblea o el Consejo de Estado para sus posiciones, de nada valdrían si no tienen el respaldo militar para enfrentar a los raulistas.

Tienen a su favor, ambos, así como Pérez Roque, haber sido los mencionados por Castro como los de la sucesión generacional en el libro de las cien horas de entrevistas con Ignacio Ramonet. Aunque esa mención hubiera sido simbólica, y la élite sepa que fue solo eso, a nivel del imaginario popular ellos tres son los “elegidos” del Comandante para sucederlo, y pudieran movilizar cierto respaldo popular en las bases y niveles intermedios para sus aspiraciones.

Carlos Lage o Alarcón, y tal vez Pérez Roque, para dos posiciones: Consejo de Estado y Consejo de Ministros. Si Alarcón se mueve a una de esas dos, y parece que le tienta ser Presidente del Consejo de Estado, Pérez Roque podría venir a la Asamblea: más formal que otra cosa, pero esta Asamblea sería, sin embargo, la institución para “legitimar” los nuevos nombramientos.

De última hora, escribiendo este comentario, entra la información de que Alarcón habló públicamente este miércoles 9 de Agosto, con lenguaje muy duro contra el gobierno de Estados Unidos, “verdaderos bandidos, que incluso recurren al terrorismo”.

Por primera vez, sin embargo, menciona a Raúl Castro. Pero, ¡oh, sorpresa!, solo para decir que los Estados Unidos “no van a permitir un gobierno encabezado por Raúl Castro”.

Aunque no lo dice, ¿estaría intentando sugerir que un gobierno encabezado por Alarcón sí lo permitirían? Podemos imaginarnos un pasquín (poster) electoral interno para la élite castrista, con una foto de Alarcón de guayabera y Cohiba, y un slogan: “Ricardito el duro, aceptable para bandidos y terroristas”

¿Y el respaldo militar? Hay que ver quienes de los altos jefes militares estaría ajeno a la supuesta Junta Militar de La Habana: serían posibilidades. Más, y no debe olvidarse, es decisiva en una situación como ésta la posición que adoptaran los Comandantes de la Revolución Juan Almeida y Ramiro Valdés, pues Guillermo García aparece mucho más alejado: ningún General de una Junta ordenaría un choque contra estos Comandantes.

Almeida puede ser más cercano a los raulistas o ser aceptado por todos los grupos como elemento de balance, pero Ramiro Valdés de seguro no estará con los raulistas, lo que no significa que debería necesariamente estar con los del otro lado.

Se dice que Alarcón es de la línea política “dura”, más de lo mismo, solo cediendo en lo imprescindible para mantener la tiranía, mientras Carlos Lage tiende a una posición socialdemócrata, más a la izquierda que los sandinistas de la década de los ochenta, pero con vínculos a la Internacional Socialista, lo que significa vínculos con Europa y las posibles inversiones: tentador para España y los capitales europeos. Que por cierto, Lage ya coqueteó con ellos en la década de los noventa.

Una tercera versión la enarbola el comunista ortodoxo alemán residente en México Heinz Dieterich, clásico dinosaurio que todavía sueña con la Stassi y el Muro de Berlín, agente cubano y asesor ideológico de los bolivarianos.

Para Dieterich, Raúl es el hombre. Así de sencillo. Es la garantía de la continuidad de la antorcha de Fidel Castro, la experiencia, la personalidad, la pujanza y el mito, que puede garantizar la pureza de la sucesión y crear las condiciones para que Felipe Pérez Roque continúe la dictadura por otros cuarenta y siete años y, de paso, lo nombre con carácter permanente en su nómina, para continuar expandiendo el socialismo del siglo XXI.

Más de lo mismo, reciclado, maquillado, socialismo fresco, lo malo no es el comunismo sino sus administradores incompetentes. Probemos otros cuarenta y siete años, ahora sin esos errores, y con Felipito.

El único punto débil del señor Dieterich en este instante es que Raúl Castro es invisible y no ha dado lo que se llama “prueba de vida”.

En todo lo señalado hasta aquí no hay especulación ni información de inteligencia: es un resumen de lo que ha sucedido con la aplicación de la famosa proclama de Julio 31 y de informaciones públicas aparecidas en la red digital.

Los hechos relacionados con la aplicación de la Proclama son evidentes y se pueden comprobar fácilmente. La posición de Dieterich en relación a Raúl Castro y Pérez Roque. “Fidel Raúl y la transición en Cuba”, ha sido reproducida en lanuevacuba.com.

Los criterios sobre una Junta Militar gobernando en Cuba aparecen en la entrevista de Alcibíades Hidalgo, “La isla es gobernada por una Junta militar”, y los de Sebastián Robles sobre las eventuales divisiones en la cúpula del poder cubano en “¿Traerá la desaparición de Fidel Castro la continuidad, la reforma o la contrarrevolución?”. Ambos documentos aparecen publicados también en lanuevacuba.com.

Hay mucho para razonar, analizar y debatir. Y no es solo esto.

Sigue con fuerza una versión donde Fidel Castro, no tan mal como parecería, dirige la escena tras bambalinas y reaparecerá en algún momento no muy lejano con una entrada triunfal digna de la ópera Aída, de Verdi o la Novena Sinfonía de Beethoven..

Circula también una versión novelesca de un supuesto atentado contra Fidel y Raúl por parte de un hermano del fusilado General Arnaldo Ochoa, pero con muchos más visos de novela de aventuras que de exactitud y realidad, aunque alguna prensa se ha hecho eco, y el rumor se extiende.

No obstante, en este documento que se expone aquí se trabaja con hechos comprobables y versiones cuyos originales están reproducidos en lanuevacuba.com, y pueden ofrecer a los lectores, como es habitual, no respuestas para todas sus preguntas, pero sí preguntas para todas sus respuestas.

Sigue siendo asunto de todos los cubanos, cuando una camarilla quiere convertir esta farsa en secreto de estado, traer a la luz la verdad, analizando entre todos. El parto de la Cuba libre del futuro, para todos los cubanos, pasa por sacar a la luz todas las verdades y todas las mentiras de esta maniobra.

Terminado de escribir, 10:45 PM, Miércoles 9 de Agosto 2006

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ALCIBIADES HIDALDO EX JE DE DESPACHO DE RAUL CASTRO: "LA ISLA ES GOBERNADA POR UNA JUNTA MILITAR"

"cualquier civil, como Carlos Lage o Ricardo Alarcón, cuenta menos que un general de las fuerzas armadas"...

Según Alcibides Hidalgo, quien fue jefe del equipo de colaboradores de Raúl Castro, sostuvo que en este momento la Isla es gobernada por una junta militar. Roma,.- Entre Fidel Castro y su hermano Raúl existe una "alianza de hierro", aunque el segundo era espiado por los servicios secretos cubanos, aseguró Alcibides Hidalgo, ex dirigente del régimen y exiliado desde hace algunos años.

Fidel Castro no se fía de nadie y también hizo espiar a su hermano Raúl, a quien nombró su sucesor, declaró Hidalgo en una entrevista publicada este martes por el diario La Repubblica. Comentó que el menor de los hermanos Castro bebe y tiene crisis depresivas, es un hombre inseguro, pero también "extremadamente cínico" y cuando retoma el autocontrol es " feroz y determinado".

Hidalgo, quien fue por casi 10 años jefe del equipo de colaboradores de Raúl Castro, sostuvo que en este momento la Isla es gobernada por una junta militar. Destacó que actualmente la cúpula del Partido Comunista cubano y la de las fuerzas armadas coinciden. "Los generales están al lado del sucesor y representan el núcleo del aparato". En la actualidad, indicó, lo que sucede en Cuba es una prueba general de la sucesión de Fidel Castro, aunque ello no significa que el mandatario cubano no haya sido operado y que sus condiciones de salud no hayan sido graves. "Quiere decir, por ejemplo, que las personas citadas (por Fidel) en la carta de sucesión no corresponden para nada a la verdadera cúpula del poder", dijo. "El número tres, después de Fidel y Raúl, es hoy en Cuba el ministro del Interior, el general Abelardo Colomé Ibarra y cualquier civil, como Carlos Lage o Ricardo Alarcón, cuenta menos que un general de las fuerzas armadas", añadió.