viernes, agosto 11, 2006

¿ QUÉ SIGNIFICAN LOS FESTEJOS EN MIAMI ? || Y EL ODIO SIGUE || ME CONFORMO ( CARTA A FIDEL CASTRO )

¿Qué significan los festejos en Miami?

Por Yaxys Dallan Cires Dib

Una vez difundida la noticia de que Fidel Castro había sido operado de urgencias y que traspasaba el poder a su hermano Raúl, muchos cubanos de la Florida se lanzaron a las calles a manifestar su alegría ante tal acontecimiento. “El hombre ‘invencible’ que tanto daño ha hecho a Cuba está enfermo, no es eterno, ya viene llegando la libertad”, expresaban muchos. A la par, otros, entre ellos políticos, periodistas y religiosos –cubanos y extranjeros, y que nunca se han visto expuestos a que se los coman los tiburones-, desaprobaron los festejos y arremetieron contra nuestro exilio con fuertes críticas. Todavía no comprendo esas actitudes ante las manifestaciones de nuestra comunidad; si es por hipocresía, por querer dar una imagen de personas equilibradas, de buenos cristianos, por amor desenfrenado hacia el dictador o por intentar una vez más satanizar a nuestros compatriotas que viven en Florida con el objetivo de sacar un provecho en el futuro. Creo que hay de todo un poco. Por suerte los nuestros no pierden el sueño con lo que digan o dejen de decir los personajes que pretenden establecerle camaleónicamente el límite existente entre lo prudente o lo cristiano y lo que no lo es, cuando nunca o pocas veces se preocuparon por marcar, en relación la situación de la isla, el límite entre los justo y lo injusto, lo humano y lo inhumano, la represión y la libertad. Es como si para el régimen dictatorial no existieran esos límites o incluso los mismos raseros.

Desde hace varias semanas el diario español El MUNDO viene publicando los resultados de una encuesta sobre el régimen del dictador Franco. El domingo seis de agosto presentó las respuestas de los encuestados, a los que se les había preguntado: ¿qué sintió usted en el momento de la muerte de Franco? Los resultados fueron muy interesantes y evidenciaron una profunda división en la sociedad española a la hora de interpretar o posicionarse ante un hecho tan relevante como fue la muerte del dictador. En ese sentido me llamó la atención que los electores del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los de Izquierda Unida (IU) dicen hoy, en porcentaje relevante de 42,4% y de 52,0% respectivamente, que se alegraron de la muerte de Franco. Es significativo también que los deseos de una transición hacia la democracia, mediante reforma o por ruptura, era entonces preponderante. Además, el 53,5% del total de los encuestados expresaron que sintieron esperanza ante la desaparición del dictador.

¿Qué puede significar, pues, la enfermedad o muerte de un dictador? Fidel Castro es un hombre que ha tiranizado a nuestro pueblo desde el año 1959. Ha divido familias; por ello muchos cubanos –un 20%- hoy están fuera de Cuba. No ha dudado en enviar a personas a las cárceles solo por pensar distinto. No ha respetado los derechos fundamentales que tiene toda persona humana. Ha metido irresponsablemente a los cubanos en innumerables conflictos internacionales como los de África, en los que murieron miles, o como la crisis de los misiles, donde nos puso en peligro extremo. Cada cubano de dentro y de fuera sabe lo que puede significar que algo aleje a este señor del poder al que ha vivido aferrado siempre. Pero eso no solo lo sabemos nosotros, también lo saben todo los que han vivido bajo el poder de gobernantes dictatoriales o totalitarios. Los españoles lo saben, y más los de izquierda; por ello muchos se alegraron, como dice la encuesta, y sintieron esperanza cuando Franco murió. Sin embargo, me causa estupor el cinismo de algunos que han vivido en dictaduras al no desearnos la libertad.

En ningún caso lo sucedido en las calles de Miami puede interpretarse como un deseo sádico ante la vida o la muerte de una persona. Es más bien un deseo de libertad, una forma de expresar que a todo lo malo le llega su fin por el camino que sea. Estoy seguro que muchos cubanos deseamos que los cambios, ya sean ahora y dentro de diez o más años, lleguen por actos volitivos y no por vías naturales, pero no nos ponemos bravos si la naturaleza nos ayuda.

Es verdad que la realidad que puede venir no sea como para festejar solamente, ahí sí tiene razón el que señala que hace falta tener los pies bien puestos sobre la tierra y no dejarse llevar por las pasiones, pero tampoco veo nada malo en celebrar por lo que uno a simple vista puede interpretar como el inicio de un camino que potencialmente puede llevarnos a construir la felicidad de nuestra patria. Los cubanos, tan agobiados por la situación que viven o tan preocupados por sus familias, necesitábamos esto -aunque mañana nos demos cuenta que solo sirvió para provocarnos un brote de adrenalina.

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Tomado de Cuba Encuentro.com


Y el odio sigue

Por Marcos Tobar

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El castrismo, una pésima novela que terminará algún día.
Marcos Tobar, Matanzas
miércoles 9 de agosto de 2006 6:00:00
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Hay un país entero esperando una noticia que no llega. Mejor dicho, dos países que son un solo pueblo dividido: Cuba y Miami. O sea, Cuba y el resto del mundo. Millones de seres que se acuestan cada noche con la incertidumbre de si despertarán a tiempo para contarles a sus hijos que hubo una vez un hombre que parecía no morirse nunca.


Militares caminan por las calles de La Habana. (AP)

El problema está en cómo esos seres encaran la espera, según la impaciencia de cada cual. Unos se quedan quietos, muy quietos en sus casas, a pesar del calor de las cuatro paredes. A veces se asoman por la ventana para ver si los guardias de la esquina siguen ahí, de civil, imperturbables. Salen sólo a hacer los mandados, a comprar el pan, a hacer una llamada o una visita al hospital donde agoniza un vecino.

Los otros —nadie sabe si son los menos o son mayoría— están movilizados, armados de cañón, pistola, pedazos de palo o memorizando insultos para nutrir el miedo.

Los hay muy jóvenes. También ancianos, mujeres, trabajadores, estudiantes, cuentapropistas, futuros emigrantes. Todos han mostrado preocupación. Nadie sabe nada a ciencia cierta. Y los que saben no lo dicen.

¿Y si se muere justo ahora? ¿Y si a Raúl le da por eliminar a los "partidistas" y hasta pone a un general de canciller? ¿Y por qué Alarcón no se menciona en la proclama? ¿Y si todo no es más que un ensayo y para la Cumbre de los No Alineados sale el hombre a meter un discurso como si nada?

Esta pésima novela terminará algún día. Algunos estarán ya muy viejos para esperar que el final les resuelva lo que nació torcido desde la primera página. Los que son niños hoy quizás recordarán alguna vez palabras como "proclama", "esfuerzo realizado", "sangramiento intestinal", "complicada operación", que contribuyeron a sacar del camino al principal obstáculo para la democracia y la libertad plenas y futuras.

Puede que entonces se enteren de que una vez existieron grupos de personas que se dedicaban a golpear, a insultar, a vejar, a matar. Y eso también fue su país y forma parte de su pasado.

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Me conformo ( Carta a Fidel Castro Ruz)

Por Enrique Cabrera




Ante tantas explosiones de júbilo del pueblo cubano en el exilio y todas las especulaciones sobre su estado de salud,su posible muerte o "reaparición", decidí de alguna forma expresar mis sentimientos al respecto.

Yo me conformo con saber que estás aislado de todo el poder que por 47 años has ejercido de forma absoluta y prepotente sobre todo el pueblo cubano.

Me conformo con saber que no puedes vestir tu uniforme verde olivo, tu gorra y tus botas y que por el contrario, debes estar con un pijama, acostado en una cama, tomando sopitas, orinando en un "pato" y con los brazos llenos de sueros y médicos y enfermeras revisando tu cuerpo arrugado y viejo, tus pies descalzos dejando al descubierto tus callos, tus dedos engarrotados o tal vez hasta juanetes, a juzgar por la forma en que caminas.

Me conformo con saber que estes o no inconsiente, tú cuerpo está sufriendo como sufrió el de Pedro Luis Boitel en su larga jornada de huelga de hambre, que le costó la vida, que tú ordenastes quitarle o el que pasó mi madre cuando la dejaron podrirse en el hospital militar de Marianao por pedir un certificado médico para que a traves de la Cruz Roja, me dejaran entrar a
verla.

Me conformo con saber que no puedes tomar la leche de búfalo que especialmente te dan cada dia en tú casa de el Biltmore y que no tienes acceso a los quesos que tanto te gustan y que te compran en todas partes del mundo y que no puedes montar en tu Mercedes negro, ni puedes estar en tú casa.

Me conformo con saber que no tienes un nuevo dia para concebir tú maldad y emitir directríces para socavar la voluntad del pueblo cubano y mantenerlo esclavo a tú antojo.

Me conformo con parafrasear aquella canción de Silvio Rodriguez : "Ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora,un disparo de nieve o quizas por lo menos, que te lleve la muerte, para no verte tanto, para no verte siempre, en todos los minutos, en todas las canciones"...

Me conformo con saber "que no eres, que no puedes, que delegas, que tropiezas, que te equivocas...que te levantas, pero que inevitablemente te caes y que vas cuesta abajo"...Tú, el omnipotente, el sabelotodo, el guerrero, el guapo del barrio, el que dá golpes, órdenes. Que manda a prisión por 30 años a quien se cruza en tú camino...si es que tiene suerte de no ser fusilado...despues que le hayan sacado la sangre para venderla a los extranjeros que vienen en busca de los milagros médicos de la isla.

Me conformo con escuchar que no puedes decir PATRIA O MUERTE, sino HASTA LA VICTORIA SIEMPRE...como plagio de la misiva de el argentino que se rindió en Yancaguazú, que se pasó la vida fumando una pipa que nunca fue de "La Paz"...por eso murió en Bolivia.

Me conformo con haber visto a cientos de jóvenes, niños, mujeres, ancianos, llenar la calle 49 en Hialeah y la Calle Ocho en Miami celebrando con un entusiasmo espontáneo, algo que no fuera el triunfo de los Florida Marlins o el Miami Heat, sino el que hayas tenido que dejar el poder, porque para ti eso es como una bacteria que te vá comiendo por dentro...porque NO PUEDES,
NO PUEDES...

Me conformo...por hoy, pero seguiré dia a dia el curso de tu descalabro, como si fuese una telenovela, por capítulos, hasta que llégue el FIN...y entonces ...será un nuevo dia para todos, con Sol radiante, con palmas reales, con sinsontes, con El Morro, con familias juntas, con aspiraciones, con metas personales, con ideas, con entusiasmo, con opciones, con libertad.