RAÚL CASTRO DA SU PRIMERA ENTREVISTA; WASHINGTON LO CALIFICA DE ¨ FIDEL LIGHT ¨
Esa rama de olivo ya antes ha sido ofrecida engañosamente por Fidel Castro para mejorar su imagen internacional mientras que de hecho hacía todo lo contrario.
Raúl Castro, en caso que quisiera hacer ese acercamiento, nunca lo haría en vida de Fidel Castro , salvo que Fidel se lo indicara directa y claramente. Tampoco lo iniciaría mediante una entrevista pública al diario Granma.
Salvo que los analistas del Departamento de Estado que emitieron ese juicio sean unos improvisados con el tema Cuba o ya se hayan hecho algunos contactos secretos, con el visto bueno de Fidel, esas palabras de un Fidel light son más que hechos, deseos de Washigton.
En resumen, las palabras :
``siempre hemos estado dispuestos a normalizar las relaciones en un plano de igualdad''.
''Lo que no admitimos es la política prepotente e injerencista que con frecuencia asume la actual administración de ese país''
Ya han sido pronunciadas por Fidel Castro varias veces anteriores y siempre de manera engañosa.
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Por Rui Ferreira
El Nuevo Herald
El gobierno de Estados Unidos estableció ayer una tenue diferencia entre el enfermo gobernante Fidel Castro y su hermano, el general Raúl Castro, ahora a cargo del poder en la isla.
Según el Departamento de Estado, Raúl sería una especie de versión ''light'' de su hermano. Mucho más liviana, pese a haber sido el ministro de Defensa cubano en los últimos 46 años.
''No le tenemos demasiado cariño, como saben, al Gobierno de Cuba dirigido por Fidel'', pero ''no puedo decir que estemos especialmente entusiasmados con las primeras palabras que hemos escuchado de Fidel light'', dijo el portavoz de la entidad, Tom Casey, refiriéndose al ministro de Defensa cubano.
El portavoz enfatizó que el gobierno estadounidense sigue con ''gran preocupación'' la situación en la isla y manifestó la esperanza de que ''pronto'' se inicie una transición política.
''Lo que queremos ver es una transición de la actual dictadura a un gobierno democrático'', algo que dijo que no tiene nada que ver con una transición de ``Fidel a Raúl Castro''.
El ministro de Defensa cubano concedió ayer al diario oficial Granma la que fue su primera entrevista como sustituto de su hermano al frente del gobierno de la isla, donde puntualizó que siempre ha sido ''discreto'' y que piensa seguir así.
''Pero no ha sido la razón fundamental de que aparezca poco por los medios de difusión masiva, sencillamente no ha resultado necesario'', dijo Raúl Castro en un intento de poner punto final a las especulaciones dentro y fuera de la isla.
En contrapartida, adelantó: ``Sí, me interesa mucho lo que piensa nuestro pueblo, aunque afortunadamente vivimos en esta isla geográficamente pequeña, donde se sabe qué hacemos todos''.
Si bien más de mitad de la entrevista, que ocupó tres páginas del rotativo, fueron dedicadas a asegurar que la isla se encuentra preparada para hacer frente a un hipotético ataque estadounidense, Raúl Castro extendió una rama de olivo a Washington al recordar que ``siempre hemos estado dispuestos a normalizar las relaciones en un plano de igualdad''.
''Lo que no admitimos es la política prepotente e injerencista que con frecuencia asume la actual administración de ese país'', agregó.
El general justificó la enorme movilización militar de las últimas semanas y la declaración de un estado de alarma combativa en el país después que el 31 de julio se anunció que su hermano padecía una seria enfermedad que lo llevó a delegar sus poderes en él.
''No podíamos descartar el peligro de que alguien se volviera loco, o más loco todavía, dentro del gobierno norteamericano'', dijo Raúl Castro.
Por ello, añadió, ``a las tres de la madrugada del primero de agosto, dando cumplimiento a los planes aprobados y firmados desde el 13 de enero del 2005 por el compañero Fidel, y después de hacer las consultas establecidas, decidí elevar de manera sustancial nuestra capacidad y disposición combativas, mediante el cumplimiento de las medidas previstas, entre ellas la movilización de varias decenas de miles de reservistas y milicianos, y el planteamiento a nuestras principales unidades de las tropas regulares, incluidas las Tropas Especiales, de las misiones que exigía la situación político militar creada''.
Aun así, Raúl Castro recordó que no suele ''exagerar peligros'' y que 'hasta ahora los ataques de estos días [de Washington] no han pasado de la retórica', exceptuando el incremento de las emisiones de TV Martí en las que ``en definitiva están gastando sumas millonarias de dinero del contribuyente norteamericano para lograr el mismo resultado de siempre: una TV que no se ve''.
La entrevista del general, hecha en su despacho del Ministerio de Defensa, llamó la atención de observadores al indicar que Raúl prefirió su oficina a una en el edificio del Consejo de Estado, para enfatizar que su hermano se recupera de forma ''progresiva'' de la operación a la que tuvo que someterse en la región intestinal.
''Está hablando en su capacidad de hombre a cargo, pero desde su propia oficina, apartado del espacio de su hermano, lo cual no deja de ser un recordatorio a todos de que el regreso de Fidel es posible'', dijo Phil Peters, el vicepresidente del Lexington Institute, un centro de análisis en Washington, D.C.
Además, tampoco se ha soslayado el hecho de que a Raúl Castro, pese a que al menos provisionalmente ejerce las funciones de jefe supremo de las fuerzas armadas, Granma lo sigue tratando como ministro de Defensa, un mensaje que indica claramente que, al menos en la nomenclatura cubana, ''existe un solo comandante en jefe'', y probablemente ''no habrá otro'', indicó el analista.
''Raúl muestra confianza en la forma en que habló, y por el hecho de que esperó 18 días, nos muestra que no es rehén del ciclo noticioso de 24 horas o de las expectativas de otros con relación a su perfil público'', añadió Peters.
Es más, ''a juzgar por el énfasis que hace en Estados Unidos, habría que adivinar que los funcionarios cubanos miran la política estadounidense como un factor que genera cohesión en el partido y miedo al cambio, sino un apoyo político genuino entre el público. De otra manera, estaría hablando de otra cosa, cualquiera'', añadió Peters.
''No creo que haya alguna iniciativa nueva ahí, [Raúl Castro] está reafirmando la posición de Cuba de los últimos 40 años de que están dispuestos a negociar con Estados Unidos, pero de igual a igual, sin ofrecer concesiones y sin cambios en el régimen'', dijo Jaime Suchlicki, el director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami.
Suchlicki, quien cree que el traspaso de poder en La Habana tuvo carácter definitivo, sostuvo que entre los temas bilaterales pendientes están ''los $40,000 millones que Estados Unidos le debe a Cuba por los 40 años de embargo'', la ocupación de la base naval de Guantánamo y los $8,000 millones que Estados Unidos le pide a Cuba por expropiaciones a empresas y ciudadanos estadounidenses durante la revolución''.
''Son los temas que Cuba estaría dispuesta a negociar'', dijo Suchlicki.
Este artículo se complementó con servicios cablegráficos.
rferreira@elnuevoherald.com
Fonte: El Nuevo Herald
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