domingo, diciembre 03, 2006

UNA LECCION DE FINANZAS

Una lección de finanzas



Por Ileana Ros-Lehtinen



La semana pasada, dos grandes bancos suizos, el Credit Suisse (Crédito Suizo) y United Banks of Switzerland --UBS-- (Unión de Bancos Suizos), anunciaron que habían roto relaciones con Irán, Cuba, Sudán y Corea del Norte. Esto le impedirá al régimen de los Castro realizar transacciones en dólares en el mercado internacional.

Yo he estado investigando hace ya varios años las transacciones de la Unión de Bancos Suizos con aquellas naciones que están apoyando el terrorismo, y en particular la emisión de moneda de la Unión de Bancos Suizos. He estado al frente de ese asunto desde la primera vez que surgieron los informes de que la Unión de Bancos Suizos había violado leyes de los Estados Unidos y su obligación, bajo Acuerdo con la Reserva Federal, al realizar intercambios monetarios y otros acuerdos económicos con regímenes terroristas y países sancionados como Cuba.

Más recientemente, en marzo de este año, celebré una audiencia conjunta con el Comité de Relaciones Internacionales y el Subcomité de Supervisión e Investigaciones sobre la participación de la Unión de Bancos Suizos en el lavado de dinero de la dictadura cubana y otros países clasificados como patrocinadores del terrorismo.

Esas investigaciones se originaron después de abril del 2003, cuando un sargento del ejército de los Estados Unidos abrió una pared falsa en un edificio en Irak y descubrió más de $600 millones en billetes norteamericanos pertenecientes a Saddam Hussein. El número de serie de esos comprobantes bancarios provino de la Unión de Bancos Suizos, que emitió la moneda como parte de un Programa Ampliado de Custodia de Inventario desarrollado por el Banco de Reserva Federal de Nueva York. Esto era una clara violación de las leyes de Estados Unidos. Los investigadores norteamericanos demostraron además que la UBS también había transferido $3,900 millones de dólares norteamericanos a la Cuba de Castro.

Desde junio del 2004, mis colegas y yo en el Congreso nos reunimos muchas veces y nos dirigimos a oficiales de la Unión de Bancos Suizos para determinar la extensión de los acuerdos de los bancos con la dictadura de Castro y cualquier posible asociación o contrapartidas entre Cuba e Irán. Como una conexión particularmente relevante se expuso la declaración hecha por el gran ayatolá de Irán y Fidel Castro en el verano del 2001, declarando su firme compromiso de ``poner de rodillas a Estados Unidos''.

Como resultado de la presión congresional, manchada su reputación y con $100 millones en multas, la Unión de Bancos Suizos tomó las medidas necesarias para asegurar que no realizaría más operaciones con países sancionados por Estados Unidos por terrorismo. Sin embargo, la responsabilidad de prevenir el terrorismo financiero y el lavado de dinero debería ser compartida por todas las instituciones financieras que negocian con Estados Unidos en el mercado global.

Es, por tanto, responsabilidad de todas las instituciones financieras y reguladoras aprovechar las lecciones aprendidas de la Unión de Bancos Suizos y hacer cumplir y proteger el sistema financiero internacional de capital dudoso. Sólo entonces podemos asegurar la integridad del sistema financiero y proteger a nuestros ciudadanos de futuros actos de terrorismo.

Congresista federal.