sábado, enero 27, 2007

ACLARACIONES PARA LA HISTORIA

http://www.cubanet.org/CNews/y07/jan07/25a8.htm

Aclaraciones para la historia
Por Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba /Enero (www.cubanet.org) - Hace unos días se destapó la olla de grillos de los intelectuales cubanos, específicamente la de algunos premios nacionales de literatura: Miguel Barnet, Antón Arrufat, Senel Paz, Enrique Pineda Barnet, Reinaldo González, cuando fueron entrevistados en la televisión antiguos comisarios encargados en la década de los años setenta del siglo pasado, de purgar a quienes de habían sido parametrazos, luego de ser analizados por el Departamento de Seguridad del Estado.

La tarea, propia de agentes encubiertos, no podía realizarla el Consejo Nacional de Cultura, dirigido por Luis Pavón, personaje que provocó la inusitada controversia.

O los intelectuales mencionados tienen poca luz larga para transitar por una carretera tan estropeada y llena de huecos, o hacen como el peor de los ciegos: el que no quiere ver.

En Cuba, a partir del triunfo de la revolución, purgar, limpiar, purificar, eliminar lo que no conviene a la creación del Hombre Nuevo, estuvo siempre en el orden del día. Esos elementos, según criterios del régimen, impiden el normal funcionamiento del régimen dictatorial. Son los que causan perjuicios al desarrollo del socialismo.

Heberto Padilla y Belkys Cuza Malé en los patios de la UNEAC antes de ser expulsados de dicha organización a principios de la década del 70

Los intelectuales, egoístas a veces, se olvidaron de los obreros y campesinos, víctimas también del parametraje del régimen. No sólo a los intelectuales se les ha obligado a tomar purgante en Cuba. Wilfredo Cancio, periodista de El Nuevo Herald, se equivoca cuando hace referencia al "quinquenio gris" de la cultura cubana: 1970-1975. A lo largo de 48 años la técnica del parametraje no ha cesado. En 1977, cuando la Unión de Escritores y Artistas de Cuba -UNEAC- separó de su membresía a más de cien personas entre escritores, pintores y otros intelectuales, fui parametrada, a pesar de contar con tres libros de poesía publicados. El primero por Ediciones R y los otros por la propia UNEAC. ¿Quién o quiénes en esa ocasión fueron los culpables?

Buscar culpables o chivos expiatorios no tiene gracia. Tal parece que el miedo no ha desaparecido o que no se desea llegar a la verdad porque se puede caer en un abismo. Engañarse es de bobos, no de intelectuales.

No me sorprende y lo confieso abiertamente, que la UNEAC haya declarado -infeliz cortinita de humo- que comparte la indignación de los intelectuales que protestaron cuando vieron en la televisión los rostros y las medallas de quienes dirigían aquellos organismos culturales, los que de forma fiel y obediente llevaron a cabo las tareas de parametraje.

Ahora resulta que es el Instituto Cubano de Radio y Televisión el que se ve obligado a ofrecer no disculpas, sino explicaciones que no explican nada.

Tremendo círculo vicioso el que se ha formado para que el totí y el gobierno no tengan que cargar con la responsabilidad de todo lo malo que se ha hecho en casi medio siglo. Por si las moscas, y por respeto a la Historia, todo está clarito aquí.