jueves, mayo 17, 2007

REFRESCANDO LA MEMORIA

Tomado de Cuba Matinal.com


Refrescando la memoria

Para algunos políticos suele ser común padecer de “memoria selectiva”. Tal es el caso del actual Ministro de Exteriores español.

El sistema de “liberación” de presos políticos por parte de la dictadura de La Habana no ha cambiado un ápice ¡Nunca! al punto que continúa tenazmente negando la existencia de prisioneros políticos en la sufrida isla.
Sólo para hacer un ejercicio de memorización esta redacción recordará algunos datos que parecer “olvidados”

Realmente la política del gobierno cubano y su particular visión de los que se oponen a sus designios dentro de la isla nunca ha cambiado. Ni con el actual gobierno español, ni con el anterior, ni con ningún otro gobierno de ningún país. La tiranía cubana, que considera a la nación como su predio particular siempre ha hecho lo que ha querido, especialmente con los presos políticos.

La estrategia del gobierno cubano siempre ha consistido en liberar a cuenta gotas a los presos, utilizándolos como moneda de cambio político y no precisamente para efectuar cambios dentro de la nación, sino para mantener todo igual ¡o peor!

Para no hacer la historia demasiado extensa recordaremos sólo sus maniobras de 1996 a la fecha. Tomamos esa fecha precisamente porque durante el debate en el parlamento español, el actual Ministro de Exteriores hizo referencia comparativa a las cantidades de presos “liberados” desde la toma del poder por el actual ejecutivo en comparación con el gobierno de Aznar.

Insistimos, con relación a la “liberación” de presos políticos NADA influye en el gobierno de La Habana, más que sus propios designios; sin embargo si efectuamos un simple ejercicio de memorización comprobaremos que el período comprendido entre 1996 a 2003 –inmediatamente anterior a la ola represiva de marzo de ese año- fue la etapa en que menos cantidad de presos de conciencia ingresaron a las cárceles cubanas si la comparamos con la cantidad de presos que en lento goteo –no tan lento para los presos claro está- ha venido acaeciendo desde el año 2004 a la fecha. Ahí están los informes a los organismos internacionales pertinentes de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, observador reconocido por los organismos de ONU.

Sólo que por el carácter masivo y ampliamente publicitado, además de la importancia de las figuras detenidas, la oleada de 2003 saltó a todos los medios internacionales, pues fue a no dudarlo el mayor intento en décadas por parte del estado cubano de eliminar de un golpe la oposición pacífica en el país. Aunque ha decir verdad ese objetivo no lo ha logrado.

En 1998, en vísperas de la visita del papa, el estado cubano liberó de un golpe a tantos prisioneros de conciencia como los que actualmente se adjudica el ministro español, también se efectuaron liberaciones en vísperas de la Cumbre Iberoamericana de La Habana, donde por cierto el jefe de gobierno español se reunió en la embajada española con miembros destacados de la oposición, cosa que no hizo el señor ministro en su reciente visita a la capital cubana.

Sin contar que el señor ministro se adjudica como “liberados” a los que se encuentran en “licencia extrapenal”, es decir presos domiciliarios con todas las garantías de volver a prisión cuando la dictadura así lo entienda, también se adjudica la liberación aquellos que ya cumplieron íntegramente su condena.

Incluso, llegó a adjudicarse en su momento el hecho de que la Reunión Nacional de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil pudiera consumarse, aunque para nada ha hablado de que muchos de sus miembros han ido a parar posteriormente a prisión y que la propiedad de la parcela urbana donde se efectuó el cónclave fuera confiscada por el estado a pocos días de terminado el mismo.

En próximas ediciones publicaremos las listas totales de prisioneros políticos y sus fechas de “excarcelaciones” para que el lector pueda corroborar nuestras afirmaciones.

Es absurdo creer que el régimen de La Habana haya atenuado su política represiva gracias a las gestiones del actual gobierno español; mas bien se sirve de ella para encubrir los encarcelamientos y violaciones de los derechos fundamentales de la ciudadanía tras un manto publicitario, mientras eso sí, asuntos que interesan a ambos gobiernos, no a la población cubana, se van dirimiendo.

No desmentir públicamente las afirmaciones del ministro cubano de Exteriores que niega la existencia de prisioneros políticos en la isla es a no dudarlo una manifestación de doblez política que raya en la complicidad con una dictadura.

Por último, no es cierto que la visita del señor Ministro haya atraído sobre los disidentes cubanos la atención de la prensa, tal y como este afirmara a su regreso, más bien fue a la inversa. Lo que ocurre dentro de Cuba siempre es noticia; sobre todo si la protagonizan hombres que llevan décadas luchando contra la más antigua dictadura de occidente –es bueno recordar que nuestra nación no se encuentra en un remoto confín, ni es una cultura extraña al mundo occidental- y sobre todo cargan sobre sus espaldas muchos años de cárcel cumplidos en las mazmorras totalitarias.

Otras visitas del señor ministro no han atraído ni de asomo la cobertura de prensa que obtuvo con su visita a La Habana; la noticia no estaba en el palacio madrileño sede de su ministerio, estaba - por desgracia siempre lo ha estado- en ¡la isla cautiva!