domingo, julio 08, 2007

SOBRE PROPUESTA DEL CANTANTE Y COMPOSITOR SILVIO RODRIGUEZ EL PROBLEMA NO ES

Tomado de El Nuevo Herald.com


El problema no es...

Por Manuel Vazquez Portal

''El problema no es darle un hacha al dolor y hacer leña con todo y la palma''. Bello verso. No hay dudas. Eso se llama postular, política y estéticamente bien, la consigna castrista de que hay que salvar las conquistas del socialismo ante la inminente desaparición de éste. Silvio Rodríguez sabe impregnar de poesía sus canciones doctrinales para que no parezcan un burdo panfleto.

La ciudad se derrumba y él cantando.

No será necesario darle un hacha al dolor de tantos años para que haga leña con todo. Nada podría hacer ya el dolor. En Cuba todo está hecho leña. Sólo queda en pie, precariamente y con algo de incontinencia fecal, el hacha del poder perpetuado sobre el dolor.

Pero el trovador morirá como vivió. Con una venda, puesta a conveniencia (eso se llama ser un artista orgánico), sobre los ojos que saben ver pero que prefieren hacerse pasar por ciegos. Aprendieron a ser felices, a repetir la lección como aprendices. Son los ojos que una vez sufrieron por ver lo que no debían y una luz cegadora los borró para siempre.

Quizás la misma luz cegadora que llevó al poeta Luis Rogelio Nogueras a un oscuro taller de imprenta, a Eduardo Heras León a una metalúrgica, a Antón Arrufat a una biblioteca municipal y a Delfín Prats a una eterna embriaguez junto al burro de Mayabe, y a la que luego, paradójicamente, bautizaron con el vaporoso, resbaladizo nombre de quinquenio gris.

En la recientemente clausurada Asamblea del Poder Popular, el trovador, quien también es diputado, pidió al plenario que se les llevaran versos y canciones a los presos cubanos. Qué gesto más humanitario. Cuánta sublimidad. Alma sensible prodigándole amor hasta a los criminales. Legislador altruista que es el cantante.

( Composición gráfica tomada del sitio de Guillermo Milán Cuba Democracia y Vida.org )

Digo, en un parlamento se legisla, ¿no? Y por eso me pareció que Silvio Rodríguez debió, más bien, llevar un proyecto de ley en el que se solicitaran enmiendas al código penal cubano, la derogación del decreto-ley 88, la anulación de la figura de peligrosidad delictiva o la instrumentación de una amnistía para los prisioneros de conciencia y presos políticos que no estuvieran involucrados en actos de sangre.

Pero no, el legislador-artista, desde la fibra más exquisita de su alma, solicitó música y poesía para los presos. El alimento del espíritu. Alimento que, por poner un ejemplo, no le hace falta a Regis Iglesia en su lóbrego calabozo porque él hace sus propios versos.

A Regis le falta la canción de la libertad y esa no la cantó Silvio Rodríguez en la Asamblea. La cantó Regis Iglesia cuando acompañó a Oswaldo Payá Sardiñas a llevar a esa misma Asamblea las firmas que habían recogido entre la población cubana con peticiones de verdadero carácter legislativo.

El problema, señor, sigue siendo el mismo. Legislar. Crear un estado de derecho. Promulgar estatutos que se correspondan con la realidad y la necesidad nacional. Sancionar leyes que permitan la libertad de expresión y prensa. Impulsar un poder jurídico sin subordinación al poder administrativo. Legalizar las asociaciones y los partidos políticos. Propiciar un nuevo sistema eleccionario. Crear instituciones fuertes que viabilicen las inversiones y la seguridad de los inversionistas sin que surjan clientelas políticas ni políticos corruptos. Habilitar instancias de fiscalización y auditoría que garanticen la transparencia en el uso de los fondos públicos. Liberar decretos que hagan posible la libre contratación de los trabajadores.

El problema, señor, sigue siendo el mismo. Hace casi medio siglo es el mismo. La necesidad de crear un estado en el que ''luchar'', ''escapar'' y ''resolver'' no sean sinónimos de sobrevivir infringiendo la ley y exponiendo al individuo, y a su familia, al peligro de sufrir esa cárcel a la que han de llevarse luego poemas y canciones. Nunca hubo en Cuba tan elevado número de penitenciarías ni tan abundante población penal.

El problema, señor, sigue siendo sembrar, pero no amor de opereta política en un parlamento caduco, sino frijoles y malangas en un país donde la gente no caiga presa por tratar de agenciarse la papa.
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Silvio cantando Ojalá


Nota del Blogguista.
Para muchos cubanos esta canción compuesta por Silvio en su ya lejana juventud, somos contemporáneos, fue dedicada a Fidel Castro y a su viejo gobierno de difuntos y flores. Es importante aclarar que Silvio estuvo en la Columna Juvenil del Mar y no en los campos de concentración de la UMAP. Pablo Milanés si lo estuvo.

Silvio la escribió cuando tenía la apariencia y aproximadamente la edad con la que aparece en el siguiente video tomado de su blog.
Canción de la Trova