viernes, octubre 05, 2007

LOS DIGNOS PRESOS CUBANOS TAMBIÉN TIENEN DERECHOS

Los dignos presos cubanos también tienen derechos


Por Miriam Leiva

5 de octubre de 2007

La Habana – www.PayoLibre.com – Lamentablemente, el Sr. Miguel Ángel Moratinos, canciller español, continúa preciándose de sus logros personales en la rebaja de los prisioneros políticos cubanos, y sólo se engaña a sí mismo. La disminución del número no puede alegarse como síntoma de progresos en la situación de los derechos humanos en Cuba luego del 31 de Julio, cuando se instauró la provisionalidad del gobierno. En realidad, las excarcelaciones han respondido al cumplimiento de condenas, la mayoría dictadas en 2005, mientras que la buena voluntad del gobierno no se aprecia con la liberación inmediata e incondicional de los prisioneros de conciencia de los 75 secuestrados los días 18, 19 y 20 de marzo de 2003, cuando nunca debieron ser llevados a prisión.

Duele que el gobierno de España, en voz de la Secretaria Leire Pajín, defienda que la cooperación no está vinculada a los derechos humanos en Cuba. Al parecer, los anuncios de las autoridades de la Isla sobre las perspectivas de inversiones extranjeras, las esperanzas de algún día cobrar la deuda comercial y la muy incierta posibilidad de recuperar el Centro Cultural durante la reunión en La Habana con el presidente de la Cámara de Comercio y empresarios españoles decidieron el traslado a último momento de la Sra. Pajín, que se comentaba como improbable, para firmar acuerdos.

No se puede esperar que los 59 prisioneros de los 75 que permanecen en las cárceles ni los demás reos políticos pacíficos sean de prioridad para unos gobernantes que reciben las protestas airadas del Canciller Felipe Pérez Roque por las declaraciones del Presidente Rodríguez Zapatero en la Asamblea General de las Naciones Unidas con explicaciones del homólogo Moratinos, y a los pocos días envía rauda a una Secretaria de Cooperación para no perderse los probables trozos del pastel, que tan pronto como no se sabe, recibirán para la reconstrucción de las destruidas economía e infraestructura de Cuba, a la espera de trato preferencial gracias a los favores actuales.

En Naciones Unidas, durante una opípara y amistosa cena, los cancilleres de España y Cuba acordaron realizar el encuentro del Grupo de Trabajo para asuntos políticos y supuestamente de derechos humanos en noviembre, o sea mucho después de los asuntos de cooperación, como para no molestar esas próximas conversaciones. Al día siguiente, cuando ya era conocido públicamente todo el arreglo, Pérez Roque llamó a contar al "atrevido" Presidente español.

¿En tanto, que ocurre? La tortura psicológica es notoria a presos y sus familiares, pero siempre se trata de enfatizar que en Cuba no existe tortura física. Realmente, la visible no. Ellos procuran no dejar huellas, pero el organismo de los presos se deteriora rápidamente; tienen que soportar grandes dolores hasta que finalmente son llevados a las consultas de los hospitales; aducen que los equipos están rotos y que no hay transporte; demoran la aplicación de los medicamentos o los entregan parcialmente; el stress es inmenso, las condiciones higiénicas muy malas, la alimentación ni para animales y están hacinados con presos comunes, en muchas ocasiones de peligrosa violencia.

Cada día se reciben noticias de nuevas enfermedades y sufrimientos. No es el caso de hacer listas de los más enfermos porque todos padecen algo serio, aunque lógicamente algunos están en peores condiciones. No obstante, mientras se brindaba con champagne en Nueva York y se acordaba cooperación en La Habana, continuaba el deterioro de Antonio Díaz Sánchez, condenado a 20 años por ser uno de los principales activistas del Proyecto Varela.

A los 45 años padece de colón irritado, colitis ulcerativa crónica, trastornos cardiacos en la conducción, adenoma de próstata, cálculos en el riñón, y amebas quísticas diagnosticadas en septiembre pasado.

Según su relato, el traslado al hospital para realizarle las pruebas médicas es inhumano. Los presos son transportados en una jaula de metal totalmente cerrada durante 2 horas, sin posibilidad de moverse por la cantidad y el poco espacio, y con intenso calor. Cuando fue a realizarse la rectoscopia, después de la preparación de enemas y sin comer desde el día anterior, el médico lo vio en un estado de agotamiento tal al llegar, que le dijo que se sentara un rato a recuperarse para poderle efectuar la prueba.

Al diagnosticar las amebas enquistadas, el especialista dijo que tenía que tomar Cinidazol más antibiótico, pero el médico de la prisión solamente le entregó el Cinidazol, por lo que Antonio pidió que consultaran al especialista. Pasada una semana, como continuaba padeciendo diarreas y mucho malestar, decidió empezar a tomar el Cinidazol solo, aunque sabe que tendrá que hacer el tratamiento nuevamente porque de esa forma no tiene resultados definitivos. Es muy nocivo para su salud, pues ese medicamento agudiza sus padecimientos estomacales, y además afronta alternamente diarreas y constipados.

Quienes hablan de derechos humanos, deben recordar que no son abstractos, sino como se expresa en francés "derechos del hombre". Seres humanos son los que padecen en las cárceles cubanas, que los ilustres visitantes extranjeros no osan pedir visitar para evitar el enojo de los anfitriones cubanos. Son estas laceraciones las que no interesa escuchar al ilustre Señor Miguel Ángel Moratinos, que viró la cara a sus familiares.

Realmente, los problemas de Cuba tenemos que resolverlos los cubanos, pero la solidaridad del pueblo español es muy importante y se agradece profundamente. Aún puede esperarse que antes de noviembre, por fin, algo se mueva para los 59 y los demás prisioneros de conciencia y políticos, por resultado real de las gestiones del Sr. Moratinos o finalmente por la justicia que debe el gobierno provisional a su pueblo.