BARACUTEY CUBANO

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Algunos líderes de la oposición opinaron que la reelección del gobernante disminuirá la influencia de los miembros del régimen que estén a favor de reformas.
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Agencias

La mayoría de los representantes de la oposición cubana recibió con "frustración" la nominación este domingo de Fidel Castro como candidato a diputado, y consideró que su eventual reelección para encabezar el régimen mantendrá el "inmovilismo" que vive Cuba desde que el gobernante enfermó hace 16 meses, informó la AFP.

"Sencillamente no vamos a tener soluciones de manos del gobierno, las tiene que seguir buscando el pueblo, porque el gobierno no va a solucionar ninguno de los problemas sociales, económicos y políticos que existen en el país", declaró Martha Beatriz Roque, miembro del grupo de 75 disidentes que el régimen envió a prisión en la primavera de 2003.

A su juicio, una reelección e Castro, posibilidad que quedó abierta con su postulación, "mantendría al país con una dualidad en el gobierno" y, por tanto, en "el estancamiento" en que se encuentra.

"El gobierno está diluido totalmente (...) hemos visto que por un lado su hermano Raúl dice una cosa, Fidel dice otra, se contradicen, no se sabe aquí quién gobierna", apuntó Roque, excarcelada en 2004 por razones de salud.

El economista opositor Oscar Espinosa, también de los 75, destacó que si "Castro es un freno y sus criterios impiden las reformas", eso "va a empeorar mucho las cosas, porque el país ya no tiene mucho tiempo".

Para Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), la nominación de Castro "refleja la decisión de seguir reproduciendo un modelo totalitario de gobierno en Cuba", informó EFE.

"No veía posibles cambios, pero esto va a alimentar la inmovilidad del régimen porque, sin duda, el comandante Fidel Castro ha sido durante años el principal obstáculo para reformas modernizadoras", dijo Sánchez.

El disidente se mostró convencido de que "la inmensa mayoría de los funcionarios del régimen desea reformas modernizadoras y, ahora, su influencia va a disminuir".

Además, consideró "preocupante" la nominación de Castro "desde el ángulo de los derechos de la persona", porque "es un hombre cuyo estado de salud aconsejaría alejarle de responsabilidades que pudieran dañar su integridad física".

"Sus capacidades físicas están marcadamente disminuidas y no está en condiciones de ejercer ningún cargo publico ni privado. Lo humanamente adecuado sería que él se retirase a vivir en su entorno familiar", apuntó.

Vladimiro Roca, del Movimiento Todos Unidos, opinó por su parte que "más inmovilismo del que hay, no puede haber".

"El inmovilismo se va a acabar cuando el pueblo comience a moverse", añadió tras señalar que 2008 será un año definitorio en ese sentido.

Castro, de 81 años, quedó habilitado este domingo para optar por la reelección, al ser postulado como candidato a diputado en la ciudad de Santiago de Cuba.

Su nominación no sorprendió a ninguno de los opositores, y varios la consideraron un hecho simbólico.

Castro cedió "provisionalmente" sus funciones a su hermano Raúl el 31 de julio de 2006, tras desatarse la crisis intestinal de la que aún convalece.

"Aunque esté en un hospital y con un estado físico bastante débil, delicado, lo van a elegir siempre", dijo Roca, mientras que Espinosa subrayó que el "criterio de Castro es el que se está imponiendo hasta este momento" en la Isla.

"Esto tiene un nivel simbólico exclusivo para la gente, para enviar un mensaje de tranquilidad, de estabilidad", expresó el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa, quien, en contraste con el resto, no interpretó la nominación de Castro como síntoma de "inmovilismo".

"Las demás señales que se vienen dando desde el poder indican que ya es hora de irse moviendo en las direcciones en que la sociedad cubana está demandando, y sobre todo en materia económica", dijo.

A juicio de Eloy Gutiérrez Menoyo, líder del grupo Cambio Cubano, mientras Castro esté "tras bambalinas, seguirá dirigiendo, digan lo que digan".

En su opinión, Cuba comenzará a cambiar "cuando concedan un espacio legal a una oposición independiente. Mientras siga siendo partido único, seguirá siendo dictadura", aseveró.