MAS DE LO MISMO
MAS DE LO MISMO
Por Teresita Mayans *
Columnista
La Nueva Cuba
Abril 2, 2008
Me obligo a repetirme. La circunstancia histórica exige que nuestra voz se levante para que esta triste historia quede anotada en las Crónicas de Medio Siglo de dolor que hemos padecido los cubanos.
Otra vez el gran poder político del Vaticano le ofrece un espaldarazo al régimen de los Castro con la reciente visita del Cardenal Tarcisio Bertone en representación de la Santa Sede.
Para no variar, el Cardenal dejó en la gaveta de Asuntos sin Importancia las peticiones de cientos de madres cubanas solicitando sus buenos oficios para la liberación de los prisioneros políticos, pidiendo auxilio para evitar que se cumplieran y se cumplan las sentencias a muerte dictadas contra patriotas cubanos que estaban y otros que aún permanecen en el Rectángulo de la Muerte esperando ser fusilados cuando se de la orden de: ¡apunten…fuego!.
Haciendo un breve recuento de la indolencia de la Santa Sede llena de obispos y cardenales y saltando sobre los hechos es oportuno recordar que en 1986, el Embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU y ex preso político Armando Valladares más un grupo de personalidades eclesiásticas , entre ellas el Cardenal Bernard Law, hicieron llegar al Vaticanos reiteradas peticiones para lograr una entrevista con el Papa Juan Pablo II, pidiéndole audiencia urgente por tratarse de peticiones de pena de muerte para unos patriotas cubanos dictada por los tribunales del régimen.
Insistiendo, Valladares y su esposa Martha se trasladan a Roma y fueron recibidos por Monseñor Stella quien les mostró la Capilla Sixtina, los paseó por no sé dónde pero, del caso Cuba, de la urgencia, la autoridad eclesiástica no dijo nada, algunos mohines que no resuelven el problema.
El día 8 de septiembre del mismo año Valladares asiste a la misa ofrecida en una Iglesia de Madrid oficiada por el Obispo de Camaguey de visita entonces en España. Ahí mismo Valladaes contacta con Monseñor Taglaferri y le pide que le consiga una entrevista con el Obispo de Camaguey Monseñor Rodríguez y la respuesta fue: “Dígale a Valladares que no tengo tiempo”. Inmediatamente, después de esta misa Monseñor Rodríguez se reunió con amigos en un café de la estación de Atocha y entre risas, conversaciones y café con leche con sus iguales gastó su sobrado tiempo sin concederle un solo minuto a Valladares.
Pero la “cosa” pica y se extiende. Valladares, al día siguiente, se dirige a la Nunciatura de Madrid y vuelve a repetir a Monseñor Taglaferri que insista con Rodríguez para que lo reciba bajo la promesa de una entrevista estrictamente privada. Valladares iba acompañado por el cubano Oscar Pérez, capitán de la aerolínea Iberia.
El apenado recadero Monseñor Taglaferri regresa con la respuesta de Monseñor Rodríguez que dormía plácidamente en la Nunciatura y rasgándose la sotana le dice: “Embajador Valladares, estoy muy apenado, no insista en su gestión de entrevistarse ni con el Santo Padre ni con el Obispo Rodríguez ni con ninguna autoridad de nuestra Iglesia porque nunca lo van a recibir según me dice Monseñor Rodríguez, porque usted es odiado por Fidel Castro y por todo el gobierno revolucionario por sus denuncias en contra de la revolución, son muy fuertes y según informes y sugerencias llegadas a la Santa Sede desde el arzobispado nuestro en La Habana recibirlo a usted sería entrar en conflictos entre la iglesia y el gobierno de Fidel Castro ”. Buenos días.
( Armando Valladares )
Año 1996. Los congresistas Lincoln Díaz Balart, Ileana Ross y Bob Menéndez se dirigieron a Su Santidad Juan Pablo II, pidiéndole una entrevista. No hubo respuesta.
En 1997 el Papa hizo llegar al presidente Bill Clinton su desacuerdo con el embargo establecido por este país contra la dictadura de Fidel Castro.
El año 2001 el Papa declara a toda la prensa textualmente: “Ën nombre de la justicia que se esfuerza por promover las relaciones entre los hombres y pueblos la Iglesia dice que las medidas económicas restrictivas impuestas desde el exterior en vuestro país son injustas y éticamente inaceptables” . No, señor Papa, por el embargo que hay que protestar es por el que Fidel Castro le ha impuesto a su pueblo, por el aparthaid al que tiene sometido a los cubanos que no pueden entrar a las playas, hoteles, etc. y decenas de prohibiciones más violando por la fuerza el derecho natural que pertenece a cada cubano.
No, Su Santidad, lo que es inaceptable y nada ético es que la Iglesia permanezca en silencio ante la tragedia que viven todos los cubanos hace medio siglo mientras en la Santa Sede fueron recibidos Gadhaffi, Ortega, Arafat y Fidel Castro, a quien se le permitió el sacrilegio de entrar al Sagrado Recinto, armado con fusiles como si fuera a tomar por asalto el Vaticano.
1997. Su Santidad se dirige al Presidente de Guatemala y pide clemencia para dos guatemaltecos condenados a muerte por haber violado y asesinado a una niña de diez años. Para estos delincuentes el Papa pidió clemencia, para los cubanos luchadores por la democracia, no.
Hace algunos años Su Santidad Juan Pablo II visitó Miami. Los cubanos portaban carteles de I love you Papa. A pesar de la numerosa presencia de los exilados el Papa no pronunció ni una sola frase de aliento para este sufrido pueblo, los ignoró y por supuesto, ni una sola frase de condena para el régimen de Castro; ni siquiera visitó la Ermita de la Caridad, templo emblemático del catolicismo cubano en el exilio.
La historia se remonta. La familia García Marín entró a la Embajada de la Santa Sede en La Habana y pidieron asilo político. La orden del Vaticano no se hizo esperar, las autoridades eclesiásticas de la Embajada permitió la entrada de los esbirros del G2 y toda la familia García Marín fue sacada a golpes del recinto, Los tres jóvenes Eugenio, Ventura y Cipriano fueron fusilados.
Para los cubanos defensores de la democracia la jerarquía católica ha sido una enorme planicie nevada de silencio. La Iglesia sí es un poder político e interviene como tal cuando quiere o le conviene. La Iglesia en su actuación ha cometido errores por los cuales ha tenido que pedir perdón y muchísimos serán los perdones que la Iglesia tendrá que pedirle a todos los cubanos amantes de la democracia, a los asesinados por el régimen, a todas sus víctimas, a los que ni siquiera pudimos enterrar a nuestros muertos.
La cuenta de la Iglesia con los cubanos es grande, nos duele mucho el enorme espaldarazo que la Iglesia, con su recién estrenado Papa, en la figura del Cardenal Bertone le acaba de ofrecer al régimen dictatorial de los Castro.No nos sorprende ¡Qué importa una raya más al tigre!
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* Escritora y ex presa política cubana.
1 Comments:
Desgraciadamente, aunque Roma algun dia llegue a pedir perdon a los cubanos, va a ser demasiado poco demasiado tarde. No se trata de un error o dos del Vaticano; se trata de muchos y bien serios. A estas alturas, nadie puede darse por ignorante de la verdad cubana, mucho menos la Iglesia Catolica, que puede ser muchas cosas, pero ingenua no es. Da verdadera pena, de todos tipos.
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