PADRE JOSÉ CONRADO RECLAMA CAMBIOS A LA TIRANÍA DE RAÚL CASTRO
Por Wilfredo Cancio Isla
El Nuevo Herald
En una carta abierta al actual mandatario cubano, el padre José Conrado Rodríguez, párroco de la Iglesia de Santa Teresita del niño Jesús en Santiago de Cuba, dijo que se sintió obligado a escribirle ante la gravedad de la situación que se vive en la isla.
“Las dificultades de cada día se tornan tan aplastantes que nos mantienen sumidos en la tristeza y la desesperanza. La inseguridad y el sentimiento generalizado de indefensión provocan la amoralidad, la hipocresía y la doble cara.”, escribió José Conrado. “Estamos en un momento tan crítico que debemos plantearnos una profunda revisión de nuestros criterios y de nuestras prácticas, de nuestras aspiraciones y de nuestos objetivos”.
( Roberto koltun / El Nuevo herald
El Padre José Conrado Rodriguez, presbitero de la Iglesia de Santa Teresita de Jesús, en Santiago de Cuba. )
La carta, que fue divulgada el jueves dentro de Cuba, había sido entregada desde el pasado diciembre en la redacción del diario oficial Granma, en La Habana. Sin haber recibido respuesta hasta ahora, el sacerdote realizó una gestión posterior para que el documento llegara esta semana hasta las oficinas de Raúl Castro en el Consejo de Estado.
“Escribí esta carta pensando en la situación de Cuba, en la enorme frustración del pueblo cubano, que es algo que todo el mundo siente pero que no todo el mundo expresa”, dijo el sacerdote este viernes en entrevista telefónica con El Nuevo Herald. “Es un nuevo intento de diálogo con carácter positivo”.
Agregó que todo el mundo espera “cambios que pudieran devolverle a la gente la esperanza, que hoy está un poco flaca”.
“La situación de deseperanza y frustración hace pensar a casi todo el mundo en irse de Cuba, pero esa no es la solución”, enfatizó. “La solución es arreglarnos dentro”.
Consideró que la gente está atormentada por los diversos controles impuestos en el país.
“La gente vive resolviendo el día a día, resolviéndose entre unos y otros para poder comer, y se siente muy desguarnecida”, manifestó. “Muchos no quisieran irse de Cuba, pero están asfixiados y sienten que no les queda otro remedio para poder agenciarse una vida normal... Es un signo de estos tiempos”.
No es la primera vez que José Conrado, conocido por sus posiciones críticas hacia el régimen cubano, se dirige a las altas esferas del poder en la isla. En septiembre de 1994, desde la parroquia de Palma Soriano, hizo pública una carta similar dirigida a Fidel Castro en la que criticaba “la ausencia de espacios de libertad”y recomendaba “un referendo libre y democrático para escuvhar la voz de todo el pueblo”.
En pleno apogeo del denominado “período especial”, la carta a Fidel Castro desató múltiples represalias y el sacerdote salió temporalmente del país para completar estudios de postgrado en Salamanca, España.
“En aquella oportunidad estaba consciente de que iba a haber represalias y las asumí desde la fe”, recordó. “No sé si las habrá ahora, pero si uno se pone a pensar en los escollos, no se hace camino... Actué de acuerdo a mi conciencia”.
José Conrado dice que en su misión espiritual ve todos los días “un pueblo delante de mí en una situación muy difícil” y esta carta no es más que “mi grano de arena para tratar de hallar un camino entre todos, poruqe la resposabilidad es de todos los cubanos”.
“A nadie se le ocurre que si hay un fuego, la gente no grite”, expresó el sacerdote, de 57 años. “Si hay un fuego hay que advertirlo, y esta es nuestra advertencia, con la mayor voluntad de ayudar y servir”.
La carta de José Conrado sale a la luz en momentos en que las relaciones de la Iglesia Católica y el gobierno cubano atraviesan por una mejoría ostensible. El régimen ha permitido que las autoridades eclesiásticas accedan a los medios de comunicación en ocasión de celebraciones religiosas y ha favorecido una presencia más activa de los representantes de Caritas para llevar ayuda humanitaria a los damnificados por los ciclones que devastaron la isla el pasado año.
“Ha habido progresos, estoy contento y los apoyo”, dijo el sacerdote. “Cualquier acercamiento entre cubanos es positivo y la Iglesia debe mantener su camino de reencuentro con todos los cubanos”.
En su apelación “de cubano a cubano, de corazón a corazón”, el sacerdote repasa en su carta los temas álgidos de la actualidad nacional, desde los desenfrenados esfuerzos de la juventud cubana por marcharse al extranjero hasta la situación de los presos políticos y carencia de libertades ciudadanas en la isla.
“Tenemos que tener la enorme valentía de reconocer que en nuestra patria hay una violación constante y no justificable de los derechos humanos, que se expresa en la existencia de decenas de presos de conciencia y en el maltrecho ejercicio de las más elementales libertades: de expresión, información, prensa y opinión, y serias limitaciones a la libertad religiosa y política”, señala la misiva. “El no reconocer estas realidades, para nada favorece nuestra vida nacional, y nos hace perder el respeto por nosotros mismos, a nuestros ojos y a los ojos de los demás, amigos o enemigos”.
José Conrado también se cuestiona el hecho de que el país haya vivido estos años “culpando de nuestra realidad al enemigo, o incluso a los amigos”.
“La caída del bloque de países comunistas de Europa del Este, junto con el embargo comercial de los Estados Unidos se han convertido en el totí que carga con nuestras culpas”, señalla el texto. “Y esa es una cómoda pero engañosa salida ante el problema”.
En diciembre del 2007, la parroquia de José Conrado fue objeto de un violento operativo de la Seguridad del Estado cuando una manifestación pacífica se dirigió al lugar para pedir la liberación de presos políticos. Fuerzas represivas invadieron el salón parroquial en un incidente que el sacerdote calificó de “pachanga terrorista”.
Tras las protestas populares y eclesiásticas, las autoridades gubernamentales enviaron una inusual disculpa a la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
José Conrado viajó a Estados Unidos a comienzos del pasado año, donde ofició misas para los creyentes cubanos de la diáspora y participó en Miami en un seminario académico dedicado al tema de la reconciliación nacional.
1 Comments:
CARTA ABIERTA AL PADRE JOSÉ CONRADO RODRÍGUEZ
de la Parroquia Teresita del Niño Jesús
en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
He leído su carta abierta a Raúl Castro, apelando a la humanidad de este señor. Al parecer Usted cree que el hecho de haber llorado en el entierro de su revolucionaria esposa Vilma Espín, con la que él engendró una familia, lo hace de alguna manera un ser humano accesible a que un miembro del sacerdocio católico pueda apelar a sentimientos de bondad y objetividad. Ciertamente la mayoría de las especies en el reino animal demuestran compasión con sus proles, pero eso es ciertamente una conjetura asumir que seres superiores puedan aplicar esos mismos sentimientos a sus acciones en general.
El gobierno cubano no ha sido en ningún momento un gobierno legitimo. Fue un régimen revolucionario que se impuso después de una confrontación armada y que prevaleció debido a una dictadura feroz, negándose a abrir paso a la democracia y embarcándose en adoctrinamientos anti-americanos, para así excusar al pueblo de las medidas represivas y de las privaciones que una nación con un gobierno constituido sin los principios económicos de libre comercio y propiedad privada llega a experimentar por su propio peso. Sus objetivos no fueron mejorar el estado de vida de todos los cubanos de una manera equitativa y justa, pero imponer una dictadura, alinearse con la entonces Unión Soviética, infiltrar el comunismo en Latin América hasta llegar a mandar a soldados cubanos a pelear en otros continentes. Fueron las malignas y caducas teorías comunistas que llevó a nuestra Cuba a la ruina y no el afamado “bloqueo americano” con que el todavía el régimen se defiende para excusar el deplorable e irreversible estado de la Cuba de hoy. Los hermanos Castro y su pandilla de delincuentes volcaron a nuestra Isla en las tinieblas de la represión, los presidios, el éxodo masivo de un pueblo y hasta la amenaza de una guerra mundial, al aceptar que armas atómicas fueran instaladas en nuestra isla ... y Ud. le manda ahora una misiva muy cortés a Raúl Castro, después, según Ud, de haber hecho un esfuerzo similar hace 15 años con el siniestro Fidel Castro, aparentemente sin respuesta. De alguna manera admiro su pasiva ( por no decir risible), insistencia. Le aconsejo que no espere otros quince años para enviar otra misiva a algún hijo de Fidel, porque creo que la respuesta ya está escrita.
Algo así como ofrecerles a los Nazis en la destruida Alemania, después de la segunda Guerra Mundial que si cambiaran su política exterior y abrieran las puertas a aquellos que habían tildado de sub-humanos, todos los crímenes perpetrados serian olvidados. No, no es una comparación forzada; desde un principio los Estados Unidos han sido calificado con apelativos bestiales y a los propios cubanos perseguidos por el régimen feroz que optaron forzadamente de abandonar la Isla, fueron nombrados “gusanos”. No Padre, no pretendo estar inmersa en estudios eclesiástico, pero si he leído algo de los filósofos y gran parte de la historia de la humanidad y así no funcionan las interacciones humanas, ni ahora, ni en el tiempo de Hitler, ni en el tiempo de los Romanos.
Ud. habla de los jóvenes que ahora quieren abandonar a Cuba, y aunque hace una leve referencia al tema del estado de los derechos humanos, y las privaciones, etc. no enfatiza los miles de ahogados en frustradas travesías, a los masacrados en el remolcador, a los fusilados, a los que languidecieron en en las prisiones, a las miles de familias separadas y futuros truncados. Si, el mundo está cambiando, pero creo que Ud. está algo retrasado, porque el mundo ha estado cambiando hace ya muchas decenas de años. El racismo violento en los E.U. dio lugar a cambios radicales desde los años cincuentas, y la educación y las oportunidades han estado abiertas para todos por mucho tiempo; es más, el hecho de que un afro-americano ocupe el poder de la presidencia de los E.U. no es una anomalía, sino un hecho quizás histórico, pero inevitable dada la atmósfera social existente en los Estados Unidos. En la Unión Soviética todo también ha estado cambiando por decenas de años, y Ud. habla como si de repente estos cambios deben de ser ahora apreciados por los dos tiranos y que de alguna manera lógica o quizás milagrosa, ésto cambie la catástrofe que sus acciones han causado a nuestra isla y a los cubanos.
Sus palabras denotan no solamente una desasociación con la realidad o como dirían en Francia, una gran dosis de “naiveté”, pero es un insulto a todos los cubanos. Sí, a todos los cubanos que de una manera u otra hemos sufrido y hemos presenciado la destrucción de lo que se conocía como “la Perla de las Antillas. No Padre, una carta al ahora Dictador en cargo Raúl Castro, con el ansia de alguna mejora en Cuba es inadmisible. Referirse al asesino y gánster Fidel Castro Ruiz, el cual no solamente robó a Cuba de un futuro que hubiera podido ser esplendoroso y en el proceso se usurpó de grandes bienes monetarios, para que él y sus seguidores hijos y nietos tengan su futuro bien asegurado como uno de los hombres mas ricos del mundo; repito, referirise a él bajo el titulo de Ex-Presidente de Cuba, es una burla, y su misiva en general es una prueba mas de la amigable y condescendiente conducta que la Iglesia Católica ha mantenido con el régimen. Sus floreos literarios invocando la retorica de Miguel de Unamuno y la predicación de Francisco de Sales, son admirables, pero no para este tipo de personajes con los que estamos lidiando. Su alusión al mensaje de José Marti al Generalísimo Gómes “de que gobernar un país no es como gobernar a un campamento” y decir que esa frase es de alguna manera compatible con la realidad de hoy, es una ofensa a las implicaciones del Apóstol. Su vulgar referencia al chiste “no basta decir pa'lante, hay que saber pa'donde “ es ofensivo, cuando se trata de una materia que demanda gran respeto y un lenguaje elevado que denote la importancia histórica del futuro de un pueblo.
Perdone Honorable Padre mi franqueza, no soy nada mas una mujer madura que creo tener cierta visión y no tengo aguante cuando se trata de oír o leer algo referente a Cuba que me parece ofensivo y detrimente. Su carta a Raúl Castro me lo ha parecido así. Si, Ud. debe de escribir una carta abierta, pero no a los hermanos asesinos, sino al pueblo cubano, pidiendo que rompan sus cadenas, que destruyan a los que los tienen encadenados y demanden elecciones libres, que exijan vivir bajo las leyes de los países civilizados, donde las oportunidades a progresar, la libertad de expresión, y el derecho a escoger a los dirigentes en libres elecciones están garantizados. Y no espere otros quince años para hacerlo. El sacerdocio en general debería he hacerlo diariamente desde el púlpito, donde la justicia se justifica bajo el amparo del Todo Poderoso
Debe de hacerse sin odio, pero con vergüenza y justicia . Esa es la única carta admisible , una que implica cierta violencia quizás, pero tales acciones tienen grandes precedentes históricos, uno de los mas destacados, recordaremos cuando Jesús Cristo atacó a los que desecraban el templo con sus actividades comerciales e impúdicas y sin muchos titubeos les gritó y los echó en bandadas , diciéndoles que ellos no tenían cabida en la casa de Dios. Así mismo, Los Castros y su camarilla no tienen cabida en un gobierno que devuelva la dignidad a los cubanos y trate de reconstruir a la isla que aún herida y sangrante, todos los cubanos de bien, amamos.
Sinceramente,
Ada de los Angeles Bezos Castilla
adabezos@hotmail.com
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