CUBA: ARMAS PARA QUÉ
ARMAS PARA QUÉ
Por Julio Antonio Aleaga Pesant
8/10/2009
El Vedado, La Habana, 8 de octubre de 2009, (PD) En cinco años, de 1989 a 1994, el ejército cubano desmovilizó 4/5 partes de sus tropas. Disminuyó sus gastos de defensa en un 90%. Su armamento, obsoleto en esencia, aumentó su precariedad ante las nuevas tecnologías y formas de conducir la guerra. Su antiguo aliado estratégico se convirtió en nación del Tercer Mundo, agobiado por Chernobil y las guerras en sus fronteras. Cuba pasó a la tracción animal. Según Caspar Weinberger, Secretario de Estado de Norteamérica, ‘un país que vuelve a la tracción animal, no es un problema para los Estados Unidos’.
En el periodo de veinte años desde 1989 hasta acá, Cuba no fue invadida ni amenazada por nadie. Aunque estuvo en la más absoluta indefensión y cometió terribles violaciones de derechos humanos, incluida una crisis migratoria (1994), el coronel general Antón Makárov, luego de reunirse en La Habana con sus homólogos, anunció en Moscú el interés por modernizar el armamento e influir en la preparación de los mandos de combate de la Isla.
¿A qué vuelven los rusos? ¿Para qué quiere rearmarse la monarquía Castro Ruz?
La presencia rusa en la carrera armamentista regional no es un hecho aislado. Con ayuda del gobierno cubano, la administración Chávez adquirió en los últimos años, al menos 6000 millones de dólares USD en armas (fábricas, aviones de combate, tanques y medios navales).
La creación de la alianza bolivariana, sucesora de la “alternativa” y con claro tinte militarista, luego de la sustitución presidencial en Honduras de Manuel Zelaya, puso en jaque a Brasil, cercado por los aliados de Venezuela (Ecuador al norte y oeste, Bolivia al sur). Esto intensificó la tendencia de Brasil de buscar alianzas con otras sub potencias extra continentales para proteger sus intereses estratégicos.
El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, es el estadista que más alto levantó la voz contra la re-militarización hemisférica. En un reciente discurso fustigó frente al actual Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el creciente armamentismo hemisférico y abogó por un mayor control de venta de armas. En Latino América, que nunca fue más pacífica ni más democrática, este año se destinarán 60 000 millones de dólares en armas. El sub hemisferio gasta 165 millones de USD diarios en armas, soldados y ejércitos que sólo sirvieron, luego de la independencia para ejecutar golpes de estado y sostener dictaduras.
Anuncios de grandes compras de armamento de Venezuela a Rusia, de Brasil a Francia, de Chile a diferentes mercados, así como la intención ecuatoriana de renovar su fuerza aérea de combate, levantan polémica en el continente y se plantea la pregunta: ¿Cuál es el gran enemigo de Latino América que propone hacer erogaciones tan importantes del estado, en tropas, medios y logística, mientras 200 millones de latinoamericanos están en los límites de la pobreza?
No por esperado menos desagradable, el anuncio del primer sustituto del jefe del ejército ruso que anuncia la posibilidad para Cuba de caer nuevamente en la órbita moscovita, tan previsible desde la salida del poder de Fidel Castro.
Esto está dado, ante todo por el interés personal del nuevo comandante en jefe de regresar al redil ruso, afirmado luego de su reencuentro con Rusia a principios de año. A esto súmese la notable compra de armamento por parte de su más importante aliado hemisférico, el gobierno de Venezuela y la realización de maniobras conjuntas ruso-venezolanas a finales de 2008. Pero sobre todo por el constante intercambio de visitas de funcionarios de primer nivel entre Rusia y Cuba, desde mediados del año pasado y la presencia de medios navales y aéreos eslavos en el Caribe.
La reanudación de la ayuda militar a la Isla hecha pública por Makárov, jefe del Estado Mayor General, luego de visitar el país en septiembre, pudiera devolver a la nación cubana al momento en que era satélite de Moscú. Días en que la constitución socialista de 1976, garantizaba la “hermandad indestructible”.
El aumento de la presencia militar soviética en la Isla durante la década de los setenta y los ochenta, resultó en expediciones militares a Angola, Etiopía, Siria, Congo, Granada y otros países en menor escala. Estas invasiones mercenarias se contabilizan al menos en Angola, en 2000 cubanos muertos en combate.
El re surgimiento de Rusia como potencia internacional, tiene su hito en agosto de 2008 cuando invadió a Georgia, un país muchas veces menor. A partir de esta fecha, se marca un ascenso en su interés por participar como actor mundial. Retomar sus relaciones con la “difunta Habana”, es sólo un paso en este sentido.
Según los protocolos, Rusia proveerá a Cuba con armamento moderno y mantendrá en el ‘debido nivel’, su sistema defensivo de armamento ruso-soviético. Participará en la formación de funcionarios militares en sus academias y enviará buques de guerra a visitarnos nuevamente. Si bien los rusos aclaran que la reanudación de estas relaciones no se enfila contra terceros, es evidente que volvemos a convertirnos en portaaviones insumergible de una potencia extra continental, contra los Estados Unidos de América y porta estandarte de las peores causas internacionales.
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