Gracias (por nada), Juanes. Por nada, Cucú
Esos ¨60 hombres que están condenados en Cuba a no menos de 15 años de cárcel, hicieron una carta abierta en apoyo al concierto¨ , no hicieron ninguna carta, sino que dieron el consentimiento para que su firma apareciera en esa Carta. Esos presos sólo tuvieron como información la información oficialista que llega al penal y la de sus familiares, los cuales fueron embaucados con falsas promesas y desinformaciones por los individuos que escribieron esa carta que dividió a los presos políticos cubanos; una victoria del régimen dada en bandeja de plata por esos individuos al tocar ese tema tan divisorio del Concierto y vincular a los presos políticos con él.
Aclaro que este bloguista estaba de acuerdo en que ese concierto se efectuara, pero en condiciones diferentes a las que se efectuó.
Gracias (por nada), Juanes. Por nada, Cucú
Por Paulino Alfonso
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Si no fuera por lo siniestro del régimen que lo permitió, lo ridículo de algunos de algunos personajillos involucrados, el despiste de unos y la peregrina idea de entrar en lides políticas de otros, el famoso Concierto por la Paz no meritaría una cuartilla más.
Fue precedido por uno similar en la frontera colombo- venezolana, a raíz de uno más de los onanismos mentales de Hugo Chávez, quien movilizó tanques y aviones, sin que el presidente Uribe moviera siquiera a un guarda jurado con su mulo y su Colt de reglamento. El concierto de allá quizás cumplió con su propósito.
Quizás, debido a que Juan Esteban vive más en Miami que en Bogotá pensó que daba un concierto a dos países en guerra: Cuba y Miami. Lo mismo que otros: lost in translation; como la congresista norteamericana Bárbara Lee, que confunde a Cuba con Sudáfrica y cuando viene aquí, no quiere entrevistarse con Antúnez, ni con el montón de negros dignos que están presos por lo mismo que mataron a Martin Luther King Jr.
Juan Esteban ignora que Cuba -muy a pesar del anciano terco y senil que nos desgobierna y oprime- fue, es y será un solo pueblo. El castrismo pasará, como todo lo malo, pero la Nación Cubana se ganó la libertad sin pedirla a la metrópoli española y ciertamente tampoco se la pide hoy a nadie. Por lo mismo, prevalecerá.
Quizás al ver a mis compatriotas en la Florida hacer tanto y triunfar en muchos campos, Juanes creyó que hacia falta paz entre los cubanos para que los de acá prosperáramos también. No, lo que impide a mi pueblo volver a ser lo que éramos hace 50 años es un grupo de forajidos, que hacen más o menos lo mismo que en Colombia hizo Tirofijo, quien a instancias del Castro más viejo, fundó la República de Marquetalia para desde allí traficar con drogas, asesinar, secuestrar y cultivar el odio, la traición y la mentira por mucho tiempo.
Juanes es un buen cantante y puede que sea una persona con buenas intenciones; lamentablemente, el camino a Satanás está pavimentado de buenas intenciones y frecuentemente es recorrido por personas con la vista corta. Gracias por la intención, pero el hacer un concierto por la paz en La Habana es lo mismo que regalar en una boda, una corona de muerto.
No obstante, Juanes trajo para nuestro disfrute, cosa que agradecemos mucho, a una puertorriqueña muy bella y escultural, que me recordó una novia boricua que amé hace algún tiempo.
Ni hablar de la troupe geriátrica que aportó el “católico” Amaury al show, a muchos no los conocía nadie. Incluyo, aunque no por problemas de edad, a una tal Cucú Diamantes, que se sabe que existe porque Univisión hace unos días contó de un rollo por un contrato cancelado. Confieso que me sorprendió más lo del contrato que lo de la cancelación; pensaba que esa mujer sólo podría trabajar gratis. Por lo pronto, gracias al concierto, ya de Cucú se ha hablado en Univisión, Radio Reloj y hasta en la Mesa Redonda.
Para finalizar me disculparé por los discos rotos en la calle 8. No creo que se debió hacer eso, máxime cuando 60 hombres que están condenados en Cuba a no menos de 15 años de cárcel, hicieron una carta abierta en apoyo al concierto.
En fin, gracias (por nada), a Juan Esteban… y a Cucú, por nada, porque gracias a su gente, que no a su arte, ya la conocen en Miami y hasta en Cuba.
palest44@yahoo.com
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