ZOÉ VALDÉS: Kong. Batalla de ideas. Navidad soleada
Tomado de http://zoevaldes.net
Kong. Batalla de ideas.
Ayer cenamos en el célebre Kong, el restaurant que sale en el capítulo final de Sex in the city, donde Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) se encuentra con Carole Bouquet, y detrás se ve todo París, desde las alturas diseñadas por Kenzo y por Starck. El Kong es el restaurant más sexy de la ciudad, es una especie de útero de cristal, en medio del cielo parisino. Bien, ayer, Ricardo Vega, Antonio Valle Vallejo, Gilberto y yo, nos tuvimos que enfrentar a una verdadera “batalla de ideas”, no sabíamos si escoger una langosta al yuzu o un suculento hígado de ternera caramelizado, manjares rociados con champán y un excelente vino bordelais. Los postres de Pierre Hermé, el mejor dulcero del Tout Paris.
Todo esto gracias a Fidel, a Raúl, y a la Revolución, que me mataron de hambre y de represión hasta que me salió de las entrañas desquitarme, escribí una tronca de novela, y varias de ellas, gané mucho dinero, me hice rica (antes de que esto sucediera tuve que limpiar mucho parquet en cuatro patas, cuidar niños franceses, reparar muebles y jamarme el cable que todo el mundo se ha jamado en el exilio, todo el que se ha exiliado de verdad, quiero decir), y aquí estamos, jodiendo la pita. Por cierto, con el dinero que hemos ganado Ricardo Vega y yo -del que no tenemos que dar cuentas a nadie porque no nos lo han regalado, lo hemos trabajado como se trabaja en el capitalismo- hemos creado una editorial donde no cobramos por publicar, hicimos una productora de cine y video donde hemos dedicado buena parte de esa producción a los artistas del exilio, y una galería de arte, Ars Atelier, dedicada en gran parte a los artistas cubanos exiliados.
Peor los que gracias a la Revolución y a Fidel siguen de chivatientes, envidientes, y comepinguientes.
Lo que más deseo en la vida, por cierto, es poder invitar un día a Oscar Elías Biscet y a su esposa Elsa, a este o a otro restaurant, y poder discutir de libertad y de democracia, esperemos que podamos realizar ese sueño, en París o en La Habana, con preferencia en la segunda, y que ellos escriban sus experiencias en troncos de libros, que muchas personas compren y lean, y que se hagan ricos. Ya que también, gracias a lo que nos han oprimido y nos han exprimido, Fidel, Raúl, y esa Dictadura con mayúscula, Mariela Castro vive como una princesa, viaja como le da la gana, come lo que le sale de su papaya (qué palabra tan hermosa, y tan adecuada), así como todos los hijos de pinchos, y los pinchos mismos, que jamás han disparado un chícharo, ni han escrito siquiera dos palabras de la tronca de novela que yo escribí, y que han vivido del dolor del pueblo cubano durante 51 años.
Este post va dirigido al que sabe que va dirigido, espero que se retuerza una tripa con el único huevo que le tocará por la libreta, cuando festeje un nuevo año fidelista y revolucionario, y mientras lea aquí, se de flagelazos enardecidos de agradecimientos al castrofascismo por haberle puesto en la mesa del Señor (Castro), un huevo de gallina bendecido por el ano del líder con un pedo de apagavela, que ya saben lo perfumados que son:
Parte I
Parte II
Parte III
“Soy capitalista p’alante y p’alante y al que no le guste que tome purgante”, ¿se acuerdan del lemita? Sólo tienen que sustituir “capitalista” por “comunista”, con ese lemita nos humillaron durante toda nuestra infancia, sin árboles de navidad, sin juguetes, sin comida, sin leche, sin nada, mientras ellos se atarugaban de todo, ellos, los verdaderos “zampones de la juventud cubana” durante cinco horrendas décadas de fascismo a pulso.
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Navidad soleada
Hoy París se despertó soleado, lo que es un milagro. Anoche cenamos con nuestros amigos Antonio Valle Vallejo y Gilberto Martínez, La cena estuvo compuesta por: Foie gras de Gascogne ensalada verde con un buen y Sauterne, Frijoles negros malangas con-dormidos non, rendidos, carne de puerco asada, arroz blanco, tostones plátanos, vino tinto; quesos Mont D’Or, Brie, y de los más apestosos que también son los más sabrosos, La Bouche de Nöel caramelisada una llamada Plaisir pour el dulcero de la esquina, y la otra de Tiramisú con macarons de La Durée, Champán y, truffes de chocolat, café y un buen what else? (Nespresso). Escuchamos música cubana y francesa: Lucrecia, Merceditas Valdés, Celia Cruz, Barbara, y Charlotte Gainsbourg (el último disco). Nos entregamos los regalos, conversamos de lo humano y lo divino: literatura, música, viajes, amistades. Fue una noche de muy buenas vibraciones, Plena de cariño, y amor para todos los que no estuvieron. Pense ustedes fr, fr como les describiría esta noche sin que nada se me quedara en el tintero, pero al mismo tiempo de la manera más sencilla y verdadera. Así fue de hermosa, así quiero ustedes compartirla con.
Gracias a todos, pero muy especiales a mi querida familia en New Jersey, en Tenerife, en Cuba, a mis amigos, queridos lejanos y muy, ellos saben quiénes son. Gracias especiales a tres mujeres que llevan tiempo leyendo este blog, y que me han hecho mejor en todo: July del Río, Mercy Lastre Ruiz, Frida Masdeu. Gracias a Charlie Bravo, y a Tania Quintero, por la lucidez.
doneFotos: L. Attys VV.
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