BARACUTEY CUBANO

Por Francisco Chaviano González


LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – El agente Fraile, aquel que estuvo en la escena luego de escapar de las manos del FBI disfrazado de señora, cuando lo descubrieron espiando para Cuba en los Estados Unidos, escribió un artículo contra la organización opositora Agenda para la Transición Cubana.

Percy Francisco Alvarado es guatemalteco; vino a Cuba a estudiar en la universidad y, como pago, terminó colaborando con los servicios de inteligencia del gobierno comunista. Como retribución a su labor, disfruta de un nivel de vida que está cien veces por encima del cubano promedio, reside en una mansión de la calle Línea, en el Vedado, según contó un ciudadano perjudicado por Alvarado, y goza de privilegios vedados a la mayoría de los cubanos. Este es el hombre que nos tilda de vedettes, mercenarios y asalariados del extranjero.

El artículo, publicado en los espacios post Castro, Kaosenlared y Rebelión, se titula Las otras vedettes de la contrarrevolución en Cuba: ¿Quiénes las apoyan y financian? Una factura evidente de la policía política, firmada por Alvarado, quien sigue la costumbre del régimen de tildar de homosexuales a sus contrarios. Al parecer, esta manía proviene de las debilidades propias que los impulsan a ocultarse en el closet y brindar una imagen contraria de lo que realmente es. Así lo demostró el tiempo, pues la pléyade de los machos duros de la “revolución” estaba plagada de mariposas, venados y hasta toros con tarros largos.

Como buenos manipuladores, mezclan la verdad y la mentira para hacer creíble su embuste. En su afán por engañar al mundo son capases de cualquier cosa: regalan lo que no tienen (20 hospitales para Bolivia, miles de televisores a Venezuela, arroz para Haití, cuando escasea en el patio, y estudios universitarios para extranjeros que luego se convertirán en espías o abanderados del engaño); defienden en el mundo todo lo que se le niega al pueblo, y no aceptan a los contrarios, como demuestra el trabajo de Percy Francisco Alvarado.

Entre las falsedades hay que señalar que Agenda para la Transición Cubana fue ideada por el licenciado Guillermo Fariñas, debido a la necesidad de reunir al abanico de la sociedad civil independiente en una fuerza de contrarios representativa, que promueva el cambio y esté lista para conversar con el gobierno el día que éste entienda esa necesidad. La referida coalición funciona de forma similar a un parlamento para tomar acuerdos; pero no somos un órgano legislativo paralelo. Los cubanos no aceptamos que los extranjeros piensen por nosotros, pero sí la ayuda, cuando es incondicional; es lícito, toda vez que el régimen nos ha obligado a esto al ponernos fuera del “juego”, dentro de un pueblo empobrecido que vive de la ilegalidad.

La señora Robin D. Meyer se fue de Cuba hace 15 años, de modo que nunca nos ayudó en Agenda, y tampoco lo ha hecho el resto de los funcionarios de Estados Unidos mencionados, porque las leyes de aquel país lo prohíben.

Debemos agradecer a Alvarado el reconocimiento que hace de nuestro trabajo, al describir la fundación de algunas de nuestras juntas de representantes de Agenda para la Transición Cubana en varias provincias; solo faltaría agregar que ya tenemos 12, y le adjuntaremos una foto de la correspondiente a Ciudad de La Habana, para que cuente bien a los presentes y pueda ver que hay más de un representante por grupo.

Es comprensible la actitud de los gobernantes, a quienes nunca ha importado el país, sino disfrutar del poder. Calculan, no sin fundamento, que si Agenda para la Transición Cubana ha tenido tal desempeño con la magra ayuda de que dispuso, a contrapelo de lo que no se han casado de propagar. ¿De qué no será capaz Agenda si recibiera una ayuda real para acometer su programa? Esa es la verdadera preocupación que refleja el artículo de marras. Alvarado sólo impuso su firma.

¿Se atreverán Rebelión y Kaosenlared a publicar el nuestro? ¿O harán igual que Granma y demás publicaciones del país?