PRESOS POLÍTICOS CUBANOS DESTERRADOS EN ESPAÑA: Prohibida la entrada
Prohibida la entrada
Por Luife Galeano
En las ambiguas manifestaciones y farragosas interpretaciones de la ley y las ordenanzas existen una serie de términos que, utilizados con malas artes, pueden dar al traste con un sinfín de buenas intenciones. Me refiero, como es lógico, al lenguaje cínico y pseudo apocalíptico del Sr. Moratinos y su cohorte de funcionarios que, mediante engañifas, están brindando tanto a los deportados políticos como a la opinión pública una traducción infiel de la ley.
Ante la queja de los deportados presos políticos cubanos de encontrarse en un limbo jurídico del que no pueden salirse resulta que el Sr. Moratinos se descuelga diciendo que salieron con dirección a España por voluntad propia.
Hace falta tener la cara de hormigón armado para decir semejante mentira. Los presos políticos cubanos, se ha dicho por activa y por pasiva, han sido deportados del país como lo fueron los cuatro presos que arribaron en el país en el año 2008. El adoptar posiciones de tacto versallesco no le pegan al Sr. Ministro de Asuntos Exteriores. Él conoce muy bien la diferencia entre un gesto y un hecho y es consciente de que de la única forma que los presos saldrían de la cárcel era aceptando su deportación; que jamás saldrían de presidio para quedarse en sus domicilios en Cuba. Ello lo prueban dos circunstancias que demuestran de forma fehaciente que el Sr. Moratinos es un mentiroso de marca mayor. La primera, que en los pasaportes de dichas personas figura impreso ‘permiso salida definitivo’. Helo aquí:
La segunda, que resultaría un contrasentido las manifestaciones de Asuntos Exteriores al proponerles que acepten el status de ‘protección internacional asistida’ ya que con el asilo político no podrían regresar a Cuba. Es hilarante la retahíla de gilipolleces que emanan de una institución que debería ser mucho más seria en sus actuaciones. Los presos políticos no pueden regresar a Cuba no importa qué status legal escojan. Han salido con licencia extrapenal, es decir, no les han conmutado la pena ni han sido declarados libres por lo que, en cualquier momento, de encontrarse en territorio nacional, tendrían que regresar a la cárcel a cumplir el resto de sus condenas.
El propio Moratinos ha manifestado que con ese status, vocablos magníficos de la corrección política más hipócrita, —protección internacional asistida—, los presos podrían volver a Cuba —y cito textual al ministro—: “previa autorización del régimen castrista, como hacen los cubanos que emigran de su país”. Claro que lo que el Sr. Ministro quiere ignorar es que éstos no son emigrantes sino presos políticos y lo prueba el hecho de que se encontraban en cárceles de máxima seguridad.
Por otra parte, resulta grotesco escuchar el lenguaje ‘revolucionario’ del Sr. Ministro cuando dice que ‘España ha sido generosa’. Si sustituyen la palabra ‘España’ por la palabra ‘Revolución’, estaríamos en presencia del típico seguroso interrogador carcelario cubano en plena faena de reblandecimiento del preso bajo su yugo. Y, no podía ser de otra forma, nuestro ínclito personaje ya hace gala de los ‘ticks’ más castristas. Vuelvo a citar textual— al verse acorralado dijo: “…pueden hacer lo que consideren oportuno. Ellos son libres de hacer, de acompañar, de irse, de buscar otro país donde se les acoja mejor, no tenemos ninguna dificultad”. Recuerda el discurso de Castro cuando El Mariel.
No, el señor ministro insistió en traerlos y ahora no puede tirarlos a la basura. Tan libres son de irse, como dice, como de pedir asilo político. Claro que él ya se encargará de negárselo porque, en definitiva, no es más que un colaboracionista de una dictadura cruel e injusta por lo que debería caérsele la cara de vergüenza. No tiene ningún apoyo moral para hablar así máxime cuando todo su interés radica en los aspectos económicos —el dinero es el sustituto técnico de Dios— y no en los éticos y morales de esta tema; aspectos que, por otra parte, parece desconocer porque habrá ido a Cuba mucha veces supongo que a tocar la flauta de Bartolo porque lo que es hablar con la disidencia no lo ha hecho jamás.
Cuando se escoge el exilio, no se hace pensando en el status de emigrante. En el exilio se renuncia a todo; incluso a entrar en el país y, por supuesto, a luchar por Cuba con los medios al alcance de cada uno. Entrar y salir de Cuba a decisión de la embajada no favorece a la lucha contra el castrismo ya que eso significa ponerse en manos del opresor al que se combate. Los presos políticos no van a caer de nuevo en manos del castrismo para fastidiarse la vida. Regresarán a un país libre y democrático cuando corresponda y no cuando les han prohibido la entrada. Para ello, pagarán el sacrificio que pagan los que se oponen a ese status de estupidez protegida que lo único que hace es convertirlos en colaboradores de un régimen opresor y sus adláteres.
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