BARACUTEY CUBANO

Por Odelín Alfonso Torna
19 de Abril de 2012

Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Decir “I love Fidel Castro” en Miami es como decir “Welcome Hitler” en Israel o “Vivan las Damas de Blanco” en asamblea ordinaria de los comunistas en Cuba. Fue justamente lo que dijo el venezolano Ozzie Guillén, manager del equipo de béisbol de los Marlins de La Florida, en entrevista concedida a la revista Time.

La libertad de expresión, en Miami o en la Cochinchina, también tiene sus costes políticos y financieros. Pero es la “Pequeña Habana”, no tan pequeña y con más inquilinos exiliados que la propia capital de la isla comunista, quien no perdona el “accidental” devaneo de Ozzie hacia Fidel Castro.

¿Amaría Ozzie Guillén a Fidel Castro si éste metiera la cuchareta, desde su lecho de muerte en Punto Cero, en las decisiones que debe tomar en una Serie Mundial? ¿Se ha preguntado Ozzie si en la historia del béisbol revolucionario algún manager cubano se ha manifestado con algo parecido?

Obviamente, aunque luego admitió su equivocación y dijo que prefiere “estar muerto que votar por Chávez” en las elecciones de noviembre próximo, Ozzie Guillén es un comunista frustrado y no un incauto que dijo en el momento y lugar equivocados, amar a un hombre que repugna a la afición miamense. Tampoco Guillén es el pibe drogadicto y prepotente de Diego Armando Maradona, quien con tal de aliviar sus recaídas compra a sus ídolos comunistas en La Habana.

“Lo que quise decir es que cómo una persona que ha hecho tanto daño, que ha causado tanto dolor, tanta sangre, presos políticos y tanta muerte, esté todavía en el sistema, esté todavía con nosotros. (…) La interpretación entre el inglés y el español no me salió bien”, dijo el manager Guillén en rueda de prensa, poco después que se desatara la controversia.

 

(Ozzie Guillén)

Sin embargo, la interpretación en la prensa oficial cubana, en la pluma del periodista Alfonso Nacianceno, escrita en el Órgano Oficial el miércoles 11 de abril, puso en boca de Ozzie –en negritas- la siguiente frase: “Respeto a Fidel Castro”.

Aún así, del respeto al amor basta una brisita de idolatría. Pero, ¿por qué omitió Nacianceno el odio forzado de Ozzie Guillén cuando se arrepintió ante la prensa local e internacional en Miami?

Lo que no sabe Ozzie Guillén es que la mayoría de los cubanos residentes en la isla no son ni comunistas, ni católicos y mucho menos devotos a Fidel Castro. Más aún, es por culpa de Fidel que el béisbol en Cuba está estancado y muchos ídolos de nuestra pelota juegan, precisamente, en las ligas profesionales de Estados Unidos.
Y para los avezados que cuestionan la libertad de expresión en la meca del anticastrismo (Miami), ¿qué sería de Lázaro Vargas, mentor del equipo capitalino Industriales, si al menos dijera yo “respeto a Barack Obama” en el estadio Latinoamericano? Al manager de los Marlins le costó la suspensión del equipo por cinco juegos y una multa de cien mil dólares. Ahora le resta ver cómo irán las taquillas del nuevo estadio miamense, orgullo de la comunidad hispanoamericana.

La interpretación de Ozzie Guillén tiene un precio y la renuncia forzada le está pisando los talones. Es mejor ser comunista todos los días, que decir “I love Fidel Castro” en el momento y lugar equivocado.

Para Cuba actualidad: odelinalfonso@yahoo.com