miércoles, julio 22, 2015

Esteban Fernández: MIS NIETOS Y YO


MIS NIETOS Y YO

Por Esteban Fernández
20 de julio de 2015

Mis nietos son una bella experiencia para mí aunque no nos parecemos en nada. Yo vivo en la antigüedad, ellos viven en el presente y listos para inmediatamente saltar al futuro.  Es decir, pueden disfrutar enormemente de lo que hacemos ahora pero todavía no hemos terminado de hacerlo y preguntan: “Y… ¿Qué vamos a hacer ahora?”

Nada me gusta más a mí que hablar de antier y pensar en el pasado. Si ustedes me leen sabrán que me encanta contar anécdotas de hace medio siglo. Y no es precisamente la diferencia de edades con ellos porque lo cierto es que yo siempre he sido así. De muchachito yo me consideraba un experto en la historia y el pasado cubano mientras que era un tolete en los temas de actualidad con la matemática. Por eso una de mis películas favoritas es “Back to the Future”.

Y tampoco es porque sea ni me sienta un viejo ya que tengo amigos contemporáneos conmigo que no les interesa mucho el pasado. A uno de mis mejores amigos llamado Milton Sorí le digo: “Socio, lee mi escrito de esta semana,  mencioné una historia de cuando éramos niños” Y me contesta riéndose: “Estebita, el problema es que yo vivo en el 2015 y tu vives en 1955”

Y no hablo solamente de que mis nietos por sus cortas edades no tienen un pasado largo como yo sino que no les dan importancia a las cosas que pasaron hace una semana o tres días. Me explico: a mi nietos no les interesa rememorar las fiestas de cumpleaños que tuvieron el año pasado sino que están interesados en las que tendrán próximamente. Yo todavía estoy acordándome de mis cumpleaños en la calle Pinillos de Güines.

Fíjense, hace uno días recibí en el celular una foto de mi nieto(foto de la derecha) en una fiesta en el Dodger Stadium  donde se estaba celebrando “El Día de la Herencia Cubana”. Inmediatamente se la mandé a mi otro nieto y este me mandó un mensaje diciéndome: “¡Oh, yo también estoy aquí!” y eso me produjo tremenda alegría.

Dediqué más de media hora de “llamadas y textos” para que se juntaran. Y lo logré. Creo que el encuentro fue algo muy bonito, pero como de eso hace más de una semana “ya es cosa del pasado” y ninguno de los dos me da detalles de esas dos horas que compartieron ¿Me explico? Lo pasado es pasado y a volina papalote.

Por ejemplo, yo puedo -y lo hago constantemente- entablar una conversación telefónica con un amigo sobre José Martí, sobre Antonio Maceo, sobre Don Tomás Estrada Palma, sobre Ramón Grau San Martín, sobre el ataque a Palacio o al Moncada, mientras ¿Ustedes creen que mis nietos se ponen a discutir con sus amigos de Washington, de Lincoln o del ataque a Pearl Harbor?

Hasta hablando de pelota mis nietos están involucrados en el futuro y me dicen: “Abuelo, creo que los Marlins van a contratar a otro prospecto cubano” y sin darme cuanta yo llevo la conversación a mediados de los años 50 y a hablar de Willy Miranda, de Roberto Ortiz y de Pedro Formental.

Ellos me dicen: “La próxima semana vamos a ver la pelea de ‘el Canelo’ Álvarez” y de pronto yo comienzo a hablar de Ultiminio Ramos o de Puppy García.

De nuevo mi nieto quiere ir al Museo y Biblioteca de Ronald Reagan porque ahora tienen una exhibición de fútbol. Y yo le respondo: “Sí vamos pero ¿te acuerdas que allí hay una foto grande Armando Valladares? El niño me mira como si yo estuviera delirando y me pregunta: “Abuelo, Armando who…?  Y remata diciéndome: “¡Ah sí, ya sé, debe ser un famoso futbolista cubano de principios del siglo pasado!