martes, septiembre 22, 2015

Dos para uno y uno para el único. Juan G onzález Febles desde Cuba: sobre condecorados como Héroes de la República de Cuba


Tomado de http://primaveradigital.net/d

 Dos para uno y uno para el único

Por Juan G onzález Febles
septiembre 16, 2015 



Lawton, La Habana, Juan González Febles, (PD) El más oficial entre los medios oficiales del régimen militar totalitario cubano, el órgano y uni-periódico del uni-Partido Comunista de Cuba (PCC), el rotativo Granma, publicó en su edición del viernes 11 de setiembre una nota del Consejo de Estado que da a conocer los acuerdos tomados por este centro de poder en reunión sostenida el martes 8 de setiembre.

Entre estos acuerdos destacan el otorgamiento del título de Héroe de la República de Cuba al general de división y actual viceministro primero del Ministerio del Interior, Carlos Fernández Gondín, y con carácter póstumo a los generales de brigada Raúl Díaz-Arguelles y Víctor E. Schueg Colás. Y también la información que da a conocer el indulto de 3522 sancionados por los tribunales sin garantías al servicio de este régimen, para ornamentar la Vía Crucis instrumentada para el próximo recibimiento en La Habana del Vicario de Roma, Su Santidad Francisco I.

Del general Fernández Gondín se conoce que en su momento fue otro anónimo mercenario sin más connotación en las guerras africanas promovidas por Fidel Castro, el líder histórico del desastre nacional. En su momento, estas guerras estuvieron dirigidas a servir a la expansión geo-política del imperio soviético en esa zona geográfica y de paso alimentar el ego insaciable del líder histórico.

Díaz-Arguelles y Schueg Colás, por su parte, fueron dos más a quienes les tocó integrar la nómina que en su momento aportó hombres que estuvieron en la línea de fuego y de esta forma, entregaron sobre el terreno la carne de cañón que alimentó la egolatría política del líder histórico. Además de esto, hicieron frente a las balas y aportaron las inevitables bajas propias de este tipo de enfrentamiento armado.

Díaz-Arguelles formó parte del execrado Directorio Revolucionario “13 de marzo” y fue amigo personal del difunto ex general de división y ministro del Interior José Abrantes Fernández. Su muerte, en 1975, le permitió escapar a la senilidad y decrepitud de sus allegados de entonces y a la inescrupulosa corrupción actual de estos, que ya preludia su final.

En relación con Schueg Colás, puede decirse exactamente lo mismo. Murió en febrero de 1998, de una enfermedad terminal y lo hizo en paz.

Hasta este momento no se materializó necesidad alguna de hacer reconocimientos especiales a estos dos oficiales o a ningún otro, entre los que pusieron en peligro la vida perdida en unos casos y en otros no. En aquel periodo de guerras africanas, guerrillas y todo tipo de empresa fallida promovida por el líder histórico del desastre nacional, ninguna otra consideración que no fuera el ordeno y mando del autócrata en jefe, tuvo peso.

A quien verdaderamente se decide premiar es al general Gondín por la única guerra que ha peleado en toda su vida. Esta es la que lleva adelante contra mujeres de blanco armadas de gladiolos y opositores pacíficos, convenientemente desarmados.

El general Carlos Fernández Gondín es el máximo responsable ejecutor de la represión al actuar político ciudadano independiente desde que se hizo cargo del primer viceministerio de esta institución consagrada al terror y la represión, me refiero al Ministerio del Interior.

En el momento en que sea felizmente juzgado, responderá en la medida de sus posibilidades, -muy amplias- por la muerte de Laura Pollán, Oswaldo Payá, Orlando Zapata Tamayo, la represión al actuar político ciudadano independiente y sobre otras menudencias tales como la penetración de los servicios especiales del régimen militar cubano en las estructuras de gobierno, sociales, académicas, económicas, etc., en los Estados Unidos y en la culta, antigua y sabia Europa, entre otras incidencias.

Entonces, la condecoración recibida por el general pudiera sintetizarse en, ‘dos para uno y uno para el único’ poder dinástico totalitario impuesto al pueblo de Cuba. Se trata solamente de otro general sin batallas encumbrado por sus servicios a la familia que ejerce el poder absoluto en Cuba, encabezada por un presidente sin votos, por supuesto, el más epónimo exponente de esta clase militar, sin batallas, pero con una amplia experiencia en métodos ampliamente conocidos, y aún más reprobados.
j.gonzalez.febles@gmail.com; Juan González Febles.