viernes, noviembre 20, 2015

Esteban Fernández: MI CAMBIO DEL AÑO 1958 AL 2015. FOTOS HISTÓRICAS PROHIBIDAS EN CUBA


MI CAMBIO DEL 58 AL 2015

Por Esteban Fernández
Noviembre 19 de 2015

He cambiado mucho mi idiosincrasia  de los años 50 en Cuba  a la actualidad en los Estados Unidos. Creo que el cambio se basa en que tras la caída del régimen de Fulgencio Batista se perdió la Patria y aquí desde hace mucho rato no quiero cometer los mismos errores de apreciación que yo cometí allá.

El Golpe de Estado. Comencemos por el golpe de estado del 10 de marzo del 52. Ya les he dicho que jamás fui batistiano ni antibatistiano y que me he defecado en Castro desde el primer día, pero nunca me he escondido para discrepar con el madrugonazo  y considerarlo como un grave error.

Sin embargo no pasa un solo día en que al ver la situación interna de esta bella nación, la gran conspiración internacional para cogerse al mundo, la posibilidad de que vayan abajo la democracia y el capitalismo, al comprobar el gran daño que está haciendo Barack Obama (y que Hillary Clinton amenaza con subir la parada) al ver la labor de zapa que realiza la cochina prensa amarilla (mil veces peor que “Bohemia y los 20,000 muertos de Batista”) al palpar la bestial infiltración roja en las Universidades, en la farándula y en todas partes, quede claro que no lo aplaudiría pero comprendería absolutamente si los generales David Petraus,  Jack Keane, Ray Odierno, el Lt.Col. Ralph Peters y varios más se complotaran y DIERAN UN GOLPE DE ESTADO PROVISIONAL  y barrieran del mapa a toda la inmundicia que  hunde a este país y lo lleva al más profundo de los barrancos. Y lo principal: Para evitar la guerra cívil que se avecina en los Estados Unidos.

La Policía. Yo fui de aquellos cubanos que les molestaba cuando los policías, el ejército y hasta los guardias rurales les daban plan de machete y  bicho de buey a los revoltosos revolucionarios. Y me caían mal  Orlando Piedra, Hernando Hernández, Pilar García y llegué a considerar que Martín Pérez y Conrado Carratalá eran unos tremendos abusadores. Sin conocerlos a fondo y llevado simplemente por la propaganda antigubernamental.

(Fulgencio Batista en la madrugada del 10 de marzo de 1952 en el Campamento Militar de Columbia)

Al final de la jornada -ya del lado de acá- resultó que aquí en California fui íntimo amigo de Manuel Ugalde Carrillo quién nos acompañaba junto a José María Salas Cañizares a las broncas contra los comunistas locales. Y hoy en día mi cambio al respecto ha sido radical y cuando veo a los protestantes tirados para las calles quemando todo lo que se encuentran por delante, saqueando a los comercios y observo a los policías reculando, me paro ante la pantalla del televisor y grito: “¡Coño, qué falta hace Esteban Ventura Novo aquí!” Y daría cualquier cosa porque resucitaran George S. Patton y Douglas MacArthur repartiendo leña a diestra y siniestra.

Los chivatos. ¡Qué tremendo desdén yo sentía durante los años 50’s contra los 33.33!  Durante toda mi vida mi padre me  inculcó desprecio absoluto por los delatores. Y después -durante el castrismo- mis sentimientos en contra de los Comités de Defensa se convirtieron en odio acérrimo que todavía mantengo latente.

Y ¿quién les dice a ustedes que -sobre todo después del 9/11- yo me paso la vida atento, vigilante y listo para echar pa’lante a todo el que me luzca sospechoso con un paquete en sus manos? Precisamente el domingo en el cine un joven depositó y dejó abandonada su mochila en el asiento delante del mío  y tres minutos más tarde ya yo estaba preparado mentalmente para salir y denunciarlo. Menos mal que regresó con un “hot dog”  y una Coca Cola en sus manos y se sentó tranquilamente a ver la película.  A mi nueva actitud en el argot popular le dicen “cambiar de palo pa’rumba”. Yo prefiero llamarle “La triste experiencia de haber aprendido la lección”.

Desde luego, hay  algo que no ha cambiado y que encuentro muy interesante: y es que la gente en el año 58 decía: “¡Hay que salir del negro y después que venga lo que venga!”. Y ahora muchos estamos pensando lo mismo.
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Fotos históricas prohibidas en la Cuba Castrista.

Vista parcial del acto de desagravio a Fulgencio Batista por el asalto al Palacio Presidencial  el 13 de marzo de 1957.  El acto se llevó a cabo el 7 de abril de 1957 frente a la terraza norte del Palacio Presidencial. La asistencia a los actos era totalmente voluntaria.
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Fotos desde diferentes ángulos del rally en favor de la candidatura de Fulgencio Batista para las elecciones de noviembre de 1954; es decir. después del golpe del 10 de marzo de 1952.

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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Las relaciones entre Fidel Castro y Raúl Castro con respecto a la persona y gobierno de Hugo Rafael Chávez Frías fueron siempre muy cercanas pese a que Chávez  intentó en dos ocasiones dar un golpe militar en contra del orden constitucional en Venezuela en 1992, pues el Presidente Carlos Andrés  Pérez (político venezolano ¨de izquierdas¨ vinculado a Cuba desde los años 30 del pasado siglo XX); en la segunda ocasión  Hugo Chávez estaba ya preso por el intento del primer golpe.  Luego fue y ha sido ¨puro teatro¨y oportunismo de los Castro, y de muchos de  sus actuales simpatizantes, el ¨razgarse las vestiduras¨ por el golpe del 10 de marzo de 1952;   planificado y organizado por otras personas, pero encabezado por Batista. 
La consigna exacta era: ¨Qué se vaya el Negro (Batista) aunque venga el caos ! ¨
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EL GOLPE DEL 10 DE MARZO DE 1952 Y COMO REACCIONARON  ESE DÍA. RAUL CASTRO RUZ , FIDEL CASTRO Y LOS COMUNISTAS

Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
10 de marzo de 2015

Es conocido, hasta por personas medianamente informadas, o desinformadas, por la parte de la ¨Historia ¨ Castrista no panfletaria, el poco rechazo que en la población cubana tuvo el Golpe de Estado del 10 de Marzo de 1952, golpe llevado a cabo por el Senador Rubén Fulgencio Batista y Zaldivar. Ese golpe de estado fue producto de unas de las tres conspiraciones que se le puso en las manos a Batista al llegar al país, después que por la política cordial del Presidente Carlos Prío Socarrás, se le invitó a entrar al país, ya que Batista había sido el Senador que más votos alcanzó en las elecciones pese a estar en su autoexilio en Daytona Beach, EE.UU., y no haber podido hacer personalmente una campaña electoral¨ in situs ¨. Batista se había postulado por Santa Clara y su elección fue en absentia. Hay más de una fuente admiradora  y cercana a  Batista que plantean que el Presidente Carlos Prío  le pidió a Batista que apoyara al candidato auténtico Carlos Hevia (a cambio de ser nombrado Ministro de Defensa) o que le diera un golpe de Estado. En la entrevista  Sadulé, ayudante presidencial    se lee:

¨...Que rompió el orden constitucional… ¿Cuál orden constitucional, cuando el propio presidente Carlos Prío invitó a Batista a que apoyara políticamente a Hevia o que organizara un golpe de Estado?¨

Roberto Torrecilla, muy amigo del hijo mayor de Batista con su primera esposa Elisa Godínez,   en su artículo  sobre el asalto al Palacio Presidencial  escribe cómo se decidió Batista a dar el golpe del 1o de marzo de 1952 y  es más extenso :

¨.El 10 de marzo de 1952, Batista nunca ordenó una “embestida” contra el Palacio ya que cuando los militares llegaron, desde Palacio fueron recibidos a tiros y uno o dos de elos murieron.Como ya sabes y te lo adjunto de nuevo, el golpe de estado nunca fue organizado por Batista. Fueron los tres profesores ortodoxos de la Escuela Superior de Guerra quienes con la aprobación de Eduardo Chibás lo organizaron con la ayuda dentro de Columbia del Capt. García Tuñon. Chibás lo encabezaría como líder populista que los militares necesitaban para evitar el derramamiento de sangre pero cuando ve que su popularidad aumenta a nivel electoral, decide no apoyar el golpe y dice a los tres profesores que lo detengan. Ellos lo hicieron pero García Tuñón no pudo detenerlo con los oficiales dentro de Columbia y exigieron se buscara otro líder populista. Escogieron todos ellos a Batista que rechazó encabezarlo a pesar que Carlos Prío le mandó un mensaje con el Dr. Juan J. Remos que él estaba listo para entregar su mandato a los militares por haber perdido autoridad y por la infiltración comunista dentro del Partido Ortodoxo. En la última visita que García Tuñón hace a Batista en Kuquine en Febrero de 1952 (después del asesinato del Dr. Alejo Cossío del Pino), éste le dijo que con él o sin él los militares darían el golpe. Es ahí donde Batista acepta ponerse al frente. Es el 7 de marzo de 1952 donde Rubén y yo estamos comiendo en casa de su hermana Mirta con Batista, cuando llegan tres personas, el General habla con ellos 5 minutos, y después nos enteramos que ese día fue que se decidió el golpe el día 10. Nos enteramos después que los tres visitantes fueron Colacho Pérez, Rodríguez Calderón y García Tuñón

Planteamientos que no son compatibles con planteamientos dados por  Guillermo Alonso Pujol  de que Batista estaba conspirando desde antes del asesinato del Dr. Alejo Cossío del Pino, pero que son compatibles con el planteamiento de que Batista dió el golpe porque Carlos Prío daría un  autogolpe para que no triunfaran los ortodoxos.
Pero volvamos al muy débil rechazo al golpe de Estado de Batista del 10 de marzo de 1952. La propaganda del Partido Ortodoxo exageraba las máculas de la gestión gubernamental de los dos períodos de gobierno del Partido Auténtico, entre las que se encontraban la corrupción y el pandillismo. En particular esa propaganda exageraba las faltas y errores de los dos últimos años del gobierno del Dr. Carlos Prio Socarrás; los dos últimos años de Prío con su política de ¨los nuevos rumbos ¨ fueron mucho mejor que sus dos primeros años. Por otra parte, los ortodoxos habían perdido ostenciblemente fuerzas con la muerte de su líder Eduardo Chibás ya que el Dr. Agramonte le sucedió, pero no lo sustituyó. La famosa encuesta de Bohemia sobre los posibles resultados que tendrían los diferentes candidatos a la Presidencia de la República en las elecciones de junio de 1952 es sólo eso: una encuesta, de la cual no sabemos nada de cómo se seleccionó la muestra encuestada de la población y si efectivamente era una muestra representativa de la población electoral cubana de ese momento, para ya no hablar que fuera una burda manipulación de esa revista, como algunas que se han comprobado, y a las que hace ¨supuestamente ¨ alusión Miguel Ángel Quevedo en su carta de despedida antes de suicidarse.

(Manifestación de apoyo a Batista en un rally para las elecciones de 1954, en las cuales el Dr. Ramón Grau San Martín, el último oponente de Batista en la candidatura Presidencial , se retiró el día antes )

La noticia, cierta o no, de los planes de Eufemio Fernández de atentar con morteros contra Batista y su familia en Kuquine y otras noticias y rumores similares, ficticios o reales, sembraron en el pueblo, dado el culto al caudillismo que siempre hemos tenido como pueblo, la necesidad de un ¨hombre fuerte ¨que disciplinara o ¨metiera en cintura ¨ al país. Ese hombre para muchos era Batista, que lo había demostrado ser en la década de los años 30s , cuando la Revolución del 33 nos había dejado un país con una abundante presencia de terroristas y pistoleros políticos. Para más elementos a su favor, Batista había estado de acuerdo en llamar a una Constituyente y después de haber sido elegido Presidente y ejercido como tal durante 4 años sin grandes escándalos o críticas a su gestión de gobierno, había dejado el poder sin objección alguna, a la Oposición. El pueblo cubano en general no festejó ni bailó por el Golpe del 10 de Marzo de 1952, pero tampoco se opuso ni creyó que había que llorar por haberse llevado a cabo ese golpe de estado anticonstitucional que abriría a mediano plazo las puertas a lo peor de nuestra historia republicana: el Castrismo, aunque puntualizo que dicho golpe no fue la causa del Castrismo; fue sólo el motivo. EL QUE SÍ BAILÓ Y FESTEJÓ  POR EL GOLPE DEL 10 DE MARZO FUE EL ACTUAL DICTADOR RAUL CASTRO, PUES FUE JUNTO A WALDO DÍAZ BALART A FESTEJARLO EN UN LOCAL DEL PARTIDO BATISTIANO YA QUE  LOS COMUNISTAS  SE LLEVABAN MUY BIEN CON BATISTA Y RAUL CASTRO ESTABA EN CAPTACIÓN DE LA JUVENTUD COMUNISTA. FIDEL CASTRO CUANDO SE ENTERÓ DEL GOLPE ESTUVO PREOCUPADO. SU ENTONCES CUÑADO RAFAEL DÍAZ BALART LO NARRA ASÍ:
¨Algunos meses después, el 10 de marzo de 1952, en horas de la madrugada me personé en la casa en que vivían Castro y mi hermana, junto a mis hermanos Frank y Waldo, Raul Castro y mi abuela paterna. Desperté a Fidel y le di la noticia. Su reacción fue de resignación y algo de disgusto por no haber captado esa posibilidad en la entrevista que junto a mí tuvo con Batista, en la que, como ya he relatado, intentó convencer al ex-presidente de que promoviera un Golpe de Estado. Pero seguidamente le dije que no era eso lo más importante para él, sino que había sido nombrado jefe de la policía el teniente Rafael Salas Cañizares, y que aunque Batista había dado órdenes estrictas de que no se produjera represión alguna, yo creía que él, Castro, debía saberlo. El hombre palideció  y me pidió que lo llevara para la casa  de una hermana suya, Lidia, con el fin de esconderse por un tiempo hasta que la situación se clarificara. Así lo hice, acompañado del hermano de mi mujer, Juan Caballero Brunet, y de Eduardo Borrel Navarro.¨ (Rafael Díaz-Balart, Cuba: Intrahistoria. Una lucha sin tregua, página 52)

Roberto Torrecilla, muy amigo del hijo mayor de Batista con su primera esposa Elisa Godínez,   en su artículo  sobre el asalto al Palacio Presidencial   escribe cómo se decidió Batista a dar el golpe del 1o de marzo de 1952:

Todos sabemos que el movimiento obrero cubano de manera mayoritaria se cruzó de brazos ante dicho golpe y también con posterioridad en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, pero veamos como reaccionaron otras fuerzas sociales:

En el artículo Cuba: El golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Pedro Simeón escribe:

¨ La Universidad se convirtió en tribuna y centro de fermento insurreccional. Las asociaciones de banqueros, colonos, hacendados y otras entidades económicas o sociales ofrecieron respaldo al gobierno de facto. Los dirigentes políticos, unos se hicieron cómplices del asalto, algunos esperaron semanas para comprometerse, y muchos otros hicieron el papel de leales oposicionistas, prestándose a farsas electorales. Los partidos políticos no tuvieron ni la menor capacidad para erguirse con dignidad. Algunos activistas se pusieron bajo la protección de personeros del gobierno de facto y por suerte para su personal destino, estuvieron a punto de ingresar en un Consejo Consultivo creado por nombramiento. La presión de amigos lo impidió, lo que les permitió participar en la lucha insurreccional que se avecinaba de forma protagónica.
El partido comunista envió una comisión al campamento militar de Columbia para entrevistarse con el Gral. Batista, integrada entre otros por Blas Roca, Salvador García Agüero y Lázaro Peña al objeto de ofrecer la colaboración del Partido al gobierno golpista. La gestión fue de inmediato neutralizada por el Embajador Norteamericano que le comunicó al general que todo acuerdo tendría por consecuencia el no reconocimiento de su gobierno por Estados Unidos. No obstante el nuevo régimen, estableció un concordato de tolerancia. Los sindicatos en su gran mayoría se plegaron en pocas horas al nuevo gobierno. La Iglesia en la voz del Cardenal Arteaga felicito a Batista por el exitoso asalto.
Los grandes partidos auténticos y ortodoxos se fraccionaron dedicando sus energías mayores a la lucha por el liderazgo, más que al enfrentamiento a la dictadura que surgía. ¨

En el golpe ¨manu militari ¨ del 10 de marzo de 1952 hubo tres víctimas mortales, todos militares, dos de  parte de los golpistas y uno de la parte  defensora del Palacio Presidencial.  El teniente Negrete se apresuró y sin haber recibido órdenes fue a tomar el Palacio Presidencial; Negrete fue junto  al vigilante Guillermo Escanaverino los dos muertos por la parte golpista y el sargento Rosendo Hernández por la parte de los defensores del Palacio Presidencial.

El error mayor de Fulgencio Batista no fue el golpe del 10 de marzo de 1952, sino postularse en las elecciones de finales de 1954. Otras personas plantean que el mayor error de Batista fue no ordenar que mataran a  Fidel Castro después del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.
Una observación interesante: los estatutos constitucionales que impuso Batista inmediatamente después del golpe del 10 de marzo de 1953 fueron llevados al Tribunal de Garantías Constitucionales  y dicho tribunal emitió un fallo donde desestimó  la demanda . El tribunal por mayoría entendió de que esos estatutos no iban en contra de la Constitución de 1940. En el artículo del Dr. Alberto Luzárraga ( sobresaliente  abogado y banquero cubano) titulado  EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y SU ORGANIZACION: UNAPROPUESTA DE REFORMA, se lee:
¨...Aunque sin duda hubo buenas sentencias, aparentemente el tema constitucional no cobró suficiente importancia en la conciencia popular ni en el Tribunal en sí. Este efecto se palpó a raíz del 10 de Marzo cuando por una votación de 10 contra 5 el Tribunal de Garantías (por sentencia #127 de 17 de Agosto de 1953) desestimó el recurso interpuesto por 25 ciudadanos contra los Estatutos Constitucionales promulgados por Batista...¨

Hago la observación de que los miembros de ese  tribunal no estaban supeditados a Batista ni habían sido nombrados por Batista para ejercer esa responsabilidad. Sería interesante conocer los argumentos de los que votaron a favor de desestimar el recurso y los argumentos de los que votaron en contra. Tampoco he conocido de que Batista haya tomado represalias contra los 5 magistrados que votaron en contra de sus Estatutos.
En enero de 1959 el incipiente Castrismo impuso sus estatutos, los cuales sí iban en contra de la Constitución de 1940. Esos estatutos no fueron llevados a ningún tribunal para dirimir sobre  el carácter constitucional o no de esos estatutos,  pues  esos estatutos, entre muchas cosas,  echaron  abajo a prácticamente  todo el Poder Judicial  y su independencia. Uno de los fundamentos sobre los cuales se hizo  la Revolución, y que enarboló Fidel Castro,  fue  la restitución de la Constitución de 1940. El Castrismo nunca restituyó esa Constitución, traicionando así a los que murieron y lucharon por ella..