Aldo Rosado-Tuero: ¿DISIDENTES, “OPOSITORES” O MAMPORREROS DEL CASTRISMO?
¿DISIDENTES, “OPOSITORES” O MAMPORREROS DEL CASTRISMO?
Por Aldo Rosado-Tuero
17 de junio de 2016
Últimamente se ha iniciado una tendencia que tiende a acusar de divisionista o agente castrista a todo el que se atreva a discrepar o a criticar cualquier postura asumida por alguien que se dice disidente, “opositor” o “miembro de la sociedad civil”, sin tener en cuenta la historia de lucha o la posición vertical asumida por el criticante y mucho menos, los valederos argumentos usados para criticar.
Con esa táctica se intenta dotar de una patente de corso a todo el que se proclame “disidente”, “opositor” o “miembro de la sociedad civil” y acallar las voces que llaman a la prudencia, a usar la lógica y a evitar el engaño de muchos—muchísimos—que viven del cuento, montando tremendos “tablaos” donde se escenifican los más diversos actos de distracción y engaño; y que se desenmascaren a los aspirantes a cómplices de una mojiganga electorera formando una “oposición cómplice”.
Es hora de que se levante la voz de los que no tenemos nada que temer porque siempre hemos sido claros y transparentes en esta lucha. No podemos dejarnos amedrentar por los que quieren torcer y empedrar el camino limpio, transparente y claro que conduce a la plena y completa libertad, barriendo con todo vestigio de castrismo en nuestra patria.
Siempre lo hemos dicho. Hay que salir a segar para poder separar la paja del trigo en esa amalgama de personas, personajes y personajillos que integran lo que hoy se conoce genéricamente como disidencia u “oposición” al castrismo. Hay que observarlos muy cuidadosamente en su actuar para dejar de apoyar a quienes no se lo merecen y para desenmascararlos.
Es desenmascarando a los falsos opositores como lograremos poder ser efectivos en la necesaria ayuda y cooperación a los verdaderos combatientes y patriotas.
Basta de callar verdades: En la amalgama permitida y a veces hasta alentada por la tiranía, hay de todo: Verdaderos patriotas sacrificados y honrados, pero reconozcamos—y desenmascarémoslos—que hay muchos que no sabemos si en realidad son verdaderos opositores o mamporreros del castrismo, ya que a diario nos dan indicios de que no todos son trigo limpio.
No aceptemos el chantaje de “tú no estás en Cuba y por la tanto no puedes criticarlos”. El hecho de que por diversas circunstancias existamos muchos anticastristas genuinos con historia que nos respaldan, fuera de la patria, no nos inhabilita para participar en la lucha y muchos menos para opinar. Quién pretenda lo contrario solo está imitando y siguiendo los lineamientos del peor de los castrismos.
Si los que están en Cuba pretendiendo combatir al castrismo, exhiben una conducta reprobable, y en muchos casos una actitud colaboracionista, nosotros le denunciaremos ante la patria, sin importarnos las consecuencias que tengamos que arrostrar.
Termino con este soneto de Gonzalo Pulido
“Yo no puedo rendirme al enemigo,
aunque venga con labio lisonjero;
soy más firme, más fiel, más altanero,
que los que piensan comerciar conmigo.
Formé mi corazón de pan de trigo,
dulce, apacible, cándido y sincero,
y se puede volver puñal de acero
para servir de ejemplo y de castigo.
Soy más fuerte que el viento de la historia,
solitario tal vez, pero seguro
de que la fe conquista la victoria.
Podrá negarme el mundo futuro,
pero Dios, que ve desde su gloria,
hará un gesto de amor a mi amor puro.”
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