lunes, junio 11, 2018

Esteban Fernández: “¡MIRA QUE CLASE DE CORAZÓN TIENE ESA MUJER!”

“¡MIRA QUE CLASE DE CORAZÓN TIENE ESA MUJER!”

 
Por Esteban Fernández
11 de junio de 2018

¿Usted nunca ha escuchado decir que en la vida “Lo interno es más importante que lo externo? Eso es completamente cierto, pero también es verdad que lo primero es la atracción física. De lejos, a muchos metros de distancia, podemos darnos cuenta cuando una mujer nos gusta.

Recuerdo que cuando yo viví en San José de Las Lajas, siendo un muchacho, divisaba a una jovencita rubia a media cuadra. Nunca la tuve de cerca, simplemente me agradaba como lucía en la distancia.

Completamente cierto que la belleza física desaparece (a veces, no siempre) y que lo que queda es “Los buenos sentimientos, el corazón, la bondad”. Repito, esa es una gran verdad. Pero de eso nos enteramos después, lo primero es la pasión que nos despertó y después pasamos a darnos cuenta de que es una persona chévere, y que es un estuche de monerías. O que es todo lo contrario.

Y debo decirles que eso funciona al revés también. No es como que un ancianito llega a un restaurante donde trabaja de mesera una preciosa jovencita de 25 años y le va a decir: “Muchacha, tú me encantas, ya sé a simple vista que te llevo casi 60 años, pero te aseguro que yo TENGO UN CORAZÓN DE ORO”.

Y la muchacha le va a preguntar: “Señor, y ¿dónde es que usted tiene fondeado su yate?” Porque mucho más chance tiene el viejo verde si le dice: “Escúcheme joven, ya sé que te llevo una tonga de años, pero yo tengo una cuenta de banco que no la brinca un chivo, en realidad ni sé cuántos millones de dólares tengo ahí.

¿Hay alguien que pueda ser tan mentiroso de decir que: “Estaba parado en una cafetería de la ‘sagüesera’ tomando café con unos amigos, y pasó una mujer toda destartalada y salí corriendo a enamorar a ese esperpento porque pude notar que tiene un alma muy pura?”

Hay que aclarar que cuando se trata de una mujer, famosa, cantante, modelo o artista, bella y con un cuerpo escultural, pero escuchamos sus entrevistas, nos enteramos de su vida, de sus estupideces, y de lo puta que es, entonces si es verdad que no la queremos -emocionalmente- ni a un metro de distancia de uno.

Por ejemplo, yo creo que la cantante Beyoncé luce muy bien, pero hace mucho rato que me decepcionó y no la quiero ni para que me saque los perros a orinar. Fue a Cuba y es más Obamista que Michelle.

¿Si usted es soltero no ha tenido gente que tratan de ligarlo con alguna amiga de ellos en un “blind date”? Y el susto que pasa cuando comienzan a detallarnos las virtudes que tiene ella, lo inteligente y lo buena que es, lo bien que cocina, el tremendo empleo que tiene, y se niegan rotundamente a contestarle la pregunta más elemental: “Oye, chica ¿y está buena tu amiga?”

Y, por último, vamos a estar claros en algo: Es muy importante que -y esto es harina de otro costal- cuando tenemos las buenas intenciones de casarnos con una mujer y deseamos que sea la madre de nuestros hijos, y entonces si es verdad que no nos conformarnos con que sea bella, sino que fervientemente averiguamos hasta la saciedad todos y cada uno de sus sentimientos. Y hasta que no estemos seguros ni nos acercamos al altar.